12 de noviembre de 2013

Conferencia PSOE: ¿ Giro a la izquierda, a la derecha o todo lo contrario ?

Este fin de semana se ha celebrado en Madrid la esperada Conferencia del PSOE, aplazada durante meses, en las que ha habido una amplia participación de miles de afiliados y militantes. Nos permitimos hacer unas reflexiones sobre el debate,  en el que, con algunos matices progresistas y atisbos de reformas positivas, en el fondo observamos que la línea política se ha quedado al borde de la socialdemocracia pero ni siquiera han profundizado lo suficiente. Desde nuestra corriente I.S. habiamos apostado por la necesidad de girar a la izquierda para luchar por el socialismo pero han quedado muchas dudas: ¿ Ha sido un giro a la izquierda, a la derecha o todo lo contrario?


Agradecemos a todos los participantes la labor realizada y el trabajo llevado a cabo (consideramos que con la sana intención de mejorar el proyecto socialista), pero ha faltado algo más de sintonía con los trabajadores  para concretar mejor las líneas políticas y las alternativas, baste con dar unas pinceladas sobre lo ocurrido en la clausura, cuando se mencionó el posicionamiento del partido sobre la República, que fue interrumpido y aplaudido con entusiasmo por los asistentes, pero luego, a renglón seguido, se plantea un apoyo a la Corona, lo cual es una contradicción o ambigüedad intolerables, aunque el sector más de derechas respiró más tranquilo. Uno de esos representantes destacados, Pepe Bono, desautoriza a las bases al declarar entre otras lindezas,  que “prefiere entenderse con el PP que con Cayo Lara” desmarcándose de lo que él entiende que es un “giro a la izquierda”. También otras posiciones aprobadas es necesario que se clarifiquen y concreten en los próximos debates congresuales, como la Laicidad, el Federalismo, las primarias, las listas abiertas,  un profundo análisis de clase, con autocritica y rectificación para producir la catarsis que los votantes esperan,   la defensa de lo Público, la incompatibilidad de cargos, la lucha contra la corrupción,  la Reforma Fiscal, etc… que han quedado esbozadas con poca claridad en esa ambigüedad calculada.  Invitamos a todas y todos los ciudadanos a que lean,  los que así lo deseen,  las resoluciones aprobadas e incluso las enmiendas de izquierdas que han quedado por el camino,  que la podrán encontrar en las páginas web del partido y en las de la corriente de opinión Izquierda Socialista.

Como hemos venido diciendo, cuando los dirigentes de la izquierda aceptan el capitalismo como el único modelo posible, se quedan sin poder ofrecer una alternativa realmente de clase, auténticamente socialista. También ha venido ocurriendo eso en los aspectos sindicales, en las mesas de negociaciones los empresarios y la burguesía en su conjunto no encuentran contrapartidas claras a su discurso en bases al reformismo, porque el capitalismo ya no admite reformas, solo quieren contra-reformas que debilitan las condiciones de vida de las masas trabajadoras.  Se llega a la falsa concepción de que únicamente es posible mantener derechos sociales y crear empleo si antes el empresario tiene beneficios y esa lógica terrible del capitalismo, si la izquierda la asume, fracasaremos cada vez más.  

En los últimos años se ha llegado tan lejos que esas promesas empresariales de que estamos saliendo de la crisis, que las mejoras ni se mencionan, cundiendo un pesimismo y una apatía terrible entre los ciudadanos que vemos cómo este modelo capitalista, corrupto y degenerado camina hacia la catástrofe social.   Se firman año tras año pactos por nuestros dirigentes para bajar los salarios, aumentar los horarios con jornadas prolongadas hasta la extenuación, con salarios miserables por debajo del salario mínimo de los 641 euros.  Estos son hechos cotidianos lo que demuestra que con la tradición política reformista no vamos a ninguna parte para poder solucionar las cuestiones sociales y que esas posiciones entreguistas en la época actual, nos lleva a la catástrofe, porque no es posible un reformismo sin reformas, ni en el campo sindical y mucho menos en el político.

Algunas escuelas de economistas presagian un largo proceso de estancamiento económico o incluso no descartan una nueva depresión económica, que obligará a las empresas, por una recaída en sus tasas de beneficios, a profundizar en los ataques a las condiciones de vida y de trabajo de las masas laboriosas. Asistimos a un incremento del paro forzoso que se convierte en estructural siendo el más grave de la historia, con lo cual, la conflictividad social es inevitable que se  vea acelerada, con giros bruscos a la izquierda en grandes oleadas por el movimiento obrero, que pasará de la defensiva actual a una ofensiva muy fuerte, de acuerdo con las leyes sociales, políticas y económicas de la dialéctica histórica, porque cada acción tendrá su reacción de signo contrario y viceversa.

Aunque el Gobierno del PP y la CEOE han hecho todo lo posible por difuminar los ataques y hacernos aceptar los recortes mediantes potentes campañas de persuasión, no han podido evitar la brusca caída de la economía y el alza del paro que están teniendo consecuencias perversas. Los niveles de vida han caído abruptamente y aunque por ahora el movimiento obrero, por falta de una potente dirección que los dirija con “honradez y firmeza” parece que asume la lógica del capital, más temprano o más tarde los constantes ataques harán que se espolee sus conciencias cuando a las masas no les quede otra alternativa que la lucha porque no puedan apretarse más el cinturón, lo que provocará un endurecimiento de las luchas con convulsiones y agitaciones inevitables.

Toda esta situación, con sus alzas y sus bajas en las luchas, está provocando un cambio molecular en la psicología  del movimiento obrero, que  indudablemente va a espolear un incremento explosivo la  lucha en el terreno sindical, pasando de la apatía y de la dejadez a la actividad sindical e incluso política, cuestionándose grandemente las direcciones actuales que están con las tácticas y estrategias desfasadas del anterior periodo. Los dirigentes sindicales, si no actúan con inteligencia y cambian inmediatamente el chip,  se verán en un compromiso, obligándoles la situación a girar a la izquierda, o serán sobrepasados por los acontecimientos y barridos por la fuerza de la lucha de masas.  Algo parecido ocurrirá en los partidos de izquierdas y si en un momento dado no sirven las direcciones actuales  para satisfacer las necesidades reivindicativas que exigirán los trabajadores, serán sustituidas por otras más a la izquierda. Se podría dar el caso de indisciplina sindical, con el fortalecimiento de las incipientes corrientes críticas que están surgiendo cada vez con más fuerza en el seno de los sindicatos y partidos obreros.

Las condiciones objetivas están madurando para estos procesos de forma agigantada. Estamos en los inicios de los procesos de luchas entre las clases, por mantener las actuales condiciones de vida, que la recesión capitalista nos está arrebatando. Las tareas de los socialistas pasan por defender la necesidad de una fuerte ala izquierda en el seno del PSOE, para profundizar las conquistas sociales y combatir a la burguesía cuyo principal brazo político es el PP, con la santa alianza de los poderes fácticos.

Nuestra tarea también pasa por continuar organizándonos cada vez mejor, buscando confluencias con los demás partidos y sindicatos de izquierdas, haciendo un llamamiento a los trabajadores para que se movilicen en la lucha por el socialismo, para fortalecer nuestras organizaciones, en aspectos sindicales, políticos, y de otra índole, tanto en el aspecto cuantitativo como sobre todo en el aspecto cualitativo. Los trabajadores más que nunca necesitamos saber con exactitud qué está ocurriendo. Las viejas ideas que nos decían acerca de que dentro del capitalismo se iban a resolver nuestros problemas fracasaron: las nuevas generaciones están más explotadas que nunca, más endeudadas que nunca y con un futuro desolador ante sí.

Por tanto, desde IS-PSOE de Málaga, creemos que hay que continuar el debate en las viejas y sanas ideas socialistas que dieron lugar a la conformación del PSOE: las ideas del materialismo dialéctico, esto es, las del marxismo, que es la expresión más acabada de la conciencia de nuestra clase y que están siendo reclamadas en todos los continentes.

Todo esto da la razón a nuestra corriente, que contra viento y marea, luchando en contra de todos los que nos decían que se habían superado las crisis y que el socialismo ya no era necesario, hemos venido manteniendo la necesidad de volver a los clásicos para rearmar ideológicamente al partido, dotándonos de un mayor contenido socialista, exigiendo más democracia, más participación y más acción tanto en el seno del partido como en la sociedad.  Por ello hemos venido luchando y lo hemos demostrado en esta Conferencia, aunque por nuestra debilidad numérica, que no ideológica, nos hemos quedado de nuevo en minoría, ganando la Conferencia claramente los sectores socio-liberales y socialdemócratas, aunque hemos dado la batalla hasta donde hemos podido.  

Pero aquí no queda la cosa. Esperaremos al próximo Congreso y continuaremos aportando propuestas porque en momentos tan cruciales a los que nos enfrentamos, el partido tendrá que optar. Y como decía Pablo Iglesias, “o con los unos o con los otros”: o bien cede a las presiones de la burguesía e intenta un pacto de Concentración Nacional después de las próximas elecciones (donde nadie sacará mayorías absolutas), pactando con la derecha del PP, o de CiU-PNV, y aplica una política de recortes sociales,  lo cual sería muy peligroso porque  representa seguir quitando dinero del bolsillo de los trabajadores para restaurar la tasa de ganancias del capital y dar una salida capitalista; o bien, basándose en la fuerza de la mayoría que es la clase trabajadora, plantear una alianza de un Frente de Izquierdas, encabezando una coalición con I.U. y los sindicatos, así como con otras fuerzas que quieran participar en la defensa clara de un programa auténticamente socialista que beneficie a la clase a la que el partido se debe, a los trabajadores y a las capas más desfavorecidas de la sociedad. Nuestra posición, como corriente Izquierda Socialista,  siempre ha sido clara, que la “crisis la paguen los capitalistas”.

La clase obrera con sus movilizaciones y luchas entrará en un período de agitación y efervescencia   similar al de los años 70 pero a un nivel superior, con más experiencias, más fortaleza, más libertad y más organización.  El movimiento en la lucha de clases está  resurgiendo con una fuerza colosal, ahí tenemos la lucha  de todas las mareas en el Estado, también en Europa y Latinoamérica. Desgraciadamente, cuando ahora hay que demostrar más firmeza y confianza en la movilización social que nunca, muchos dirigentes han perdido la confianza en la lucha de masas, pero es un tremendo error. Nunca los trabajadores conseguimos nada gratuitamente y fue precisamente en las épocas de más movilización social de nuestra historia cuando conseguimos los avances más importantes: el derecho al voto para la mujer en los años 30; en los 70 y 80 mejora de la escuela pública y una mejor Sanidad, el Estatuto de los Trabajadores, los derechos democráticos, luego mejoras sociales, la Ley de Dependencia,  planes de inversiones en infraestructuras viales, AVE,  carreteras, inversiones en potenciar sectores públicos, todo eso, lo está derribando impunemente el PP y las direcciones reformistas están mirando realmente para otro lado porque no se oponen frontalmente con  todas nuestras fuerzas sacando a la gente a la calle y dirigiendo la ofensiva social.

Nadie nos regaló nada. Y ahora, como siempre nos ha enseñando la historia, los capitalistas que siguen controlando los sectores decisivos de la economía por encima de los gobiernos, van a seguir  peleando  ferozmente entre sí por los mercados menguantes que existen y seguirán recomponiendo su tasa de ganancia machacando los derechos sociales. Si los economistas defensores del capitalismo nos engañan con la salida del “túnel y la luz al final del mismo” y otros  dicen que nos encaminamos hacia una época en lo económico como la de los años 30, tenemos que sacar la conclusión de que aunque la historia nunca se repite igual, sí hay muchos de los retrocesos sociales y políticos que se dieron por entonces, que también se han dado a una escala parecida y la clase trabajadora tiene que luchar para recuperarlos.


Creemos que quien no esté preparado para una época en la que tendremos que luchar por mantener nuestros derechos más básicos, comete el mayor de los errores.  Miremos la historia de nuestro Partido: a finales de los años 20 del pasado siglo los dirigentes de nuestro Partido habían aceptado acríticamente la práctica y esencia del reformismo, junto con la política del realismo y del pacto con partidos burgueses que conllevaba. Se llegó a tal nivel de realismo y de pragmatismo en la dirección del PSOE que, por entonces, Largo Caballero (que estaba al principio en el sector “de derechas” de la dirección en aquella época), llegó a participar en reuniones de asesoramiento oficiales del Ministro de Trabajo del Dictador Primo de Rivera. Todo ello ¡Cuando el PCE o la CNT estaban ilegalizados y se practicaba la Ley de Fugas asesinando a sindicalistas detenidos!


Posteriormente, el propio Largo Caballero, bajo el giro a la izquierda que vivió el movimiento obrero en toda Europa durante los años 30, fue influido por los trabajadores y cambió su discurso, girando bruscamente a la izquierda. En ese contexto, Largo Caballero, en la cárcel en 1934, leyó por primera vez en su vida a Carlos Marx, y se convenció de la necesidad de la transformación socialista de la sociedad.


En los años que vienen por delante, podemos estar seguros de que surgirán dirigentes dentro del PSOE que, por su contacto con el movimiento obrero y bajo la presión de éste, reclamarán la superación del capitalismo. Las luchas de la Transición serán espejos donde mirarnos, incluso veremos luchas más amplias, como insistimos que ya está sucediendo en Latinoamérica a un nivel superior cuantitativamente al de los años 70.


Este proceso quizás no se dé automáticamente, lo mismo puede tardar meses o pocos años. Pero está implícita la posibilidad de que se produzca un cambio repentino en la conciencia de las masas pues, como decía Engels, “hay épocas históricas en las que parece no ocurrir nada en 20 años, y otras en las que parece que ocurre todo en 20 meses, 20 semanas o 20 días”. Una vez más, desmintiendo a todos los agoreros que han venido pregonando el fin de la historia y la desaparición de la clase obrera como clase en sí y clase para sí (la entierran sobre el papel una y otra vez, de acuerdo con sus deseos, pero  prematuramente), el espíritu de lucha y sacrificio de las masas resurgirá de sus cenizas como el ave Fénix, y todos esos oportunistas, trepas, acólitos serviles y corruptos del gran capital se verán sorprendidos.

Es preciso continuar luchando por esa nueva sociedad de personas  “libres, justas, iguales, honradas e inteligentes”, como defendía Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE,  basada en una economía socializada y planificada, una nueva sociedad por la que un puñado de trabajadores empezaron a luchar hace tiempo y que debe seguir siendo la aspiración natural de cualquiera que se considere digno de pertenecer al género humano y que honestamente quiera avanzar hacia la superación de esta sociedad de clases mediante la construcción de un nuevo modelo de sociedad, basado en la democracia obrera y el SOCIALISMO.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com


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