La pasada semana estuve en una Asamblea con compañeros
socialistas, donde debatimos entre otros
temas, el trabajo que debemos continuar realizando en las organizaciones de
masas, principalmente en los sindicatos y en los partidos de izquierdas. Uno de
los temas más preocupantes, además del paro y la pérdida de derechos sociales y
laborales, se habló de la corrupción de las instituciones del Estado, y también
en el interior de los partidos, sindicatos de clase y asociaciones sociales. Un
compañero me animó a profundizar en ese debate proponiendo que hiciese un
artículo sobre algunas cuestiones interesantes que comentamos, con medidas
concretas para combatir la corrupción.
En nuestra corriente de opinión Izquierda Socialista,
nosotros defendemos las enseñanzas fundamentales del socialismo científico, el materialismo
dialéctico, sobre la teoría del Estado
burgués, a la vez que venimos aportando enmiendas estatutarias sobre el modelo
organizativo que habría que construir para marchar hacia un nuevo modelo de
sociedad, que combata la corrupción, las estafas y ponga frenos al saqueo
permanente que el gobierno del PP está llevando a cabo metiendo la mano en los
bolsillos de los más pobres, cuyos recursos están yendo directamente a las
arcas de los ricos, especuladores y banqueros, en este putrefacto sistema capitalista, por lo
que es necesario poner sobre la mesa una nueva transición que nos permita transitar
del capitalismo al socialismo.
El genuino socialismo es democrático o es un sucedáneo
que se puede convertir en un monstruo. Desde que se inicie, esa nueva
transición al socialismo, tiene que ser el sistema más democrático que haya
existido jamás, un régimen que supondría que todas las tareas de la dirección
de la economía, la sociedad y el estado estarían en manos de la mayoría de la
sociedad, la clase asalariada y las capas medias, al servicio de los más desfavorecidos.
De acuerdo con lo que nos enseñaron Marx, Engels,
Pablo Iglesias, Largo Caballero, (el Lenin
español) y otros clásicos, es preciso explicar que para que se pueda establecer
una auténtica democracia obrera se deben cumplir una serie de condiciones, que combatan
radicalmente el surgimiento de tendencias burocráticas en el Estado para
avanzar al socialismo. Algunas de estas
aportaciones históricas que han sido negadas por las burocracias dirigentes, y
que nuestra corriente I.S. ha seguido aportando a las Asambleas, Conferencias y Congresos, siendo
sistemáticamente rechazadas, son en la actualidad más necesarias que nunca: He aquí algunas de ellas que venimos
defendiendo:
1) Abrir puertas y ventanas para que
entre el aire fresco. 2) Implantar las primarias a todos
los niveles. 3) Desarrollar completamente la democracia
interna. 4) Garantizar la libertad de expresión plena. 5) Promover
la elección y revocabilidad de los cargos desde las Asambleas de
Base. 6) Las Asambleas serán soberanas y propondrán a los
candidatos con plena libertad. 7) Garantizar la participación
de todos los afiliados en igualdad de condiciones, introduciendo la rotación y
un máximo de dos mandatos en los cargos. 8) Los
representantes elegidos para las instituciones cobrarán el salario medio de un
trabajador cualificado. 9) Medidas contundentes
contra el fraude y la corrupción, con tolerancia CERO exigiéndonos a todos un
comportamiento ético de acuerdo con los principios del genuino socialismo
democrático que defendió y practicó Pablo Iglesias. 10) Un
partido más abierto, donde la democracia interna funcione intensamente. 11)
Una mayor capacidad de decisión de su amplia base militante haciendo participes
a simpatizantes y ciudadanía progresista. 12) Un programa bien
identificado con nuestros principios, trayectoria, proyecto
orientado hacia la mayoría social “de izquierdas” que conforman las clases
populares (clase obrera y capas medias, profesionales, funcionarios, autónomos,
etc). 13) Un partido transparente, responsable ante la sociedad, que rinda
cuentas del cumplimiento de sus programas y compromisos, y de la
labor de sus cargos públicos. 14) Un partido plural, más
dinámico y donde las ideas emanen del debate (democrático, abierto y
transversal). 15) Un partido en el que sus dirigentes sean elegidos
directamente por las bases y accedan a los cargos en función de su esfuerzo y
capacidad, con un compromiso social y político constatado en la fidelidad a los
ideales socialistas. 16) Un partido coherente, con un comportamiento
consecuente entre lo que se piensa, se promete y lo que se hace. Y que acentúe
la efectividad de los mecanismos de exigencia de responsabilidades políticas
mediante la revocabilidad de los cargos. 17) Un partido
rejuvenecido, con procedimientos de democracia directa (primarias, listas
abiertas) para la elección de candidatos a cargos orgánicos e institucionales. 18) Con
limitación de mandatos, incompatibilidades y garantizando la representación de
su pluralidad en los órganos de dirección.
Con esas medidas anteriores, que están recogidas en el
documento programático asumido en la Asamblea de Granada y también en el borrador
de documento de propuestas programáticas (1) que hemos sacado a debate
recientemente para la Asamblea que celebraremos en Febrero en Córdoba, junto a algunas más de
las que se han planteado en estos debates, como las que comentaremos
seguidamente, se acometería con audacia la lucha firme contra la degeneración,
los oportunismos y la burocracia carrerista, combatiendo la corrupción,
representando una verdadera regeneración ética, no solo del Partido y el
Sindicato, sino de la sociedad en su conjunto.
Es necesario exigir en todos los procesos que las elecciones sean libres y
democráticas donde la población pueda elegir y revocar de manera inmediata a
todos los funcionarios, cargos públicos y representantes de los trabajadores
cuando lo considere conveniente.
Para cortar los abusos que representa la enorme brecha salarial entre la
burocracia bancaria, política y funcionarial
planteamos que ningún funcionario, cargo público o representante de los
trabajadores reciba un salario superior al salario medio de un obrero
calificado, para así evitar el arribismo y el peligro de burocratización.
Debemos plantear que las tareas de gestión, administración y control de la
economía, la sociedad y el Estado sean ejercidas por la población en su
conjunto, gradualmente y por turnos,
para garantizar el control democrático de la población de la marcha de sus
asuntos públicos. De esta manera se
evitaría que estas tareas sean
gestionadas por "especialistas" separados del pueblo que pueden
utilizar sus cargos para su propio beneficio. Si en la política y en la gestión
pública, todos hacemos "tareas burocráticas" por turnos, nadie se
convertirá en un "burócrata" para toda la vida. Pablo Iglesias decía: “Elegid a loe mejores,
pero luego vigiladlos como si fuesen canallas”. Para que estas medidas de vigilarnos unos a otros, sea efectiva es necesario reducir la jornada
laboral, por supuesto sin reducción salarial, para que los trabajadores
tengamos tiempo suficiente para llevar a cabo estas funciones y acometer el
desarrollo del programa socialista que hemos aportado en el documento antes
mencionado.(1)
Los pueblos quieren y necesitan la paz, por lo que no es necesario que
exista un ejército permanente, ni policías represivas, ni guardias que
estén separados de la población, sino que las armas,
deben estar organizadamente en manos del
pueblo, por medio de comisiones de autodefensa ciudadanas. La existencia de
estos cuerpos, que tendrían un carácter rotativo dejaría de ser una necesidad en la medida que
la Sociedad socialista se extendiera y consolidara, caminando hacia el objetivo
futuro de la destrucción del armamento a escala mundial.
El mecanismo de participación, control y gestión de la población a todos
los niveles de la sociedad se haría a través de los Consejos Ciudadanos y Obreros,
siguiendo las necesidades y la tradición de la clase trabajadora, como los mismos
organismos creados por los asalariados y los ciudadanos en su lucha contra la
explotación, la opresión y la corrupción capitalista.
Estos mecanismos de control social se coordinarían a nivel local,
provincial, regional/federal y estatal. Los Comités de fábrica y empresa se
formarán con representantes elegidos de entre los trabajadores de dichas
empresas, de forma absolutamente democrática y libre, y para evitar su degeneración, podrán ser
revocables en cada momento por los que les han elegido, siendo las decisiones refrendadas
en asambleas generales. Los Consejos de barriadas y/o distritos se formarán con representantes elegidos entre
los residentes de dichos barrios y zonas.
Las tareas de estos comités es controlar y gestionar los asuntos de su
ámbito, luchando contra los despilfarros
y la corrupción, en colaboración y
coordinación con los Consejos locales. Cada Consejo local llevará
representantes a un Consejo Provincial o Ayuntamiento. Éstos a un Consejo Federal Territorial y estos
últimos a la Asamblea Federal Estatal. También
se elegirá un Consejo Sindical Federal, con representación proporcional y
democrática de los sindicatos y
asociaciones sociales, vecinales y otras organizaciones populares
representativas, como contrapeso democrático y control social, garantizando todos los derechos de
asociación, reunión, libre expresión, petición, manifestación, sindicalización
y huelga, es decir, la aplicación más amplia de los Derechos Humanos y Civiles.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y
FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE
MÁLAGA-PSOE.A
(1) Si estás interesado en recibir gratuitamente el
borrador del documento mencionado, solicítalo al correo de abajo: (Cualquier crítica o
comentario, remitirlo a):
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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