14 de septiembre de 2012

PROPUESTAS ALTERNATIVAS A LAS CONFERENCIAS DEL PSOE DE OTOÑO 2012.



Terminada la primera fase del debate del borrador del documento que presentamos, queremos ponerlo a disposición de toda la militancia, a la vez que lo hacemos llegar a los organismos Federales y a la Coordinadora de Andalucía, con la propuesta de que sea extendida la participación a las compañeras y compañeros que quieran intervenir en esta segunda fase de discusión, con el objetivo de mejorar y aportar propuestas, tanto cara a la Conferencia de Andalucía que se convocará en breve, como en las Agrupaciones y foros que lo estimen oportuno: 
PROPUESTAS ALTERNATIVAS A LAS CONFERENCIAS DEL PSOE DE OTOÑO 2012. (*)

INDICE:
I.-   INTRODUCCIÓN.
II.-  LA AUTOCRÍTICA NECESARIA. 
III.-  CRISIS CAPITALISTA MUNDIAL.
IV.- SITUACIÓN EN EL ESTADO ESPAÑOL.
V.- POR UNA ALTERNATIVA SOCIALISTA QUE ROMPA CON LA DICTADURA DE LOS MERCADOS.
VI.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA LUCHAR POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.

I.- INTRODUCCIÓN:

El sistema capitalista, en su fase superior imperialista,  ha sobrepasado sus límites y ya no puede jugar ningún papel progresista, pero no se derrumbará por sí sólo, por lo que la burguesía mundial se sigue preparando para sostenerlo a costa de lo que sea.  No debemos olvidarnos que la profundidad y dureza de la recesión,  junto con las medidas de recortes, ajustes salvajes y legislación anti-social que están aplicando, pretenden crear una nueva fase de acumulación capitalista, que podría provocar otra nueva burbuja mucho más peligrosa que la anterior.

Están llevando a cabo medidas mediante las cuales producen una desvalorización todavía mayor de la fuerza de trabajo, para recuperar las plusvalías a través del recorte del gasto social, atacando a la sanidad, la educación, las infraestructuras, los subsidios a los pobres y pensionistas, que están acabando con las conquistas históricas de la clase trabajadora, obtenidas a través de  duras luchas entre las clases a lo largo de sesenta años. La burguesía intenta estabilizar la situación del colapso del sistema cuando las bolsas se derrumbaron con enormes quiebras bancarias en el verano de 2007 en EEUU, sin embargo, existen factores políticos implicados que condicionan enormemente estas perspectivas de recuperación.

La extensión y profundidad de esta recesión, con un paro de masas de carácter estructural, lleva directamente a un proceso agudo de diferenciación social, polarización, radicalización y posterior politización, porque está produciendo la ruina de las clases medias y una proletarización y empobrecimiento general de la sociedad. Un fenómeno  similar al que se vivió en el período de entre guerras, y que fue uno de los factores que más impulsó los procesos revolucionarios que se dieron en aquella época.

Si continúan aplicando la política actual por parte de los gobiernos en todo el mundo,  estarán precipitando unas convulsiones sociales sin precedentes en las décadas últimas.  Hemos observado cómo los efectos de la crisis empujaron a los pueblos a los levantamientos de la “primavera árabe”, el recrudecimiento de la lucha de clases en Europa, y las movilizaciones y fortalecimiento de la lucha en América Latina, llegando incluso al corazón de EEUU con la marea de Ocupar Wall Street, que cuestiona el comportamiento de los banqueros.

Debemos prepararnos para unas perspectivas de luchas de masas, huelgas generales y radicalización política, en un plazo de tiempo no muy largo, porque a pesar de todos los obstáculos que puedan interponer las direcciones reformistas, tanto políticas como sindicales que se dibujan en el horizonte, que están frenando la lucha objetivamente, las masas encontrarán su propio camino y harán rectificar a sus direcciones, por el potencial que desarrolla la necesidad.

Los acontecimientos históricos que estamos viviendo, con los ataques a los económicamente más débiles, están provocando un cambio radical en la psicología y la actitud de millones de jóvenes y trabajadores, y sobre todo el problema del paro, que harán avanzar la lucha hacia la búsqueda de una alternativa socialista.

Están existiendo todas las  condiciones objetivas para que se pueda dar una gran transformación social, pero para ello es preciso fortalecer, unificar y organizar mejor a la clase trabajadora, dotándola de un programa y táctica correctos. Los estallidos que hemos vivido, son solamente el preludio de los movimientos más profundos y extensos que nos esperan en el próximo periodo, pero para iniciar  con éxito la tarea de un cambio social, se requiere también la presencia de otros factores no menos importantes y decisivos, entre ellos el fundamental es una dirección firme y adecuada al momento histórico.

A pesar de todas las dificultades que presenta la situación actual de la economía, la política y los procesos sociales, tenemos plena confianza en las fuerzas de la clase trabajadora, en las ideas del socialismo, en la capacidad de la clase obrera mundial de poder orientarse en la lucha por el socialismo, pero también en el PSOE como el partido mayoritario de la clase trabajadora en el Estado español,  recae la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias, analizar autocríticamente los errores, debatir seriamente los procesos económicos, políticos y sociales que se están dando, para ofrecer la alternativa válida que nos van a reclamar los trabajadores. Las fuerzas productivas necesitan un nuevo organizador cuando los procesos anteriores se agotan, como ha ocurrido en la anterior legislatura y como explicaba Pablo Iglesias, “dado que la exigencia determina la conciencia,  no podemos dudar de que la clase trabajadora, a costa de superar los errores y derrotas a las que puede ser llevada por sus direcciones, llegará a comprender la verdadera situación, y más pronto o más tarde, extraerá las necesarias conclusiones prácticas, luchando decididamente por la transformación social”. 

  II.- LA AUTOCRITICA NECESARIA.
Nuestro partido, el PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL,  ha cometido errores, tanto por los órganos de dirección de la corriente oficial, que es la responsable máxima de las derrotas en su gran mayoría, por no haber sido capaz de orientar la política gubernamental del gobierno PSOE a favor de los trabajadores de manera resuelta,  como asimismo, por las deficiencias de la  corriente Izquierda Socialista que hemos sido todavía incapaces de fortalecernos y ganarnos la confianza de los trabajadores y afiliados para que defendamos el programa alternativo que hemos venido debatiendo y presentando en los procesos congresuales y haber podido conformar  una nueva mayoría que avance en un nuevo modelo de partido más democrático y con el programa verdaderamente socialista que proponemos como alternativa.

Necesitamos analizar lo que le pasa en nuestro partido y lo que ocurre en la sociedad con espíritu autocrítico. Como hemos dicho algunas veces, el socialista que ejercita correctamente la autocrítica y la crítica constructiva, con buenos  métodos,   permitirá un mayor dominio personal del discurso dialéctico de los ideales del socialismo, creando una imagen más coherente de nuestra propia visión personal, entendiendo mejor a nuestros adversarios, aclarándonos el camino hacia las metas y objetivos que nos proponemos socialmente alcanzar entre todos, como es  una sociedad mejor para la humanidad: Es decir el genuino socialismo.


Fundamentalmente tenemos que realizar una  autocrítica y lo tenemos que plantear crudamente tal cual corresponde a una corriente que se reclama del marxismo y que pretende ofrecer un programa diferenciado que represente el giro a la izquierda que la clase trabajadora en sus luchas está reclamando.  Pero también advertimos que cualquier dirección de izquierdas correcta debería oir aunque sean las más duras críticas y, luego de escucharlas, debería utilizarlas adecuadamente para corregir errores que han podido producir distorsiones en la lucha por el  socialismo

El deber de Izquierda Socialista ha sido y sigue siendo trabajar en el seno del Partido para ir preparando y ayudando a la clase trabajadora, y especialmente a los simpatizantes y votantes socialistas, para que se entienda bien las contingencias que surgen durante el proceso de lucha, entre el mundo del capital y el mundo del trabajo, para avanzar hacia el socialismo y para ello,  es preciso incluso un cambio de mentalidad, para pasar de “corriente de opinión”, que hemos sido hasta ahora, a “corriente de poder” en el menor tiempo posible, porque la situación de agravamiento de la recesión y las necesidades de la  clase trabajadora así nos lo van a requerir.

Esta labor tiene que venir de la solidaridad constante de nuestros afiliados, militantes y simpatizantes, y para ello tenemos que obtener su  confianza que tiene que ser ganada convenciendo por nuestro comportamiento ético y un programa socialista que defienda con audacia postulados, ideales, métodos, tácticas y programas genuinamente socialistas. 

Nuestra lucha interna en el seno del Partido, sin medios económicos, porque la corriente oficialista apenas nos financia, produce algunos sinsabores y desganas pero como hemos venido insistiendo, el derrotismo, la indiferencia, el pesimismo, la indolencia, la apatía, la pusilanimidad, el oportunismo y el sectarismo, son actividades extrañas y más bien perjudiciales para los socialistas y sobre todo para los trabajadores que buscan la igualdad, la libertad, la democracia y el verdadero socialismo,  pero algunos que se llaman socialistas no tienen reparos en atribuirnos un propósito de “perturbadores”, “alarmistas” y “escisionistas” cuando planteamos nuestras críticas fundadas y ofrecemos alternativas.

No nos referimos tan solo con esto a los compañeros de la dirección desde dentro, (principalmente, si)  sino también a algunos de los sectores que pululan por nuestros alrededores, declarándose “corrientes alternas”, sin continuidad ni consistencia programática, calumniándonos o criticándonos porque dicen que somos demasiado “radicales”, cuando no analizan correctamente la “radicalidad” que está ejerciendo el PP contra los intereses de nuestra clase y con comportamientos que nos recuerdan amargamente al antiguo régimen franquistas, de cuyo ideario  y métodos son los legítimos herederos a los que tenemos que combatir.

La experiencia comprobada de nuestra lucha diaria, durante más de 30 años como corriente crítica, nos ayuda a sobrellevar esos alfilerazos,  - más bien puyazos adversos-,   que vamos superando con nuestra tolerancia  y el auge creciente de nuestra corriente, aunque lento todavía, cuyos análisis y criterios correctos, de “honradez y firmeza harán que las fuerzas proletarias terminarán por reconocer al programa marxista como el únicamente válido para avanzar resueltamente al socialismo” (como gustaba decir al Abuelo), y así se está empezando a reconocer en las encuestas concediéndonos el honor de ser Izquierda Socialista la corriente más valorada en el seno del socialismo.

La gran pregunta es: ¿Es correcto como venimos planteando que el Partido necesita una nueva dirección más firme y con mejor programa que exprese un giro a la izquierda?  Ese es un trabajo de las bases, que vienen exigiendo el abrir los cauces democráticos para poder dotarnos democráticamente de esa dirección de izquierdas que represente la verdadera voluntad de los afiliados, que son los verdaderos soberanos y no las cúpulas, que tienen que comprender que deben someterse a la crítica y recibir el mandato que les exijan los trabajadores afiliados.

Nuestro método es que solo por medio de la crítica interna se conseguirá dotarnos de la fuerza que produzca la consecución de los cambios en la correlación de fuerzas sociales necesarias, pero para ello, dos puntos son fundamentales, como son: La más plena democracia interna y la más absoluta libertad de expresión de todos y cada uno de los afiliados. 

Además, otra de nuestras autocríticas como corriente es que tenemos que ser todavía más audaces para explicar a los que desde fuera nos dirigen algunos reproches, para invitarles a que vengan a nuestro campo a ayudarnos a dar la batalla por más socialismo, si consideran que la corriente oficial reformista ha llegado a tu máximo, porque empezó a hacer contra-reformas. El fortalecimiento de un ala izquierda más fuerte será garantía de avances más rápidos hacia las conquistas sociales que ahora están siendo furibundamente atacadas por la derecha extrema del PP que como vemos es claramente el Gobierno de los ricos, que está conspirando contra los intereses de pueblo, amnistía a los ladrones y banqueros corruptos que se siguen enriqueciendo con la crisis, mientras los trabajadores pagamos sus festivales y orgías de beneficios. 

Nosotros venimos enfrentándonos y autocriticando nuestros propios defectos que queremos mejorar, convencidos de que el proceso de lucha al que nos vamos a ver abocados en los próximos meses y años, tendrá su manifestación inevitable tanto en el seno de la sociedad capitalista en descomposición como en los errores que pueda cometer nuestro Partido y sus corrientes internas.

En el área de la política estatal, por los recortes y ataques que desarrolla el PP con su mayoría absoluta (que explicaremos más a fondo en el apartado correspondiente), van arrumbándose y eliminándose los avances anteriores, conquistados con las luchas sociales, que en el fondo eran todavía más bien del orden “democrático-burgués avanzado”, con algunas tendencias socializantes, pero no podemos confundirlo con el genuino socialismo que, como siempre hemos dicho, no cabe dentro del capitalismo.

Desde la entrada del gobierno del PP, la situación  económico-social sufre un agravamiento alarmante, Cualquier observador medianamente inteligente ve que la profundidad y extensión de esta recesión, con desempleos masivos en todos los Estados que son ya de carácter estructural, está llevando directamente a un proceso de aguda diferenciación social, que se conoce como "polarización", con la ruina total de grandes capas de las clases medias que tienden a la proletarización general.

Esto lleva a la ciudadanía a una "radicalización" cada vez más virulenta, que tendrá que culminar en una tercera fase de "politización" de millones de trabajadores, que se rebelarán contra este estado de cosas tan injusto, rechazando de plano la política de Rajoy que está robándole a los pobres para dárselo a los ricos, a los  banqueros, a especuladores y corruptos, ofreciéndoles amnistías y prebendas a sus amigos los ladrones de guante blanco.


Los mitos democráticos utilizados por la burguesía, fabricando “caudillitos” apolillados con olor a franquismo, en sus feudos de Valencia, Murcia, Castilla la Mancha y otras zonas del Estado, con sus escándalos,  fraudes y corrupciones, está siendo una política nefasta, que al salpicar también a algunos de los dirigentes de nuestro Partido,  apartan a los ciudadanos de las instituciones porque les apesta tanta corrupción institucionalizada, tanta degradación, degeneración y especulación,  que preparan el camino para convulsiones sociales virulentas como estamos empezando a comprobar.

Esas políticas de recortes y ataques permanentes del PP es un fenómeno que está sufriendo la mayoría de la sociedad porque lo observan alarmados todas las personas que no tenga telarañas franquistas en los ojos para mirar de frente a la realidad,  entendiendo la miseria, el paro y la degradación en la que se está hundiendo el pueblo trabajador, con una alarmante subida de los niveles de pobreza extrema.

Nadie medianamente inteligente puede negar que la corriente oficialista del Partido, que ha venido estando formada bajo el Gobierno del compañero Rodríguez Zapatero, y ahora por el compañero Rubalcaba,  por una coalición de facto entre “liberales y socialdemócratas de derechas”, ha sido desplazada de los cargos institucionales, precisamente por iniciar ese proceso de contra-reformas sociales que se agravó en Mayo de 2010 con recortes a los derechos de los trabajadores que ha llevado a la pérdida de confianza del PSOE entorno a cuatro millones de votantes.

Quizás nos puedan acusar algunos de que somos duros en estas críticas, pero ante los momentos difíciles, con la crisis interna, la recesión capitalista y las previsibles agitaciones sociales, la seriedad y profundidad de análisis e incluso la dureza están justificadas y son imprescindibles, porque como decía Largo Caballero, “a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque le duela”.

La lucha por el socialismo tiene que venir de la acción y del debate dialéctico de las ideas que podamos ofrecer para llevar a cabo las transformaciones sociales que la humanidad está reclamando, por lo que, vacilar o recortar expresiones por puro sentimentalismo es contraproducente y engañarnos nosotros mismos, a la vez que podemos confundir a los trabajadores. Es preciso por tanto hablar alto y claro: La corriente oficialista del Partido se ha venido divorciando cada vez más del sentir y las necesidades de la ciudadanía, como demuestran las encuestas y sobre todo, los castigos obtenidos en las urnas, que expresan el malestar social.

Por otra parte, las encuestas reflejan asimismo un hundimiento cada vez más profundo del PP por sus mentiras y sus políticas anti-sociales, pero es significativo resaltar que el PSOE no se recupera como debiera estar haciendo, por lo que algo estamos haciendo mal. Esto nos obliga a reflexionar, a hacer autocrítica, para rectificar el rumbo, pues las masas están girando a la izquierda y un partido de izquierda como el nuestro no puede ser insensible a lo que la clase trabajadora demanda.

Por todo ello, y ante el proceso de debate que se abre cara a las Conferencias anunciadas para este otoño próximo, se nos plantea que tenemos que ser capaces de sacar el debate hacia fuera, pedir honesta y sinceramente la participación de las bases y la clase trabajadora en general, afiliados, militantes y simpatizantes, para estudiar,  debatir y acordar entre todos los que nos sentimos afectados por los ataques de la derecha extrema del PP, cuál es el programa y qué métodos vamos a utilizar para elaborarlo democráticamente y defenderlo, con el objetivo de ofrecer al pueblo trabajador la salida por la izquierda que esta cruda recesión está necesitando.

Este es el deber de los socialistas,  presionar desde abajo y ejercer  la democracia y la libertad, confrontando  compañeramente y con tolerancia; Decimos con rotundidad que si,  que existen alternativas, pero que éstas tienen que venir avaladas desde las bases, para eliminar cualquier burocratismo, oportunismo y sectarismo que impidan la libre expresión de los trabajadores en la decisión del camino que quieran tomar para defender sus propios destinos como clase.

Si la dirección y la clase trabajadora estamos a la altura de las circunstancias,  planteando claramente la superación y la eliminación de los obstáculos que represente el capitalismo y su nefasta dirección política del Gobierno del PP, podrían ser derrotados fácilmente, si somos capaces de caminar hacia la unidad en la acción, con la posibilidad de un gobierno del PSOE, IU y la conjunción de otros partidos y sindicatos de izquierdas, principalmente UGT y CCOO,  que nos hagan fuertes conformando una potente mayoría que sirva para desarrollar el programa que al final de este documento sometemos a la consideración de la clase trabajadora y el pueblo en su conjunto.

 Esta nueva situación exige a todos los militantes y afiliados un mayor grado de participación en el debate, para que puedan surgir desde las bases las propuestas y la política que la clase trabajadora necesita y dotarnos asimismo de la dirección que pueda llevarla a la práctica. Necesitamos de una amplia democracia interna para que todos los afiliados puedan expresarse con entera libertad, puedan hacer llegar sus opiniones, críticas y demandas a todos los niveles de la organización. Un funcionamiento interno más democrático que debe pasar por:
a) Abrir puertas y ventanas para que entre el aire fresco.
b) Implantar las primarias a todos los niveles.
c) Desarrollar completamente la democracia interna.
d) Garantizar la libertad de expresión plena.
e) Promover la elección y revocabilidad de los cargos desde las Asambleas de Base.
f) Las Asambleas serán soberanas y propondrán a los candidatos con plena libertad.
g) Garantizar la participación de todos los afiliados en igualdad de condiciones, introduciendo la rotación y un máximo de 2 mandatos en los cargos.
h) Los representantes elegidos para las instituciones cobrarán el salario medio0 de un trabajador cualificado.
i) Medidas contundentes contra el fraude y la corrupción, con tolerancia CERO exigiéndonos a todos un comportamiento ético de acuerdo con los principios del  genuino socialismo democrático que defendió y practicó Pablo Iglesias.

III.- CRISIS CAPITALISTA MUNDIAL.-

La segunda fase de la recesión a la que se enfrenta la economía mundial, como consecuencia de la crisis estructural del capitalismo, sigue precipitando a Europa hacia el abismo de la depresión y,  si la precaria Unión Monetaria salta por los aires, como anuncian  algunos economistas, produciéndose la Europa de diferentes velocidades,  podría arrastrar  a la economía mundial a la recesión globalizada con el peligro de derivar en  una situación de depresión.  “La economía de la zona euro registrará una contracción del 0,3% este año, mientras que el próximo año apenas crecerá un 0,6%, según refleja la última encuesta elaborada por el Banco Central Europeo (BCE)” (Expansión.com. Francfort-(Alemania) 9-8-12).  El resto de las potencias claves tampoco están muy por delante,  pues:  El crecimiento de la economía de EEUU se ralentiza en el segundo trimestre al aumentar el PIB un 1,5%”, (solamente cuando habían previsto un 2 %) (Expansión.com Washington-(Europa Press) 27-7-12). En cuanto a China que  era la locomotora de la esperanza, también está sufriendo ya una desaceleración, pues según publica Lainformación.com el 12-8-12, “China crece un 7,6 % en el segundo trimestre, su peor dato en tres años”  cuando estaba en una media del 10 % en los últimos quinquenios y según los expertos, por debajo el 8 % empezaría a aumentar el paro.

Dada la volatilidad de la situación y el pánico en el que están entrando los estrategas del sistema, estas previsiones pueden variar a la baja fácilmente, como ha venido ocurriendo con anteriores propuestas.  La Banca Europea, en lo que va de año, ha visto caer sus cotizaciones.   Los grandes bancos del continente tienen en sus balances activos inmobiliarios potencialmente sospechosos, activos tóxicos,  por valor de billones de euros.  La deuda del Estado español, Grecia, e Italia en conjunto,  está sobre los  2 billones 987.000 millones a diciembre 2011.  Los fondos de inversión de EEUU, ante estos informes, han reducido a mínimos históricos su participación en entidades financieras de Europa. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice que existen unas pérdidas potenciales por la devaluación de títulos de la deuda pública que podrían superar el billón de euros.

Grecia e Italia.
Con todos esos “presuntos pufos”, los ladrones no se fían de sus colegas, tal como vimos en la última cumbre del G-20 de noviembre pasado.  En esta ocasión el anuncio del referéndum en Grecia hizo saltar por los aires la escenografía acordada, terminando como el rosario de la aurora. La bronca entre los altos mandatarios fue descomunal y las imposiciones de Merkel y Sarkozy, en una reacción de escándalo que violaba cualquier parecido con la “democracia” y abandonando los métodos aparentes de la diplomacia,  amenazaron al Presidente Papandreu con echar a Grecia de la eurozona si no se sometía al gobierno de los “tecnócratas” y acataba  los dictados de los “mercados”, que es la auténtica dictadura del capital financiero. Desfenestraron al gobierno de Grecia e Italia y François Hollande derrotó claramente a la derecha francesa, surgiendo con fuerzas el “Front de Gauche” de Jean Luc Mélenchon, que indica el giro a la izquierda en Francia.

Cualquier gobierno, por muy socialdemócrata que se precie, si se somete a los chantajes y a la lógica del capitalismo tiene que hacer como hizo el Presidente de Grecia: aceptar la hoja de ruta que le dictaban los amos a los que se debe. Esa forma de comportarse preparaba una maniobra para legitimar la política de recortes a aplicar, con una nueva vuelta de tuerca más, que forzaba tanto al Gobierno como a la oposición de derechas a formar un Gobierno de Concentración Nacional que es el resultado que existe ahora, pero como un Protectorado de la llamada “troika”.   

Ese descarado giro a la derecha no es ninguna casualidad: refleja muy bien el miedo de la burguesía a la oleada de manifestaciones y huelgas generales en Grecia, que podríamos señalar como un proceso claramente pre-revolucionario, con millones de asalariados en las calles y plazas protestando por los ataques. La burguesía, a través de sus potentes medios de comunicación en un régimen de oligopolio, han difundido la idea de que es un gobierno de salvación dirigido por “independientes tecnócratas”, cuando la realidad es que tanto en Grecia como en Italia, lo que existe es un giro a la derecha de la cúpula dirigente, junto con un giro a la izquierda por las bases, que, violando la propia formula de “democracia burguesa”, han dado un golpe de estado financiero de tipo “bonapartista”, suspendiendo los formulismos democráticos e imponiendo directamente a unos “administradores directos del capital financiero” para que puedan aplicar las medidas de choque que emanan desde despachos ocultos fuera del control de la democracia, de espaldas  y en contra del pueblo.

Esta situación muestra la gravedad de la crisis tanto en Grecia, como en Italia y asimismo en el Estado español, y expresa el grado de descomposición de la democracia burguesa, corrupta hasta los tuétanos y ampliamente degenerada y mercenaria del Poder de las finanzas; a la vez que supone una seria advertencia para los intereses de la clase trabajadora, dejando claro hasta dónde están dispuestos a llegar con sus ataques, si las fuerzas sociales del movimiento de izquierdas y la juventud no nos organizamos de forma unitaria y los frenamos con la fuerza potencial de la que disponemos en la lucha por transformar la sociedad.  

La descomposición del régimen burgués italiano también ha sido traumática. Su economía se encuentra inmersa en un pantano de corrupción,  atrapada en una deuda pública de más del 120 % del PIB (Más de 1,97 billones de euros), que ha colocado a Italia, la tercera potencia de la zona euro, al borde de la bancarrota con el peligro de arrastrar a la economía mundial hacia una depresión mayor.

Los analistas vienen insistiendo una y otra vez que Italia y España no son Grecia, y es cierto. Las economías de Italia y España,  consideradas entre las nueve primeras potencias mundiales, se han visto vapuleadas por la crisis y por los tiburones de la especulación financiera, sufriendo alzas brutales en su prima de riesgo e incluso superando en algunos momentos los 600 puntos del diferencial con el bono alemán, asomándose al rescate.  Esto obliga a pagar unos intereses del 7 % por las letras a diez años, lo que indica una situación insostenible ya que si la dinámica continúa así, no hay dinero suficiente en el Banco Central Europeo para poder acudir al rescate. Una perspectiva que podría provocar la suspensión de pagos de estas naciones y arrastrar a la economía de Europa al torbellino del precipicio, pues un rescate de Italia o España haría quebrar a la banca Francesa y Alemana. 

Como en Grecia, el nuevo gobierno de Italia, presidido por el antiguo Comisario Europeo, Mario Monti, representa directamente los intereses de los bancos y los monopolios. Un gobierno, que al igual que el griego, ha sido impuesto por el gran capital francés y alemán con el beneplácito de la derecha y la socialdemocracia italiana, y que no tardó ni un mes en presentar un plan de austeridad salvaje:  aumento de la edad de jubilación, recorte de los salarios de los empleados públicos, aumento del IVA y los impuestos indirectos, planes de privatizaciones…Una estrategia de hacer cargar el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias, y que como está sucediendo en Grecia, Portugal, Irlanda,  Gran Bretaña o en el Estado español, están siendo rechazados y respondidos en la calle con grandes movilizaciones.

Todas esas maniobras políticas y financieras están teniendo y tendrán escasos resultados para relanzar la economía productiva, salvo recomponer los beneficios de los grandes bancos y corporaciones capitalistas. A pesar de la quita de la deuda Griega, según  un informe del Banco Central Europeo el país no podrá salir de la recesión hasta 2020, a pesar de que el PIB ha caído ya más de un 30 %, mucho más de la destrucción que provocó los dos primeros años de la Segunda Guerra Mundial.

Divisiones profundas en la UE.

Muchos analistas culpan a Merkel de ser la principal causante del agravamiento de la crisis. Tanto la Canciller como los capitalistas alemanes se niegan pertinazmente a los eurobonos y a que el Banco Central Europeo compre deuda pública que ayude a los países que tengan más dificultades, porque al final, en caso de dificultades, tendrían que ser respaldados por las economías más fuertes del continente, en este caso Alemania y Francia.  Merkel sabe que el BCE ha prestado a los bancos europeos cientos de miles de millones de euros al 1 % para que éstos vuelvan a prestar para comprar bonos de deuda a los países europeos en dificultades, obteniendo una rentabilidad de entre un 20 % y un 4 %, por cuyo procedimiento, muchas de las quitas que tendrán que realizar para intentar salvar el Euro, ya están abonadas de antemano por la clase trabajadora de esos países. La prima de riesgo de “Portugal alcanzaba 855 puntos básicos y la de Grecia 2.449” (Diariocrítico.com 9-8-12).

Los burgueses alemanes no quieren financiar sin garantías de cobro la crisis de los países económicamente más pobres y esa posición está provocando enfrentamientos con los capitalistas franceses. Francia entrará en recesión en 2012 ya que en el último trimestre de 2011 creció solamente un 0,1 % del PIB.  Las perspectivas de crecimiento para Alemania son muy bajas, entre un 0,1 % y un 0,2 % para el primer semestre del año que viene. Y Gran Bretaña también está estancada, pues espera un crecimiento raquítico del 0,1 % para los próximos trimestres. 


Las dificultades se extienden también a Bélgica y Austria, cuyas primas de riesgo han subido en torno al 200 %, alcanzando en Portugal, que supera los 850,  la calificación de su deuda el degradante nivel de “bonos basura”.

Con todo ese panorama como telón de fondo este año pasado se agravaron  las presiones para emitir eurobonos que llegan al punto álgido con el enfrentamiento abierto entre Durao Barroso y Angela Merkel, (involucrándose en la disputa Sarkozy que ya estaba de capa caída).  Con la entrada de Hollande, parece que están intentando modificar algo la estrategia económica, pero el margen es tan raquítico que lo tienen muy difícil. Los que defienden los eurobonos quieren que la UE   disponga de tanta liquidez como EEUU para respaldar la deuda, con lo cual lograrían una rebaja de los costes de su financiación. En 2010 la deuda de la eurozona llegó al 85,4 % del PIB, ascendiendo a 7,8 Billones y la de EEUU alcanzaba los 19,2 Billones de dólares (94,4 % PIB).

La disputa está en que si se emiten los eurobonos para cubrir a todos, tendría que ser Alemania la avalista y ese es el quid de la cuestión. La burguesía francesa pretende que sea el BCE el que se convierta en garante para que compre toda la deuda que sea necesaria en los países que tengan problemas dentro de la eurozona, pero esto ha sido rechazado de plano por Alemania en la cumbre de Estrasburgo del 24 de Noviembre. Se habla con insistencia de una eurozona de dos velocidades, algo que agravará el problema en vez de solucionarlo. La Unión Europea de los Mercaderes es una utopía reaccionaria y se muestra incapaz de dar soluciones a las cuestiones sociales y económicas, por lo que la batalla continuará debido a la profundización de la recesión. 

Las perspectivas de recrudecimiento de la crisis han reabierto a una escala tremenda el debate sobre el futuro de la unión monetaria, que es lo mismo que el de la Unión Europea. Los partidarios de la desaparición de la UE, incluso del euro, toman posiciones. Paul Krugmann, premio Nobel de economía, en un escrito  afirmaba que   “la amarga verdad es que cada vez da más la impresión de que el sistema del euro está condenado. Y la verdad todavía más amarga es que, dado el modo en que ese sistema se ha estado comportando, a Europa le iría mejor si se hundiese cuanto antes mejor”.

La necesidad de una integración política, económica y social, para poder salvar al euro es asumida por la mayoría de los estrategas del capitalismo, pero no se ponen de acuerdo en el cómo y quién carga con la factura.  Se han quedado sin paradigma económico y tanto el liberalismo monetarista como el keynesianismo son modelos imposibles de sacar a Europa y a la economía mundial del pozo de la recesión en el que está sumida.

La última reunión de la UE en Bruselas del pasado 9 de diciembre se ha saldado con la victoria de las posiciones políticas de la burguesía alemana: austeridad y planes salvajes de recortes de gasto público;  reformas de los tratados para imponer la disciplina fiscal; sanciones a los Estados que la incumplan; y vigilancia de los presupuestos nacionales que tendrán que ser acordados con el BCE, es decir, con la burguesía alemana. La autoexclusión de Gran Bretaña de estos acuerdos es, asimismo, una señal de que el abismo abierto ante la UE no ha sido resuelto. El dominio de la clase dominante alemana sobre sus competidores, no evitará que ante la perspectiva de la continuidad de la recesión, incluso su recrudecimiento, los enfrentamientos entre las distintas burguesías se agudicen en los próximos meses.

 Cada vez más economistas están manteniendo la tesis de que con la espiral de recortes y ataques adoptados la crisis se agravará, porque hunden las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría de la población asalariada, que son los consumidores, arrastrando la demanda global a la baja y lastrando la recuperación en cada uno de los países. Las cuentas son claras. La deuda pública de Grecia, que como hemos dicho está en torno al 132 % podría subir al 200 % en 2013 si continúan con estas medidas. Es imposible que disminuyendo cada vez más el poder adquisitivo de los salarios, con una tasa oficial de desempleo en el 18,4% (la real se sitúa entorno al 25 %), y la reducción drástica de la inversión pública, la economía griega se recupere.

Los capitalistas, y los gobiernos que se inclinan ante ellos, llevan años mintiendo a los ciudadanos y empleando discursos demagógicos animando con una salida común de la crisis, pero una vez y otra, los brotes verdes se marchitan y la luz que dicen ver al final del túnel queda reducida a negras cenizas. 

 La lucha por el mercado mundial y la respuesta de las masas está siendo  titánica, pues cada día se reducen más, lo que determina una actitud belicosa de las distintas potencias que se disputan cada palmo de ellos. Los enfrentamientos y las divisiones dentro de la Unión Europea son públicos y notorios entre los países más fuertes, Alemania y Francia principalmente, contra los más débiles, Portugal, Italia, Grecia y España. Por otra parte, la economía de los EEUU se sigue contrayendo, con aumentos históricos de la deuda y déficits abultados hasta alcanzar 15 billones y de 1,5 billones de dólares respectivamente.  La amenaza severa que representa el contagio de la crisis por impago de la deuda de Europa en los Estados Unidos  podría arrastrar al sistema financiero mundial hacia un agujero cada vez más profundo. 

 Asimismo, la gran batalla que están librando EEUU y China por el control de la zona de Asía-Pacífico, que representa el 50 % del comercio mundial, es otro síntoma de la gravedad de la crisis. Una batalla por el dominio económico y geoestratégico que está teniendo su traducción en un aumento de la carrera de armamento y amenazas de conflagración mundial en zonas caliente como Irán, y Oriente Medio de consecuencias imprevisibles.

 China está avanzando en la carrera espacial y militar, construyendo armas modernas, bases militares, misiles de largo alcance y aviones ultramodernos no tripulados; una dinámica semejante en otros países de la zona, que están firmando tratados militares con los EEUU que utiliza el complejo militar-industrial para ayudarse a salir de la crisis económica, pues ve en ello un sector más para su recuperación y su política hegemónica mundial.

La crisis del capitalismo no sólo está teniendo consecuencias en el plano económico. Sus repercusiones en el terreno de la lucha de clases han puesto en el orden del día grandes movimientos revolucionarios. En Latinoamérica, el proceso se extiende a nuevos países que eran ejemplo de estabilidad: en Chile se han producido las movilizaciones de la juventud más importantes desde la caída de Pinochet. En EEUU, un nuevo movimiento de masas, con una envergadura desconocida desde los años sesenta,  contagio de la “primavera árabe” y del movimiento 15-M, con movilizaciones ciudadanas potentes como Ocupar Wall Street,  está tomando  las calles de las principales ciudades al grito de somos el 99%.

En el mundo árabe, la revolución ha derrocado dictaduras sangrientas que habían sido apoyadas por las potencias de Occidente durante décadas. Dese Túnez hasta Yemen todo está en ebullición, con masacres como en Libia o en Siria que son verdaderos genocidios.  También en Europa estamos asistiendo a grandes movilizaciones, huelgas generales y luchas de la juventud. Un gran movimiento que pone en cuestión el capitalismo, las instituciones de la democracia burguesa, y señala como alternativa la transformación socialista de la sociedad.  Sólo bajo el socialismo, bajo un régimen dónde las palancas de la economía y el poder político estén bajo el control democrático de la mayoría de la población, será posible la auténtica democracia.


IV.- SITUACIÒN EN EL ESTADO ESPAÑOL.

La crisis actual del capitalismo español no será un fenómeno pasajero que se pueda resolver en cuatro años, como algunos demagogos venían  diciendo en la mentirosa campaña orquestada por el PP, la burguesía y su enorme aparato de propaganda en las pasadas elecciones.   El gobierno Rajoy está llevando a cabo una ofensiva sin precedentes contra la clase trabajadora, la juventud, los pensionistas y las capas menos favorecidas. Si el nuevo Gobierno  acelera y profundiza los recortes contra el gasto social, como está anunciando,  la situación va a ir de mal en peor y no podemos descartar  serios estallidos sociales, que serán responsabilidad de la nefasta y agresiva política del gobierno del PP contra el pueblo. 

El programa del PP se sustenta en el apoyo a la ofensiva que le exigen los capitalistas, con la CEOE a la cabeza, y el sometimiento a los dictados del FMI, BM y el BCE que representa una total pérdida de soberanía del Estado que viola la Constitución, al desmantelar el incipiente “Estado Social y Democrático de Derecho”.  La perspectiva para los próximos meses es clara;  se profundizarán los ataques a la enseñanza y la sanidad pública, a los servicios sociales, con recortes salvajes y la aplicación de medidas privatizadoras como el copago y la reducción del tramo obligatorio en la educación pública, con la potenciación de la privada.

Habrá una disminución de las prestaciones por desempleo, y el despido de miles de empleados públicos; dentro del paquete de reforma laboral se contempla asimismo el intento de minar la negociación colectiva en beneficio de la patronal, el abaratamiento del despido que afecta  a otros cientos de miles de asalariados más que irán a engrosar las cifras de paro, de las cargas sociales reducción a la patronal, aumento de las subvenciones a los empresarios y disminución de impuestos para los más ricos y aumento del IVA y otros impuestos que afectan más a las capas medias y a los asalariados y a los pobres.

Debido a que las perspectivas de recuperación de la economía española y mundial se volatilizan, con una temible recaída de la recesión, los esfuerzos del PP, presionados por los capitalistas, se concentran en defender sus beneficios, a costa de una intensificación de la explotación a los trabajadores y el saqueo de las arcas públicas, como ha sido trazado por el FMI, el BCE y el Banco de España.

Si analizamos algunos datos, como por ejemplo, los indicadores de coyuntura de la economía española, vemos que se siguen deteriorando y casi todos son negativos:   En el primer trimestre de este año, el consumo de los hogares baja   -6 %,  la Formación Bruta de Capital Fijo,  que nos indicaría los puestos de trabajo que se podrían crear en el futuro si fuese positivo, está todavía en negativo y desciende   -8 %, y la FBCF en construcción sigue desplomándose en  -10,2 %.   El índice de producción industrial en mayo 2012 cae  el  -6,1%, el consumo de cemento  – 32,3 % en junio, las pernoctaciones en hoteles, es lo único que se salva pero con un raquítico aumento en mayo de un 0,4 %, pero la matriculación de automóviles se desplomó en junio un -11,7 % y el indicador de la confianza de los consumidores está por los suelos, desplomándose un -25,1%.  El dato más preocupante sigue siendo el paro pues en el 1º T/12 cayó un -0,4 % y la tasa de paro de la EPA está en el 23,7 % con 4.729,600 parados registrados. (El País, pag.17 Suplemento Negocios 22-7-12).

En lo que llevamos de año, los ingresos medios anuales de los hogares siguen descendiendo respecto al año 2011, habiéndose incrementado la precariedad laboral y los desahucios de viviendas por no poder atender las hipotecas, pero los capitalistas quieren más y no se pararán ante nada.

Debido al carácter parasitario y relativamente débil de la burguesía española, y la gravedad de la crisis económica, los ataques serán mucho más fuertes y salvajes contra los asalariados, pues los capitalistas pretenden compensar la creciente factura de los intereses que el Estado paga a la banca y el gigantesco agujero que ésta tiene como consecuencia de la colosal estafa que representó la burbuja inmobiliaria, con una brutal reducción de los gastos sociales.

Tanto en las cuestiones económicas como en las políticas y sociales, el PP ha pasado a la ofensiva desde el primer momento, pero con un clima de contestación creciente en las calles y plazas, que están presente fundamentalmente desde el 15-M. La confrontación en líneas de clase es una perspectiva inevitable en un periodo no muy largo de tiempo.

La verdadera interpretación de lo que ha ocurrido en las urnas el 20-N es que la coalición tácita de “liberales y  socialdemócratas” ha cosechado un sonoro fracaso, mientras el PP tan sólo ha mantenido su techo electoral pero sin ampliar su respaldo. Existe una aparente contradicción en la actual situación política, que puede ser resumida en el hecho de que haya ganado la derecha mientras que los trabajadores han estado luchando y girando a la izquierda, con las movilizaciones más importantes desde la transición, como se vio en las manifestaciones del 15-J y el 15-O, y las fuertes luchas en el sector de la Enseñanza, la Sanidad, la Minería y el Campo Andaluz.  Pero se trata de una contradicción fácilmente explicable: las aspiraciones de millones chocaban con una política,  la del Gobierno de Zapatero, que había provocado un profundo descontento entre la base social socialista.  Millones de votantes dieron la espalda al partido por su política anti-obrera, pero no votando al PP,  que mantuvo su techo, sino engrosando la abstención y apoyando, en menor medida, a Izquierda Unida que se convirtió en la auténtica ganadora, como se demostró con rotundidad en Andalucía, con el sonado frenazo al PP.

En estos resultados también ha influido la política de las direcciones de UGT y CCOO. Las cúpulas sindicales de esos sindicatos, después de la huelga del 29-S de 2010, y al no contemplar ninguna alternativa clara para luchar contra los recortes basándose en la fuerza del movimiento obrero, asumieron en la práctica el papel de “grandes hombres de Estado” para contribuir al salvamento del sistema capitalista al que, teóricamente, tienen la obligación de combatir.  En lugar de reconocer claramente el fracaso de la política de pactos sociales y asumir que es preciso, como reclaman las bases, dar una respuesta contundente a la ofensiva patronal a la que se enfrentaban, respaldaron la “contra-reforma de las pensiones” y cedieron ante la actitud cada vez más belicosa por parte de la CEOE que en la práctica arrebata los derechos laborales conquistados a base se sacrificios y luchas por los trabajadores.

La actitud reciente de las direcciones de CCOO y UGT ofreciendo nuevos pactos con el gobierno del PP y a la Patronal, solamente podrán conseguirse si se lesionan profundamente los intereses de los trabajadores. La debilidad invita a la agresión y los capitalistas han visto esta situación de debilidad y postración de parte de los dirigentes sindicales y se envalentonan, pero no tienen en cuenta un pequeño-gran detalle, como es el ambiente de las masas, que sienten la necesidad de luchar ante los ataques provocativos de la patronal y el gobierno.

La contradicción que viven las masas bajo el capitalismo, al  observar un estado de corrupción y despilfarro enorme entre la burguesía, alcanzando incluso a familiares de la Casa Real, y la agobiante situación que padece la clase trabajadora y los pobres, se hace cada día más patente rechazando el modelo de “democracia burguesa”.

De una u otra forma, cualquier alternativa sindical y política que quiera servir a los intereses de la mayoría de la sociedad, que es la clase trabajadora asalariada, tiene que partir de una realidad básica:  que en esta fase de la crisis y con el capitalismo mundial en plena decadencia, cualquier intento de conciliar los intereses de los burgueses y los del asalariado, llevarán a la colaboración con quienes controlan el gran capital financiero y los grandes monopolios, admitiendo su lógica que contradice los intereses de  los explotados,  de los campesinos, de los autónomos, de las pymes y de la clase asalariada en su conjunto.

La única vía para frenar los ataques y hacer valer nuestros derechos, es mediante la lucha, y no asumiendo la lógica de la dictadura del capitalismo. Pablo Iglesias nos enseñaba que la contradicción fundamental del capitalismo se encuentra entre el carácter social de la producción y la forma de apropiación individual de los beneficios que comporta la existencia de la propiedad privada de los medios de producción. Nos decía también que esa contradicción ha sido constante bajo el capitalismo desde su nacimiento, tanto en momentos de auge como de recesiones, pero mientras más se desarrollan las fuerzas productivas, cuando más se integran en la economía globalizada, más aguda e insoportable se hace esa contradicción.

La actual crisis económica la ha exacerbado en grado extremo. Las fuerzas productivas creadas, tanto por la mano del obrero como por su inteligencia, están ahora prisioneras del estrecho marco de la propiedad privada y el mezquino afán del lucro privado. La enorme desigualdad del reparto de la riqueza explica que la misión histórica de los capitalistas está totalmente agotada, y la existencia del capitalismo como modelo es ya un auténtico obstáculo para el progreso social. La verdadera causa del caos económico, y la dictadura del sistema financiero, se explican por las dos grandes contradicciones en las que se encuentra atrapado el sistema: la propiedad privada de los grandes medios de producción,  y las fronteras nacionales.

Es relativamente reciente el eufemismo creado por los estrategas del capital, que culpan de todos los males a “los mercados”, pero es  preciso comprender a qué se refieren con esa “misteriosa” palabra.  En realidad esos “mercados” no son otros que individuos archimillonarios, que acumulan gigantescos patrimonios,  que directamente o por medio de “testaferros” manipulan las finanzas con ventajas, artificios, ingenierías financieras y estafas colosales, a la vez que condicionan y  determinan para esa ínfima minoría el funcionamiento y los beneficios privados, de la economía y del conjunto de la sociedad.  (Lo que ellos  llaman “Libre Mercado” es una falsedad suprema).


En un reciente estudio se ha revelado que en el Estado español, 1.400 personas, o sea un 0,035 % de la población, controlan las palancas fundamentales de la economía y poseen una capitalización  que equivale al 80 % del Producto Interior Bruto. A escala mundial los 737 primeros bancos, compañías de seguros y grandes grupos industriales controlan el 80 % del valor de las 43.000 principales empresas multinacionales; y un grupo más selecto de 147 entidades controlan más del 40 % de todo el valor de las multinacionales mundiales y de entre ellas, las 50 multinacionales más potentes son las que toman las decisiones a través de sus Consejos de Administración, siguiendo la hoja de ruta que les marcan grupos semi-clandestinos como el Club Bilderberg o la Trilateral.

Esta situación confirma las tesis de que habría que expropiar a poquísimas personas para que la inmensa mayoría de la humanidad pudiésemos vivir dignamente con todas las necesidades básicas cubiertas, como venimos proponiendo una y mil veces los socialistas marxistas.  Con una alternativa genuinamente socialista, defendiendo la nacionalización de los medios de producción socializados bajo control democrático de los trabajadores, al servicio de la mayoría de la sociedad, el desarrollo económico, social y cultural daría un salto de gigante. En una verdadera democracia, en una sociedad que marchara resueltamente hacia el socialismo nadie debería impedir que toda persona que no esté impedida por enfermedad, excluyendo a la infancia y a los ancianos, pudiesen trabajar en buenas condiciones y con unos ingresos decentes para que todos los avances técnicos redundasen en más tiempo libre para desarrollarnos como seres humanos con todo el potencial que brinda el actual nivel tecnológico y científico alcanzado.

El socialismo ya no es una utopía como nos quieren seguir haciendo creer los defensores del capitalismo, sino que se ha convertido en una necesidad para la humanidad. Como sintetizaba Federico Engels en una de sus reflexiones: “”En la sociedad capitalista, los medios de producción no pueden ponerse en movimiento más que convirtiéndose previamente en capital, en medio de explotación de la fuerza humana de trabajo. Esta imprescindible condición de capital de los medios de producción y de vida se alza como un espectro entre ellos y la clase trabajadora.  Ella sola es la que impide que se engranen la palanca material y la palanca personal de la producción;  ella es la que no permite a los medios de producción funcionar y a los obreros trabajar y vivir. De una parte, el régimen capitalista de producción revela, pues, su propia incapacidad para seguir rigiendo estas fuerzas productivas. De otra parte, estas fuerzas productivas acucian con intensidad cada vez mayor a que se liquide la contradicción, a que se les redima de su condición de capital, a que se les reconozca, efectivamente, su condición de fuerzas productivas sociales”. 


V.- POR UNA ALTERNATIVA SOCIALISTA QUE ROMPA CON LA DICTADURA DE LOS MERCADOS

Nuestro partido, el  Partido Socialista Obrero Español tiene que realizar un cambio de rumbo programático, un verdadero giro hacia la izquierda,  para ofrecer una salida a la clase trabajadora, que sea asumida como propia  y que restablezca el apoyo y la confianza de la mayoría de la sociedad.

A)  Nacionalizar el sistema financiero bajo el control democrático de los trabajadores y sus organizaciones.

Es urgente cambiar la política económica y  monetaria practicada hasta ahora. No es posible salir de la crisis utilizando los mismos mecanismos liberales que han llevado al colapso a la economía, por lo que la única política correcta sería utilizar todos los recursos financieros disponibles para la creación de un “banco público estatal único,  es decir nacionalizar el sistema financiero bajo control democrático de los trabajadores y sus organizaciones, y poner la economía al servicio de la producción y ésta al servicio de los seres humanos.

Es completamente inviable que el gobierno intente convencer a la Banca Privada de que conceda créditos, cuando el sistema está completamente colapsado, porque a los jefes y amos de la banca privada sólo les interesa obtener gratis los fondos del Estado para mantener sus insultantes beneficios y repartir dividendos entre sus accionistas.

Consideramos que es urgente en cuanto que el PSOE vuelva a conquistar el Gobierno, para lo cual es preciso marcar una táctica de unidad con las demás fuerzas de izquierdas, tanto sindicales como políticas,  que se decrete la expropiación de los bancos privados, con indemnización solo en casos de necesidad comprobada,  con el objetivo de concentrar todo el crédito en manos del Estado, para gestionarlos democráticamente entre el Gobierno, los sindicatos de clase, los propios empleados de la Banca, y el conjunto de las organizaciones obreras, como la mejor forma de democratizar los recursos financieros, evitar la corrupción y la especulación y exigir el desmantelamiento de los paraísos fiscales.  

Esta política no significa, ni mucho menos, la expropiación de los pequeños ahorradores y depositarios, sino todo lo  contrario, pues una vez nacionalizado y democratizado esos recursos dinerarios, tendrán la garantía del Estado. De esa forma, una Banca Pública Estatal, al servicio de la producción y gestionada democráticamente,  puede establecer condiciones más favorables para otorgar apoyos y conceder préstamos a bajo interés,  a los pequeños y medianos empresarios, a los agricultores, a los pequeños comerciantes, a los pensionistas, a los ahorradores, a la vez que se permitiría la inversión en los gastos sociales, vivienda, sanidad, educación e infraestructuras públicas tan necesarias dando empleo a millones de jóvenes y trabajadores.

De hecho, la nacionalización en la práctica de la banca se está llevando a cabo de una u otra manera por gobiernos de todo signo político, pero por desgracia, se está llevando a cabo poniendo los recursos públicos al servicio de la burguesía y salvando los intereses del capital privado.   El gobierno del PP está robando a los pobres para darle dinero a los banqueros y especuladores. La consigna, nacionalizar las perdidas, privatizar las ganancias, es el programa del gran capital que está llevando a cabo Rajoy.  De ahí se desprende este ataque sin precedentes a los gastos sociales y las conquistas históricas del movimiento obrero.

B) Por una vivienda digna y accesible a toda la población.

El derecho a una vivienda digna es esencial para todo ser humano. Una de las tareas fundamentales de un próximo gobierno de los trabajadores tiene que ser poner en marcha un plan de construcción de un millón de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente bajo control obrero. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos. Impuestos progresivos a los especuladores que poseen gran cantidad de viviendas vacías, para forzar a sacar estas viviendas en alquiler y evitar que la vivienda sea un medio de especulación.

El Gobierno debe desconocer el valor actual de las deudas hipotecarias de las familias obreras, que están ligadas al valor artificial del suelo originado en el boom inmobiliario, que se derrumbó.  Paralización inmediata de los embargos por hipotecas de viviendas y bienes de las familias trabajadoras.  Ninguna familia obrera debe pagar más del 10% de su Salario Familiar en vivienda. Plan de alquiler estatal con ofertas habitacionales que no sobrepasen el 10% del Salario familiar.

El Estado procederá a la expropiación de todos los inmuebles y viviendas abandonados, o no ocupados durante un año, o que estén fuera de uso, para que puedan alojarse las familias sin viviendas y sin recursos, o/y para que puedan ser usadas socialmente como centros culturales y de ocio. La entrega y el uso de cada inmueble deberá estar controlado por la Asambleas de peticionarios correspondientes de cada zona, con representación de Asociaciones Vecinales, Sindicatos de clase y Vecinos que tengan solicitada vivienda social.

C) En defensa de la enseñanza pública.

En defensa de una red de enseñanza pública de calidad, gratuita, laica y científica.  Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública. Ninguna subvención estatal a la enseñanza privada.  Incremento del presupuesto educativo hasta el 7 % del PIB. Por una universidad pública y gratuita para los hijos de los familias trabajadoras.

D) En defensa de la sanidad pública: No a la privatización, no al copago.

Incremento de un 20 % de los presupuestos de la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global. Plan de inversiones en Hospitales y medios sanitarios. No a la privatización de la sanidad pública, al recorte presupuestario y al despido de trabajadores del sector. No al copago. Desarrollo real de la Ley de Dependencia e incremento de los puestos de trabajo del personal dedicado a la salud pública para atender dignamente a todos los enfermos.

E) Luchar contra la especulación y la corrupción.

Que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero  público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas y presentan Expedientes de Regulación de Empleo, poniendo en peligro miles de empleos entregando esas empresas en manos de los trabajadores con apoyo financiero y técnico por parte del Estado. Fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas. Lucha contra el fraude fiscal: expropiación de los grandes capitales que defrauden a Hacienda. Los representantes del Partido en las Instituciones no deberán cobrar más de la media del sueldo de un trabajador cualificado.

F) Un plan de choque de inversiones públicas.

Contra la huelga de capitales y la caída brusca de las inversiones privadas y dado que los capitalistas españoles no invierten, se procederá a incrementar la inversión por parte del Estado. Plan de construcción de viviendas públicas, hospitales, centros de estudio y universidades, para dar empleo a los millones de parados existentes y satisfacer las necesidades sociales.  Inversión en I+D+i. Introducción de la robótica y las nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo en cada empresa que lo requiera, bajo una planificación racional de los recursos y bajo control democrático de la gestión por los trabajadores.

Cuando el empresario presente un ERE o el expediente para cierre, se le exigirá que se abran los Libros de Contabilidad de la empresa o  grupo de empresa al que pertenezca. Se ejercerá el control social para evitar el vaciamiento de los recursos financieros y demás bienes de la empresa y se fiscalizará el funcionamiento correcto evitando los fraudes, robos y boicoteo a la producción, que será puesta bajo control estatal.

G) En defensa del empleo y contra el paro.

Jornada laboral de 35 horas semanales sin reducción salarial con el objetivo de repartir el trabajo como un bien escaso.

Para dar paso a la juventud y combatir el desempleo juvenil, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo y fomento del contrato de aprendizaje.

Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días en puestos fijos y contratos de fijos discontinuos en puestos eventuales.

Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento por Ley de "a igual trabajo, igual salario", sin excepción con fuertes sanciones para los patronos que infrinjan esa legislación.

Plenos derechos laborales iguales como ciudadanos, tanto para los inmigrantes como los nativos, por lo que es necesario derogar la actual Ley de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político.

Nacionalización de las empresas en crisis para defender todos los puestos de trabajo.

Como apoyo social de urgencia, el  Estado entregará de forma obligatoria a todo trabajador en paro que no perciba prestación económica alguna,  ayudas de emergencia en alimentos, ropas y bonos de transporte indispensables para tener una vida digna, comprometiéndose el trabajador a  prestar servicios sociales a través del Municipio al que sea asignado provisionalmente mientras no se le oferte otra alternativa laboral.

El trabajo social prestado será proporcional al valor de la ayuda recibida y se ejercerá un control público mediante la Asamblea de barrio o zona, en colaboración con las Asociaciones Vecinales y los sindicatos y Comités de Parado, que deberán realizar un censo para saber exactamente las familias o personas que necesiten  dichos servicios sociales básicos, que deberán ser solicitados mediante votación  positiva de la Asamblea a la que estén inscrito, con el objetivo de erradicar de inmediato los casos de pobreza extrema y solamente estarán exentos de prestar ese trabajo social sustitutorio los niños, los ancianos y los impedidos por enfermedad, mediante baja médica u hospitalaria.

Es  prioritario  la legalización inmediata de todos los trabajadores  que son explotados en la economía sumergida con el mero requisito  de proceder al alta de oficio a toda persona que esté prestando servicios y no se encuentre en nómina, pasando a contrato fijo de plantilla, con el único requerimiento de comunicar el alta al sindicato, a la patronal  y a la inspección de trabajo por parte del trabajador afectado.

H) Por los derechos sociales y el fomento de la actividad productiva.

 Mantenimiento de los servicios de empleo dentro del Estado. No a las ETTs. Por un puesto de trabajo o subsidio de desempleo indefinido igual a un Salario Mínimo Interprofesional de 1.100 euros al mes a partir de los 16 años y salario máximo de altos cargos públicos y privados que no superen cuatro veces el salario mínimo, regulados a través del IRPF a través de una reforma impositiva progresiva y justa.

Subida automática de los salarios igual a la subida del  coste de la vida con la introducción de la escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses bajo control de comités sindicales, asociaciones de consumidores y gobierno para evitar la inflación descontrolada.

Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría, para lo cual es preciso decretar la nacionalización de la banca y  los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados y poniendo estos recursos productivos bajo control democrático de los trabajadores para impulsar la economía productiva. Con estas palancas económicas fundamentales en poder de la sociedad, pueda llevarse a cabo un verdadero plan que incremente la producción, cuya capacidad productiva instalada está estrangulada en los momentos actuales en torno al 68 %.

Desde la Transición no se habían producido movilizaciones jornaleras tan impresionantes en Andalucía como las que se están viendo este año, con la toma de tierras de  la Finca las Turquillas, la requisa de comida de los supermercados para paliar el hambre de miles de familias, duras luchas contra los decretazos del PP, que sin lugar a dudas refuerza el papel del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)  que se mantiene  en la vanguardia de la lucha por un empleo digno para los jornaleros.  La contra-reforma del PP y los recortes presupuestarios  supone la desaparición de las ayudas que hundirán en la hambruna a miles de familias, por ello es cierto que las movilizaciones y la amenaza de la Huelga General se   acerca a pasos agigantados. 

Está claro que existen condiciones para otra huelga general, esta vez de 48 horas que si CCOO, UGT, SAT, CGT, S.E. y otros colectivos se deciden seriamente ir a la lucha, con unas  reivindicaciones concretas, el apoyo masivo, como viene siendo demostrado en las recientes movilizaciones y manifestaciones, serán secundados por cientos de miles, porque incluso el grito de “Reforma Agraria ya”,  expresa el ansia del pueblo de que las cosas tienen que cambiar, para poder trabajar y  producir, como la única forma de salir de esta recesión. 

En las asambleas públicas los obreros y obreras dejan claro,  una vez tras otra,  que quieren  un trabajo digno en vez de limosnas y subvenciones. En Andalucía solo el 2 % de los propietarios son dueños del 50 % de la tierra, aumentándose la concentración en los últimos años, ya que muchos pequeños propietarios tienen que vender sus pequeñas fincas por no poder competir con los terratenientes que se llevan el 80 % de las subvenciones. Los pequeños campesinos caen en manos de la banca o de las grandes multinacionales que controlan las grandes superficies de ventas, imponiéndoles precios por debajo del costo de producción lo que les sume en la ruina, empujando a su vez a los salarios hasta situaciones de esclavitud. 

Pero el sector que se lleva los palos es el de los jornaleros que no tienen ninguna propiedad  y solo dependen de su fuerza de trabajo, pero con el brutal índice de paro que existe, no tienen faena mientras miles de hectáreas,  propiedad de unos cientos de terratenientes,  permanecen ociosas, no se cultivan o se dedican a cotos o ganaderías, perpetuándose la situación indigna de paro forzoso, volviéndose de nuevo a la denigrante situación de contratación mediante el “pisotón en la plaza del pueblo”.

La única salida para solucionar las necesidades  de las familias de los jornaleros, campesinos pobres y clase trabajadora en general y fomentar la creación de puestos de trabajo, es que  el Estado expropiara, con indemnización en casos de necesidad comprobada, los latifundios de más de 200 Ha, para realizar una explotación en régimen cooperativo, con apoyo técnico y financiero estatal que permita reformar y modernizar las estructuras agrarias, encaminadas a la industrialización y distribución social caminando hacia la soberanía alimentaria y el fomento de la exportación de los excedentes.   

Para luchar con firmeza contra el paro forzoso y cierre de empresas, se decretará la expropiación sin indemnización por el Estado de todas las fábricas y empresas cerradas por sus dueños o que estén con  expedientes y litigios de despidos que tengan  reivindicaciones en marcha por parte de los trabajadores, para que sean puestas en funcionamiento bajo control democrático de sus propias plantillas, para lo cual, el Estado deberá garantizar el salario fijado en convenio y prestarle ayuda,  apoyo técnico,  financiero y plantear una democracia real bajo control obrero.


VI.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA LUCHAR POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.

Ese programa anterior,  a favor del pueblo y de las familias trabajadoras,  es evidente que no lo van a aplicar los empresarios y la burguesía  por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas. Para que sean efectivas y llevadas a la práctica es necesario un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE-IU y otros partidos de izquierdas, que responda de verdad a su base social, con la colaboración plena de las fuerzas sindicales y asociaciones progresistas de consumidores y usuarios.

Para ello es preciso un reagrupamiento de  toda la izquierda, que movilice a los ciudadanos, que organice las asambleas de barrios, al sindicalismo de clase, a la juventud, a la mujer, al ecologismo y otras fuerzas de progreso a las que les pedimos que participen, apoyen y exijan la aplicación y la gestión de este plan de acción. Un movimiento que haga realidad la exigencia de democracia verdadera ya,  que confluya con las fuerzas que ha movilizado el 15-M a través de una acción sostenida de masas.

Para ganar a la mayoría de la clase obrera para este programa, un auténtico programa socialista, las organizaciones en su conjunto, tanto sindicales y la izquierda en general deberían unificar sus luchas y reivindicaciones, como insistentemente están demandando miles de activistas obreros, juveniles, de consumidores y vecinales,  que vienen tomando las calles y plazas cada vez con más insistencia.  En primer lugar, es preciso hacer un esfuerzo por caminar hacia la unidad del movimiento de los trabajadores por la defensa de un programa de acción común, con plena libertad de cada organización y colectivo para defender sus planteamientos y propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente en asambleas generales de cada pueblo, distrito o comarca. En segundo lugar, los activistas de izquierda deberían desarrollar un trabajo sistemático, de concienciación y encuadramiento, para difundir este programa en el seno de las organizaciones sindicales y en defensa de una acción sindical de clase, combativa y democrática.

Mientras que tengamos el derecho de opinar y quejarnos pero sean otros, como los grandes empresarios y banqueros nacionales y extranjeros, los que decidan en contra de nuestros intereses, jamás habrá auténtica democracia ni podremos avanzar hacia la superación del capitalismo: soportaremos esta  “fachada” de democracia que no es otra cosa que “la dictadura del gran capital”. Necesitamos una democracia auténtica, una “democracia obrera”, “una democracia socialista”, una “democracia auténtica ya”,   basada no en funcionarios y burócratas corruptos sino en el control y la gestión directa de la población de todos los aspectos de la economía, la cultura y la sociedad; una democracia de los trabajadores basada en la participación y el control de la población por medio de Comités y asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, coordinados en el ámbito local, provincial y nacional, donde cualquier representante o funcionario sea elegido y revocado en cualquier momento por la población y que, en ningún caso, perciban un salario superior al salario medio de un obrero cualificado; donde las tareas de administración y gestión no estén confiadas exclusivamente a “especialistas” separados del pueblo sino que sean ejercidas por el conjunto de la población.

El Socialismo es internacional o no es nada, por lo que es preciso compartir y extender estos métodos de lucha a los países hermanos de Europa, de Latinoamérica y resto del mundo. Los socialistas marxistas defendemos el internacionalismo no como una buena idea sino como una necesidad para defendernos de la crisis de capitalismo. Frente a la UE del gran capital, abogamos por los Estados Unidos Socialistas de Europa como primer paso para una Confederación Socialista Mundial, que en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, supere la actual pesadilla a la que nos enfrentamos.

Con la participación activa y democrática de la mayoría de la población en lucha por estos objetivos, estaríamos en condiciones de avanzar hacia una sociedad verdaderamente democrática, donde, liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia y con los medios de producción bajo control de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras familias podríamos participar conscientemente en todas las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales de una sociedad basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía, y ésta al servicio de la humanidad. Consideramos que sí existe una alternativa, así como los medios para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama Socialismo.

(*) CONTINUAMOS EL DEBATE ENTRE LAS BASES CON ESTE BORRADOR DE PROPUESTAS ALTERNATIVAS  QUE PRESENTA LA CORRIENTE EN  MÁLAGA  A LA  IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA  PARA QUE SEA DEBATIDO Y ENMENDADO,  PARTICIPANDO CON ESTAS APORTACIONES  EN LAS CONFERENCIAS PROGRAMADAS PARA ESTE OTOÑO EN EL P.S.O.E,


 

NOTAS:

Para ponerte en contacto con nuestra corriente llama o escribe  a: 
COORDINADORAS DE  IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE.
ANDALUCIA:  
Coordinador: José Antonio Pérez Tapias. 
Tl. 629.232.886  jptapias@ugr.es
Coordinador: Miguel Manzanares: 
TL: 690.852.812.  mdocesal@gmail.com
MÁLAGA: Pepe Martin. Portavoz. 
Tl. : 687.666.009 mcbustam@gmail.com
MALAGA: Antonio Hijano: Coord.Axarquía. 
Tl : 647,918.315  tonihijano@hotmail.com
MÁLAGA: Paco Vela: Coord.Provincial:
Tl:  657.860.806  macadamia07@gmail.com
GRANADA: Manuel Cruz. 
Tl. 600.223.739 manuelcruzrecio@gmail.com
CÁDIZ:   Lola Torrado: 
miconcep5@hotmail.com
CADIZ:   Paco Aguilar. 
TL: 606.552.336.  pacoaguilar1@gmail.com
ALMERÍA: Alonso Garcia. 
Tl: 678.858.366  alonsumusu@hotmail.com
ALMERIA: Daniel Risueño: 
e-mail:    danielalmendricos@gmail.com
CÓRDOBA: MANUEL GONZÁLEZ, 
Tl: 630.155.364   manuelgbravo@msn.com
I.S.A.-PSOE JUVENTUD. Javi Yuste.   
Tl:  686.196.707:  javiyuste1980@hotmail.com
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NOTA ESPECIAL:
A LOS COORDINADORES PROVINCIALES Y LOCALES LES ROGAMOS NOS HAGAN LLEGAR LAS ENMIENDAS Y APORTACIONES CON  SUS DATOS POR SI QUIEREN QUE APAREZCAN EN LA EDICIÓN QUE RESULTE APROBADA EN LA CONFERENCIA DE ANDALUCÍA.
REMITIR A: 
is-psoe.malaga@terra.es






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