13 de octubre de 2015

"TRABAJO DECENTE": (Parte VI final). POR UN PROGRAMA SOCIO-LABORAL PARA EL GIRO SOCIAL, EL CAMBIO Y LA TRANSICIÓN SOCIALISTA.


 

En cuanto al programa socio-laboral de actuación que nos comprometemos a defender y que un futuro gobierno de los trabajadores encabezado por el PSOE debería someter a la negociación  para perfeccionar y mejorar en un debate libre y democrático con los sindicatos UGT, CCOO, CGT, SAT, S.E. y otros que se quieran sumar, así como contar con las fuerzas emergentes como a I.U.,  PODEMOS y otras organizaciones y progresistas que se quieran incorporar libremente a estas negociaciones, proponemos y defendemos lo que sigue:

1.- Es correcto asumir que hacen falta aplicar medidas extraordinarias para superar las consecuencias de la crisis y, al mismo tiempo,  rechazar las medidas reaccionarias aplicadas por el gobierno de la Derecha.  Pero no las medidas que están pidiendo los grandes empresarios, banqueros, multinacionales y sus organismos como el F. M.I. y la Banca Mundial, tanto a escala planetaria como para nuestro  país, pues estos agentes del capital solo buscan salvaguardar los intereses y las ganancias de unos cuantos miles de ricachones, que iniciaron la construcción de la Europa de los Mercaderes, que ha resultado un estrepitoso fracaso, pues lo quieren hacer a costa del padecimiento, sufrimiento, miseria y hambre de la mayoría que es la clase trabajadora.  Es cierto que hace falta aplicar medidas extraordinarias, pero a favor de las familias trabajadoras, los autónomos y las capas medias de la sociedad, que juntos, representamos la aplastante mayoría democrática de la población, en contraposición con un puñado de capitalistas que no se someten a las urnas pero sí imponen su hoja de ruta que tanto daño nos han hecho.

2.-  Los trabajadores organizados que queremos luchar por el genuino socialismo tenemos que dar la batalla y organizar una campaña de agitación enérgica y amplia, en defensa del verdadero programa que nos saque de esta dramática situación que estamos viviendo, para construir la Europa Social de los trabajadores, como se ha venido planteando durante cierto tiempo con las oleadas de marreas y movilizaciones en defensa de un mundo mejor, para que se adopten medidas sindicales y políticas que sean aceptadas por la clase trabajadora y nuestros sindicatos de clase, cuyas reivindicaciones más urgentes son:

3.-  Es imprescindible introducir la escala móvil de precios-salarios, para que los incrementos salariales sean automáticos e igual a la subida del índice de los precios de la compra, ajustado cada seis meses.  Los trabajadores, que somos el sector de la población que crea riqueza, no podemos tolerar que continúen degradándose las condiciones laborales, ni nuestras condiciones de vida y la de nuestras familias. Teniendo en cuenta la pérdida constante de nuestro poder adquisitivo sufrido durante estos años de ajustes duros, debemos exigir un aumento inmediato de los salarios para compensar las pérdidas.

4.-  Prioritario es también la legalización de todos los trabajadores que ejercen sus labores en economía sumergida, con el único requisito de denunciar ante los sindicatos y la Inspección de Trabajo por parte de los afectados, legislándose para que sean considerados fijos de plantilla.  En caso de represalia al trabajador, es preciso legislar de tal forma que el Estado pueda intervenir a través de los poderes públicos, sancionando al empresario llegando incluso a la incautación de los bienes de la empresa que se encuentre fuera de la Ley.  Los trabajadores no somos ilegales, sino que la corrupción y las ilegalidades vienen de parte del patrón que no declara ante la seguridad social y la Hacienda Pùblica para obtener más beneficios.

5.-  Para impulsar las medidas de regeneración del sistema productivo y ejercer un control democrático desde la base, es preciso dotar a los Comité de Trabajadores y Delegados Sindicales con una legislación suficiente para que contribuyan a erradicar la corrupción, eligiendo representantes en cada empresa, mediante votación libre y secreta, con garantías sindicales suficientes, y cuyo cometido debe ser impulsar la lucha por la defensa de los puestos de trabajo y los salarios y el cumplimiento firme de las jornadas laborales, eliminando las horas extras, para repartir el trabajo existente, hasta que se elimine la bolsa de paro existente.  En caso de que algunos empresarios se quejen de que “legalmente” no pueden funcionar, se les exigirá que abran los libros de cuentas de la empresa  o las de su grupo, para ejercer un control democrático y evitar el vaciamiento de los recursos de la misma y fiscalizar las cuentas de aquellas que quieran justificar despidos o impagos salariales.

6.-  El gobierno de los trabajadores fijará un salario mínimo de 1.000 euros al mes, sea cual sea el sector de producción.   La prestación mínima por desempleo será al menos del 80 %, hasta que se le garantice un nuevo puesto de trabajo.

7.- Una de las medidas más eficaces que se deben emplear para luchar claramente contra el paro forzoso, es la puesta en marcha de las fábricas y empresas  cerradas o infrautilizadas, mediante incluso la confiscación o expropiación por parte del Estado, para fomentar la producción. El Estado a través del resto de las Administraciones Pùblicas deberá garantizar el salario fijado por convenio y prestar ayuda financiera y técnica a los trabajadores que, antes de admitir el cierre de las instalaciones,  asuman organizarse en cooperativa o en cualquier otro modelo de economía social.

8.-  Para luchar claramente contra los desahucios y el problema de la vivienda, el Gobierno legislará para proceder a la expropiación de los inmuebles y viviendas no ocupadas durante un año, sin justificación, o que estén abandonadas y fuera de uso, para que puedan realojarse las familias sin viviendas y sin recursos para alquilarlas. En su caso también serán utilizadas como centros culturales y de ocio social. La entrega y uso de cada inmueble debe estar controlado por las Asambleas Vecinales de cada barrio o pueblo, con representación de los sindicatos y otras organizaciones sociales acreditadas.

9.-  El Estado garantizará por Ley que los alquileres e hipotecas para viviendas social  de primera ocupación no superen en ningún caso el 10 % de los ingresos familiares, de aquellos núcleos de familia que tengan dificultades económicas, siendo revisadas y apoyadas por los Servicios Sociales que emitirán el informe fehaciente para acogerse a la legislación, para hacer cumplir la afirmación “ninguna familia sin techo” paralizando de inmediato los embargos de viviendas y enseres de las viviendas de las familias trabajadoras y los desahucios hasta conseguir una solución habitacional.

10.-  Con el objetivo de poner freno a la inflación que perjudica a los salarios, es preciso legislar para evitar las subidas arbitrarias de las tarifas de precios sin que sean autorizadas por la Administración Pública. Si algunas empresas, incluso las privatizadas, dicen que no pueden garantizar la calidad de los servicios y productos, el Estado debe proceder a su renacionalización o remunicipalización, sin indemnización y ponerlas  democráticamente bajo control social, para garantizar el nivel medio de la producción.

11.- Para acometer una Reforma Agraria moderna con el objetivo prioritario de poner fin al paro, la miseria y la escasez de trabajo en  los pueblos, que permita ofrecer soluciones dando faena a las familias trabajadoras, jornaleras y campesinas, paliando a su vez las necesidades alimentarias de la población, el Estado acometerá la Legislación necesaria para expropiar los grandes latifundios agrícolas y ganaderos de más de 200 Ha comenzando por aquellos que están insuficientemente cultivados o se mantengan improductivos, para ponerlos en explotación, con el concurso de los Sindicatos Agropecuarios en régimen de Cooperativas.

12.- Con el fin de contrarrestar la huelga de capitales y el boicoteo financiero, se procederá a la nacionalización, con indemnización en casos de necesidad comprobada y bajo control democrático de los trabajadores, de los grandes monopolios y multinacionales para que con estas palancas económicas fundamentales en poder del Estado y a través de su gestión social y democrática, pueda llevarse a cabo un verdadero Plan de Producción que permita sacar al país del estancamiento, produciendo más entre todos y repartiendo con justicia el fruto del trabajo, para salir de la difícil situación  en la que estamos sumidos.

13.-  Para garantizar los recursos necesarios que hagan efectivo dicho Plan y el resto de las medidas antes enunciadas,  se planificará la nacionalización del sector financiero unificándolo en un solo banco público, con indemnización en casos de necesidad comprobada y bajo control democrático de los trabajadores. Esta medida, no solamente garantizará controlar los recursos económicos del país en beneficio de la mayoría, sino que permitirá conceder créditos baratos a las familias trabajadoras de los autónomos, pequeños productores, pequeñas empresas, fomentando el cooperativismo y la economía social autogestionariamente, de  amplios sectores del consumo y la producción.   Se garantizarán por el Estado los depósitos de los pequeños ahorristas individuales, empresas familiares, Pymes y todos los sectores de economía social de carácter cooperativo, así como se prestaría apoyo a todos los emprendedores que garanticen los puestos de trabajo de sus empresas.

14.- Este es un verdadero programa a favor del pueblo y de las familias trabajadoras. Pero es evidente que este programa no lo van a aplicar los empresarios y su gobierno por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas, o que se pongan en marcha con la conquista de un Gobierno de izquierdas.  Para que todas sean efectivas y  llevadas a la práctica, es completamente necesario un gobierno fuerte de los trabajadores, un gobierno de conjunción entre PSOE, PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA, con los grupos ecologistas y los sindicatos de clase, que responda de verdad a las demandas de sus bases sociales. Mientras el gobierno esté en manos de los partidos de Derechas, que son defensores de la patronal y la burguesía, ellos resistirán y harán todo lo posible por boicotearlas y frustrarlas. Un gobierno de los trabajadores solamente será posible cuando la mayoría de las clases laboriosas de nuestro país acepte, acuerde y defienda este programa. Solamente entonces tendremos la fuerza suficiente para echar abajo los gobiernos corruptos al servicio del capital y comenzar la transformación socialista que anhelan y necesitan  los pueblos.

15.- Para ello es preciso buscar la unidad mediante una coalición amplia de las izquierdas, que movilice a los trabajadores, reorganice las asambleas de barrios y de fábricas, potenciando el sindicalismo de clase, apoyando a la juventud, al feminismo, al ecologismo y demás fuerzas de progreso, a las que les pedimos que participen, colaboren, controlen  y autogestionen este plan de acción. Esta gran coalición sería absolutamente democrática, con la táctica de marchar y luchar juntos,  manteniendo cada colectivo su organización, pero votando y actuando todos juntos contra las derechas.

16.-  La mejor manera de ganar a la mayoría de la clase trabajadora para defender este programa común, un auténtico programa socialista,  las organizaciones de esta Conjunción, tanto sindicales y la izquierda en general, deberíamos unificar nuestras luchas y reivindicaciones, como insistentemente vienen demandando cientos de miles de activistas, juveniles, vecinales, sindicales y de consumidores. En concreto, no está justificada la dispersión y división del movimiento de la izquierda, cuando la Derecha lleva años unida en torno al PP, aunque ahora empieza su división con el surgimiento de Ciudadanos, situación que tendríamos que aprovechar.  Habría que agitar por la UNIDAD del movimiento de los trabajadores,  marchando hacia un  Consejo Sindical Unitario y Democrático, con plena libertad de organización y corrientes internas en su interior, para todos poder defender con absoluta libertad nuestros planteamientos y propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente, refrendadas por las Asambleas generales de cada barrio, distrito y/o pueblo.

17.- Los activistas de  izquierdas deberían desarrollar un trabajo sistemático en la base de los sindicatos y entre los trabajadores, no solamente en CCOO, UGT, CGT, SAT, S.E y otros, sino que es preciso que surjan y se desarrollen alas de izquierdas en las mismas, para oponer alternativas organizadas a los dirigentes que tiendan a la burocratización. Es urgente la convocatoria de elecciones sindicales libres en una misma fecha, para actualizar la representación  democráticamente, para que tengamos capacidad de nuevos liderazgos que intervengan audazmente en las luchas y movilizaciones de los trabajadores, en defensa de las reivindicaciones y derechos.  En concreto, las bases tienen que exigir que todo dirigente deba ser elegido y revocado en cualquier momento por la misma base que lo eligió y que ninguno de ellos cobre un salario superior al salario medio de un trabajador cualificado de la rama por la que es elegido, para luchar firme y honestamente contra el peligro de la burocratización y la corrupción en las filas de la izquierda.

18.-   Para formar  ese Consejo Sindical Unitario y Democrático antes dicho, de todas  las organizaciones que puedan alcanzar representación democrática, se contará con los propios trabajadores elegidos para desarrollar sus reglamentos y estatutos con la idea de conectar con los activistas y los elementos más conscientes y avanzados dentro del sindicalismo de clase, en la perspectiva de formar una verdadera organización sindical unitaria de masas, verdaderamente democrática, que sea capaz de ganar para el programa del genuino socialismo, a la mayoría de la clase trabajadora.  La formación de Coordinadoras Sindicales que engloben a las organizaciones de izquierdas, asambleas populares, sindicatos, secciones sindicales, comités de empresas, delegados de personal y comisiones internas coordinadas local, provincial y a escala Federal, son fundamentales en esta tarea de reorganización, potenciación y unificación del movimiento sindical.

19.-  Porque mientras tengamos el Derecho de opinar y quejarnos, pero que sean otros, como los grandes empresarios y banqueros, los que decidan lo que tenemos que hacer, jamás habrá una auténtica democracia,  ni podremos avanzar hacia la superación de modelo capitalista, sino que tendremos una fachada de aparente democracia  que esconde en realidad la dictadura del gran capital.  Necesitamos una democracia auténtica, una democracia de la mayoría que somos los trabajadores, pero basada, NO en funcionarios y burócratas, algunos de los cuales han sucumbido ante la corrupción, sino en el control directo y democrático de la gestión sindical, política, económica , social, ecológica y cultural de la sociedad.  Si los trabajadores somos la mayoría, lo lógico es que la representación corresponda a una “democracia de y para los trabajadores”, basada en la participación y el control de la población por medio de comités y asambleas en cada centro de trabajo, por barrios y en cualquier lugar donde se disputen tomar decisiones que afecten al pueblo.  Las tareas de la gestión y administración de lo público no deben estar confiadas exclusivamente a “especialistas” que se separan del pueblo, sino que deben ser ejercidas por el conjunto de la población, incluyendo por ley la rotación en los cargos y mandatos.

20.-  El verdadero Socialismo es internacionalista o no es nada, porque de lo contrario se convierte en un sucedáneo o en una perversión, por lo cual, habría que compartir solidariamente estos métodos de lucha, en un primer momento hacia los hermanos de Europa, pero también en América Latina y el resto del mundo, buscando alianzas internacionalistas con grupos afines, para hacer frente con más garantías a cualquier intento del imperialismo por sofocar o impedir las legítimas y democráticas aspiraciones de los pueblos a la transformación social y poder avanzar conjunta y decididamente hacia la Confederación Socialista Mundial, planificando en común en base a la democracia social los enormes recursos productivos que nos ofrece el planeta en beneficio de la mayoría de los seres humanos.

21.-  Urgente y preciso es,  que un nuevo Gobierno de los trabajadores acometa con firmeza la iniciativa de recuperar la  Memoria Histórica, que es una demanda de Justicia para todos aquellos que lucharon y ofrecieron su vida con generosidad y valor sin precedentes, contra el Golpe de Estado franquista y la defensa de la República, la democracia y la libertad.  Cientos de miles de personas  fueron asesinadas, internadas en campos de concentración, encarceladas, arrojadas al exilio o asesinadas en las cunetas en las que yacen todavía miles de seres humanos, habiendo sido permanentemente reclamados por sus familiares queridos, que se sienten frustrados y engañados tras cerca de 40 años de “democracia” y otros 40 de cruel dictadura.   Es  inaplazable  legislar y dotar a los poderes del Estado de presupuestos suficientes para,  no solamente recuperar esa Memoria Histórica y conseguir una Justicia y Dignidad nunca reconocida, como  la recuperación y sepultura digna de los cuerpos,  sino para aprender de las lecciones del pasado y reatar el nudo con aquella generación que murió en defensa de la igualdad, la justicia y la libertad poder construir una sociedad mejor, por la que tenemos el deber de seguir luchando. 


22.-  Por ello, es más necesario que nunca la lucha decidida por un Estado Federal, laico, republicano, socialista, plurinacional, democrático  y cooperativo, que camine al unísono para fortalecer una Unión Socialista de los Pueblos de Europa, como primer paso para la formación de una Confederación Socialista Mundial, para que en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, podamos avanzar hacia un mundo mejor, desterrando los enfrentamientos, buscando con Respeto y Solidaridad la PAZ  y asumiendo el único camino de la democracia plena para resolver los conflictos y se inicie el camino para eliminar las guerras y los enfrentamientos nacionales que están abocados al exterminio de la humanidad.  Es preciso caminar en pro del reparto equitativo de las riquezas para que la economía pase a estar al servicio del género humano y no de unos cuantos cientos de multinacionales dominadas por unos elementos que están destruyendo el planeta y que en el fondo, no han sido elegidos democráticamente, sino por su “doctadura billetera” para defender los intereses de sus amos, los poderosos banqueros y parásitos del gobierno mundial en la sombra.

23.- Con la participación activa y democrática de la mayoría de la población que es la clase trabajadora en lucha por estos objetivos sociales, estaríamos en condiciones de avanzar hacia una verdadera sociedad pacífica y democrática , donde, una vez liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia debido a la escasez a la que nos somete el capitalismo, y con los medios de producción bajo control democrático de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras familias podríamos participar conscientemente en todas las decisiones políticas, económicas, sociales, ecológicas y culturales de una nueva sociedad basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía y ésta al servicio del conjunto de la Humanidad.

A.Comunicación. 
  
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

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