1 de octubre de 2014

EL DERECHO A "DISTINGUIR"

El P.P. es un partido claramente de derechas, reaccionario y defensor a ultranza del modelo ultra-liberal, que beneficia con su política a la burguesía capitalista, sus banqueros y sus terratenientes. El PSOE es un  partido dirigido actualmente por una coalición de socio-liberales y socialdemócratas, que se reclama progresista y de izquierda, que procura defender a las capas medias y a la clase trabajadora, con más o menos acierto. En el seno del PP existen sensibilidades políticas muy conservadoras e incluso franquistas, que presionan y se rebelan para que la política a aplicar sea todavía más de derechas, porque integró en su seno a gran parte del espectro ultra, con reminiscencias franquistas y a otros les da incluso cobijo y tolerancia, como vemos en el siguiente párrafo.

Según publica “La Opinión de Málaga” (28-9-14)  “La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, ha asegurado que el PSOE pedirá explicaciones al alcalde de la capital, Francisco de la Torre, "sobre el alquiler de las instalaciones del Palacio de Ferias y Congresos (Fycma) para la celebración de un congreso de un grupo de extrema derecha". A través de un comunicado, ha reprochado a los responsables municipales que "hayan dado soporte a un partido político que defiende temas tan lamentables como la expulsión de emigrantes fuera de nuestro país o la derogación de la ley de violencia de género", así como "posiciones extremistas". Además, Gámez ha instado a que se impulse con el consenso de todas las fuerzas políticas representadas en el Consistorio la elaboración de un protocolo "por el que el Ayuntamiento evite que las instalaciones municipales sean utilizadas por organizaciones contrarias a los derechos fundamentales".
En estas cuestiones se observa cierto tipo de connivencia entre la derecha gobernante del PP con sus cachorros, mientras el PSOE tiene una base social de trabajadores, con sensibilidades más a la izquierda, incluso con corrientes estatutarias como la nuestra, Izquierda Socialista, cuyos afiliados y militantes se reclaman del socialismo e incluso del marxismo.  No nos parece correcto, pues,  que se continúe con la campaña de propaganda de algunos grupúsculos que admiten y pregonan constantemente que ambas fuerzas políticas son iguales, que todos los gobiernos de ambos partidos hayan sido lo mismo y que por lo tanto, se les tiene que combatir por los ciudadanos con idéntica virulencia, con ese eslogan grosero y despectivo de: “ PSOE y PP, la misma  m. es”.

En cualquier gobierno bajo un estado burgués, siempre debemos buscar y detectar algunas diferencias o matices, pues unos atropellan la Ley o la modifican a favor del empresario y otros a favor del trabajador. Entre un gobierno que ataque y persiga a los trabajadores, recorte los Derechos y Libertades y el nivel de vida de las masas y otro que legisle a favor de los más débiles, es conveniente detectar esas diferencias, que a veces en momentos puntuales quedan difuminadas, pues las izquierdas, aún admitiendo errores, una cierta pusilanimidad, debilidad,  o incluso abandono del programa social, que se produjo en el último mandato del Gobierno PSOE, (y que fueron criticados en posteriores Congresos y castigados en las urnas), tienen en sus programas, proyectos y objetivos, como  continuar la lucha por un mundo mejor, que es tarea de la propia clase trabajadora organizada, para presionar a las direcciones y a los gobiernos de turno. Es conveniente y necesario para profundizar en la democracia social, continuar la lucha colectiva en defensa del genuino socialismo, el mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores porque nuestro objetivo final debe ser la “emancipación de la clase trabajadora” y eso nos exige buscar la unidad y la mejor organización de las izquierdas y rechazar los pactos contra natura del PP y PSOE, como plantean algunos miembros del Partido, a nuestro entender erróneamente, como hemos venido diciendo desde nuestra corriente crítica Izquierda Socialista.  

Es un grave error dar de lado o no reconocer esas diferencias porque esos matices existen incluso entre elementos de un mismo colectivo, aunque pertenezcan a un mismo partido,  porque hay muchos afiliados que se llaman ellos mismos “socialistas”, pero que no llegan siquiera a socialdemócratas, cuando le preguntas por el programa que defienden.

Igualmente es preciso tener en cuenta las circunstancias en que los gobernantes llegan al poder y con qué escaso apoyo y control de las bases cuentan, dado el déficit de democracia participativa que padece esta sociedad, con la escasa posibilidad que existe de llevar al interior de los partidos las luchas sociales que van en aumento y que se están expresando por fuera, o con importantes movimientos a la izquierda del PSOE, como Podemos e Izquierda Unida, que crecen con fuerza, lo que expresa un grado de “politización” saludable que cualquier demócrata debemos ver como positivo, autocriticando nuestras carencias y dejándonos de meter el dedo en el ojo a nuestros compañeros de la izquierda, para criticar con “honradez y firmeza”, como decía El Abuelo,  a la Derecha, al PP y al modelo capitalista que defienden, que es la causa de todos los males que padece la clase trabajadora y la juventud.

Existen momentos históricos en que la clase trabajadora tiene miedo a luchar, pero hay también ocasiones en que es la patronal la que entra en pánico cuando la lucha de clases arrecia, y la recesión se dirige a una “depresión”; entonces el miedo empieza a cambiar de bando, al entender que el modelo está atrapado y anclado en esta peligrosa recesión, con tendencia a profundizarse y marchar hacia convulsiones sociales, levantamientos y huelgas masivas al mismo tiempo las masas están dispuestas a luchar por disputar la dirección política a la burguesía.

Es la acción de una de esas dos fuerzas en litigio que se ponen frente a frente, Patronal y Sindicatos, Derechas e Izquierdas, Ricos y Pobres, “Castas o plebeyos”, o como quieran llamarlas, las que exigirán a los que se elevan hasta el Gobierno, que procedan claramente contra la clase “enemiga”; pero existen momentos históricos en que, no pudiendo seguir una de esas clases en el Gobierno, por sus errores o fracasos en la gestión de la crisis cíclica del capitalismo, que en la actualidad es estructural,  los estrategas que intentan llevar a cabo políticas restrictivas y antisociales, tienen que ser reemplazados por otros gobernantes, porque las luchas sociales se hacen irresistibles. 

El Gobierno PP está en una profunda crisis. Han tenido que reemplazar a un  Ministros como Gallardón, dimitido y quemado, y ahora Wert, que está toralmente calcinado, que como encargados de los departamentos de Justicia o Educación, acaban absolutamente desprestigiados y abucheados por el pueblo, tachados de “groseros, autoritarios, inútiles, dañinos o crueles”, como reflejan las pancartas y son vistos por las masas en protestas, huelgas y manifestaciones permanentes y desde la comunidad educativa, se  plantea una huelga de 72 horas del 21 al 23 Octubre, contra la LOMCE.

Eso da a entender que cualquier gobierno que se dedique a perseguir, recortas y atacar constantemente los derechos y niveles de vida de la clase trabajadora, arrebatándoles el futuro a la juventud, legislando arbitraria y reaccionariamente, dificultando o destruyendo el incipiente Estado de Bienestar que nos prometían iban a construir, tendrán sus días contados, más temprano que tarde, porque los votantes les abandonarán y les pasarán factura.

Un gobierno como el del PP, que la juventud y la clase trabajadora rechazan con fuerza en las calles y plazas, e incluso sus votantes se movilizan para pedir que no se les vote más,  es porque cada vez más gente se ha dado cuenta que se ha puesto claramente al servicio de la Troika, de la Banca y del imperialismo, apoyando una vez más la carrera de armamento y la guerra con recursos económicos y materiales, cuando dicen que no hay dinero,  a la vez que prepara un nuevo plan de recortes para satisfacer las exigencias de banqueros y empresarios corruptos.  El desprestigio del Gobierno sigue creciendo y ellos reconocen que están cavando su propia fosa y que en las próximas confrontaciones electorales serán enviados por los votos de los ciudadanos al basurero de la historia.  En definitiva, el miedo está cambiando de bando.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com





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