2 de diciembre de 2016

PSOE, UNIDOS PODEMOS y PP; CRISIS PERPETUA.


 Resultado de imagen de susana díaz y pedro sanchez

Todos los partidos están en crisis, arrastrados por la recesión del sistema capitalista que sufrimos desde 2007/8 cuando la burbuja financiera hizo colapsar al modelo liberal burgués.  El PP también está en crisis, al igual que I.U., Podemos, todos sufren una crisis perpetua, pero el PSOE está en una situación crítica.  El derrocamiento de Pedro Sánchez fue una exigencia de la clase dominante orquestada a través del “comando dimisionario”, cuyos actores intelectuales no eran solo los agentes de la burguesía, sino que contaron con el beneplácito y la colaboración de las llamadas “baronías”, pero que no calcularon bien la inmediata negativa del exSecretario General, lo que está suponiendo una rebelión de la militancia de base.

Los roces y las discrepancias entre el nuevo sector liberal del PSOE, encabezado ahora por la Gestora y sus representantes y la corriente socialdemócrata defenestrada por el golpe burocrático, se venían incubando desde hacía meses, como basta recordar algunas frases, a falta de confirmación, que indicaban la interinidad que se le reclamaba al candidato electo en las últimas primarias, con aquello de: “este es un inútil, pero hasta  dentro de un par de años nos será útil”.

La prensa burguesa libró una campaña atroz y virulenta de desprestigio descarado contra Pedro Sánchez, incluso utilizando no solo ataques y argumentos políticos, sino descalificaciones personales graves. Esa campaña orquestada provocó una oleada de comentarios en las redes sociales de todo signo. Luego, acusaciones mutuas de ambos sectores enfrentados existen sobre la utilización de dos “Red de Bots” financiadas “presuntamente” de un grupo contra otro y viceversa, creando una amarga polémica mantenida y alimentada por muchos militantes.

La gestora creada y sus partidarios, parece ser que han quedado un poco confundidos e interpretaron la campaña como una manifestación del pecado original de la política “populista”. Decían que Unidos Podemos, que también muestran su crisis, entre el sector más duro de Pablo Iglesias y el más conciliador de Íñigo Errejón,  trataban de capitalizar la situación de descomposición y enfrentamiento entre los socialdemócratas y liberales,  acusando a sus líderes de intentar destruir al PSOE y absorber a sus bases y votantes, como si ignorasen que eso es parte del juego político pero no es nada fácil.  Cierto que esa formación ha cometido muchos errores y está igualmente en crisis, pero no es correcto echarle toda la culpa a los demás de nuestros propias carencias.

Existen  conflictos reales, pero no solo personales como pretenden hacernos creer algunos analistas y tertulianos afines a la clase dominante.  La presunta disputa por la Secretaría General, que es lo mismo que por la Presidencia del Gobierno del Estado entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, o cualquier otro candidato que surja, puede agravar la situación. Por supuesto que existe una profunda controversia, pero es también eminentemente política. Contemplemos al sector nuevo surgido a la superficie, que ocupa ahora el ala derecha del PSOE y ha girado hacia posiciones más liberales, acercándose claramente con su abstención y moderados comportamientos, a posiciones de centro-derecha. El otro sector, los llamados socialdemócratas de izquierdas, junto a los “socialistas y punto” (muchos de ellos provienen de la antigua “corriente guerrista” nunca declarada estatutariamente), se han acercado a las tesis que defiende la corriente Izquierda Socialista, pero no han decidido pedir claramente la adhesión  a este último sector, porque ven un inconveniente para sus posiciones y repudian el  “germen socialista y  marxista”, o “largocaballerista” como dicen algunos,   que contiene en su interior, que podría contagiar a las bases del socialismo y del sindicalismo,  en un momento dado, experimentando un empuje importante en el frente obrero que lucha por el Cambio.  

El despertar de las masas a la lucha sindical, que podría darse en los próximos meses, como están anunciando los sindicatos UGT, CCOO, CGT, SAT, S.E. y otros  colectivos, podrían producir con las luchas sociales un incremento de la politización, dado que las fases clásicas del desarrollo de los procesos sociales, como polarización y radicalización, se han venido produciendo ya durante los últimos cinco años, cuyo inicio visible podemos concretarlo  a partir del 15-M, como explosión de esos procesos que se venían fraguando con anterioridad.

La clase burguesa española se encuentra en una difícil coyuntura, quizás la más complicada desde la transición. Aquella idea de la burguesía, de una izquierda derrotada y paralizada al conseguir el PP la mayoría absoluta en 2011, está dialécticamente mutando en su contrario, al encontrarse la burguesía con una minoría Parlamentaria que no sabe cómo va a gestionar para sacar adelante sus intereses.  Estos últimos cinco años de Gobierno PP, han servido para que la lucha entre las clases acelere la toma de conciencia de masas, debido a la ofensiva brutal de recortes y austeridad de la derecha gobernante y la patronal contra el movimiento obrero y los sectores más empobrecidos. Algunos sectores alientan la necesidad de organizarse, empezando por los jóvenes que a través de las luchas del Sindicato de Estudiantes que  han conseguido un enorme triunfo al derribar la reaccionaria Ley Wert con las Huelgas Generales de la Enseñanza,  eliminando las reválidas franquistas y comienzan  a avanzar como no lo habían hecho en las tres últimas décadas, marcando el camino y demostrando que la lucha sirve. Los dirigentes de los sindicatos de clase deben tomar nota y prepararse para lanzar una ofensiva que recupere las condiciones laborales y derechos perdidos.  

El régimen del 78 sufre un fuerte deterioro por la crisis,  la corrupción y las mentiras y está sumido en una situación de difícil salida.  Incluso algunos estrategas de la burguesía están reclamando reformas positivas y aumentos salariales para que cambie algo el nivel de desigualdad atroz al que nos ha arrastrado  la política de la Troika aplicada por Rajoy y para abortar las previsibles convulsiones sociales que se podrían dar.  El incremento de un 8 % del salario mínimo es significativo de la debilidad del PP que empieza a ceder.  La crisis de la derecha es también muy severa; hay divisiones internas en el PP y sus asesores no se ponen de acuerdo sobre cómo afrontar el grave problema de las tramas corruptas. Están atrapados entre los problemas sociales y del conflicto territorial, agudizado por la falta de diálogo y perspectiva de la burguesía.  Un sector del PP más joven está apostando por un discurso duro contra los dirigentes investigados y señalados en el lodazal de la corrupción cuyo número se cuentan por centenares. Otro sector más veterano, incluso más reaccionaria si cabe,  no les hace ascos el  intentar recuperar incluso al amortizado y caduco exPresidente Aznar, que tiene todavía una cierta influencia con el sector más extremista y los residuos del franquismo. Pero la disputa por el control del PP entre Aguirre y Cifuentes, ultraliberales  declaradas,  y las otras dos opciones de la cuerda de Rajoy, Cospedal y Sáenz de Santamaría será muy dura.

Esa división irreconciliable podría ser la tumba de Rajoy cuando salga a la superficie, quizás en el Congreso ya convocado o meses después, cuando se convoquen las próximas elecciones, porque la lucha por los sillones será terrible.  Esa situación junto con la falta de una mayoría parlamentaria para poder cumplir los compromisos con la Troika, auguran un hundimiento del PP más temprano o más tarde, aunque cueste creerlo, porque el capitalismo no tiene salida;  ese fue el motivo por el cual, los sectores financieros representados por el IBEX35,  apoyaran  con recursos y a través de sus potentes medios de comunicación la formación de C’s, como “un podemos de derechas”, como dijo algún vocero, pero les está dando poca rentabilidad el esfuerzo inversor realizado, por ahora.

Nuestra corriente Izquierda Socialista seguiremos la batalla por ganarnos el derecho a ser reconocidos como parte del movimiento de la clase trabajadora y debemos insistir en seguir defendiendo un programa socialista auténtico y una democracia plena, pero eso no es suficiente. Necesitamos crecer, arreciar la lucha por ganar a los sectores más avanzados de los trabajadores y para lograrlo, es preciso educarnos y formarnos más y mejor como militantes socialistas, aprendiendo y desarrollando la filosofía del materialismo dialéctico propia de la clase trabajadora.  Los torrentes de luchas que están por llegar, con sus dificultades, sus alzas y sus bajas, empujarán a la juventud y a la clase trabajadora hacia la búsqueda y defensa de los ideales, los métodos, la táctica y la estrategia global que nuestra corriente ha venido defendiendo durante años y  que necesitamos para la transformación socialista de la sociedad y poder empezar a construir un” Estado Socialista y Federal”(*) que es la alternativa para superar a este caduco modelo capitalista, corrupto e inviable.

ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE-A
(*) La persona que quiera recibir el documento a debate que estamos presentando, puede pedirlo  gratuitamente al correo de abajo, poniendo en asunto las palabras:”Por un Estado Socialista y Federal”.

ispsoeandalucia.malaga"gmail.com








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