31 de agosto de 2012

PREPARAR LAS FUERZAS PARA LA LUCHA POR EL SOCIALISMO.

El sistema económico mundial basado en la división del trabajo propiciado por el capitalismo está exigiendo una solución alternativa e internacionalista, porque el desarrollo de las fuerzas productivas está atrapado en esta recesión a causa de dos frenos absolutos representados por  la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales. 


Los seres humanos, desde el inicio mismo de la humanidad, han tratado de arrojar luz sobre las leyes que gobiernan su existencia, utilizando diversas teorías, que han ido desde explicaciones basadas en supersticiones, que evolucionaron hacia la filosofía metafísica, base de toda religión, hasta los liderazgos de grandes personajes históricos y el desarrollo de la ciencia.  

Es relativamente reciente la aceptación histórica de la teoría de la evolución, que se adapta mejor a la concepción científica, aunque siguen existiendo escuelas filosóficas que no acaban de asumir la realidad científica y siguen defendiendo el “creacionismo metafísico”.

Desde el socialismo marxista se concede una importancia grande al estudio de la historia, intentando que se soporte en el mayor rigor científico, no solamente por su estudio en sí,  que concuerde lo más posible con la realidad concreta a la que la ciencia se debe, sino sobre todo, con el fin de sacar las pertinentes conclusiones de las lecciones que contiene, porque sin una comprensión de la evolución de los acontecimientos, es muy difícil prever las futuras perspectivas.

El método del materialismo dialéctico es la ciencia de las perspectivas que utilizamos los socialistas marxistas para intentar desentrañar los procesos complejos del desarrollo histórico ya que la filosofía marxista analiza las cosas, no como entidades estáticas, sino en el proceso de movimiento y desarrollo.

Ahora bien, la evolución no representa solo el movimiento de lo inferior a lo superior, sino que contempla la vida y la sociedad en su desarrollo de una manera contradictoria.  Esos procesos caminan en espirales que no constituyen una línea recta, sino que procede mediante un desarrollo a saltos, catástrofes, convulsiones y agitaciones, con rupturas en la continuidad, con transformaciones de la cantidad en calidad (y viceversa), impulsos internos hacia el desarrollo, produciendo fuertes contradicciones y creando conflictos entre las distintas fuerzas, tanto en el aspecto centrífugo como centrípeto, tanto entre individuos como entre clases sociales.

Los programas de los partidos, los proyectos, las ideas, las teorías y los pensamientos no caen del cielo, sino que  reflejan más bien el mundo material y los propios intereses interclasistas. Lo explicaba Marx, diciendo que “el modo de producción de la vida material condiciona los procesos de la vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino al contrario, es el ser social el que determina su conciencia.”

El capitalismo en sus inicios esa una fuerza revolucionaria que luchó contra el sistema feudal hasta vencerle y nadie puede negar el carácter progresista que tuvo en sus primeros años de desarrollo, pero de forma dialéctica, en la actualidad se ha convertido en un freno para el desarrollo de la producción y el avance de la humanidad, por lo que se ha vuelto reaccionario, caduco y senil, entrando en una recesión que puede llevar a la Humanidad hacia la barbarie.

La perspectiva de Marx que esperaba que el proletariado alcanzase el poder primero en algún país capitalista desarrollado, no se cumplió y sufrimos el experimento del estalinismo, por los errores de las direcciones, que interpretaron y aplicaron erróneamente la teoría marxista, porque el capitalismo se rompió por el eslabón más débil de la atrasada Rusia en 1917 y reconociendo los grandes avances en las primeras décadas, el sistema colapsó corroído por la inoperancia y los errores de la burocracia, que fueron un freno para el desarrollo de la democracia socialista plena. 

La historia ha demostrado que la única clase capaz de llevar a cabo transformaciones profundas es el proletariado cuando consigue dirigir y aglutinar tras la clase obrera a  los sectores campesinos y menos favorecidos, como cuando la clase trabajadora tomó el poder en octubre de 1917, repartiendo las tierras para hacer la reforma agraria, expulsando a los imperialistas parásitos y unificando el país, pero el proletariado mundial no se detuvo en sus ansias y aspiraciones de continuar la revolución, como conocemos por sus derrotas en Alemania, Italia, China, etc a manos de las potencias imperialistas, a causa de los errores de sus propias direcciones.  

Cuentan algunos historiadores que la Revolución de Octubre en Rusia fue el acontecimiento más grande de la historia de la humanidad, porque por primera vez, la clase obrera tomó el poder en sus propias manos, y lo retuvo, sometiendo a los terratenientes, a los capitalistas y a los militares zaristas blancos que les habían mantenido en el poder a sangre y fuego e iniciaron la construcción del “estado democrático de los trabajadores”, que podría haber sido el comienzo de la transformación socialista mundial,   pero la invasión de los 21 ejércitos burgueses para ayudar a los Blancos, sumió al país en una sangrienta guerra civil y una desestabilización de la economía, poniendo las bases para el inicio de la degeneración del socialismo, planteando posteriormente Stalin la teoría de la construcción del socialismo en un solo país,  a la vez que centralizaba burocráticamente la política, eliminando cualquier parecido con una democracia socialista sana.

La derrota de la revolución socialista en Alemania y demás países donde la clase trabajadora luchó por el socialismo, condujo al aislamiento de la URSS que era un país atrasado y devastado por la guerra, con destrucciones masivas, analfabetismo y un agotamiento que supuso tremendas trabas para que, una clase obrera debilitada, pudiese contribuir a contrarrestar el sistema de corrupción burocrática que se empezaba a dar, al eliminarse paulatinamente el control obrero que se ejercía en los primeros años.

Es preciso reconocer que se dieron condiciones objetivas (además de subjetivas de errores en la dirección) que alentaron el crecimiento de la burocracia soviética, tanto en el Estado,  en el Partido Comunista como en los Sindicatos.  Stalin se subió sobre las espaldas de la casta burocrática que alimentaba y ésta sobre los hombros de la clase obrera.  El desarrollo se estancó ya que “el taller que retrasaba toda la producción se llamaba burocracia” y eso demostraba que los políticos en la historia, no se representan a si mismo, sino que son los cauces por donde se expresan los intereses de grupos, castas, o clases en el seno de la sociedad.

La degeneración estalinista convertida en “dictadura contra el proletariado”, no surgió ni del socialismo, ni del comunismo, ni del anarquismo,  (sistemas que no pueden existir mientras permanezca el capitalismo) sino que fue la consecuencia del aislamiento y el atraso material de la URSS en una situación de crisis de post-guerra, que eliminó la democracia obrera inicial con el fin de mantener y preservar los privilegios y el poder de la casta burocrática que estaba surgiendo.

El nuevo régimen se basaba en las nuevas formas de propiedad que habían surgido con la industria y la tierra nacionalizadas y planificadas, pero los consejos de trabajadores y la democracia obrera fueron aplastados por la contra-revolución burocrática, negando la posibilidad de una verdadera transformación socialista sana y democrática que hubiese marcado el inicio de una forma nueva y superior de la sociedad, rompiendo las trabas del capitalismo, para liberar las fuerzas productivas y producir más y mejor, repartiendo con justicia el fruto del trabajo, que es el objetivo del socialismo.  

Bien es cierto que los obstáculos de la propiedad privada y el Estado nacional, que aparentemente fueron barridos a medias, podrían haber permitido un salto en el desarrollo, pero la revolución socialista no podía limitarse a un solo país, sino que necesita superar fronteras, ya que la economía mundial requiere soluciones internacionales y necesitaba enlazar con el desarrollo de los países más adelantados.  

La teoría marxista explica que una de las primeras tareas de la clase trabajadora cuando alcanza el poder es la sustitución de la vieja maquinaria del Estado burgués, que permitirá a su vez poner las bases para la producción económica planificada de forma armoniosa de los bienes necesarios para satisfacer las necesidades humanas.  Pero en la URSS el Estado se estableció, no como un órgano de dominio de la clase obrera sobre la clase capitalista, ejerciendo el control democrático desde las bases, sino mediante el control burocrático bajo el dominio del Partido único que representaba no más del 3 % de la  población  y que impedía el libre ejercicio de la crítica democrática y el control obrero.

Estas situaciones analizadas por los historiadores nos plantean la cuestión de saber si la clase trabajadora necesita un Estado, a lo que la teoría ácrata nos responderían que no, pero surge la controversia de qué tipo de sociedad, no solo queremos, sino podemos construir, en ese periodo de transición mientras que sigan existiendo las fuerzas capitalistas de la reacción que quieran volver a tomar el poder en sus manos, arrebatándolas por la fuerza de las armas, contra la fuerza de la razón, que es el arma del socialismo.

Los compañeros que sueñan con bonitas utopías, no quieren entender que algún tipo de poder se requerirá para mantener a raya a los reaccionarios, banqueros, capitalistas, explotadores y embaucadores que, una vez tomado el poder por la clase trabajadora, quisieran volver  a las andadas.  Por eso, el socialismo si plantea,  que se necesita un Estado, un estado obrero, un estado democrático, donde las decisiones se tomen de abajo arriba, por los colectivos de producción, con normas para profundizar en la democracia socialista, como reivindicaremos al final de este trabajo.

Los trabajadores tenemos que luchar democráticamente por construir un nuevo tipo de Estado, que no sea el capitalismo y que represente y defienda los intereses de los más pobres, de los necesitados, de la clase trabajadora y el pueblo trabajador en su conjunto, pero sin que los capitalistas puedan mantener el control de la producción, el transporte y el cambio, que debe pasar a manos de los trabajadores, y bajo su control democrático.

Con los medios técnicos alcanzados en un Estado Socialista de los trabajadores, que es la mayoría absoluta de la población, ha de mantenerse el control de una pequeña minoría de excapitalistas, pero para ello, el enorme aparato burocrático montado por el capital, para defender sus intereses, tiene que ser desmontado. Eso solamente es posible mediante la democracia obrera, la democracia social, la verdadera democracia del pueblo, ejercida por el pueblo en beneficio del pueblo, de abajo arriba, en todos los estamentos del nuevo estado, bajo control obrero.

Para aclarar esto, recurramos de nuevo a Marx, que explicaba que la “democracia burguesa es un sistema en el que a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años, qué mandatarios de la clase opresora dominante ha de representarnos y aplastarnos en el Parlamento”.  La libertad bajo la burguesía consiste en que todos el mundo puede decir lo que quiera, siempre y cuando los Consejos de Administración del gran capital monopolista decidan lo que se hace para beneficiar el ansia de lucro privado de los accionistas de sus compañías financieras.

El nuevo Estado social y democrático que necesitamos, consistirá en las elecciones libres y democráticas con revocabilidad automática de todos los funcionarios y cargos políticos, desde las bases, para extender la democracia obrera desde la esfera política, a la económica, a la sociedad y a la cultural, nacionalizando los monopolios, la banca y los latifundios.  La burocracia burguesa sería sustituida por la participación democrática de las organizaciones de trabajadores, alternando el trabajo con las gestiones de gobierno, con el modelo de que ningún cargo público pueda recibir un salario más alto del que percibe un trabajador cualificado.  Asimismo para repartir el trabajo, como un bien escaso, gradualmente todas las tareas de la administración del Estado, en sus vertientes diversas,  se planificarán de forma rotativa.   El desarrollo de un plan que ponga en marcha la economía, en la línea con las “PROPUESTAS ALTERNATIVAS”...(*) que hemos venido debatiendo en nuestra corriente, para someterlo a la consideración de los que participen en las Conferencias programadas para este otoño por el PSOE,  proponemos que sea el inicio del debate para procurar el giro a la izquierda y la dirección firme que la clase trabajadora está necesitando.  Otro mundo es posible, pero con el genuino socialismo.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
 (*) Si quieres recibir el documento que estamos debatiendo, puedes solicitarlo gratuitamente al correo de abajo, poniendo en asunto la palabra “Propuestas Alternativas”: 

is-psoe.malaga@terra.es



29 de agosto de 2012

EL CAMBIO CLIMÁTICO SE ACELERA.


“Cuando en 1916 la extraordinaria dirigente socialista alemana Rosa Luxemburgo planteó que la humanidad se veía abocada a escoger entre Socialismo o Barbarie expresaba con enorme clarividencia cuál era la dinámica interna del capitalismo, y cómo las contradicciones internas de este sistema, contradicciones que hunden sus raíces en el corazón mismo de este modo de producción, conducen, si no triunfa la revolución socialista, a crear las condiciones de un retroceso del género humano a las épocas más oscuras y primitivas de su historia.

        En 1916 la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo. Esta orgía de destrucción, que provocó más de 10 millones de muertos, fue el resultado del enfrentamiento entre las grandes potencias capitalistas. No se trató, ni mucho menos, del primer conflicto bélico directamente provocado por los intereses de la burguesía. Todo el siglo XIX está salpicado de guerras, represión y matanzas, fundamentalmente en África, Asia y América Latina, cuyo objetivo era consolidar y extender la dominación de los capitalistas y su control sobre las riquezas de los países coloniales.

Pero la Primera Guerra Mundial trajo al corazón mismo de Europa, a la cuna de la “civilización occidental”, a las tierras donde se desarrollaron las formas más avanzadas de la ciencia, la filosofía, el arte, la música… el horror y la destrucción más implacable, demostrando así que bajo el capitalismo hasta las manifestaciones más sublimes del espíritu humano pueden convertirse en cenizas si los intereses de la burguesía así lo demandan.

Desde 1916 hasta el día de hoy han pasado muchas cosas, pero la naturaleza intrínsecamente destructiva del capitalismo se mantiene intacta, e incluso se ha profundizado. No sólo la guerra, provocada por los capitalistas, sigue marcando la vida cotidiana de millones de personas en Irak, Afganistán, Congo, Pakistán, etc., y amenaza con extenderse a otros países, como Yemen. No sólo la miseria y el hambre, producto de la incapacidad de la burguesía para seguir desarrollando las fuerzas productivas, atenazan a un número creciente de seres humanos. Ahora, una nueva amenaza, aún más terrible, surge de la decadencia del sistema capitalista: la destrucción de las frágiles condiciones que hacen del planeta Tierra un lugar habitable.

Espoleados por el auténtico motor del sistema capitalista, la búsqueda incansable del beneficio, las empresas tratan los recursos naturales como un factor más de la producción. Se trata de conseguir consumir los recursos naturales que el proceso de producción requiere (agua, aire, árboles, etc.) con el menor coste posible, para maximizar los resultados de las inversiones. Que esos recursos sean o no renovables, que su consumo incontrolado deje secuelas terribles en forma de contaminación, deforestación, envenenamiento del agua y del aire o desertificación, eso no entra en los cálculos de los cuentas de Pérdidas y Beneficios de las empresas.

Las consecuencias a largo plazo de la degradación ambiental traen sin cuidado a los capitalistas. Pero ¿por qué habrían de preocuparles? ¿Acaso alguna vez los capitalistas se han sentido afectados por la destrucción causada por sus guerras? ¿Recuerda alguien que las empresas que se beneficiaron, y se siguen beneficiando, de la explotación inhumana de los países del llamado Tercer Mundo hayan pedido perdón por los millones de muertos de hambre o enfermedades fácilmente evitables? Claro que no. El capitalismo avanza implacable, incluso en su actual etapa de decadencia senil, en medio de la destrucción que él mismo provoca, y cualquier esperanza en despertar su “conciencia” o su “responsabilidad social” en pomposas cumbres mundiales, como la recién fracasada Cumbre de Copenhague, está condenada a la esterilidad y al fracaso.

Las páginas que siguen explican detalladamente la necesidad de responder a la crisis ecológica creada por el capitalismo con una alternativa netamente socialista. La degradación de nuestro planeta, las amenazas que penden sobre el clima, la destrucción creciente del medio natural, son una consecuencia inevitable del funcionamiento del sistema capitalista, y sólo poniendo fin a este sistema ya obsoleto, sólo sustituyéndolo por un sistema socialista, basado, como planteaba la Declaración de Principios del PSOE, en “la transformación de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo ( la tierra, las minas, los transportes, las fábricas, etc.) en propiedad común de la sociedad entera”, sólo con un sistema basado en la planificación económica, será posible un desarrollo armonioso del sistema productivo, orientado a la satisfacción de las necesidades reales de los hombres y compatible con el mantenimiento de nuestro entorno natural(…)

(Este es el prólogo del documento editado por nuestra corriente sobre el Medio Ambiente, ecología y cambio climático. Si quieres recibirlo gratuitamente puedes solicitarlo a la dirección de abajo, poniendo en asunto “Cambio Climático”) : 

is-psoe.malaga@terra.es




27 de agosto de 2012

CAPITALISMO: DEL APOGEO A LA DECREPITUD.


El gran apogeo vivido por la economía del Estado español durante el ciclo de 1994 al 2008 se ha convertido dialécticamente  en su contrario entrando peligrosamente en una profunda recesión, que el Gobierno del PP, a  través de recortes, ajustes y contra-reformas está llevando al  país a su más estrepitosa decrepitud.  

En los momentos de aquella orgía de beneficios que duró más de 15 años, las tasas de crecimiento eran las más altas de Europa. La velocidad de crucero de este viejo “galeón” era muy superior a la que podría resistir y con la máquina a todo trapo, ¡¡“Avanti tutti”¡¡… ¡¡“España va bien”¡¡… se creaba más empleo “precario” y mal pagado y se construían más viviendas  que en todos los demás países europeos, haciendo creer al pueblo, por parte de los voceros desde el “Puente de Mando de la Nave”, que esa época dorada duraría para siempre, resurgiendo aires imperiales, con alianzas bélicas tramadas a base de mentiras  por el odioso “Trío de las Azores”, que se dedicó al inhumano trato de canjear “sangre por petróleo”.

Pero los banqueros y los gobiernos sabían bien que ese crecimiento económico (que no desarrollo armonioso) venía estimulado principalmente por una burbuja inmobiliaria especulativa, con una Ley del suelo especial para los especuladores y ladrones,  que se alimentaba de “dinero ficticio” procedente de un crédito fácil y barato, que era ofrecido a la población, sabiendo que las garantías de retorno eran más bien escasas.

Todos los banqueros y gobiernos de turnos sabían que la burbuja estallaría pero miraban para otro lado hasta que las llamas de la deflagración, iniciada en la bancarrota económica del verano de 2007 en EEUU con la quiebra bancaria, estaban llegando en 2008 hasta el puente de mando, pero, “la furia española” negaba el peligro y alentaba todavía más a los fogoneros del viejo galeón con la famosa frase de “más madera”, negando la crisis, como primera opción y avisando de “brotes verdes” en los meses siguientes, cuando el “galeón” era arrastrado por las aguas bravas del enorme huracán de la crisis estructural del capitalismo.

Ese enorme ciclón económico de la crisis barrió literalmente del mapa a países periféricos de Europa, como son Islandia, Grecia, Portugal e Irlanda, que tuvieron que ser rescatados y arrastrados por los remolcadores hacia zonas de desguace, con los cascos dañados y con enormes vías de aguas que auguran su hundimiento, por mucha marinería que se quiera implicar achicando agua con míseros baldes,  para evitar el hundimiento.

De nuevo los grandes “Patrones de la Marinería” sacan pecho una y otra vez, explicando que “Spain is different” porque junto con Italia, son potencias que representan cerca de un tercio del PIB de Europa  y que siendo los pilares del Sur de Europa no la iban a dejar que se hunda, porque podrían resultar tocados los dos grandes submarinos como son Alemania y Francia, cuyas “cajas fuertes” podrían entrar en bancarrota si se daba esa situación de colapso en el abismo de los “mares del Sur”, ya que el hundimiento económico de esos dos países tendría gravísimas consecuencias, no solamente para Europa, sino para la economía globalizada.

El final de ese gran apogeo económico que comentamos al inicio hizo que reflotaran todas las contradicciones y debilidades de esta economía española, con el estrepitoso desplome del mercado inmobiliario que todo lo paralizó.  Millones de familias enteras fueron lanzadas al paro, han perdido sus viviendas por no poder pagar las hipotecas que los propios banqueros sabían que no podrían pagar, mientras que millones de pisos permanecen vacíos por falta de compradores y la fuga de capitales a paraísos fiscales vuelve a convertirse en el “deporte de pesca nacional en rio revuelto”.  

Las cifras oficiales del paro están en una media del 25 % pero existen provincias del sur que alcanzan el 35 % y pueblos que llegan a más del 40 %. Más del 55 % de la juventud está desempleada, que son cifras increíbles en cualquier parte de Europa.  Ese vertiginoso crecimiento del paro ha producido una caída brutal de la demanda y un colapso de los impuestos fiscales, que ahora el Gobierno del PP está intentando recuperar con subidas del IVA y otros ataques a los más pobres, para salvar a los banqueros, lo que asfixia a los pequeños empresarios y autónomos que ven el trabajo de toda su vida irse a la ruina pasando a engrosar las filas del proletariado.  

El Estado español era un país con presupuestos saneados y superávit que no tenía problemas de deuda pública. La deuda era del sector privado, pero en esa vergonzosa maniobra de la Burguesía, lo ha mezclado todo, para que ahora el Estado “socialice las pérdidas”, pagándolas por el pueblo y “privatice las ganancias” para salvar a los corruptos, banqueros y especuladores. Pero el Estado ha entrado en recesión y con crecimiento cero a la vez que los banqueros y grandes empresarios siguen obteniendo beneficios y aprovechándose de la crisis que ellos mismos han creado, es imposible salir del agujero pues toda la carne la quieren colgar del mismo garabato de los más pobres pero el pueblo, extenuado empieza a pensar que ¡¡hasta aquí hemos llegado!!.

El Gobierno de Rajoy anuncia recortes semanales, atacando a todos los sectores, lo que produce que millones de familias afectadas no podrán seguir pagando sus créditos, por lo que la morosidad está subiendo.  Eso puede producir una nueva oleada de desahucios que agravarán el problema de la vivienda en dos frentes: el de personas que lucharán contra la pérdidas de sus viviendas, reclamando la “dación en pago” y soluciones urgentes, pero, por otro lado,  también lastrando la recuperación del sector del “ladrillo” cuyos precios de las viviendas sigue desplomándose, con recaídas del sector inmobiliario. 

Los “bancarios”, sobre todo en barrios y pueblos,  están desesperados porque sus Jefes los están convirtiendo en “vendedores de pisos” “regalando juegos de sartenes” y otros utensilios, y haciendo competencia desleal a las comerciales de las viviendas, porque dan créditos primeramente a los clientes que les compran a ellos sus viviendas de stocks, marginando  a los demás. 

En realidad, el sistema bancario español se encuentra sumido en una crisis muy profunda e intenta evitar su hundimiento total, lastrado por los activos tóxicos de productos inmobiliarios, que tienen valorados algunos a precios de mercado anterior a la crisis, cuando los precios  ha caído más del 50 %.  Nadie conoce a ciencia exacta cual es el agujero real que existe en los balances de los bancos españoles, desconociéndose (más bien ocultándose) la amplitud de esa enorme estafa.

Esa incertidumbre es una de las causas principales de que los llamados “mercados” desconfíen de comprar deuda española, o la compran con intereses muy elevados, en torno al 7 % cuando se podría adquirir si la banca fuese estatal en torno al 1,5 ó 2 %, como máximo. 

Desde que se iniciaron los planes masivos de austeridad y recortes que está llevando a cabo el Gobierno del PP, estamos asistiendo a una oleada de luchas, manifestaciones y huelgas, tanto de carácter sectorial, como en Educación, Sanidad, Sector Agrario, con las tomas de tierras por el S.A.T.  como en el sector público pues los empleados de este sector están siendo despedidos  sin contemplaciones, con el argumento de que no hay otro camino, cuando todo el mundo comprende que eso es falso, porque no se quiere hacer pagar la crisis a sus verdaderos responsables, que son los banqueros, especuladores y defraudadores, que, no solo no se les quiere gravar con impuestos a los más ricos, sino que incluso se les ha amnistiado a los evasores fiscales.

No podemos descartar este otoño un recrudecimiento del movimiento de los “indignados”, junto con los sindicatos de clase pero a un nivel incluso superior, con manifestaciones de masas o Huelga General que refleje el ambiente de rabia, de descontento y frustración que vive la ciudadanía, que puede transformarse en un salto cualitativo de la lucha obrera, con los jornaleros que siguen firmes en las tomas de tierra y avisando de que es preciso buscar soluciones urgentes a las situaciones dramáticas de hambre y falta de un techo o atenciones sociales prioritarios.

El Gobierno del PP, incluso con la contradicción de su mayoría absoluta, es un gobierno en crisis. Su base electoral está desapareciendo rápidamente. La gente está cada vez más cabreada contra este Gobierno que dice permanentemente “digo” y luego hace “diego”,  porque está comprendiendo que nos llevan por el mismo camino de Grecia, que representa miseria, paro, desolación y amargura.

Los dirigentes de nuestro partido, el PSOE, tienen que aclarar sus posiciones en las Conferencias programadas,  cara a dar una respuesta programática y perfilar las posibles alianzas de las izquierdas.  Si se siguen orientando, como así parece por ciertos “personajes”   hacia posiciones de confluencias de apoyos con el Gobierno del PP, beneficiarán a los partidos de la Izquierda,  y debilitarán al PSOE, porque la clase trabajadora está girando hacia la izquierda y no comprendería ningún pacto con la burguesía después de lo que el PP nos  está haciendo con su política antisocial.

Las encuestas confirman la tendencia hacia la izquierda similar a lo que ocurre en Francia y en Grecia, donde se siguen perfilando el corrimiento de las masas hacia la búsqueda de posiciones que rompan con el capitalismo, e incluso algunos estrategas anuncian, si no se toman medidas de relanzamiento de las economías,  podrían darse situaciones con consecuencias revolucionarios  por la acumulación de recortes masivos a los sectores más débiles, dado que el proceso molecular de toma de conciencia de las masas se está acelerando.  

Los errores de cálculos políticos de los propios estrategas de la burguesía se pagarán si no rectifican, porque los exagerados esfuerzos que se les exigen a los ciudadanos españoles para cumplir los déficits y la hoja de ruta marcadas por a dictadura de los capitales, puede que no sea solamente un error de cálculo económico, sino que se traduzca en un error político insalvable, porque cuando las masas se ponen en movimiento, puede resultar imposible frenarlas solo con represión, como algunos pueden tener las malas ideas de contemplar.  Por ello, la tarea de la Izquierda es buscar puntos de confluencias, tanto en la acción como en los programas, para exigir llegado el momento, una salida favorable a los trabajadores para superar la recesión, que supere al propio sistema capitalista, porque otro mundo es posible, pero no cabe dentro del capitalismo: Ese otro mundo, que deberemos estar dispuestos a construir entre todos será el Socialismo genuino, democrático, justo, libre, solidario y humano,  que debe ser obra de la clase trabajadora organizada  como la alternativa natural al colapso en el que nos ha metido el capitalismo.  

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
is-psoe.malaga@terra.es


25 de agosto de 2012

PROPUESTAS ALTERNATIVAS... (Parte 6 final).


VI.- ORGANIZAR LAS FUERZAS PARA LUCHAR POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIALISTA DE LA SOCIEDAD.


Ese programa anterior,  a favor del pueblo y de las familias trabajadoras,  es evidente que no lo van a aplicar los empresarios y la burguesía  por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas.    

 Para que sean efectivas y llevadas a la práctica es necesario un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE-IU y otros partidos de izquierdas, que responda de verdad a su base social, con la colaboración plena de las fuerzas sindicales y asociaciones progresistas de consumidores y usuarios.

Para ello es preciso un reagrupamiento de  toda la izquierda, que movilice a los ciudadanos, que organice las asambleas de barrios, al sindicalismo de clase, a la juventud, a la mujer, al ecologismo y otras fuerzas de progreso a las que les pedimos que participen, apoyen y exijan la aplicación y la gestión de este plan de acción. Un movimiento que haga realidad la exigencia de democracia verdadera ya,  que confluya con las fuerzas que ha movilizado el 15-M a través de una acción sostenida de masas.

Para ganar a la mayoría de la clase obrera para este programa, un auténtico programa socialista, las organizaciones en su conjunto, tanto sindicales y la izquierda en general deberían unificar sus luchas y reivindicaciones, como insistentemente están demandando miles de activistas obreros, juveniles, de consumidores y vecinales,  que vienen tomando las calles y plazas cada vez con más insistencia.  En primer lugar, es preciso hacer un esfuerzo por caminar hacia la unidad del movimiento de los trabajadores por la defensa de un programa de acción común, con plena libertad de cada organización y colectivo para defender sus planteamientos y propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente en asambleas generales de cada pueblo, distrito o comarca. En segundo lugar, los activistas de izquierda deberían desarrollar un trabajo sistemático, de concienciación y encuadramiento, para difundir este programa en el seno de las organizaciones sindicales y en defensa de una acción sindical de clase, combativa y democrática.

Mientras que tengamos el derecho de opinar y quejarnos pero sean otros, como los grandes empresarios y banqueros nacionales y extranjeros, los que decidan en contra de nuestros intereses, jamás habrá auténtica democracia ni podremos avanzar hacia la superación del capitalismo: soportaremos esta  “fachada” de democracia que no es otra cosa que “la dictadura del gran capital”. Necesitamos una democracia auténtica, una “democracia obrera”, “una democracia socialista”, una “democracia auténtica ya”,   basada no en funcionarios y burócratas corruptos sino en el control y la gestión directa de la población de todos los aspectos de la economía, la cultura y la sociedad; una democracia de los trabajadores basada en la participación y el control de la población por medio de Comités y asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, coordinados en el ámbito local, provincial y nacional, donde cualquier representante o funcionario sea elegido y revocado en cualquier momento por la población y que, en ningún caso, perciban un salario superior al salario medio de un obrero cualificado; donde las tareas de administración y gestión no estén confiadas exclusivamente a “especialistas” separados del pueblo sino que sean ejercidas por el conjunto de la población.

El Socialismo es internacional o no es nada, por lo que es preciso compartir y extender estos métodos de lucha a los países hermanos de Europa, de Latinoamérica y resto del mundo. Los socialistas marxistas defendemos el internacionalismo no como una buena idea sino como una necesidad para defendernos de la crisis de capitalismo. Frente a la UE del gran capital, abogamos por los Estados Unidos Socialistas de Europa como primer paso para una Confederación Socialista Mundial, que en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, supere la actual pesadilla a la que nos enfrentamos.

Con la participación activa y democrática de la mayoría de la población en lucha por estos objetivos, estaríamos en condiciones de avanzar hacia una sociedad verdaderamente democrática, donde, liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia y con los medios de producción bajo control de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras familias podríamos participar conscientemente en todas las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales de una sociedad basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía, y ésta al servicio de la humanidad. Consideramos que sí existe una alternativa, así como los medios para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama Socialismo. 

NOTA: 
 
CON ESTE ÚLTIMO APARTADO TERMINA LA PUBLICACIÓN DEL DOCUMENTO Y LA PRIMERA FASE DEL  DEBATE CON PARTICIPACIÓN PÚBLICA DE SIMPATIANTES Y  LAS BASES A TRAVÉS DE ESTE MEDIO DEL  BORRADOR DE PROPUESTAS ALTERNATIVAS  QUE PRESENTA LA CORRIENTE EN  MÁLAGA  A LA  IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA  PARA QUE SEA DEBATIDO Y ENMENDADO.  
 
LOS MIEMBROS DE LA CORRIENTE PUEDEN PARTICIPAR CON VOZ Y VOTO; LOS SIMPATIZANTES PUEDEN HACER APORTACIONES POR SI SON ASUMIDAS POR LA PONENCIA Y DE ESTA FORMA PARTICIPAR CON LAS APORTACIONES  EN LA MEJORA DE LAS PROPUESTAS CARA A LAS S CONFERENCIAS PROGRAMADAS PARA ESTE OTOÑO EN EL P.S.O.E,  LA SEGUNDA FASE DEL DEBATE CONTINUARÁ POR LOS CAUCES INTERNOS NORMALES, A ESCALA PROVINCIAL, EN LA CONFERENCIA DE ANDALUCÍA Y FEDERALES.
Remitir las propuestas a la dirección de abajo, poniendo en asunto la palabra  "Conferencias": 
is-psoe.malaga@terra.es