La burguesía, a través de su brazo político que
es el PP se prepara para aplicar más recortes, seguir atacando a los salarios,
las libertades democráticas, las pensiones y golpear una vez más y muy
duramente los derechos sociales de los trabajadores. Despreciando el dolor y el padecimiento de
los más desfavorecidos, que se expresa en un tremendo clamor en la calle, este
gobierno de derechas, reaccionario y antisocial amplifica todo lo que puede su
campaña mentirosa de la recuperación económica, cuando en realidad es que
crecen las ganancias de los ricos a costa de robar a los pobres. Aunque ellos
saben que sus mentiras tienen las patas muy cortas y la credibilidad de sus
palabras está por los suelos.
No solamente la gran burguesía españolista
defendida a ultranza por el PP, que está tocado por los casos de corrupción
como Gürtel y otros, sino la pequeña burguesía catalana a la que le ha
estallado en la cara el caso de una presunta trama tipo mafiosa, encabezada por
el hasta ahora “Molt Honorable President Pujol”, que se ha auto-inculpado, de
haber estado defraudando al fisco, con dineros ocultos en Paraisos Fiscales
durante los últimos 34 años,
demostrándose una vez más la profundidad y la extensión de la corrupción
y los desfalcos de este podrido sistema que hace aguas por todas las
instituciones.
Los dirigentes de los partidos sistémicos, que observan
con enorme preocupación cómo son superados por los movimientos sociales en las
calles y cómo surgen plataformas de izquierdas nuevas por las que se sienten muy
amenazados, preocupados porque piensan
que es posible que se produzca una hecatombe en las próximas elecciones
municipales y autonómicas que trastoque sus planes de continuar en sus
poltronas viviendo de la explotación del pueblo.
La flamante dirección del PSOE tiene que evitar
cometer los mismos errores que habían sido cometidos por la anterior dirección,
que había tomado una deriva liberal de acercamiento a las posiciones del PP,
que se prestaba a confusión, siendo coreada en la calle con cánticos que
expresaban que ambos partidos, PP y PSOE, eran similares, por lo cual, si no se
cambia totalmente de rumbo y se empeñan en continuar dando balones de oxígeno
al Gobierno, con el falso dilema de evitar una crisis política mayor, si no se
marca una diferencia clara que represente un giro a la izquierda del PSOE, como
el Partido histórico de los trabajadores,
defendiendo un programa social claro, que nos haga recuperar la
confianza de la clase trabajadora, el objetivo marcado de desalojar a Rajoy de
la Moncloa no está garantizado, si no aplicamos la táctica adecuada.
La táctica más correcta en estos dramáticos
momentos, tiene que ser aplicada con “honradez y firmeza” como gustaba decir al
abuelo Pablo Iglesias y debiera consistir en una orientación programática hacia
la búsqueda de la unidad de las izquierdas, para animar a los trabajadores y a
la juventud para que sean nuestros aliados, juntos con las fuerzas políticas y
sindicales emergentes y resto de las izquierdas y nos convirtamos en los
protagonistas del desalojo del PP de la Moncloa, en base a la unidad y la
fuerza del movimiento obrero, que con un programa de clase, atraiga a nuestro
lado a las capas medias de la sociedad, a los autónomos, a los pequeños
empresarios arrinconados, arruinados y proletarizados por la recesión y la
policía nefasta de la derecha; porque si eso no ocurre, además de seguir siendo
visto nuestro Partido por las masas como una “oposición de terciopelo” que
ayuda a la burguesía a mantenerse en el poder, llenaría de desconfianza a la
ciudadanía colocando en una situación realmente difícil la gobernabilidad del
país, lo que sería un error si se quiere apuntalar este sistema corrupto,
degenerado, decadente y senil que es el capitalismo.
Dice el refrán que “cuando las barbas de tu
vecino veas pelar…”, por lo que es preciso tomar nota de las últimas elecciones
europeas, y las municipales, por ejemplo, Francia, que ha puesto de relieve la
profunda crisis en la que ha caído la socialdemocracia, con un enorme varapalo
histórico sufrido por el Partido Socialista, que es una lógica consecuencia de
una absoluta alineación del Gobierno que preside François Hollande con la
política de recortes, ataques y austeridad marcada por la Troika, para beneficia
de los capitalistas.
Las políticas liberales han representado un
fracaso estrepitoso que perjudica enormemente los intereses de la clase menos
favorecida de la sociedad, la clase trabajadora a la que el PSOE se debe;
incluso es preciso reconocer que la política de pacto social de los dirigentes
de UGT y CCOO llevadas hasta ahora, ha sido completamente superada por los
hechos, siendo imposible ningún pacto que represente recortes en los niveles de
vida y de trabajo de los asalariados.
Las luchas sociales en Sanidad, Educación,
contra los intentos de privatización del PP y sus ataques al sector Público,
con movilizaciones como el 22-M, las mareas de diversos colores, las huelgas
estudiantiles y demás respuestas a las políticas antisociales del PP, ha dejado
claro que la lucha es el camino que han emprendido los trabajadores como el
mejor método para derrotar y rechazar a los que nos atacan, lo que significa la
ruptura con la lógica del capitalismo mafioso de casino.
Los dirigentes de UGT y CCOO, los compañeros
Méndez y Toxo, tienen que tomar nota de esta nueva situación y no intentar
volver a políticas de consensos pactadas con la derecha, sino que tienen que
orientarse a restablecer pactos por la izquierda, porque ese sindicalismo de
moqueta y despacho, mantenido con subvenciones del Estado, ha caído en desgracia al asumir la lógica del
capitalismo, siendo algunos cuadros y ramas sindicales llevados a situaciones
de corrupción, con EREs y algún que otro método insano, que nade tienen que ver
con la ética socialista y que debemos condenar y desterrar, repudiando y
rechazando la corrupción, poniendo tanto a corruptores como corruptos en manos
de la Justicia, pero utilizando también la democracia obrera, como la mejor
fórmula de ejercer un control desde las bases contra esos indeseables que tanto
daño han hecho al movimiento sindical y político de izquierda.
Es preciso hacer una profunda autocrítica y rectificación
del modelo sindical que ha fracasado y cambiar las moquetas y sillones por un
sindicalismo combativo, de clase y profundamente democrático, ya que el modelo
últimamente practicado ha recibido y sigue recibiendo una amplia contestación
muy contundente en la calle, cuando se abandona a los trabajadores en sus
luchas o no se practican los mecanismos de solidaridad y extensión de las
huelgas llevándolas hasta el final, o extendiéndolas según los casos, para ganar los conflictos.
El giro a la izquierda tiene que ser acompasado
tanto en los partidos como en los sindicatos de izquierdas y es sumamente
importante dar la batalla conjunta dentro de las organizaciones de clase, por
defender en ellas un programa combativo, democrático, con un profundo contenido
socialista.
Tenemos que combatir la táctica que está
jugando la Patronal y el PP, de ensuciarlo todo, para que la gente abandone el
sindicalismo, la política y la lucha; debemos jugarles a la contra. Ahora más que
nunca necesitamos fortalecer los sindicatos y los partidos de izquierdas, no
abandonarlos, sino que es preciso luchar desde el interior para apartar a
aquellos dirigentes y elementos que no nos representan y que actúan contra
nuestros intereses de clase.
La situación requiere una acción contundente,
dentro y fuera de las organizaciones, para derrotar a los que han contribuido a
llevar al movimiento sindical y a los trabajadores a la crisis actual que
atravesamos y de la que solamente a través de la lucha contra la corrupción, los despilfarros y por un nuevo modelo ético
de sociedad, podremos salir de esta recesión, porque la
derecha es incapaz de ofrecer una salida, ya que bajo el capitalismo nunca
podremos encontrar una solución definitiva a los problemas de la clase trabajadora.
El resurgir del movimiento obrero ha comenzado
y dependerá de la capacidad y la audacia que demostremos la clase trabajadora
para recomponer y dotarnos de una
dirección correcta, para conseguir la unidad en la acción que nos permita
derrotar al PP e iniciar el camino hacia la construcción de una sociedad mejor,
que no puede venir más que del genuino socialismo.
Estamos en los inicios de un nuevo ciclo, como
hemos visto en los dos últimos años de enfrentamientos entre los intereses de
la burguesía y los de la clase trabajadora, con sus luchas y enfrentamientos y
tenemos que conseguir transformar esta gran movilización social en organización
consciente de la juventud y los trabajadores para vincular todas las luchas en la dirección de
una nueva huelga general pidiendo la dimisión del PP o prepararnos para
barrerlo en las urnas; en la unidad, la organización y la lucha encontraremos
la victoria.
¡¡ Organízate y lucha por un mundo mejor para
la humanidad ¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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