4 de noviembre de 2015

MÁLAGA: SIGUE AUMENTANDO EL PARO OTRO MES MÁS.


  Resultado de imagen de Colas del Paro en Malaga

Por mucho que nos mientan con su demagogia barata tanto el Presidente Rajoy como sus ministros, sobre la llegada de la recuperación y la creación de empleo, sus cuatro años de gobierno nos explican como un libro de matemáticas abierto, que todo es falso porque su único objetivo ha sido beneficiar a la burguesía a costa de saquear a los trabajadores y hundirnos en el paro, la miseria y la desesperación.  Los banqueros ganan cada vez más mientras la clase trabajadora y los pobres cargan con el fardo de la crisis.

En Andalucía, el paro aumentó en octubre en 10.579 personas con   relación al mes anterior, alcanzando la cifra de 1.007.940  desempleados, sobre los  2.760.236 afiliados a la Seguridad Social, lo que arroja  un porcentaje de paro del 36,51 %.  El paro en Málaga  se  ha  incrementado  en 4.039 personas, lo que representa un 38,17 %  de los puestos de trabajo perdidos en toda Andalucía.  La  provincia cuenta ya con 182.956 parados, según los datos que publica el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, lo que representa un incremento del 2,26 %  sobre el mes anterior, debido sobre todo a la expulsión de trabajadores del sector turístico por fin de temporada.

En Málaga se firmaron en octubre un total de 62.696 contratos pero solamente 3.357 han sido indefinidos y el número de ocupados con afiliación a la Seguridad Social  ha caído en septiembre en 3.094 personas quedando un total de cotizantes de 536.310.   Solo se notó un descenso del desempleo en la construcción, con 750 parados menos quedando afiliados 114.451 trabajadores a ese sector.  

Los afiliados a la Seguridad Social a finales de 2011 cuando Rajoy  ganó las elecciones eran 17.229.922 personas y en octubre de 2015 hay 8.455 afiliados menos, ya que los datos del Ministerio dan en ese último mes la cifra de 17.221.467 personas,  luego como las matemáticas no mienten, con una simple resta vemos que quién engaña es Rajoy porque hay menos personal trabajando ahora que cuando él empezó.  ¿Dónde está ese millón de puestos de trabajo que dicen que han creado?  ¿Se les olvida quizás contabilizar los que han destruido?  La realidad es que el paro ha subido en octubre en 82.327 personas quedando la cifra total de parados en 4.176.369 personas.

La clase trabajadora y sobre todo la juventud y los mayores de 45 años que se han  quedado descolgados, son utilizados como carne de explotación por los empresarios, que están muy agradecidos al PP por su reforma laboral que tantas ganancias les ha reportado.   Rajoy se llena la boca de que su objetivo, (siempre hacia el año 2020), es llegar a los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, aunque la realidad, es que en toda la legislatura el nivel de afiliados sigue casi al mismo nivel que cuando entraron al gobierno como ha quedado demostrado más arriba con una simple resta.

Con la política económica del PP se ha cometido un auténtico saqueo a la clase trabajadora, a los autónomos y a la pequeña empresa, ofreciendo buenas oportunidades de incremento de beneficios a los banqueros mafiosos y corruptos, que están recuperando la tasa de ganancia como nunca en momentos de crisis, gracias a la reforma laboral y los recortes que han permitido el empleo basura incluso por debajo del  miserable salario base de 648 euros al mes, totalmente insuficiente para una vida digna, por lo que muchos trabajadores se matan a trabajar y son pobres de necesidad.

Los empresarios vienen utilizando la facilidad de contratos temporales hasta por horas y minutos para introducir un mayor grado de precariedad y reducir descaradamente las plantillas y los salarios, aumentando el grado de explotación para conseguir más plusvalías, tanto relativa como absoluta.  Han sustituido trabajadores fijos con cualificación y organización sindical y derechos que fueron conquistados durante años de duras luchas, por eventuales precarios, que dificulta la sindicalización y encima hay una persecución sindical creciente, con más represión como la Ley Mordaza, que merma fuerza y capacidad de lucha de la acción sindical, bajo amenaza de despidos y sanciones arbitrarias.

La lógica consecuencia dramática de esa precariedad, temporalidad e incremento de los ritmos,  es, junto a la falta de preparación y formación que ello conlleva,  un aumento desaforado de los accidentes laborales,  las muertes por negligencias, falta de seguridad y prevención, cebándose sobre la juventud que sufren la mayoría de esos accidentes, que raras veces reciben una condena judicial adecuada contra las deficiencias de la patronal, pues algunas veces rayan en el asesinato consentido.

Esta situación no tiene solución bajo el sistema capitalista, por lo que la lucha por un verdadero programa socialista, como siempre venimos planteando por nuestra corriente Izquierda Socialista es más necesaria que nunca.  Junto con esa lucha política es preciso que las cúpulas sindicales despierten de su letargo y planteen una batalla seria saliendo a rechazar estas injusticias y luchar tomando las calles con manifestaciones e incluso la Huelga General, para reivindicar soluciones urgentes, como por ejemplo:

Reparto del trabajo existente con reducción de la jornada laboral por ley a las 35 horas semanales, sin reducción salarial.  Prohibir las horas extras mientras siga habiendo paro. Aumento de las plantillas con salario base de  1.000 euros/mes y condiciones dignas.  Un puesto de trabajo digno para cada persona o un salario social universal para los necesitados que no dispongan de bienes o ingresos suficientes.   Jubilación a los 60 años con contrato de relevo obligatorio para que la juventud acceda al trabajo.  Supresión del empleo precario porque a un empleo permanente debe corresponder un puesto de trabajo fijo, tras el periodo de prueba que no debe ser superior a 15 días.  A trabajos periódicos, un puesto de trabajo fijo-discontinuo. A igual trabajo, igual salario, tanto para mujer como varón. No a la discriminación.

Debemos exigir la derogación de la contra-reforma laboral del PP y rechazar los ataques y los recortes en gastos sociales, del medicamentazo, la congelación de las pensiones, etc. Por un plan de reindustrialización desde el sector público tanto de las comarcas como de sectores más deprimidos, rechazando las privatizaciones del sector público e incluso reclamando la renacionalización de sectores estratégicos como el energético, sanidad, educación y demás servicios esenciales.  Por un nuevo Estatuto de los Trabajadores que anule las restricciones de los derechos sindicales y derogue la contra-reforma del PP,  con garantía de los derechos de asociación, reunión, libre sindicación y organización, petición, manifestación y huelga, sin ningún tipo de restricción como corresponde a una sociedad democrática moderna, Etc. Etc…

La recesión capitalista en la que estamos anclados demuestra que la burguesía no va a renunciar voluntariamente a sus privilegios y beneficios, para que los trabajadores podamos vivir mejor. No lo han hecho nunca ni lo van a hacer, por lo que tenemos que organizarnos y unirnos para luchar por derrotar a la burguesía y el 20 D tenemos la oportunidad de barrerlo desde las urnas. El capitalismo es injusto, corrupto, degenerado y decadente por su propia lógica  de la codicia del lucro privado. 

La riqueza que se produce en las fábricas y en los tajos es el fruto del trabajo colectivo de la clase trabajadora, mayoritaria en la sociedad, pero la propiedad de esos medios de producción, que representan plusvalías acumuladas y arrancadas a la clase obrera,  las controlan los capitalistas que se han hecho los amos de esos medios y solamente las utilizan productivamente cuando les permite aumentar al máximo sus ganancias, pues en caso contrario, prefieren cerrarlas, mientras invierten sus capitales con fines especulativos.  El bienestar de la humanidad se estrella una y otra vez contra el muro de la propiedad privada de la gran banca, las grandes empresas y los monopolios en manos de la clase dominante. La concentración de esa propiedad privada y las fronteras nacionales son las dos camisas de fuerza que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas.

Para solucionar el paro, la explotación y la miseria sería necesario expropiar a esa minoría de parásitos, empezando por el sector financiero bancario, los latifundios ociosos y los monopolios, para colocar las palancas fundamentales de la economía bajo control democrático de la sociedad en su conjunto. De esa forma se podría planificar científica y democráticamente la sociedad, permitiendo a la mayoría de la población ejercer de control y gestión de la producción, en una lucha implacable contra la corrupción y los despilfarros en todos sus ámbitos, tanto político, social, económico y cultural, creando las condiciones materiales para un desarrollo equilibrado y armónico de las fuerzas productivas, para garantizar una vida digna a toda la población y empezar a construir una sociedad sin clases ni privilegiados, la verdadera sociedad democrática y socialista,  poniendo los recursos a disposición  y  servicio del Bienestar de la Humanidad.

ÁREA DE COMUNICACIÒN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A



 



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