5 de febrero de 2014

¿QUIÉN CREE QUE ESTAMOS SALIENDO DE LA CRISIS?

Asistimos a una fuerte campaña de la burguesía a través de sus voceros, sobre la recuperación de la economía, orquestada por el Presidente Rajoy y su Ministro Montoro. Es falso de Pe a Pa porque en realidad es que nos encontramos en un estancamiento que puede durar varios años. Existe un repunte en los beneficios de la banca y los monopolios, pero es a costa de un empobrecimiento de las capas medias y la clase trabajadora, que estamos viendo materialmente saqueados nuestros bolsillos a favor de los banqueros corruptos.

Esta recesión sigue lastrada por los desequilibrios de la crisis cíclica del capitalismo, de onda larga, que comenzó en 2007/2008, afectando a la economía globalizada. En EEUU se habla de que la recesión terminó en 2009, pero en realidad, el crecimiento es más bien raquítico, pues en 2013 solo hubo un crecimiento del 1,60 % del PIB pese a que el Gobierno Obama ha inyectado en torno a 75.000 millones de dólares al mes, consiguiendo solo crear relativamente pocos puestos de trabajo. Tienen más de 5 millones de puestos de trabajo precarios, las cadenas de comida tienen millones de camareros con contratos basura, la pobreza ha crecido de 28 millones de pobres antes de la crisis a más de 50 millones ahora. En zonas como Detroit se han destruido más del 50 % de los puestos de trabajo y el índice de paro alcanza ya al 43 %. El 35 % de la población de Los Ángeles son pobres y en Nueva York existen más de 50.000 pobres mantenidos con bonos estatales en albergues municipales y otros 50.000 que viven bajo puentes o en las calles, rebuscando comida en cubos de basura. La crisis ha costado más de 14 billones de dólares a las familias americanas que ha empobrecido a amplios sectores de las capas medias.

Europa sigue con dificultades económicas. Grecia pierde ya un 25 % del PIB en 4 años; la caída es mayor que en la Segunda Guerra Mundial. El 30 % ha perdido ya la asistencia sanitaria y el 60 % de la juventud está en paro, pese a que la clase trabajadora ha luchado y sigue luchando, convocando ya 37 huelgas generales desde el inicio de la crisis. La fuga de capitales alcanza cifras astronómicas calculándose que han salido del país en torno a 400.000 millones de euros en 4 años, atesorados en Paraísos Fiscales.

Francia tampoco remonta como esperaba, tras el cambio de gobierno y François Hollande ha abandonado la política del programa socialdemócrata que anunció en la campaña electoral, abrazando el neoliberalismo, sometiéndose a los dictados de la Troika. Italia sigue en su crisis permanente, y pese a la defenestración de Berlusconi, el nuevo gobierno tampoco ofrece resultados económicos que indiquen una salida de la recesión.  La situación en toda Europa es inestable y entramos en una fase de polarización y convulsiones sociales ascendentes, porque incluso parte de las capas medias están girando a la izquierda y parte hacia la derecha.

La esperanza de que China, como segunda economía del planeta, fuese el motor que tirara hacia arriba de lar recesión y que había sido clave para el sostenimiento de la economía mundial, está perdiendo gas y crece ahora en torno al 7,7 % cuando en los últimos años crecía entre el 10 y el 8 %. La burbuja inmobiliaria está muy recalentada y si estallase, habría una nueva recaída de la recesión.

En cuanto al mundo árabe, sigue con sus convulsiones, empantanados en la sangrienta guerra de Siria, inestabilidad en Egipto que sigue en ebullición, la incapacidad de dar solución al conflicto de Afganistán e Irak, países que han quedado destrozados por las guerras y para colmo, el enfrentamiento de los imperialistas en Ucrania, entre Rusia y China por una parte y la U.E. y EEUU por otro, que llevan la situación al borde de la guerra civil, con movilizaciones dirigidas por algunos partidos de derechas e incluso de extrema-derecha, lo que representa un combate reaccionario por someter al pueblo ucranio a sus órbitas de influencias respectivas de los imperialismo en disputa.

En el Estado español hemos retrocedido en estos dos años de Gobierno del PP a una situación de 30 años atrás. Las masas están empezando a pasar a la ofensiva. La escalada de movilizaciones de los años anteriores donde hubo 2 huelgas generales, el 15-M, el 25-S, las mareas y las diversas luchas triunfantes de Gamonal, basureros de Madrid, Marea Blanca, ete, sigue creciendo, pese a que las cúpulas de UGT y CCOO siguen desaparecidas en combate. La derecha económica, junto a la política, que ha corrompido a ciertos cuadros sindicales y a comprado a diversos elementos de la política que están utilizando al Estado para saquear al pueblo, ahora hacen como que los combaten, con una agria campaña sindical y política, pero sin plantear un plan serio contra la corrupción, negándose a incrementar las plantillas de inspectores de Hacienda, para combatir el 25 % de la economía sumergida que está fuera de control, sobre todo de grandes empresas especulativas, el narcotráfico y la trata de blanca, de niños y de órganos.  

Las direcciones sindicales y políticas reformistas están aplicando una táctica desmovilizadora de esperar y ver, no estando a la altura de las circunstancias, al negarse a plantear un programa socialista serio que, con la participación de las masas, sea capaz de dar una alternativa a este sistema.  La Marea Blanca ha sido un enorme triunfo de las movilizaciones empujadas por las bases, que ha conseguido echar hacia atrás el intento de privatización de la Sanidad Pública; la victoria es impresionante habiendo tenido que dimitir el Consejero de Sanidad del PP.

También cabe resaltar el triunfo de los barrenderos y la lucha de las lavanderías en Madrid, con potentes y firmes luchas que han forzado al Gobierno replantearse la situación, sobre todo lo de Gamonal en Burgos, que ante el peligro de contagio de más de 30 ciudades con manifestaciones de apoyo a la lucha contra las obras del Bulevar, hizo entrar a la burguesía y su gobierno en pánico, desistiendo de acometer esas obras que el pueblo rechaza masivamente.

En realidad lo que está faltando es la unificación de las luchas, que es lo contrario de la política sindical que aplican las cúpulas de UGT y CCOO, que juegan a la dispersión y al enfriamiento, pero no se dan cuenta que con esa actitud se pueden estar preparando para un verdadero estallido y rebelión social, que se puede expresar más temprano o más tarde. Existe una falta absoluta de credibilidad de la política de derechas del PP, pero también una falta de alternativa clara y un plan de lucha de las direcciones sindicales y políticas de la izquierda.

Por otra parte, la brecha entre ricos y pobres se sigue agravando. La Banca ha ganado el año 2013, cantidades insultantes de beneficios. El Banco Santander declara un 95 % de aumento de sus ganancias, mientras los desahucios continúan y la desigualdad crece. Las 20 personas más ricas del país, tienen más ingresos que el 20 % de la población más pobre que alcanza a cerca de 10 millones de personas.

Otro de los problemas que se agravan por la nefasta política del PP a este respecto es la cuestión nacional, que añade material explosivo a la situación, que el PP, con su desprecio, falta de diálogo y alternativa está contribuyendo a incendiar, estando Cataluña a la cabeza, junto a Euskadi, en primera línea de las reivindicaciones independentista. Nosotros, como socialistas internacionalistas no somos partidarios de la independencia en líneas nacionalistas capitalistas, pero tampoco estamos de acuerdo con la opresión de los pueblos y habría que articular mecanismo para ejercer el Derecho a la autodeterminación, encaminados al Federalismo, el Socialismo y la República, que represente la utilización de la democracia, en la toma de decisiones mediante votaciones libres de los ciudadanos, para que podamos decidir el tipo de Estado que queremos, antes de llegar a un enfrentamiento de ese choque de trenes que representan posturas intransigentes de los nacionalismos enfrentados “españolistas” y “periféricos”.  El conflicto requiere un diálogo de procedimiento democrático para buscar una salida en base a la participación libre de los pueblos, para votar y decidir el tipo de nuevo Estado que queremos construir entre todos democráticamente, siendo nuestra apuesta por un Modelo Federal, Republicano y Socialista, en defensa de un programa que beneficie claramente los intereses de los trabajadores, las capas medias y los sectores más empobrecidos, que represente el inicio de una Federación Socialista Europea, para acabar con la corrupta Europa de los Mercaderes y construir la Europa de los Pueblos.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com





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