10 de julio de 2012

SI HUBIERA JUSTICIA LOS BANQUEROS CORRUPTOS ESTARÍAN EN LA CÁRCEL.


El procedimiento legal denominado CONCURSO DE ACREEDORES,  regulador de esta materia mediante la Ley Concursal nº  22/2003 del 9 de Julio, que fue modificada por el Real Decreto Ley 3/2009, de 27 de marzo, que trata de medidas urgentes en materia tributaria, financiera y concursal ante la evolución de la situación económica, y la Ley 38/2011, de 10 de octubre,  toda esa legislación está siendo VIOLADA POR EL GOBIERNO DEL PP. 

Iniciamos este análisis para aclarar que el concurso de acreedores abarca las situaciones de suspensión de pagos y de quiebra reguladas con esas denominaciones por la legislación anterior.   En concreto, denominamos “Concurso de Acreedores” al procedimiento legal que se origina cuando una persona “física” o “jurídica” deviene en una situación de insolvencia en la que NO PUEDE HACER FRENTE A LA TOTALIDAD DE LOS PAGOS QUE ADEUDA.

Aclaremos primero qué se entiende por: a) “persona física” y qué por:  b) “persona jurídica”.

Se entiende por a)  “persona física” el concepto jurídico, cuya elaboración fundamental correspondía a los juristas en el Derecho Romano. Cada ordenamiento jurídico tiene su propia definición de persona, aunque en todos los casos es muy similar. En términos generales, se trata de cualquier miembro de la especie humana susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones y en ciertos casos se hace referencia a éstas como personas de existencia real, visible,  individual, física o natural.

Se entiende por b) “persona jurídica”   o persona moral, al sujeto de derechos y obligaciones que existe físicamente pero no como individuo, sino como INSTITUCIÓN y que es creada por una o más personas físicas para cumplir un papel.  Dicho de otra forma, una “persona jurídica” es todo ente con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones y que no sea una persona física. ( Por ejemplo el “Estado” que definiremos posteriormente). Además de las personas físicas existen las personas jurídicas, que son entidades a las que el Derecho atribuye y reconoce una “personalidad jurídica” propia y, como consecuencia de ello, le corresponde capacidad para actuar como sujeto de derecho, esto es, tiene capacidad para obtener bienes, adquirirlos, transferirlos, contraer obligaciones y ejercitar acciones judiciales.

Nadie en su sano juicio puede negar que el “Estado español”  es una entidad que entra en la definición de “persona jurídica”.  Ahora bien, vamos a intentar definir qué es en realidad un “Estado” ya que existen diversas e interesadas definiciones:

He aquí la definición de algunos autores:

Carlos Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza coincidirá con el fin del Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado una dictadura y a calificar como relevante sólo el problema de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no el cómo.
San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de la común participación de las cosas que aman.
Bodino: Es un conjunto de familias y sus posesiones comunes gobernadas por un poder de mando según la razón.
Von Savigny:   Es la representación material de un pueblo.
Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes jurídicas.
Oppenheimer: Es la institución social impuesta por el grupo victorioso al derrotado, con el propósito de regular su dominio y de agruparse contra la rebelión interna y los ataques del exterior.
Lasalle: El Estado es la gran asociación de las clases pobres.
Hobbes: Una persona de cuyos actos una gran multitud, por pactos mutuos realizados entre sí, ha sido instituida por cada uno como autor, al objeto de que pueda utilizar la fortaleza y medios de todos, como la juzgue oportuno, para asegurar la paz y la defensa común.
Duguit: Es una corporación de servicios públicos controlada y dirigida por los gobernantes.
Hegel: El Estado es la conciencia de un pueblo.
Lenin:  El Estado consiste fundamentalmente en  grupos de hombres armados en defensa de la propiedad.
Grocio:  La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus derechos y para la utilidad común. Es la asociación política soberana que dispone de un territorio propio, con una organización específica y un supremo poder facultado para crear el derecho positivo.
Kelsen: El Estado es el ámbito de aplicación del derecho.  El Estado es el derecho como actividad normativa. El derecho es el Estado como una actividad normada. "En el Estado alcanza su personalidad jurídica."
Posada: Son los grupos sociales territoriales con poder suficiente para mantenerse independientes.
Heller: El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del Estado es la unidad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es el poder de ordenación territorial exclusiva y suprema.
Groppali: Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio con un poder de mando supremo representado éste en el gobierno.
Weber: El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada como "última ratio", que mantiene el monopolio de la violencia.

El Estado burgués hace creer a los ciudadanos que todos somos iguales ante la Ley y por tanto, las personas físicas como las jurídicas,  deben ser  tratadas por igual en la aplicación de la legislación vigente, pero como se demostrará una vez más en la argumentación siguiente eso es una falacia o falsía.

Podemos hacernos esta pregunta: ¿Se le aplica la Ley Concursal con criterios justos cuando se trata de una persona física que le ejecutan la hipoteca y lo lanzan a la calle, como al propio Estado, cuando no puede hacer frente a sus pagos, o a cualquier Banco y demás entidades que ha acumulado deudas astronómicas? Naturalmente que no.

Cuando a un ciudadano pobre que no puede pagar su hipoteca y es desposeído de su techo, porque la Ley ampara más al rico banquero que al pobre ciudadano, se están violando una serie de derechos que dicen estar amparados por la Carta Magna, como el “Derecho a la vivienda” el “Derecho al Trabajo”, el Derecho a una vida digna, etc que deberían estar garantizados por el Estado, pero como vemos no es así.  El Estado burgués está al servicio del capitalista y no del ciudadano, como comprobamos diariamente por la enorme cantidad de injusticias que se cometen, tengan amparo legal o no.  La figura de la dación en pago de las hipotecas, que está siendo reivindicada con fuerza por el movimiento 15-M está teniendo un cierto eco y ha conseguido algunos triunfos parciales.  La modificación de la legislación en ese sentido es un clamor popular que no puede seguir siendo ignorado por los Gobernantes, los legisladores y por la Judicatura.

Siendo lo anterior bastante grave, no lo es menos lo que ocurre con la falta de criterios jurídicos de los que dicen representar a la oposición parlamentaria que ejercen tenuemente contra el gobierno del PP.  Por ejemplo, tomando como base la explicación anterior sobre cómo aplicar al Estado español, la Ley Concursal nº  22/2003 del 9 de Julio y si se debe o no aplicar el procedimiento legal que se origina cuando una persona, en este caso  “jurídica”, como el propio “Estado español” devienen en una situación de insolvencia en la que no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que adeuda.  Esto demuestra que el estado burgués capitalista ha colapsado y no puede aplicar ni incluso las propias leyes que tiene en vigor para emergencias de ese tipo. Si el Estado es incapaz de aplicar sus propias leyes debe ser transformado, pero no lo hará mientras que la mayoría, que es la clase trabajadora no se imponga sobre esa minoría de burócratas y burgueses corruptos hasta la médula, que solo pretenden cargarle los tremendos costes de su incapacidad gestora, sus saqueos y sus chanchullos basados en lo que eufemísticamente llaman ”ingeniería financiera” y que no es más que una colosal estafa, que quieren que la paguemos los trabajadores, que tenemos que negarnos rotundamente a ello, siguiendo el camino que ha trazado la lucha de los mineros llegando hasta el final, con una huelga general de 48 horas ,  exigiendo la retirada de todas las medidas antisociales aprobadas por el PP y si no cede, plantarle una huelga general indefinida, exigiendo su dimisión y convocatoria de nuevas elecciones generales para cambiar este modelo de Estado que no funciona.  

Si para intentar subsanar esta situación de impago se recurre a pedir un “préstamo” o “rescate” a instituciones exteriores, llámese BCE, FMI o cualquier otro organismo, para pagar a los “acreedores”, (que en este caso son banqueros y multinacionales)  poniendo al frente como garantía los “deudores” que representarán al conjunto de los ciudadanos,  podríamos catalogar jurídicamente esa situación como una estafa colosal, dado que los beneficiarios, en caso de que la operación tuviese éxito, serían los bancos privados, en perjuicio de los ciudadanos que no tienen ninguna responsabilidad en la deuda que se quiere sufragar con este procedimiento.   En el caso contrario, que se quisiese aplicar la Ley Concursal en su sentido más justo,  el procedimiento a aplicar sería intentar aplicarlo solamente a la deuda estatal, pero si con ese procedimiento no se encuentra entidad bancaria exterior que conceda el préstamo suficiente ni el aplazamiento de las deudas para salir del paso, los ciudadanos tendrían que formar parte de la Asamblea de Acreedores,  (Porque en realidad se habría producido la bancarrota del Estado)  debiendo ser intervenidas todas las entidades públicas estatales, mediante el ejercicio libre de la democracia social, con la intervención de los sindicatos, partidos políticos y la intervención judicial, formando Comités de Investigación y Control desde las bases,  para realizar una autogestión democrática directa de la Administración a todos los niveles,  en beneficio del conjunto de los ciudadanos, sin que pudiese existir privilegio alguno para los banqueros, especuladores y corruptos, que deberían ser juzgados en  sus responsabilidades que resulten de la situación de impago o bancarrota creada por ellos mismos, al igual que ocurre en toda entidad jurídica que es intervenida jurídicamente mediante la Ley Concursal.

Decía Largo Caballero que “a la clase trabajadora hay que decirle la verdad aunque le duela”.  Nuestra verdad es que bajo el sistema burgués capitalista no hay salida para los problemas sociales.  Estamos hartos de mentiras y engaños y la verdad es que la única manera de solucionar la actual crisis es mediante una transformación radical de la sociedad que ponga fin a la dominación de la gran Banca y los monopolios, nacionalizándolos pero para ponerlos al servicio de la producción bajo control social de las masas en acción.  Cualquier otro intento de solución de esta profunda recesión, en bases capitalista será un desastre. Si los dirigentes del movimiento obrero gastasen una décima parte del tiempo y las energías que dedican a la búsqueda de los mal llamados pactos y consensos con la burguesía y su gobierno, que no está dispuesto nada más que a seguir con los recortes y ataques a los intereses de los más pobres, que es el  equivalente a un vano  intento de cuadrar el círculo, lo que tienen que hacer, como venimos haciendo desde nuestra corriente,  es explicar la auténtica situación y movilizar a la clase obrera y la juventud para cambiar la sociedad.

Con una dirección  firme que llame a la lucha para aplicar un genuino programa socialista el problema sería resuelto rápidamente. Al mismo tiempo que luchamos contra todos los intentos de la burguesía de cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias, tenemos que luchar por un auténtico gobierno de izquierdas, un gobierno PSOE-IU en unidad de acción con UGT y CCOO,  que lleve a cabo la nacionalización de la banca, los latifundios  y los grandes monopolios bajo el control democrático de la clase trabajadora como la única manera de salir de la actual crisis que azota a millones de trabajadores, jóvenes, amas de casa y pensionistas.   En una sociedad moderna, la clase trabajadora representa la aplastante mayoría de la sociedad.  Para que exista una verdadera democracia, y no esta pantomima de “democracia burguesa” que ejerce la Dictadura férrea del gran capital,  hay que cambiar de manos el dominio del estado pasando a  manos del pueblo y a su servicio la Administración del Estado, para arrancarles a los burgueses las palancas más importantes de la economía, nacionalizando las palancas fundamentales y los sectores claves para planificar la economía y democratizarla. 

Eso solo será posible mediante la movilización y la lucha masiva del movimiento obrero porque no hay ningún poder en el mundo capaz de resistir a la clase obrera, una vez que ésta se movilice para transformar la sociedad.  Este enorme elefante con la cadera rota  que es el capitalismo que en apariencia es muy  poderoso puede quedar reducido a cenizas en el momento de la verdad, una vez que la clase obrera, la juventud y las capas medias, bajo la dirección de los partidos de izquierdas nos demos  cuenta de que el poder que tenemos JUNTOS Y ORGANIZADOS es mil veces superior a lo que tienen esas cien familias que controlan nuestra existencia que no han sido elegidas por nadie y que quieren llevar a la sociedad a la edad de piedra, desmantelando la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales básicos y el incipiente Estado de Bienestar que habíamos conquistado con las luchas tremendas de los años anteriores.  Es de justicia reclamar lo que nos pertenece porque otro mundo es posible, si, y sobre todo necesario, pero para conseguirlo hay que luchar por el genuino socialismo. 

¡¡Organízate y lucha por un mundo mejor para toda la humanidad¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACION.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

is-psoe.malaga@terra.es








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