2 de diciembre de 2015

II ECUENTRO ESTATAL GANEMOSCCOO.

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Madrid, 5 y 6 de diciembre 2015. 

¡ El sindicalismo de clase, combativo, democrático y asambleario,  a la ofensiva ¡

1. Introducción

La actividad y extensión de GanemosCCOO avanza con el firme objetivo de recuperar las señas de identidad de CCOO, de reestablecer su acción sindical combativa, de clase, democrática y asamblearia. En un año de existencia, cerca de 1.700 afiliad@s y delegad@s de todos los territorios y Federaciones nos hemos sumado a GanemosCCOO, creando una base militante en cientos de empresas, en todos los sectores de la producción y de la administración. Un año lleno de acontecimientos en los que GanemosCCOO ha estado presente apoyando y participando en las luchas y movilizaciones de los trabajadores, de los movimientos sociales y populares, y aportando nuestro punto de vista a través de hojas, manifiestos, declaraciones y decenas de actos y reuniones.

Desde GanemosCCOO hemos insistido en una idea: la recuperación de nuestro sindicato no vendrá de acuerdos de pasillo y pactos secretos para repartirse puestos en los órganos de dirección. Las experiencias pasadas demuestran que sin una estrategia sindical consecuente, sin un sindicalismo combativo que impulse la movilización más contundente en defensa de la clase obrera, sin un sindicalismo desde la independencia de clase, desde y para los trabajadores, sin un sindicalismo sociopolítico con una perspectiva de transformación socialista de la sociedad, sin un sindicalismo asambleario que se apoye en los delegados, la afiliación y los trabajadores, no es posible recuperar CCOO para los trabajadores. Este es el enfoque de nuestra actividad en este año de existencia: implicarnos en las luchas cotidianas de la clase obrera, dar voz a la base frente a un aparato cada día más burocratizado y no ceder al chantaje y las presiones de la patronal y el gobierno.

Sabemos que el camino que hemos empezado a andar no es fácil. Sabemos que entre muchas capas del sindicato cunde el desánimo y también la desmoralización por la escandalosa pasividad de la Ejecutiva Confederal cuando hay más motivos que nunca para movilizarnos, por los escándalos de corrupción, sobresueldos y chanchullos que salpican al máximo órgano del sindicato y a las direcciones de diferentes organizaciones de CCOO, por las fotos bochornosas con el PP y la patronal, por el trato al que se somete a los militantes y delegados luchadores. Pero al igual que Marcelino Camacho y muchos otros no cayeron en la desesperación durante la larga noche del fascismo, cuando su labor abnegada hizo posible construir nuestro sindicato, también ahora debemos ser fuertes para resistir estas presiones y no abandonar la batalla. Somos más, somos muchos más que los dirigentes que hoy usan las siglas de nuestra organización para pastelear con la patronal y el gobierno de turno acuerdos que no defienden los intereses de los trabajadores.

Desde GanemosCCOO llamamos a todos los afiliados y afiliadas a redoblar el compromiso, la participación y la militancia en CCOO para cambiar radicalmente el actual modelo sindical. Llamamos a la rebelión a toda la afiliación frente a una dirección comprometida con la paz social y con un modelo sindical que incluye la corrupción y las prácticas antidemocráticas, y que de mantenerse arrastra a nuestras CCOO a una crisis de la que podría tener muy difícil recuperarse.

2. Ascenso de la lucha de clases.

La existencia de GanemosCCOO no se puede explicar al margen de las grandes movilizaciones vividas en el Estado español a lo largo de los últimos años, que han supuesto una gran escuela política para los millones de trabajadores y jóvenes que hemos participado en ellas.

La política de recortes, de privatización de la sanidad, la educación y numerosos servicios y prestaciones sociales; la prolongación de la jornada laboral, la reducción de los salarios y la extensión de la precarización; los derechos perdidos por las sucesivas contrarreformas laborales, los desahucios y las estafas legalizadas… han provocado una reacción masiva contra la derecha y su gobierno. La rebelión social con la que hemos respondido a la ofensiva del PP alcanzó una envergadura no vista desde las grandes movilizaciones contra el franquismo de mediados de los años setenta. Sólo mencionar las luchas más destacadas nos da la medida de lo que hablamos: la explosión del 15M en 2011, las huelgas generales de marzo y noviembre de 2012, la oleada huelguística en el sector educativo, el gran movimiento estudiantil contra la LOMCE, las movilizaciones constantes contra la privatización de la sanidad pública, las mareas sociales, el levantamiento del barrio de Gamonal y la Marcha de la Dignidad en marzo de 2014 con más de un millón de asistentes; las manifestaciones de los trabajadores del sector público contra la supresión de las pagas y los despidos, las marchas mineras o los conflictos como los de la limpieza viaria de Madrid, Panrico, Coca-Cola, las subcontratas de Movistar, sin olvidar las masivas movilizaciones por el derecho a decidir en Cataluña…Hay muchos más ejemplos, pero en todos ha destacado una gran autoorganización y participación desde la base, una iniciativa y audacia extraordinarias, y un desbordamiento de los aparatos políticos y sindicales, empeñados en mantener a toda costa una paz social fracasada.

Esta rebelión social ha desnudado la auténtica cara del sistema capitalista, de la democracia que vivimos, que en realidad no es más que la dictadura encubierta del capital financiero y de los grandes empresarios. Para amplios sectores de los trabajadores, la juventud y de las capas medias golpeadas por la crisis, también se ha hecho evidente que si la derecha ha podido sostenerse en el gobierno hasta el final de la legislatura, a ello ha contribuido, y no poco, la leal colaboración de la dirección del PSOE y las cúpulas de CCOO y UGT.

La crisis del régimen del 78 se ha profundizado, abriendo grandes posibilidades para el sindicalismo combativo, de clase, democrático y asambleario, y también para la izquierda que lucha y apuesta decididamente por la transformación socialista.

3. La política de la dirección: paz social, acuerdos con el gobierno del PP. 

Es en este contexto en el que tenemos que situar la crisis de CCOO y de la estrategia desarrollada por la dirección confederal. Partiendo de un análisis alejado completamente del punto de vista de la clase obrera, Toxo y la inmensa mayoría de la actual dirección siguen considerando crucial su papel de “interlocutores”, y ponen sus mejores oficios a disposición de la recuperación económica, la estabilidad política, la paz social y la gobernabilidad del país. Esta política ha sido decisiva para la recuperación de la tasa de beneficios empresarial a costa del descenso brutal de los salarios, la pérdida de derechos y la precarización orgánica del empleo. No es extraño, por tanto, las constantes alabanzas a la “responsabilidad” de los dirigentes de UGT y CCOO por parte de la CEOE y del gobierno.


La estrategia de buscar el pacto social a cualquier precio, llamando a la movilización solamente cuando la presión desde abajo se vuelve completamente insoportable, ha facilitado la embestida patronal. En el caso de las dos huelgas generales vividas en 2012, una vez que se soltó el vapor de la caldera, Toxo y la dirección confederal se dieron el lujo de un largo período de silencio sólo roto para acudir a la Moncloa a firmar acuerdos a cada cual más deplorable y a hacerse la foto de rigor con Rajoy y los ministros del PP.

En vez de contribuir a lavarle la cara al PP pactando con él limosnas de miseria, CCOO debería haber sostenido la movilización en el tiempo, endureciéndola y confluyendo con todos los movimientos sociales, mareas ciudadanas, Marchas de la Dignidad, etc. en una gran huelga general que condujese a la caída de este gobierno reaccionario. Pero ha quedado de manifiesto que esta estrategia de clase y combativa, que permitiría recuperar la influencia de CCOO en el movimiento obrero, jamás se dará con la actual dirección.

4. Luchar contra la corrupción y la burocracia.

Las políticas de pacto social con el Gobierno y la patronal se encuentran en la raíz de las conductas corruptas como las descubiertas en Caja Madrid/Bankia, en el escándalo de los sobresueldos de los dirigentes de COMFIA o en la aceptación de la financiación patronal directa para que el sindicato actúe como rompehuelgas o firme todo tipo de EREs que han supuesto la destrucción de miles de puestos de trabajo (los casos de Panrico, Bankia, Indra y muchos otros). En definitiva, esta política ha llevado a la dirección a entender el sindicato como si de una empresa se tratara, con sus órganos de administración, sus gerentes, sus asalariados, cuyo fin es la obtención de recursos, al precio que sea, con los que sostener un aparato que vive en condiciones materiales ajenas a las de la clase trabajadora. Y cuando se han producido conflictos debido a la mengua de los recursos por la pérdida sangrante de afiliación o la reducción de las subvenciones, se ha despedido a compañeros aplicando EREs y la reforma laboral del PP como en cualquier empresa.

La negativa de la dirección confederal a sacar conclusiones del escándalo de las tarjetas black y de la participación de dirigentes de CCOO en el Consejo de Administración de Bankia —apoyando todos los desmanes de Blesa, incluidas la estafa de las preferentes y los desahucios— es absolutamente inaceptable. Pero no sólo eso: con fondos provenientes de la patronal y los bancos se pagan sobresueldos a los dirigentes del sindicato, como ha sido el caso en COMFIA (hoy Federación de Servicios). Sobresueldos justificados por la cúpula con argumentos inverosímiles: “horario de trabajo (dedicación diaria), responsabilidad ante terceros, salario del sector de origen y objetivos (resultados organizativos)”. ¿Así que en CCOO, según la actual dirección, es legítimo que haya dirigentes que cobren un sobresueldo por objetivos, como si el sindicato fuese una empresa capitalista? Unos “incentivos” que llenan los bolsillos de los mismos que firman pactos con la patronal lesivos para los derechos de los trabajadores.

Sobresueldos que se disfrazan de complementos. La misma justificación que han utilizado Rajoy, Cospedal y sus secuaces para justificar los sobres que entregaba Bárcenas a la cúpula del PP. ¡Qué vergüenza! Que haya dirigentes de un sindicato obrero, de una organización con la historia de lucha, sacrificio, cárcel, represión y muertos como las CCOO, capaces de utilizar los mismos argumentos que la derecha para encubrir sus prácticas corruptas, da la medida de lo lejos que han llegado.

El acceso a la dirección de CCOO de personas que han demostrado no tener ningún apego a los principios más básicos del sindicalismo de clase y que carecían del más mínimo escrúpulo moral no fue una casualidad. Es parte de un proceso de imposición a la afiliación de CCOO de una política desmovilizadora que supedita toda la acción del sindicato a la consecución de acuerdos con el Gobierno, las organizaciones patronales y/o las empresas, aunque esos acuerdos sean gravemente perjudiciales para los trabajadores. Ejemplos de ello fueron el pacto de pensiones alcanzado con el gobierno de Zapatero, el acuerdo sobre parados de larga duración con el PP, los numerosos acuerdos sectoriales o las firmas de EREs (de las que el aparato obtiene además jugosos recursos), por no hablar de la aceptación de retrocesos en la negociación colectiva. Como compensación a esta política, numerosos dirigentes sindicales se incorporaron a consejos de administración u otros órganos de dirección de empresas y entidades financieras, desde donde asimilan los usos y costumbres propios de nuestros explotadores. En lugar de defender una política de clase y anticapitalista, con esta orientación el sindicato se convierte en un sostén más del sistema.

La única fórmula para que la conducta de los dirigentes, delegados y representantes de las CCOO se aleje decisivamente de estas prácticas es romper con el actual sindicalismo de gestión y de paz social, recuperar la orientación de CCOO como un sindicato de clase, combativo y sociopolítico que defiende de forma consecuente e intransigente los derechos de los trabajadores y que lucha por la transformación de la sociedad en la perspectiva de la completa emancipación de los explotados en una sociedad socialista.

5. Un plan de acción para recuperar CCOO.

Desde GanemosCCOO consideramos que es una necesidad insoslayable la regeneración de nuestro sindicato y recuperar las señas de identidad que lo forjaron. Para lograr este objetivo, proponemos un plan de acción de diez puntos:

1. Abandonar la estrategia sindical fracasada de pacto social y concesiones a la patronal para recuperar un sindicalismo combativo, de clase y democrático. CCOO debe promover la unificación de las luchas y defender todos los puestos de trabajo ¡Basta de negociar la destrucción de empleo! CCOO debe movilizar consecuentemente contra la política de recortes y austeridad, confluyendo con los movimientos sociales.

2. Dimisión de la Comisión Ejecutiva Confederal. Los máximos dirigentes confederales son a su vez los máximos responsables políticos de la situación de desprestigio y perdida de credibilidad de nuestro sindicato, agudizada por el escándalo de las tarjetas black, los sobresueldos en la dirección de COMFIA y la financiación patronal directa.

3. Congreso Extraordinario. Debe celebrarse un debate democrático en todo el sindicato que dé el protagonismo a los afiliados y que culmine en un congreso extraordinario con delegados elegidos directamente por la base.

4. Respeto a la militancia de CCOO y a las asambleas de trabajadores. Las secciones sindicales y los comités de empresa deben llevar la iniciativa en la lucha por la mejora de los convenios y la defensa de los empleos (huelgas y movilizaciones). Todas las propuestas deben ser sometidas a las secciones sindicales, que deben recuperar su impulso como organización básica de CCOO, y las asambleas de trabajadores. Los órganos de dirección deben acatar las decisiones que en ellas se adopten. No se puede firmar por parte de CCOO ningún acuerdo contra la opinión de las asambleas de trabajadores.

5. Control democrático de los responsables sindicales: elegibilidad y revocabilidad de los mismos. Los liberados de CCOO, así como los cargos de responsabilidad, deben ser elegidos democráticamente por las asambleas de afiliados de la empresa, sector o ámbito correspondiente. Todos los cargos de CCOO deben estar sometidos a la revocabilidad por parte de quienes los eligieron.

6. Los responsables de CCOO deben vivir como cualquier trabajador. Su salario no puede ser mayor que el de un trabajador cualificado (no puede exceder los 1.800 euros netos al mes). Se deben suprimir todos los gastos de representación. Los salarios de todos los responsables de CCOO deben ser públicos y conocidos por toda la organización y el conjunto de los trabajadores.

7. CCOO no puede depender de las subvenciones del Estado y debe abandonar todos los consejos de administración. Nuestro presupuesto debe apoyase en las cuotas de los afiliados y en el apoyo económico de la clase trabajadora. Hay que recuperar las Cajas de Resistencia en todos los conflictos y las colectas en las empresas. Lograr la independencia económica frente al Estado y la patronal es la única forma de garantizar un sindicalismo de clase.

8. Las horas sindicales son para la acción sindical. Los delegados de CCOO deben utilizar las horas sindicales para luchar por los derechos de los trabajadores. Deben publicarse en los tablones de las empresas, y hay que rendir cuentas de ellas ante los afiliados y los trabajadores.

9. Respeto a la democracia interna en CCOO. Basta de expulsiones y sanciones a afiliados de CCOO por motivos políticos y de opinión. Ninguna medida antidemocrática más (expulsiones, disolución de organizaciones, marginación de los afiliados combativos, etc.).

10. CCOO es un sindicato de clase, no un sindicato de gestión o de colaboración de clase, que defiende los derechos de los trabajadores y lucha por la transformación de la sociedad hacia el socialismo.

5. Unidad Popular para derrotar a la derecha-

GanemosCCOO no permanece al margen de las próximas elecciones del 20D. Como sindicalistas de izquierdas, llamamos a todos los trabajadores y a toda la juventud a derrotar a la derecha del PP y Ciudadanos en las urnas y en las calles, con el voto y con la movilización. GanemosCCOO ha participado en numerosos encuentros por la Unidad Popular, y lamentamos que no se haya podido lograr una confluencia electoral en todo el Estado entre las organizaciones que defienden el cambio político. En todo caso, nosotros consideramos que el cambio no puede ser una mera reforma del sistema, un remozado de la fachada de un régimen que ha demostrado su carácter completamente reaccionario.

El cambio político vendrá de la fuerza que seamos capaces de desplegar en la lucha de clases, para romper con la lógica del capitalismo y acabar con el dominio de los grandes bancos y los grandes poderes económicos. Nos negamos rotundamente a aceptar un discurso que nos dice que lo importante no es ser de “izquierdas ni de derechas”, que busca el “centro” político desesperadamente y que se distingue poco de las viejas organizaciones que sostienen el sistema. 

Los millones de trabajadores y jóvenes que nos hemos movilizado estos años no queremos más de lo mismo, pero con nuevas caras. Queremos una ruptura real con las políticas que nos han conducido al desempleo masivo y a la pobreza que sufre ya más del 20% de la población, que nos expulsan de nuestros hogares, hacen de la educación y la enseñanza un negocio, y exilian a nuestros jóvenes.

Desde GanemosCCOO apostamos por la Unidad Popular genuina, de la izquierda que lucha, para poner en práctica, y no sólo en discursos, las aspiraciones de millones para transformar la sociedad. No es tanto el nombre y los aspectos formales de la Unidad Popular lo que determinarán su éxito, sino el programa y su capacidad para entusiasmar y organizar a la mayoría de la población para llevarlo a cabo. Desde GanemosCCOO queremos proponer elementos reivindicativos de esta Unidad Popular, para movilizar al movimiento obrero:

•   Anulación de la contrarreforma laboral y de la contrarreforma de las pensiones.
•   Prohibición de los desahucios por ley. Parque de viviendas públicas, expropiando los pisos vacíos en manos de los bancos, y con alquileres sociales.
•  Derogación de la LOMCE. Enseñanza pública digna, democrática y gratuita desde infantil hasta Universidad. Derecho a la sanidad digna, gratuita y universal para todos. Plan de choque para la contratación de profesores, médicos y personal sanitario, y para la construcción de nuevos centros de estudio, hospitales y centros de salud, que acaben con la masificación y la degradación del servicio.
•   Remunicipalización de los servicios públicos privatizados, manteniendo y ampliando las plantillas y respetando los derechos laborales.
•   SMI de 1.100 euros y 35 horas semanales sin reducción salarial.
•   Empleo digno: Prohibición de la ETTs, fijos en plantilla a los 15 días.
•   Prohibición por ley de despidos en las empresas con beneficios. Readmisión obligatoria de los trabajadores en caso de despido improcedente.
•   Plenos derechos democráticos de expresión, reunión y organización. Derogación de la Ley Mordaza.
•   Derogación de la Ley de Extranjería y de los CIEs. Solidaridad real y concreta con los refugiados.
•   Nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía, para rescatar a las personas y elevar el bienestar de la mayoría.
•   Defensa del derecho a la autodeterminación de Catalunya, Euskal Herria y Galiza
•   ¡Ni terrorismo yihadista ni guerra imperialista! Movilización de la clase obrera y la juventud contra la guerra: ¡Huelga general!

¡POR UNAS CCOO COMBATIVAS, DE CLASE, DEMOCRÁTICAS Y ASAMBLEARIAS!
¡ÚNETE A  "GANEMOSCCOO" PARA LUCHAR ¡
Más información:
ganemosccoo@gmail.com


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