29 de julio de 2014

VERANO CALUROSO Y “OTOÑO CALIENTE”

La burguesía, a través de su brazo político que es el PP se prepara para aplicar más recortes, seguir atacando a  los salarios,  las libertades democráticas, las pensiones y golpear una vez más y muy duramente los derechos sociales de los trabajadores.   Despreciando el dolor y el padecimiento de los más desfavorecidos, que se expresa en un tremendo clamor en la calle, este gobierno de derechas, reaccionario y antisocial amplifica todo lo que puede su campaña mentirosa de la recuperación económica, cuando en realidad es que crecen las ganancias de los ricos a costa de robar a los pobres. Aunque ellos saben que sus mentiras tienen las patas muy cortas y la credibilidad de sus palabras está por los suelos.

No solamente la gran burguesía españolista defendida a ultranza por el PP, que está tocado por los casos de corrupción como Gürtel y otros, sino la pequeña burguesía catalana a la que le ha estallado en la cara el caso de una presunta trama tipo mafiosa, encabezada por el hasta ahora “Molt Honorable President Pujol”, que se ha auto-inculpado, de haber estado defraudando al fisco, con dineros ocultos en Paraisos Fiscales durante los últimos 34 años,  demostrándose una vez más la profundidad y la extensión de la corrupción y los desfalcos de este podrido sistema que hace aguas por todas las instituciones.

Los dirigentes de los partidos sistémicos, que observan con enorme preocupación cómo son superados por los movimientos sociales en las calles y cómo surgen plataformas de izquierdas nuevas por las que se sienten muy amenazados,  preocupados porque piensan que es posible que se produzca una hecatombe en las próximas elecciones municipales y autonómicas que trastoque sus planes de continuar en sus poltronas viviendo de la explotación del pueblo.

La flamante dirección del PSOE tiene que evitar cometer los mismos errores que habían sido cometidos por la anterior dirección, que había tomado una deriva liberal de acercamiento a las posiciones del PP, que se prestaba a confusión, siendo coreada en la calle con cánticos que expresaban que ambos partidos, PP y PSOE, eran similares, por lo cual, si no se cambia totalmente de rumbo y se empeñan en continuar dando balones de oxígeno al Gobierno, con el falso dilema de evitar una crisis política mayor, si no se marca una diferencia clara que represente un giro a la izquierda del PSOE, como el Partido histórico de los trabajadores,  defendiendo un programa social claro, que nos haga recuperar la confianza de la clase trabajadora, el objetivo marcado de desalojar a Rajoy de la Moncloa no está garantizado, si no aplicamos la táctica adecuada.

La táctica más correcta en estos dramáticos momentos, tiene que ser aplicada con “honradez y firmeza” como gustaba decir al abuelo Pablo Iglesias y debiera consistir en una orientación programática hacia la búsqueda de la unidad de las izquierdas, para animar a los trabajadores y a la juventud para que sean nuestros aliados, juntos con las fuerzas políticas y sindicales emergentes y resto de las izquierdas y nos convirtamos en los protagonistas del desalojo del PP de la Moncloa, en base a la unidad y la fuerza del movimiento obrero, que con un programa de clase, atraiga a nuestro lado a las capas medias de la sociedad, a los autónomos, a los pequeños empresarios arrinconados, arruinados y proletarizados por la recesión y la policía nefasta de la derecha; porque si eso no ocurre, además de seguir siendo visto nuestro Partido por las masas como una “oposición de terciopelo” que ayuda a la burguesía a mantenerse en el poder, llenaría de desconfianza a la ciudadanía colocando en una situación realmente difícil la gobernabilidad del país, lo que sería un error si se quiere apuntalar este sistema corrupto, degenerado, decadente y senil que es el capitalismo.  

Dice el refrán que “cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”, por lo que es preciso tomar nota de las últimas elecciones europeas, y las municipales, por ejemplo, Francia, que ha puesto de relieve la profunda crisis en la que ha caído la socialdemocracia, con un enorme varapalo histórico sufrido por el Partido Socialista, que es una lógica consecuencia de una absoluta alineación del Gobierno que preside François Hollande con la política de recortes, ataques y austeridad marcada por la Troika, para beneficia de los capitalistas.

Las políticas liberales han representado un fracaso estrepitoso que perjudica enormemente los intereses de la clase menos favorecida de la sociedad, la clase trabajadora a la que el PSOE se debe; incluso es preciso reconocer que la política de pacto social de los dirigentes de UGT y CCOO llevadas hasta ahora, ha sido completamente superada por los hechos, siendo imposible ningún pacto que represente recortes en los niveles de vida y de trabajo de los asalariados.

Las luchas sociales en Sanidad, Educación, contra los intentos de privatización del PP y sus ataques al sector Público, con movilizaciones como el 22-M, las mareas de diversos colores, las huelgas estudiantiles y demás respuestas a las políticas antisociales del PP, ha dejado claro que la lucha es el camino que han emprendido los trabajadores como el mejor método para derrotar y rechazar a los que nos atacan, lo que significa la ruptura con la lógica del capitalismo mafioso de casino.

Los dirigentes de UGT y CCOO, los compañeros Méndez y Toxo, tienen que tomar nota de esta nueva situación y no intentar volver a políticas de consensos pactadas con la derecha, sino que tienen que orientarse a restablecer pactos por la izquierda, porque ese sindicalismo de moqueta y despacho, mantenido con subvenciones del Estado,  ha caído en desgracia al asumir la lógica del capitalismo, siendo algunos cuadros y ramas sindicales llevados a situaciones de corrupción, con EREs y algún que otro método insano, que nade tienen que ver con la ética socialista y que debemos condenar y desterrar, repudiando y rechazando la corrupción, poniendo tanto a corruptores como corruptos en manos de la Justicia, pero utilizando también la democracia obrera, como la mejor fórmula de ejercer un control desde las bases contra esos indeseables que tanto daño han hecho al movimiento sindical y político de izquierda.  

Es preciso hacer una profunda autocrítica y rectificación del modelo sindical que ha fracasado y cambiar las moquetas y sillones por un sindicalismo combativo, de clase y profundamente democrático, ya que el modelo últimamente practicado ha recibido y sigue recibiendo una amplia contestación muy contundente en la calle, cuando se abandona a los trabajadores en sus luchas o no se practican los mecanismos de solidaridad y extensión de las huelgas llevándolas hasta el final, o extendiéndolas según los casos,  para ganar los conflictos.

El giro a la izquierda tiene que ser acompasado tanto en los partidos como en los sindicatos de izquierdas y es sumamente importante dar la batalla conjunta dentro de las organizaciones de clase, por defender en ellas un programa combativo, democrático, con un profundo contenido socialista. 

Tenemos que combatir la táctica que está jugando la Patronal y el PP, de ensuciarlo todo, para que la gente abandone el sindicalismo,  la política y la lucha;  debemos jugarles a la contra. Ahora más que nunca necesitamos fortalecer los sindicatos y los partidos de izquierdas, no abandonarlos, sino que es preciso luchar desde el interior para apartar a aquellos dirigentes y elementos que no nos representan y que actúan contra nuestros intereses de clase. 

La situación requiere una acción contundente, dentro y fuera de las organizaciones, para derrotar a los que han contribuido a llevar al movimiento sindical y a los trabajadores a la crisis actual que atravesamos y de la que solamente a través de la lucha contra la corrupción,  los despilfarros y por un nuevo modelo ético de sociedad,   podremos salir de esta recesión, porque la derecha es incapaz de ofrecer una salida, ya que bajo el capitalismo nunca podremos encontrar una solución definitiva a los problemas de la clase trabajadora. 

El resurgir del movimiento obrero ha comenzado y dependerá de la capacidad y la audacia que demostremos la clase trabajadora para recomponer  y dotarnos de una dirección correcta, para conseguir la unidad en la acción que nos permita derrotar al PP e iniciar el camino hacia la construcción de una sociedad mejor, que no puede venir más que del genuino socialismo.

Estamos en los inicios de un nuevo ciclo, como hemos visto en los dos últimos años de enfrentamientos entre los intereses de la burguesía y los de la clase trabajadora, con sus luchas y enfrentamientos y tenemos que conseguir transformar esta gran movilización social en organización consciente de la juventud y los trabajadores para  vincular todas las luchas en la dirección de una nueva huelga general pidiendo la dimisión del PP o prepararnos para barrerlo en las urnas; en la unidad, la organización y la lucha encontraremos la victoria.

¡¡ Organízate y lucha por un mundo mejor para la humanidad ¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com



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