28 de febrero de 2012

DÍA DE ANDALUCÍA: 28-F

Ante la explosión de la burbuja inmobiliaria y el derrumbe del sector de la construcción, las consecuencias para la clase trabajadora de la crisis estructural del sistema capitalista está golpeando con fuerza al pueblo andaluz, los trabajadores vuelven desesperados a buscar sus raíces, a sus pueblo natales, donde al menos tienen a sus familias y la situación de paro empeora cada día más la situación social, porque el sector agrario sufre una de las crisis más profundas y duraderas de todos los tiempos. En Andalucía la cuestión agraria está todavía si resolverse porque nunca se hizo una profunda reforma agraria para modernizar y actualizar las estructuras, industrializando el sector.

Al igual que durante siglos, la característica de las explotaciones agrícolas en el Estado español sobre todo en Andalucía, sigue siendo la gran propiedad terrateniente escasamente modernizada, con una estructura de la propiedad de la tierra “cuasi medioeval” donde poco más del 2 % de los propietarios disponen de la titularidad de cerca del 80 % de inmensas fincas de las mejores tierras cultivables, algunas de ellas de más de 30.000 hectáreas, entre secano, prados, pastizales y regadíos.


No queda aquí tamaño desigual reparto de estas, ya de por sí, descomunales extensiones, la mayoría de ellas improductivas, sino, que es preciso añadirles una parte importante de los millones de hectáreas de terreno forestal, que son acumulados igualmente por un pequeño y reducido grupo de notables familias, en especial los nobles como condes, duques, marqueses y demás titulares del antiguo régimen feudal, sobre todo la duquesa de Alba que es la mayor terrateniente de España que son utilizadas como cotos privados para cacerías y monterías, por esa caterva nobiliaria y sus hermanos los “señoritos andaluces”, que ahora nos lanzan una ofensiva encabezada por el Señor Arenas, que tiene la intención de ganar las elecciones para el PP, con lo que podrían restituir de nuevo hasta el “derecho de pernada” y el “pisotón” en la plaza de los pueblos para darle una “peoná a un parao”.


Continúan volviendo al campo miles y miles de trabajadores expulsados de los demás sectores, por causa de la crisis cíclica y estructural del sistema capitalista que nos ha metido en una horrorosa recesión, que demuestra el colapso del sistema capitalista y ante una desigualdad tan flagrante en el reparto de la riqueza, lo que causa más extrañeza es que la expropiación de esta aristocracia parasitaria y caduca no haya sido antes un clamor popular. Pero se debe a la estafa del auge artificial sostenido con la “burbuja inmobiliaria”, la tomadura de pelo del euro y el engaño de las hipotecas. Ahora, los jornaleros están reivindicando ya de nuevo “la tierra para el que la trabaja” y quieren conquistar la “soberanía alimentaria”, para al menos, cumplir uno de los derechos fundamentales, como es el de la alimentación.


Está habiendo un repunte de la lucha jornalera junto con un nuevo despertar de la lucha de masas y sobre todo, de la juventud. En esas luchas la contradicción entre los propietarios y los jornaleros se ponen frente a frente en momentos tan delicados y esos defensores de la “propiedad privada de la tierra”, esos respetables “jurisconsultos, economistas y filósofos” se cuidan muy mucho de presentar esta injusta apropiación de la riqueza de la tierra como un “derecho natural” y al sistema capitalista, basada en la propiedad privada de los medios de producción como el único posible, sin haberse entretenido en leer previamente a Pierre Joseph Proudhon, que demostró en su obra “¿Qué es la propiedad?, que en realidad la propiedad es “El Robo”, ni a Marx que demostró en “El Capital” que toda la riqueza que existe sobre el planeta elaborada por el ser humano procede de la plusvalía.


Objetivamente queda demostrado en esos textos que la producción agrícola sobre bases capitalistas se desarrolla en permanentes contradicciones Unas horrorosas contradicciones que condenan a la ruina a cientos de miles de pequeños agricultores y jornaleros en el Estado Español y que han llevado al sector agrícola a una situación de completa ruina.


La principal causa del atraso del desarrollo del capitalismo son las atrasadas estructuras agrarias de este país, como hemos enunciada al inicio, pero igualmente tienen una de sus expresiones en la infinidad de pequeñas explotaciones que impiden un desarrollo y unas explotaciones modernas e industrializadas. Se observa que junto a los enormes latifundios, donde solamente una minoría cuenta con medios y condiciones para la rentabilidad y la competitividad en el mercado, existen en torno a un millón de minúsculas explotaciones inferiores a 10 hectáreas. Esos minifundios son extremadamente dependientes de las oscilaciones de los precios en el mercado, siendo las víctimas de la voracidad de los “mercaderes que controlan en régimen de semi monopolio”, los precios de la producción agraria.


Todo eso se está viendo agravado con la retirada de las ayudas europeas que se habían estado recibiendo, aunque de forma totalmente injusta, primando mucho más a los grandes terratenientes que a los pequeños agricultores y que llegaban a representar en torno al 36 % de sus ingresos. Esta es la causa de que las iniciativas comunitarias emanadas de la Unión Europea que han sido aplicadas para recortar el régimen de ayudas se ha encontrado y lo va a seguir haciendo con la firme contestación de las organizaciones agrarias, sobre todo, las más pequeñas que, junto con los jornaleros ven en peligro incluso su supervivencia y su forma de vida actual, sin que se les ofrezca alternativas de ninguna clase. Si se analiza cada uno de los sectores agrarios, prácticamente no ha habido ninguno que no sienta la amenaza de ver en peligro sus intereses, tanto los dedicados al olivar, azúcar, vino, algodón, tabaco, etc…


Año tras año se viene hablando en las Cumbres de Europa de la cuestión agraria, que además de poner en evidencia la disparidad de intereses nacionales de las distintas burguesías, en ese intento insano de querer construir la “Europa de los Mercaderes”, cuyo modelo ha colapsado por la entrada en recesión, cuyas previsiones para este año son de un hundimiento del PIB, por debajo del 0,50 %, en vez de haber luchado a fondo por parte de la clase trabajadora, que le ha faltado dirección, para construir la “Europa de los Pueblos”, intento en el que naufraga el capitalismo europeo, donde incluso algunos países como Islandia antes y ahora Grecia, están en bancarrota, y varios países más, intervenidos de hecho, a la vez que siguen anunciando recortes brutales que empeorarán a todos los sectores, afectando sin duda mucho más al sector agrícola, perjudicado por el reciente tratado de la Unión Europea con Marruecos, que ya viene sufriendo una destrucción constante de las "peonadas" que hacen inviable el modelo capitalista actual mostrando las apocalípticas repercusiones que ello supone para Andalucía, donde de nuevo se puede repetir la “Historia de los levantamientos campesinos andaluces” que con tanta justeza describió en ese libro colosal del autor Diez del Moral.


La cuestión clave, de alguna manera, para el desarrollo de Andalucía, pasa por contemplar como prioritario este escenario que puede ser inviable bajo un sistema económico basado en la propiedad privada de la tierra basada en la obtención del máximo beneficio para unos cientos de capitalistas y terratenientes que nunca invertirán lo suficiente, como capitalistas privados, para absorber los excedentes de mano de obra que el capitalismo agónico en su espiral descendente de destrucción de fuerzas productivas está provocando.


La recesión en la que hemos entrado, que es la más profunda de los últimos 80 años, que ha sido generada por la incapacidad y la inviabilidad del sistema de libre mercado, será muy difícil de resolver dentro del estrecho margen que ofrece el sistema capitalista. Los mecanismos proteccionistas que representan los subsidios otorgados por gobiernos como EEUU, y otros a sus agricultores, permiten a éstos sostener artificialmente unos precios muy competitivos, sobre todo en los cereales, que hunden en la miseria a la agricultura tanto de los países intermedios y sobre todo a los más empobrecidos.


Por el contrario, el avance económico de los países empobrecidos dependerá, en parte, de que se puedan hacer desaparecer esas políticas proteccionistas, que llevarán a los países a guerras comerciales virulentas, lo que acarreará mientras tanto un mayor empobrecimiento de los sectores agrarios que seguirán lanzando a la ruina y al paro forzoso a millones de agricultores, también en los países desarrollados y las previsibles quiebras de amplios sectores agrícolas del planeta, con profundas desestabilizaciones en el mercado de los alimentos que provocará hambrunas colosales y "oleadas de migraciones" que hará a los pueblos levantarse en convulsiones sociales incluso revolucionarias, pues en el fondo, como decía el clásico, “la revolución es una cuestión de pan”.

Existen todavía fanáticos “ultra liberales”, como la pandilla de “ultra-centristas” que se presentan a las elecciones de Andalucía por el PP, que se empeñan en considerar que el mercado lo va a solucionar todo, que esta anarquía productiva y comercial a la que nos enfrentamos, es el “orden natural de las cosas”, rechazando cualquier medida de planificación, de control, o de ordenamiento de la economía, porque esos “conservadores ultra reaccionarios”, la mayoría de ellos herederos del caciquismo franquista, se presentan ahora como “liberales acérrimos”, cuando es precisamente ese sistema “liberal-capitalista” el que ha colapsado. Alertamos a la clase trabajadora de los peligros que representa votar a la derecha en las próximas elecciones de Andalucía el próximo 25 de Marzo, que representaría un paso atrás en las conquistas alcanzadas, aunque siempre hemos dicho que son insuficientes, pero el PP traería todavía más recortes y desmantelaría el sector público, atacando a la Sanidad, a la Educación y a los Servicios Sociales, como están haciendo en cada comunidad donde han tomado el gobierno. Votar solo no basta, hay que organizarse y luchar por un Gobierno PSOE-IU con el apoyo de la izquierda para cerrar el paso el PP en Andalucía y comenzar el giro a la izquierda para recuperar el terreno perdido lo antes posible.

Nosotros , desde nuestra corriente Izquierda Socialista, venimos apostando con antelación a que es más necesario que nunca acometer medidas de nacionalización de los grandes latifundios bajo control obrero y la puesta en marcha de una producción agrícola planificada sobre las bases de una economía socialista. Esa es una aspiración que responde a una necesidad social, a una necesidad material, histórica si se quiere, y es la única forma de superar las enormes contradicciones del sistema capitalista.

Esas medidas, dentro de un programa amplio, un programa auténticamente socialista como el que venimos defendiendo, pondría las bases para salir de la recesión, con el concurso de todos los trabajadores, los partidos de izquierdas, los sindicatos de clase y demás fuerzas sociales, como organizaciones ecologistas, la juventud, consumidores, cooperativas y demás economía social incluyendo a los pequeños agricultores y a la pequeña y mediana empresas, porque todos juntos, pero sin explotación ni corrupción, seguro que podemos cumplir las aspiraciones de ese himno que dice: ¡¡ Andaluces, levantaos, pedid Tierra y Libertad, sea por Andalucía Libre, los pueblos y la Humanidad¡¡.
¡¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE, SOCIALISTA Y DEMOCRÁTICA¡¡

¡¡LA LUCHA POR LA FEDERACIÓN SOCIALISTA DE LOS PUEBLOS DE EUROPA CONTINÚA…¡¡


ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

is-psoe.malaga@terra.es

27 de febrero de 2012

ECONOMÍA: LA RECESIÓN SE ACELERA.

La economía capitalista europea ha entrado en recesión, lo que no puede descartarse que se deslice hacia una depresión aguda. Lo más peligroso de la política económica ordenada por la burguesía en toda Europa, que sumisamente ha aceptado el PP y está llevando a cabo, es que puede acelerar la recesión, dentro de esta nueva escalada desestabilizadora, en la que la codicia de los poderes financieros globalizados, para incrementar su tasa de ganancias y aumentar sus dividendos, ponen en peligro otros cientos de miles de puestos de trabajo, amenazando una vez más las economías más precarias, como Portugal, Italia, el Estado español… que se pueden ver abocadas de nuevo al borde de la bancarrota.

Son muy elocuentes las últimas previsiones del FMI, donde advierte que Europa sufrirá una frenazo económico para el 2012. El PIB de la eurozona caerá un -1,7 % y las perspectivas para el 2013 es del 0,8 %. Bruselas prevé una caída del PIB en España del -1 % en 2012. Los pronósticos para Alemania, que debería ser la locomotora de la economía, es que crecerá solamente un 0,6 % este año y el año que viene rondará el 1,5 %, mientras que en Francia, su PIB no pasará del 0,2 % este año y un 1 % el siguiente. En Italia se espera una caída entre el -2 % y el -3 %. Igualmente en las principales potencias, el crecimiento se espera bastante raquítico, porque tanto EEUU como China, las otras dos locomotoras de recambio, sufrirán una clara desaceleración.

No dejan de aumentar las necesidades de financiación para hacer frente a la crisis de la deuda soberana en Europa, porque con los planes de rescate,junto con las contingencias que se derivan de las dificultades por las que atraviesan todavía los bancos, después de haber recibido para intentar su saneamiento más de 9 billones de dólares de las arcas públicas, que serán cargados sobre los hombros de la clase trabajadora, los autónomos y los pequeños empresarios que están siendo lanzados hacia la proletarización y la miseria, la situación en vez de ofrecer visos de solución, lo que hace es empeorar porque las convulsiones sociales inevitables agravarán la situación.

Los cálculos que ha efectuado el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el próximo año, de los recursos que serán necesarios para continuar intentando salvar a la Banca Europea, asciende en torno a UN BILLÓN de dólares, o lo que es lo mismo, para hacernos una idea, casi al valor del PIB anual del Estado español.

Continúa la presión sobre la deuda por la prolongación de la recesión causada por la crisis de sobreproducción cuyo estallido vimos en el colapso de la economía de EEUU en el verano de 2007. Son precisamente esas consecuencias las que explican la brutal rebaja de las calificaciones que realizan las empresas especializadas, sobre la precariedad de los Estados y las dificultades para atender las reducciones de sus brutales déficits, cuyo aplazamiento de las exigencias de sus bajadas de forma fulminante es un clamor. Los bancos centrales se encuentran impotentes en este escenario de recesión profunda y a merced de los especuladores, que ganan fabulosas fortunas apostando a la destrucción y quiebras inminentes de algunos estados.

Podemos ver algunos ejemplos como éste: Hace poco la prensa capitalista informaba de un aparente hecho contradictorio: “El 21 de diciembre de 2011, el Banco Central Europeo (BCE) prestó MEDIO BILLÓN de euros a 523 entidades bancarias al 1 % de Interés. Una semana después, el mismo BCE informaba que los bancos comerciales de la eurozona, habían depositado en esta institución 411.813 millones (Un 41 %) por los que recibirían una rentabilidad del 0,25 %”.

Esto explica el porqué sigue sin llegar liquidez a las empresas productivas, ya que habían utilizado una parte del enorme préstamo concedido para CUBRIR VENCIMIENTOS Y SANEAR BALANCES y el resto lo habían vuelto a depositar en el mismo organismo que lo otorgó. Estos movimientos aparentemente absurdos reflejan que DINERO HAY, de sobra, tanto en los bancos como sobre todo en Paraísos Fiscales, donde existen más de 8 BILLONES de dólares, detectados solamente de unos cientos de ricachones individuales, sin contar con los miles de grandes empresas, trust y multinacionales que tienen inmensas fortunas atesoradas en sus cuentas secretas. Liquidez sobra, lo que falta es confianza por la inmensa cantidad de “ladrones ilustres “ (*) que siguen sueltos. La necesidad de la nacionalización de la banca bajo control democrático de los ciudadanos ya so se ve como una utopía, sino como una necesidad ineludible para luchar contra tanta especulación y acabar con las “cuevas de Alí-Babá”, de esos paraísos fiscales, donde se esconden los recursos dinerarios, fruto del trabajo de los asalariados, que están haciendo falta para poner en marcha la economía, que debe ser utilizada para satisfacer necesidades humanas, es decir, crear puestos de trabajo, y no para el lucro privado y el atesoramiento ocioso por unos cientos de familias que no han sido elegidas por nadie y nos atosigan con el nuevo modelo de “dictadura financiera”, diciendo que esto es una democracia cuando en realidad están implantando gobiernos “tecnócratas” que son títeres impuestos por los archi-millonarios para proteger sus intereses y seguir saqueando a los pueblos.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.
Is-psoe.malaga@terra.es

(*) Más información sobre “Ladrones Ilustres, pueden encontrarla visitando este blog y leyendo el artículo publicado el pasado jueves 23 de este mes. Gracias.

25 de febrero de 2012

Deuda, recortes y lucha en el País Valenciano.

Unas enormes manifestaciones han recorrido las calles valencianas en la tercera semana de enero. El 21 160.000 profesores, padres y estudiantes (en Valencia y Alicante) exigían una educación pública de calidad. El 26, unos 200.000 manifestantes (en las tres capitales) expresábamos un rechazo diáfano a los salvajes ataques a los servicios públicos, y a los trabajadores del sector público, que la Generalitat de Alberto Fabra está llevando a cabo.

El País Valenciano se acerca, según todos los indicios, a un estado de convulsión social. Existen suficientes elementos que demuestran la enorme rabia, la indignación ya no contenida, las ganas de lucha, de sectores muy amplios de la población. En primera línea, los trabajadores del sector público, que están protagonizando concentraciones, ocupaciones de despacho, cortes de tráfico, etc. Hay que destacar el grado de organización y combatividad de los trabajadores sanitarios y, muy especialmente, de los docentes, para los que la experiencia de lucha de los últimos años no está siendo en balde.

La aprobación de un decreto-ley a principios de enero cogió por sorpresa a gran parte de la población. Igual que su padrino político Rajoy (antes de las elecciones de noviembre), Fabra prometía el año pasado, demagógicamente, hacer recortes que no afectaran a los servicios públicos, y bajar los impuestos, mientras su conseller de Hacienda (José Manuel Vela) declaraba: ‘bajar el sueldo a los funcionarios sería un atraco’.

Éstas son algunas de las medidas del decreto-ley, y de decisiones posteriores, con respecto a los servicios públicos y sus trabajadores:

•Una reducción de 271 millones en la masa salarial. Para ello reducen la jornada laboral (y consecuentemente los salarios) de los interinos y temporales; en el caso de los docentes, un 33%, en el de los sanitarios, entre un 25 y un 50%. Los complementos se reducen también, en algunos casos a la mitad, y no se concederán más algunos de ellos (los sexenios de los profesores). ¡Todo esto implica una reducción de cientos de euros (hasta 800) al mes! Los interinos (y otros colectivos docentes) serán despedidos a final de curso, para así no pagar sus vacaciones. Se rebaja la cobertura salarial de los días de baja, salvo por enfermedad profesional, y las ayudas sociales. Y se realizan los requisitos legales previos para el despido de hasta el 25% de los interinos. Para cubrir su trabajo en la educación pública pretenden aumentar en tres horas la jornada lectiva de los docentes. Estos despidos y reducción de jornada implica, evidentemente, más trabajo para menos manos, es decir, una brutal saturación en los servicios públicos. Un ejemplo: en Algemesí (Valencia), con 30.000 habitantes, un solo médico atenderá las Urgencias durante la noche.
•Un recorte generalizado en la prestación de servicios. Prácticamente todos los conceptos y todos los servicios públicos lo sufren. En la sanidad implica el cierre de centros de salud teóricamente obsoletos y de puntos de atención continuada (las urgencias de Primaria), el retraso de la apertura de Urgencias de las 15 a las 21 horas (es decir, los servicios de Primaria, con una plantilla recortada, harán de hacerse cargo de las urgencias en su horario de tarde), la paralización de la desviación a clínicas privadas (lo que, según CCOO, aumentará las listas de espera en 40.000 pacientes), el cierre de los consultorios los sábados, el cobro de la tarjeta sanitaria, y el ahorro hasta extremos ridículos (un pañal por paciente, suturas sin grapas) en gasto hospitalario (se obliga a los pendientes de operación quirúrgica a ingresar a las 7 horas del mismo día, y se hará un control sobre los pacientes que superen los nueve días de ingreso hospitalario). Por último, la Generalitat del PP ha anunciado la posibilidad del copago sanitario.
•El cierre de empresas públicas y el avance en la privatización. Así, en Ràdio Televisió Valenciana se prevé un ERE de mil trabajadores (el 60% de la plantilla), de cuyo proyecto, muy significamente, se encarga un liquidador de empresas, mientras abren al negocio privado futuros canales temáticos de Canal Nou codificados. En el Centro de Investigación Príncipe Felipe, el recorte ya afectó, en setiembre, a la plantilla (casi la mitad, despedida; el resto, con menos salario), a 16 laboratorios (cerrados), y a los probables beneficios públicos de 14 líneas de investigación (abandonadas). El Palau de les Arts cerrará en la temporada estival y recorta salarios hasta un 15%. Mientras, en sanidad, se generalizará la introducción de la empresa privada.
•El aumento de impuestos, que afecta principalmente a la clase obrera y capas medias. Se concreta en: aumento del tramo autonómico del IRPF, subida del 100% del mal llamado céntimo sanitario (se cobrarán casi 5 céntimos por litro de gasolina), tijeretazo en las deducciones fiscales (por nacimiento, hijos discapacitados, conciliación familiar-laboral, etc.), que afectarán a 278.000 familias, y eliminación de beneficios para jubilados y jóvenes en el metro de la capital (de competencia autonómica); en este caso, aquellos deberán pagar un 33% más, y los jóvenes de Valencia un 36% más (46%, si son de las poblaciones obreras del extrarradio). A esto hay que sumar el aumento impositivo anunciado por Rajoy, y los de los ayuntamientos (por ejemplo, el drástico incremento del IBI). En Valencia (y su área metropolitana), desde diciembre, la tasa de basuras ha aumentado un 150%.
Impagos de la Generalitat

Esta situación tan dramática, que deja en los huesos conquistas vitales del pasado, se ve amplificada por la supuesta falta de liquidez de la Generalitat. El caos financiero se apodera de ella, provocando un pertinaz impago a los centros públicos de todo tipo, a los proveedores y a las numerosas empresas que trafican con los servicios sociales, repercutiendo éstas las consecuencias en sus trabajadores y usuarios. Uno de los casos más graves es la enseñanza pública. Los colegios e institutos subsisten día a día sin fondos suficientes para los gastos corrientes; hasta el 25 de enero la Conselleria no envió la remesa correspondiente al tercer trimestre de 2011, debiendo todavía el cuarto. Aun con este envío, el peligro de colapso, en muchos centros, no ha desaparecido, y así incluso después del 25 hay institutos sin calefacción, o que suspenden clases por falta de luz (el Jorge Juan de Alicante). La paralización de actividades extraescolares, y de las clases prácticas en el caso de los ciclos, es generalizada (en el ciclo de Prótesis Dental del Àusias March valenciano los profesores exigieron dos mil euros a los alumnos para poder hacerlas). Las sustituciones fueron interrumpidas durante mes y medio, ahora se han reanudado de forma parcial. La falta de espacio es endémica (se dan clases en despachos, pasillos, baños). Hasta la muy pía patronal Escuelas Católicas ha amenazado con la movilización si los conciertos no se ponen al día; estos señores tan cristianos, ante la bofetada de la Generalitat en forma de impago, ponen la otra mejilla… de los padres, obligándoles a pagar voluntariamente por los gastos (¿lo devolverán al recibir el concierto?). Por supuesto, al conseller del ramo, aparentemente, le urge más la salvación de su alma que la de la enseñanza pública; así, esta deuda ha sido ya liquidada.

La Universidad también ha dado varias veces la señal de alarma, amenazando con su cierre si no se libra al menos parte de la deuda que tiene la Generalitat con ella (900 millones). Por otro lado, responsables de áreas de salud han avisado al conseller de Sanitat que si los retrasos en los pagos se mantienen, podrían dejar de entregar las nóminas a los trabajadores. Los centros de empleo de discapacitados exigirán 27 millones por vía judicial, mientras prevén despedir a 200 trabajadores y el cierre de trece de ellos antes de abril; la mayoría de la plantilla no cobra desde hace meses. A todo esto se junta la brutal situación de la economía valenciana; en estos momentos hay 641.000 parados en el territorio, y 100.000 familias sin ingresos.

El panorama no es mejor a nivel municipal, donde el endeudamiento también es elevado. El Ayuntamiento de Alboraia (Valencia) irá a la quiebra a mediados de este mes, si no logra pagar su deuda con la empresa de agua; para evitarlo permitirá el embargo de propiedades municipales. La Federación Valenciana de Municipios calcula en 80 los que se verán abocados a la bancarrota este año.

Los ‘grandes eventos’

Los impagos y recortes son la fatal consecuencia, no sólo de la crisis económica, sino de la política del PP. Toda la estrategia en la que se ha basado para mantener el control durante lustros del País Valenciano hace aguas. Desde la llegada del Partido Popular al Palau de Manises (sede de la Generalitat), en 1995, ha saqueado los recursos públicos en beneficio de la clase dominante (y de ellos y sus familiares y amigos, como una camarilla dentro de esa clase). Una política que se aceleró con el boom del ladrillo, coincidiendo con los estertores de Eduardo Zaplana y la llegada de Francisco Camps al frente del Consell. Mientras privatizaban la sanidad y educación (deteriorando la pública mientras multiplicaban conciertos con la privada), e infiltraban los servicios públicos de empresas privadas, convirtiendo aquéllos en nutrientes de éstas (en sanidad, en Canal 9, en la atención a la tercera edad, al menor, al discapacitado…), convertían la política de grandes eventos en una gran oportunidad de negocio. La Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA), Terra Mítica, la Ciudad de la Luz en Alicante (estudios cinematográficos que pagan a los productores para que vayan a filmar allí), la Fórmula 1 (F-1), la Copa del América, o el famoso aeropuerto de Castellón, todo era una gran oportunidad para las constructoras, las empresas hoteleras, las inmobiliarias, y todo un universo de compañías que chupaban de los abundantes recursos públicos. Las cajas valencianas (CAM y Bancaja), la Sociedad de Garantía Recíproca, y otros mecanismos de sociedades semipúblicas aportaban la liquidez necesaria para capear la realidad (la mayoría de esos eventos o construcciones han sido, a la vez que rentables para las grandes empresas, un desastre financiero para las arcas públicas: CACSA, la F-1, Terra Mítica… no hablemos del aeropuerto). Hoy, CACSA y la Sociedad de Proyectos Temáticos, tras una inversión de 1.750 millones, tienen una deuda de 1.325. Pero el caso de la F-1 es especialmente escandoloso: la Generalitat ha tenido que nacionalizar (comprar por un euro) Valmor Sports, que era la intermediaria que pagaba al decrépito parásito Bernie Ecclestone, dueño de la Fórmula; con esta acción se ha hecho deudor de 94 millones por las tres ediciones que faltan. Fabra está valorando rescindir el contrato, pero si no logra negociar con Ecclestone tendrá que pagar en cualquier caso esa cantidad. Pero lo más grave es que justo antes de dimitir Camps firmó un contrato que obliga a la Generalitat a pagar 24 millones anuales ¡hasta 2020! por la continuidad de la carrera en Valencia hasta entonces, siempre y cuando Cataluña renuncie a organizarla (renuncia que ya ha anunciado la Generalitat catalana).

Esta política de grandes eventos fue vendida por el aparato popular ante su base social, un sector amplio (aunque no mayoritario, como luego explicaremos) de capas medias y obreros políticamente atrasados. Algunos de ellos sí sacaron provecho, en forma de beneficios en establecimientos hosteleros o pequeños comercios, o contratos de pequeñas empresas y cuadrillas en la construcción. Sin embargo, la política de trasvase ingente de capital público a manos capitalistas sólo se pudo mantener en base a un endeudamiento acelerado (basado en una perspectiva de boom inmobiliario y turístico permanente) y a una precarización de los servicios públicos, como sanidad, educación y el transporte público (el accidente de metro del 3 de julio de 2006, con 43 muertos, es una luctuosa demostración de esto).

Lerma, acusado de derrochador por el PP, dejó una deuda de 2.500 millones. En julio, cuando dimitió Camps, la deuda era de 20.500, o sea, un 600% más. El País Valenciano está en lo más alto: es la comunidad con la deuda mayor en función del PIB (un 20%, frente al 6% que había dejado Lerma). Cada valenciano debe de media 4.331 euros por la deuda autonómica. Y los bancos no perdonan: Fabra puede dejar de pagar a los hospitales, los colegios o los parques de bomberos, pero no va a olvidarse de pagar a los banqueros.

El Gobierno ha tenido que echar un capote a la Generalitat tres veces desde diciembre, adelantándole sus envíos (la primera, para desembolsar a los tenedores de bonos patrióticos; la segunda, para pagar un crédito vencido una semana antes del Deutsche Bank). Ahora bien, las finanzas autonómicas se asemejan a un funambulista sin experiencia que recorriera un cable del Palau de Manises a las Torres de Serrans. Este año tienen que afrontar vencimientos por valor de 4.000 millones, 1.500 de ellos en mayo. La única forma de hacerlo, según el conseller Vela, es creando hispanobonos, es decir, bonos respaldados por el Estado central. Pero, de la misma forma que la burguesía europea más fuerte (la alemana) se opone con uñas y dientes a los eurobonos, el núcleo de la burguesía españolista no va a salvar a sectores accesorios de su clase social. Éstos tendrán que hacer lo que temen: enfrentarse a cara de perro con el movimiento obrero, y social en general, para extraer bastante más de la clase obrera, y de otros sectores (incluso sectores de la base del PP). La posibilidad (blandida por el ministro de Economía, Luis de Guindos) de la intervención en las Comunidades Autónomas, es muy real, al menos en el caso valenciano, con lo que eso implicaría de desprestigiar aún más el régimen de democracia burguesa.

El caldo de la corrupción

La estrategia pasada del PP fue el caldo de cultivo ideal para generalizar a niveles insospechados la corrupción. Los continuos casos que van apareciendo, y que sólo es la punta del iceberg, demuestran una actitud de autocomplacencia y prepotencia amasada en años de impunidad absoluta. El caso Gürtel, la trama de Emarsa, el fraude en Aguas de Calpe, las ramificaciones valencianas de los negocios de Urdangarin, los diferentes casos Fabra (Carlos), el cacique de Castellón… muestran cómo la corrupción ha infiltrado hasta la médula la institución autonómica, como siempre que la burguesía no aprecia frenos objetivos en su actividad depredadora. Las declaraciones de Rita Barberá, alcaldesa valenciana (‘un bolso de Louis Vuitton es un regalo absolutamente normal’) reflejan bien la sicología de la clase dominante. La absolución de Camps era un hecho bastante probable, desde el momento en que, en una maniobra judicial, se limitó su acusación al delito de cohecho pasivo (recibir regalos en función de su cargo), sin valorar las investigaciones sobre las contrapartidas que esos regalos tuvieron, y la extrema conexión entre las empresas de la trama, el PP y la Generalitat. Por cierto, esta absolución, y la dificultad para esconder estas corruptelas, son un incentivo mayor de la movilización popular.

El PP no puede continuar su dominación con los mismos métodos. Objetivamente no hay medios para ello. La sustitución de Camps por Fabra tiene mucha más significación de lo que se ha dicho públicamente. No sólo porque Camps era una figura quemada políticamente, que causaba protestas allá donde iba, y que en un contexto de crisis podría enervar innecesariamente el movimiento de respuesta a los recortes. También porque Rajoy (el único valedor importante de Fabra, que no tiene detrás de sí ninguna de las familias del PP), como personaje vinculado al núcleo central de la burguesía, necesitaba alguien capaz de defender sus intereses incluso si entraban en colisión con los de alguna camarilla partidaria. No es casual que Fabra discutiera (negociara, realmente) el decreto-ley de recortes con la cúpula empresarial, y no con los barones del PP, y que consensuara con ellos exclusivamente el puesto de vicepresidente de Bankia. En la actualidad el equilibrio interno de la derecha está resquebrajado, los diferentes clanes (Rita, Alfonso Rus –cacique de la provincia valenciana-, Carlos Fabra, Juan Cotino –el más vinculado a la cúpula eclesial-, etc.) muestran su respectiva fuerza ante la ausencia de poder fuerte en el Palau de Manises, y tienden a unirse frente a Alberto Fabra para defender sus intereses de camarilla. En la medida que el movimiento contra los recortes se profundice, la crisis en el PP puede también agudizarse. Por último, la absolución de Camps crea un factor absolutamente imprevisible, con potencial para dinamitar la estructura del partido.

El movimiento en la calle y la rémora de los dirigentes de izquierda

En todo caso, lo fundamental no son los navajazos de la derecha valenciana, sino el movimiento que se está levantando. Para valorar todo su potencial hay que entender que es el fruto maduro de una acumulación de frustraciones y descontento larvados durante años, y que de forma episódica se expresaba en la calle, para retirarse de ella ante la dejación de las direcciones sindicales y políticas que dejaban huérfano el movimiento, negándose a extenderlo y unificarlo, a elevar el nivel de conciencia y a politizar; a veces, incluso, negándose a participar en la propia lucha. Estas expresiones en la calle se dieron, especialmente, a partir de 2002, con la huelga general que derribó los planes de Aznar. Las movilizaciones contra la guerra, la propia reacción ante el accidente de metro mencionado, las grandes luchas de toda la comunidad escolar en el curso 2006/07, el masivo apoyo a los vecinos de El Cabanyal contra su expolio, las manifestaciones espontáneas contra la corrupción, las Trobades pel Valencià, la última huelga general, las asambleas masivas del 15-M y las posteriores manifestaciones de junio y octubre, y tantas otras expresiones de lucha, son buenos ejemplos.

Si no hubo una expresión similar de contundente en las urnas fue por el conservadurismo, el burocratismo, la derechización, de los dirigentes de izquierda, y en especial del PSPV. Aceptaron de buena gana el discurso de la derecha: ‘hay que dirigirse a las capas medias’, ‘lo decisivo es ofrecer grandes espectáculos, que traen beneficios’, ‘la gestión privada de lo público es más eficaz, y en todo caso inevitable’, etc. Y tanto lo aceptaron (fruto de sus propias condiciones sociales y de su deriva ideológica), que fue también el eje de su política, tanto en la Generalitat (y eso llevó a la derrota a Lerma), como en las numerosos ayuntamientos donde ha gobernado. Tampoco los dirigentes de IU mantuvieron una posición nítida de izquierdas, anticapitalista, ni una presencia comprometida en el movimiento, aunque en el último período sí hay algunos intentos de participar en la lucha en la calle y de posicionarse a la izquierda, incluyendo a la de los diferentes grupos pequeñoburgueses (en especial Compromís) con los que casi siempre ha llegado a componendas. Desgraciadamente, la política municipal de IU, allá donde ha participado en el equipo de gobierno (Requena, Bunyol, Sagunto), no tiene muchas variaciones con respecto a la del PSOE. Por último, Compromís se ha beneficiado de una utilización eficaz de Les Corts para denunciar el carácter reaccionario de la derecha, así como de participar o impulsar diferentes luchas. Sin embargo, esta actitud aparentemente más radical enmascara un programa que aspira a las reformas posibles dentro de un capitalismo en crisis, adornado con la habitual palabrería orientada hacia capas medias radicalizadas.

Aun y todo, y pese a la importante base electoral de la derecha, que más que nunca se concentra en el PP sin interferencias, éste no es hegemónico. Los resultados electorales reflejan que el voto al Partido Popular no es mayoritario en el cuerpo electoral: la suma de la abstención y el voto a partidos de izquierdas es mucho más alto. Y la abstención, mayoritariamente, no vota a la derecha porque no tiene expectativas en ella. Una parte importante de ella podría ser ganada para la movilización electoral, con un programa y una actuación revolucionaria constante. Pero más importante que todo esto es que el peso de la base del PP en unas elecciones está sobrevalorado con respecto a su peso en el movimiento real de la sociedad. Esa base es difícil de movilizar en la calle para contrarrestar la lucha de la izquierda. ¿Cómo si no se explica la ausencia de manifestaciones –al menos masivas- defendiendo al PP, su participación en la guerra de Irak, o su política educativa, o la honradez de sus cargos?

Es necesaria una huelga general del sector público

No, la calle es nuestra. Y más lo sería (y más resultados tendría) si el papel de los dirigentes sindicales no hubiera sido, ni fuera, intentar apaciguar la lucha, no coordinarla, no animarla, y pactar a la mínima de cambio en condiciones desventajosas. Una prueba contundente es la situación actual. Hemos tenido manifestaciones masivas, y todo indica que las seguiremos teniendo (el sábado 25 hay convocadas otras del sector público). 15.000 trabajadores sanitarios participaron en concentraciones a las puertas de sus centros el 13 de enero. Trescientos galenos reunidos en la asamblea del Colegio Oficial de Médicos de Valencia votan una resolución pidiendo a los sindicatos que convoquen una huelga indefinida hasta parar los recortes; ‘si hace falta dinero que los políticos se rebajen el sueldo’, dicen). En la educación decenas de institutos están en lucha permanente, haciendo encierros los martes por la noche, cortando calles y carreteras, etc.; en Gandia 15.000 profesores y estudiantes se manifestaron; y el Sindicato de Estudiantes convoca huelga y manifestaciones el 16, con perspectivas inmejorables. Los trabajadores de la recogida de basura de Valencia amenazan con huelga coincidiendo con las Fallas (en marzo). Los trabajadores sociales y vecinos de Parc Alcosa (barrio de Alfafar, Valencia, muy degradado) llevan semanas luchando diariamente para poder mantener esos empleos y diferentes servicios sociales, mientras un compañero se mantiene en huelga de hambre desde hace más de un mes… ¿A qué esperan las direcciones sindicales para unificar toda esa fuerza, organizando un plan de lucha serio y contundente, y como primer paso convocando una huelga total del sector público valenciano? ¿Por qué no unir toda esa energía a la de nuestros compañeros catalanes, castellanomanchegos, vascos, madrileños, para parar todos los ataques? ¿Por qué no se empieza a preparar ya una huelga general, donde vincular la oposición a todos los recortes con el rechazo a la reforma laboral en ciernes, que será un contundente paso atrás en las condiciones laborales? Somos conscientes de que esas movilizaciones, esas huelgas, exigen mucho más que poner una fecha, exigen una explicación masiva, asambleas bien convocadas y democráticas, reivindicaciones asumidas por el movimiento, oposición efectiva a servicios mínimos abusivos, y sobre todo determinación de luchar, de menos a más, hasta parar los ataques.

La correlación de fuerzas es tan favorable que incluso estamos viendo movilizaciones donde participan sectores de la base social del PP. Los libreros en lucha por cobrar el bono-libro, los farmacéuticos por los impagos, los médicos, los abogados del turno de oficio (a los que se les quiere reducir un 37% su sueldo)… Doscientos de estos togados se presentaron a una reunión de negociación entre el decano del Colegio de Abogados y la Conselleria de Justícia, exigiendo estar ellos porque no se fiaban de su supuesto representante… Muchos de los sectores sociales que veían el futuro con optimismo, confiando en las instituciones burguesas e incluso en el PP, hoy se sienten frustrados e indignados, lo cual es un factor importante en la lucha de clases. Incluso si muchos de esos sectores no se suman a una movilización general contra los recortes (lo cual no está en absoluto descartado), ¿van a defender a la Generalitat de una ofensiva de lucha en la calle? Es evidente que no. Fabra y los empresarios detrás de él se enfrentarían aislados al movimiento obrero, si éste se batiera con decisión, unidad, y los métodos del sindicalismo combativo.

ULISES BENITO.

23 de febrero de 2012

LADRONES ILUSTRES.

Existen variedades distintas de ladrones, míticos o reales, como atracadores, cuatreros, cacos, rateros, chorizos, carteristas, salteadores de caminos, chupópteros, sisadores, engañabobos, navajeros, estafadores, banqueros y capitalistas, catalogados según la clase de robo, estafa o hurto que comete cada ladrón.

Bonni y Clide que vemos en el cine, es esa pareja de ladrones míticos que se dedicaban a asaltar bancos durante la Gran Depresión de los años 30 en Estados Unidos. La sociedad los idealizó comparándolos con Robin Hood, o con Diego Corriente, el bandido generoso, o el apodado el “El Tempranillo”, de nombre “José María, que a los ricos robaba y a los pobres socorría” y se convirtieron en leyenda después de morir. En el 2011 se estrenó una nueva película sobre la vida de los primeros, protagonizada por Kevin Zegers y Hilary Duff. Estos eran ladrones que caían simpáticos al pueblo porque en el fondo, se les aplica el refrán popular de: “el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón”.

Sin embargo, hay otros ladrones que les cae fatal a todo ciudadano honrado, como puede ser la cantidad de “imputados”, “presuntos”, “encausados”, “condenados” y demás personajes del mundo de las finanzas y mezclados con dirigentes políticos, que están llevando a millones de ciudadanos a repudiar, con toda la razón, este modelo de “democracia burguesa, corrupta y degenerada”, donde los pobres rateros de poca monta se pudren en las cárceles, porque no tienen siquiera para pagarse un buen abogado y los “respetable señores” que roban descaradamente a los ciudadanos o utilizan al Estado para saquear las arcas de la Hacienda Pública, que dicen que somos todos, salen impunes o la Justicia tarda tanto en producirse que los casos se archivan por “estar prescrito”, pero ni se aplica la Ley de incautación, ni se les obliga a devolver todo lo robado a los condenados, por lo que la mayoría de esos desfalcos, lo soportamos la clase trabajadora y los sectores menos favorecidos que se hunden en la miseria.

Uno de los más grandes ladrones convicto y confeso, uno de los mayores estafadores que ha sido condenado, es Bernard Madoff, el magnate fundador de una de las firmas más importantes de Wall Street. El año 2008 el FBI lo acusó de cometer uno de los fraudes más grandes de la historia. En su gran estafa cayeron en la trampa grupos inversores, bancos, organizaciones humanitarias, la comunidad judía de Estados Unidos e incluso familias ilustres del Reino de las Españas. Un juez congeló sus activos y luego fue condenado. El fraude alcanzó la cifra colosal de 50.000 millones de dólares, lo que lo convirtió entonces en el mayor fraude llevado a cabo en la historia por un solo individuo y fue condenado a 150 años de prisión. Pero, ¿Alguien con sentido común puede creer que en esa colosal estafa intervino un solo individuo? ¿No detectaron nada sus banqueros, las empresas con las que se relacionaba, los amigos y colaboradores necesarios de la burguesía de las altas finanzas?

En el Estado español tenemos casos de estafas y corrupciones a porrillo, cada día más generalizados, pero un caso similar y paradigmático es el encabezado por el “presunto estafador y presunto corrupto reincidente” llamado Ruiz Mateos, que primero quiso que el pueblo lo asimilara a “Diego Corriente”, haciéndonos creer que “daba de comer a muchas familias”, pero que en realidad nos ha resultado un “Madoff”. Casos recientes y verídidos como el del hijo político de del Jefe del Estado, acusado de “presunta corrupción” por desvíos de dineros que tendrían que haber sido utilizados en atenciones sociales, son un mal ejemplo que afectan a la Corona saliendo dañada y haciendo crecer el número de jóvenes que se vuelven antisistema y luchan por una República. Hay también otros casos públicos que afectan a partidos políticos como el PP, que está bajo la “presunta acusación de corrupción” por el Caso GÚRTEL, que dura ya demasiado tiempo y que parece que se reactiva de nuevo.
El juez que lleva el Caso Gürtel levantó el secreto del sumario poniendo a la disposición de los ciudadanos los 50.000 folios que se han acumulado. Se acusa a Bárcenas, que actuaba de tesorero del PP como uno de los máximos responsables, pues era el contacto de Correa en el PP. Bárcenas y otros quedan hundidos y Rajoy y su cúpula, tocados.


Según el sumario del Juez Pedreira, Bárcenas recibió de Correa 1,35 millones de euros por los favores prestados. El patrimonio de Bárcenas se multiplicó por cerca de 4 en 5 años, pasando de 800.000 a 3.000.000 de euros. Hubo un derroche enorme y un despilfarro de los recursos públicos regalando trajes, relojes, corbatas, bolsos todo ello de gran lujo y excelente calidad para tapar bocas y agradecer favores.


Queda al descubierto una “supuesta” trama de financiación ilegal en el PP de Valencia. La empresa de Correa, Orange Market, ingresaba dinero negro a las cuentas del PP. Este partido pagó 6,3 millones de euros por Actos Electorales en dinero negro, que no pagaban impuesto a Hacienda.


En Madrid queda acreditado que diversas Consejerías de la Presidenta Aguirre vulneraban todas las normas de contratación publica. Con ello se beneficiaba a empresas de Correa. Sobre 500 adjudicaciones están siendo investigadas. Los actos electorales del PP en Madrid eran pagados por Fundescam.


En Galicia el PP emitió facturas falsas como justificantes de 5,9 millones de euros, a través de empresas de Correa, que cometieron fraudes a la Hacienda Pública. Este elemento se quedaba con un 2 % de la contratación pública de algunos ayuntamientos como Boadilla y Majadahonda.


Esa trama corrupta, utilizando procedimientos de tipo mafioso, creó una lista de personalidades a las que mantenía callada a base de regalos, prebendas y comisiones. El sitio elegido para las reuniones de alto nivel era el Hotel Fénix de Madrid, donde hacían el reparto del botín. Según informe policial el 9 de mayo empresarios y excargos del Ayuntamiento de Boadilla se repartieron 288.485 euros que venían de comisiones irregulares.


El dinero enviado a paraísos fiscales es todavía desconocido. Distintos cargos del PP implicados en el sumario utilizaban los paraísos fiscales para ocultar los fondos. Entre estos elementos aparecen Luis, Bárcenas, Arturo González y el que era euro-parlamentario Gerardo Galeote. El Alcalde Panero recibió 46.612 euros en sobornos. Ana Mato, la número tres del PP tuvo a su nombre un coche de la mujer de Correa.


En 50.000 folios de sumario la información contenida es demoledora, pero para muestra bastan esos botones; Don Mariano Rajoy, que quería para España un Gobierno como el de JAUME MATAS, no sabe si dimitir o convocar un congreso extraordinario para lavar la corrupción. El “presunto” delincuente Sr. Matas, que tenía como plazo hasta esta noche anterior para no entrar en la cárcel, ha abonado la fianza que el Juez le pedía. Con parte de lo robado, esos delincuentes de alto copete pagan su libertad. Es verdad lo que decía Pacheco sobre la Justicia. Lo que está ocurriendo no es normal.


El Gobierno tiene que tomar medidas urgentes, incluso por Decreto Ley, para atajar esta situación que está pudriendo la situación y desprestigiando la democracia. Uno de los factores que nunca debe descuidar ningún proceso que verdaderamente quiera avanzar hacia el socialismo es la enfermedad de corrupción que padece el capitalismo, tan antigua como la lucha por el lucro privado.


La lucha contra esta afrenta al pueblo practicado a veces incluso con orgullo por los propios capitalistas, es como un arma gemela de la explotación, de la opresión y del engaño a los trabajadores, por ello, debe ser una tarea indispensable, luchar a fondo contra esta lacra, para la buena salud de todos los ciudadanos que se precien de ser incluso “defensor de una democracia sana”, pues de lo contrario, a la corta o a la larga se está convirtiendo en un cáncer que corroe las bases de este sistema de los capitales, que puede ser capitalizada por grupos de extrema derecha que reclamen un modelo ultra-reaccionario.



Como demuestra la experiencia, este fenómeno de la corrupción capitalista se presenta en cualquier tipo de economía, sea en momentos de auges como de recesiones. La empresa privada siempre anda en torno a los políticos, para comprar sus favores, como estamos constatando, no solamente por su razón de ganar dinero, como empresarios que compiten entre ellos y cuyo fin es el lucro privado, sino, que se convierten en sanguijuelas que chupan de la teta del Estado, que vía presupuestos que pagamos todos, es utilizado a favor de los corruptos para su enriquecimiento y perversión. Pero, es preciso también perseguir, no solamente a los corruptos, sino, sobre todo, descubrir y desmantelar, poniéndoles a disposición de la justicia a los “Corruptores” que son la causa de la causa y cuya figura permanece casi siempre oculta entre las bambalinas de esta “farsa”.


Los socialistas que combatimos al capitalismo como sistema comprendemos que este modus operando no es de la actualidad, aunque en momentos de recesión los efectos sean más visibles, por lo que, negamos la mayor, negamos que sean actos puntuales de tal o cual partido, cuando unos a otros se acusan de “y tú mas”, sino que está comprometido todo el sistema, incluyendo a la Banca y a los Imperialistas que controlan ingentes cantidades enormes de recursos procedentes de la corrupción, léase trata de blanca, tráfico de drogas o armamentos, juegos ilegales y demás mecanismos, cuyos métodos de obtención de beneficio es totalmente inherente al propio sistema para reproducirse e incrementar la acumulación de las grandes multinacionales que controlan desde los despachos de la Gran Banca Internacional.


Evidentemente cualquier gobierno, teóricamente, tiene mecanismos estatales para controlar cualquier acto que perjudiquen a las distintas instancias del Estado, que junto a las pomposas declaraciones del más alto nivel, “de luchar denodadamente contra semejantes delitos y amenazas”, bajo la repetida frase de que llegaremos hasta el final, “caiga quién caiga”, la realidad práctica demuestra que son incapaces de sobrepasar ciertos límites impuestos por los Poderosos, por los Amos del cotarro, si no se rompe con el modelo financiero y se procede, recabando el apoyo de la clase, a nacionalizar la banca, los monopolios y los grandes medios de producción, poniéndolos al servicio del pueblo bajo una gestión auténticamente democrática, lo que sería el principio de una nueva sociedad socialista, planificada y humana.


Pero mientras que llega ese momento, mientras que la clase trabajadora no se tome en sus manos ese gran acto de justicia de “Expropiar a los Expropiadores”, es imprescindible plantear algunos remedios para la lucha contra la corrupción, incluso exigir al gobierno que tome medidas de inmediato, dentro del marco actual, que sin duda está pidiendo la necesidad de ejercer un riguroso control, no solamente por parte de los mecanismos del Estado, aumentando el número de inspectores, incrementando las sanciones e incluso utilizando la requisa, la incautación, la expropiación de los bienes y recursos ilegítima e ilegalmente adquiridos, sino principalmente, incrementando mediante leyes audaces la intervención de los ciudadanos en los controles y en la lucha contra la especulación y la corrupción, principalmente en las empresas, dando a los trabajadores capacidad para fiscalizar las cuentas a través de los sindicatos de clases. Está pendiente, no solamente en la política, sino debido a la situación cotidiana que se nos presenta, tanto en los municipios, en las comunidades, en las empresas o en cualquier departamento, una verdadera política que evite este estado de cosas que cada vez repugna más a los votantes que les inclina irremisiblemente hacia la abstención, que perjudica a las izquierdas y beneficia a las derechas.


Por consiguiente, lo que está fallando en el control natural que la “democracia” tendría que otorgar a las bases, en el tan manido y nunca cumplido estribillo de “gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo”, que nunca bajo el capitalismo se podrá realizar, es el propio mecanismo para que cualquier tipo de denuncia, de sospecha, de posibilidad de saqueo ilícito, tenga unos causes de “democracia obrera” que impida que esta “democracia burguesa” corrupta y degenerada pueda seguir abusando impunemente de la situación, arrastrando a los trabajadores a situaciones de paro, de desprotección y de bajada de los niveles de vida, por causa de la crisis capitalista cuyos responsables siguen sueltos y que no se cargue toda la crisis y toda la corrupción que ella comporta sobre las espaldas de la clase trabajadora.


Existe también una falta de compromiso por parte de los agentes sociales, que han llevado una política equivocada de consensos y pactos, tapando a veces la realidad, por quedar bien con la patronal, y no han comprendido que no se puede gestionar la cuestión social, con el mismo modelo anterior. Es preciso cambiar de política, tanto en lo sindical como en lo económico, exigiendo más control democrático y uno de los remedios urgentes contra la corrupción es la transparencia y un imprescindible control obrero.


El modelo sindical actual tiene que ser un sindicalismo de combate, de lucha, democrático y participativo. Por ello, nosotros seguimos luchando por la nacionalización de los recursos financieros, para concentrarlos en una Banca Estatal Única, bajo control democrático de toda la población, eliminar los secretos bancarios y empresariales para que la democracia entre en el interior de las empresas y que sea la clase mayoritaria, que es la clase trabajadora la que luche firmemente, con el concurso de los sindicatos, asociación de consumidores y demás fuerzas sociales de izquierdas, contra la corrupción y la mentira y por construir una nueva sociedad de ciudadanos “ libres, justos honrados e inteligentes”, como planteaba Pablo Iglesias que es imprescindible para avanzar hacia la superación del capitalismo y la construcción de una sociedad verdaderamente socialista.


AREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

Is-psoe.malaga@terra.es

21 de febrero de 2012

¡¡SOLIDARIDAD CON LOS ESTUDIANTES DE VALENCIA¡¡¡

¡¡Jornada de lucha estudiantil el 29 de Febrero en todo el Estado.¡¡

¡Basta de represión policial!

¡Basta de recortes en la enseñanza pública!

¡Basta de paro juvenil!

Hay que parar los institutos y organizar manifestaciones y concentraciones en todo el Estado

Desde hace días las calles de Valencia han vivido momentos que nos recuerdan a la dictadura franquista. Cientos de policías antidisturbios, siguiendo las órdenes de la Delegada del Gobierno del PP, han cargado brutalmente contra estudiantes de secundaria cuyo único delito era manifestarse pacíficamente en defensa de la enseñanza pública y contra los recortes aprobados por el gobierno de la Generalitat valenciana. Los estudiantes del IES Lluis Vives y de otros centros, han sido víctimas de una brutalidad policial que recuerda la actuación de la policía franquista en los años setenta. Estudiantes pacíficos que se manifiestan pacíficamente han sido golpeados violentamente, con porrazos, patadas, y agresiones, cercados y tratados como delincuentes peligrosos, decenas detenidos injustamente. En esta brutal actuación policial, los insultos y vejaciones han sido la norma. A nadie se le escapa que la decisión del PP de utilizar esta violencia contra los estudiantes no es casual: pretenden amedrentar a los jóvenes que luchamos por nuestros derechos, pero no lo van a conseguir.(Leer más)

Desde el Sindicato de Estudiantes volvemos a reiterar nuestra total solidaridad con los estudiantes valencianos, con los compañeros del Lluis Vives, con los detenidos y con sus familiares. Exigimos la libertad de todos los compañeros detenidos y la dimisión inmediata de la Delegada del Gobierno y del Ministro del Interior que están amparando esta actuación policial propia de una dictadura.

Jornada de lucha estudiantil el 29 de febrero en todo el Estado.

Nuestros compañeros de Valencia están movilizándose desde hace semanas en defensa de algo que es completamente justo: una educación pública de calidad. Desde hace años, el gobierno del PP instalado en la Generalitat no ha hecho más que recortar los presupuestos educativos favoreciendo descaradamente la privatización de la enseñanza. Mientras los empresarios se lucran con subvenciones públicas, los centros de estudio del País Valencià se han degradado aceleradamente: miles de estudiantes dan clases en barracones, hay cortes continuos de electricidad y de la calefacción en las aulas; se despiden profesores y la masificación cada día es más insoportable. Un panorama semejante al que se vive en cientos de centros de estudio del resto del Estado, y que el gobierno central del PP, con sus recortes a la enseñanza pública, va a empeorar.

El pasado 16 de febrero, el Sindicato de Estudiantes convocó una huelga general en toda la Comunidad Valenciana que fue seguida masivamente: las aulas quedaron vacías y las manifestaciones fueron multitudinarias. En Valencia capital más de 20.000 jóvenes abarrotaron el centro de la ciudad, y miles más lo hicieron en Castellón, Alicante y numerosas localidades. Antes de esa fecha ya habíamos salido a la calle por miles junto a nuestros padres y profesores, igual que los compañeros de Madrid, Catalunya Navarra, Galicia, Andalucía y del resto del Estado.

El gobierno del PP, con un completo desprecio por nuestras reivindicaciones, sólo ha sabido responder con más agresiones, más represión y más mentiras. No escucha la voz de la juventud, no dedica el dinero a nuestros centros de estudio, pero sí moviliza cuantiosos recursos públicos para regalárselos a los banqueros, comprar gases lacrimógenos y apoyar a sus medios de comunicación afines para que criminalicen a los jóvenes que luchan por su futuro.

La derecha demuestra con su actuación una enorme debilidad: sin argumentos recurren a los porrazos. Sí, la juventud y los trabajadores somos fuertes y somos más. El pasado 19 de febrero más de dos millones de currantes, parados, pensionistas y jóvenes, muchos jóvenes, llenamos las calles de todo el Estado contra la reforma laboral aprobada por el gobierno de Rajoy. Una reforma que deja vía libre a los empresarios para esclavizarnos, pagarnos salarios miserables, y que además no va a crear empleo sino facilitar miles de despidos, eso, sí, gratis.

Frente a esta ofensiva de la derecha tenemos que responder con claridad: Hay que luchar, movilizarnos masivamente y unitariamente, demostrar que no vamos a aceptar que una minoría siga haciendo fabulosos beneficios a costa del sufrimiento de la mayoría de la población. En el País Valencià, el Sindicato de Estudiantes ha convocado huelga general para el 29 de febrero. Pero ese día nuestros compañeros deben sentir todo el apoyo del conjunto del movimiento estudiantil del resto del Estado. Su lucha es nuestra lucha, la represión que han sufrido, los golpes que han recibido, también son los nuestros.

Por eso desde el Sindicato de Estudiantes llamamos el 29 de febrero a una jornada de lucha en todo el Estado en solidaridad con nuestros compañeros de Valencia. Llamamos a todas las organizaciones y colectivos estudiantiles y de izquierda a la unidad de acción, a sumar fuerzas unitariamente para que se oiga la voz de la juventud en la calle y nuestro clamor contra este gobierno de los recortes y la represión. Para esta jornada proponemos que se realicen asambleas en todos los centros de estudio, que se voten resoluciones de apoyo a los estudiantes valencianos, que se exija la dimisión de la Delegada del Gobierno, del Ministro del Interior y de los mandos policiales implicados; es necesario llamar al apoyo de los profesores y de nuestros padres que, como se ha visto en Valencia, en numerosas imágenes y videos, están a nuestro lado y totalmente indignados por la violencia policial. Y lo más importante, que el 29 de febrero se paren las clases y se organicen concentraciones y manifestaciones en todas las ciudades y localidades. Los estudiantes no somos criminales, somos el futuro y vamos a luchar por él. Si nuestros padres tumbaron la dictadura franquista, nosotros vamos a derrotar los recortes y la represión de un gobierno que ha tardado muy poco tiempo en demostrar su carácter autoritario.


• ¡Basta de represión policial contra la juventud! ¡Libertad inmediata de los estudiantes detenidos injustamente!


• ¡Basta de autoritarismo! ¡Dimisión de la Delegada del Gobierno en Valencia y del Ministro del Interior!
• No a los recortes ¡Defendamos la enseñanza pública!

• ¡No al despido de profesores! ¡Los recursos públicos para la enseñanza pública, no a las subvenciones para engordar el negocio de la privada!

• ¡Basta de paro juvenil y esclavización en las empresas! ¡No a la reforma laboral!

• ¡Obreros y estudiantes unidos y adelante! ¡CCOO y UGT deben convocar ya una huelga general para frenar los ataques y las contrarreformas del PP!

SINDICATO DE ESTUDIANTES.

20 de febrero de 2012

MÁLAGA-MASIVA MANIFESTACIÓN CONTRA EL PP POR SU “REFORMA LABORAL”.

“El secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, quien ha participado este domingo en la manifestación celebrada en Málaga contra la reforma laboral, ha afirmado que en la provincia podría afectar a unos 25.000 trabajadores del sector público —20.000 considerados como personal laboral y unos 4.500 que trabajan en empresas públicas—, además de a los empleados del sector privado. (…) "prácticamente todas las empresas podrán despedir sólo con 20 días de indemnización", (…) esta reforma "facilita los despidos colectivos tanto en el sector público como en el privado", (…) "cuando los organismos y entidades que forman parte del sector público aleguen nueve meses de insuficiencia presupuestaria podrán despedir con una indemnización de 20 días por año trabajado". Por tanto, "esta reforma del PP no va a generar empleo, todo lo contrario, va a provocar más paro, porque facilita el despido en lugar de la contratación", ha sentenciado, al tiempo que ha advertido de que, "en este momento de dificultad, las empresas van a hacer lo más fácil, que es echar a trabajadores en lugar de contratarlos".(Periódico 20 Minutos 19-2-12. Europa Press).

La misma fuente añade”(…),” Heredia ha detallado que con esta reforma "un mileurista" con 10 años de antigüedad cobrará 10.000 euros menos si se le despide. "Antes 17.260 euros y ahora con un despido procedente cobraría 7.670", ha señalado, mientras que un trabajador con 11 años de antigüedad y un sueldo de 41.805 euros pasaría a cobrar 18.325 euros con un despido procedente. También ha indicado que se elimina la negociación colectiva como sistema de acuerdo entre trabajadores y empresarios. "Esto es algo que se ha mantenido durante toda la democracia", por lo que la reforma laboral servirá para "devaluar un 20 por ciento el nivel de vida de los españoles",(…) el secretario general del PSOE de Málaga ha criticado que "el PP nos prometió una fórmula mágica para generar empleo, pero nos mintió, porque el paro se está disparando y la solución es esta reforma del despido que trae más paro"”(Misma fuente citada).

Entre 25.000 y 40.000 manifestantes, según diversas fuentes, acudieron a la llamada de los sindicatos convocantes UGT, COO y Sindicato de Estudiantes.(S.E.) Las masas de trabajadores y la juventud han salido a las calles de Málaga y de todo el estado, secundando la llamada de protesta a las que se han sumado muchos colectivos organizados con pancartas y banderas. Apoyaban la movilización una plataforma compuesta por IZQUIERDA UNIDA (I.U)., PSOE, Asociación de Defensa de la Sanidad Pública, Facua, Federación de Vecinos Unidad, Federación de Vecinos Solidaridad, Sindicato de Estudiantes, Sindicato Unificado de Policías, Consejo Boliviano, Equo, Acción Humana, Asociación de Enfermos Mentales, Plataforma Solidaridad con Inmigrantes, Málaga Solidaria, Coordinadora de Inmigrantes y la Asociación para la Integración de la Comunidad Gitana Palma-Palmilla. La manifestación ha sido una de las más numerosas de los últimos años, superior incluso a la del 15-O, convocada por el movimiento 15-M que también fue masiva.

Los manifestantes gritaban con fuerza consignas contra el ataque que representa lo legislado en materia anti-obrera por el nuevo gobierno del PP, cuya política no consiste más que en la defensa sistemática de los intereses de los ricos y el ataque furioso contra los sindicatos y las masas trabajadoras, pero se pueden equivocar si no rectifican.

Esa Contra-Reforma Laboral representa un ataque más de la ofensiva permanente contra las conquistas sociales que llevó a cabo la clase obrera con sus luchas durante los últimos 30 años. Los servicios públicos, como Sanidad, Educación y atenciones sociales están siendo desmantelados, los empleados públicos despedidos y atacados, así como tienen preparada otra batería de leyes antisociales que nos pueden retrotraer a situaciones que no tienen ningún precedente histórico, excepto en los tiempos de la dictadura.

El Estado burgués se hunde en la recesión, agravada por la nefasta política ultra-liberal que practica el PP, y que quieren generalizarla en Andalucía, por lo que pretenderán emplear todo su aparato de propaganda de los medios de comunicación que dominan para seguir engañando a las masas y alzarse con el triunfo en las próximas elecciones autonómicas, que no podemos consentir.

Estamos comprobando en este corto espacio de tiempo que lleva el PP gobernando, que ha legislado todo lo contrario de lo que prometió en su campaña electoral, pregonando una cosa y haciendo otra. Ha modificado en dos meses la legislación progresista de los últimos 30 años, por lo que la lucha y la movilización debe continuar, con una explicación clara por parte de las fuerzas de la izquierda. Marchando hacia la unidad en una acción de masas No violenta y sostenida en el tiempo, será la mejor forma de cortarles el paso al PP y frenarles para que no ganen las próximas elecciones en Andalucía, porque eso sería tomado por ellos como una justificación de que los ciudadanos admiten su política y nos llevarían directamente al subdesarrollo.

El paro masivo sigue aumentando y camina hacia los 6 millones de parados este mismo año, según algunos expertos económicos. Uno de cada joven menor de 25 años está sin trabajo. Cerca de 2.600.000 parados llevan más de un año sin encontrar un nuevo contrato, de los cuales 1.500.000 ya han agotado el desempleo y cerca de 11.500.000 ciudadanos, son pobres o están cerca de la exclusión social.

La pobreza está tomando proporciones desconocidas y el mismo PP reconoce que a corto plazo no se creará empleo. La regresión social que estamos sufriendo es una afrenta en un país que se decía la octava potencia mundial. El PP está asumiendo y llevando a la práctica algunas ideas de las más reaccionarias que les marcan desde la “dictadura financiera instalada en Europa”, cuyos “representados” directos son elementos archimillonarios que regentan lujosos despachos desde las grandes multinacionales que manejan esta especulativa “economía de Casino” desde el corazón de Wall Street, jugando sin miramientos con la vida de millones de personas en el mundo.

Por todo ello es preciso continuar la lucha, seguir saliendo a la calle el próximo día 29 exigiendo la retirada de la Reforma, continuando la protesta hasta que cedan, y a su vez, reorganizando las fuerzas de la izquierda, tanto a escala sindical como política, para preparar las condiciones para arrancar el control de los grandes medios financieros y de producción de las manos de la burguesía corrupta y ponerlos a funcionar bajo control democrático de los trabajadores y al servicio de la producción para satisfacer las necesidades de los ciudadanos menos favorecidos, pensionistas, trabajadores, autónomos y cooperativas de trabajo social.

Para ello es imprescindible rearmarnos y defender un programa genuinamente socialista que contemple la nacionalización de las multinacionales que están saqueando a los pueblos, ejerciendo un peligroso efecto aspiradora en la economía, que sigue acumulando beneficios cada vez en menos manos, para llevárselo a Paraísos Fiscales, donde atesoran ya, según los últimos informes, solo de los individuos más ricos, más de 8 BILLONES de dólares, sin contar lo que atesoran las empresas grandes y potentes Trusts y multinacionales, que representa una masa enorme retirada de la circulación que nos lleva a la recesión y a una posible depresión. Luego se quejan de que no hay dinero, de que las empresas pequeñas no tienen liquidez, cuando están saqueando a los ciudadanos.

Bajo el capitalismo no hay salida ni pueden ofrecernos soluciones a las cuestiones sociales que se agravan. Transformando esos 8 billones en puestos de trabajo se podrían crear 125 millones de jornales durante 10 años, por lo que no nos dejan otro camino que luchar por una alternativa genuinamente socialista, para planificar previa nacionalización de la Banca, los latifundios y las multinacionales, la economía para hacer un plan de choque que permita integrar y desarrollar un potente sector público, que nos saque de la crisis, de manera planificada y armónica, ejerciendo la democracia económica, política, social y cultural, bajo control social de la clase trabajadora asalariada en marcha hacia el socialismo, eliminando el Secreto Bancario y el Secreto de Estado para perseguir y erradicar la corrupción y los despilfarros.

De esta forma podríamos poner todas las fuerzas productivas en acción, pues ahora están funcionando solo al 65 % de su capacidad, con lo que se conseguiría incrementar en 4 años más de un 30 % el PIB, con lo que trabajaríamos todos, produciríamos más socialmente y repartiríamos con más justicia el fruto del trabajo social necesario. No es tolerable mantener un sistema capitalista que antepone el beneficio privado de unos cientos de familias que no han sido elegidas por nadie, a los Derechos de la inmensa mayoría de los trabajadores y encima tienen la desfachatez de llamar a esto “Democracia”, cuando estamos sometidos a la más cruel “dictadura del capital”. Otro tipo de sociedad es posible, una genuina sociedad socialista y democrática, más libre, más justa, más solidaria y más humana.

¡¡Organízate y únete a la lucha por un mundo mejor¡¡

Pepe Martín.
Portavoz en Málaga de la corriente IZQUIERDA SOCIALISTA
P.S.O.E. DE ANDALUCÍA.

Is-psoe.malaga@terra.es

19 de febrero de 2012

La acumulación de capital.(Parte 4 de 4)

TEORÍA: “EL CAPITAL” de Marx. (Escrito por Federico Engels. )

La acumulación de capital.

Pasaremos por alto una serie de excelentes investigaciones, de carácter más bien teórico, y nos detendremos tan sólo en el capítulo final de la obra, que trata de la acumulación del capital. En este capítulo se pone primero de manifiesto que el método capitalista de producción, es decir, el método de producción que presupone la existencia de capitalistas, por una parte, y de obreros asalariados, por otra, no sólo le reproduce al capitalista constantemente su capital, sino que reproduce, incesantemente, la pobreza del obrero, velando, por tanto, por que existan siempre, de un lado, capitalistas que concentran en sus manos la propiedad de todos los medios de vida, materias primas e instrumentos de producción, y, de otro lado, la gran masa de obreros obligados a vender a estos capitalistas su fuerza de trabajo por una cantidad de medios de vida que, en el mejor de los casos, sólo alcanza para sostenerlos en condiciones de trabajar y de criar una nueva generación de proletarios aptos para el trabajo. Pero el capital no se limita a reproducirse, sino que aumenta y crece incesantemente, con lo cual aumenta y crece también su poder sobre la clase de los obreros desposeídos de toda propiedad.

Y, del mismo modo que el capital se reproduce a sí mismo en proporciones cada vez mayores, el moderno modo capitalista de producción reproduce igualmente, en proporciones que van siempre en aumento, en número creciente sin cesar la clase de los obreros desposeídos. “La acumulación del capital reproduce la relación del capital en una escala mayor: a más capitalistas o a mayores capitalistas en un polo, en el otro polo más obreros asalariados... La acumulación del capital significa, por tanto, el crecimiento del proletariado”. Pero, como los progresos de la maquinaria, el cultivo perfeccionado de la tierra, etc., hacen que cada vez se necesiten menos obreros para producir la misma cantidad de artículos, y como este perfeccionamiento, es decir, esta creación de obreros sobrantes, aumenta con mayor rapidez que el propio capital creciente, ¿qué se hace de este número, cada vez mayor, de obreros superfluos? Forman un ejército industrial de reserva, al que en las épocas malas o medianas se le paga menos de lo que vale su trabajo, que trabaja sólo de vez en cuando o se queda a merced de la beneficencia pública, pero que es indispensable para la clase capitalista en las épocas de gran actividad, como ocurre actualmente, a todas luces, en Inglaterra, y que en todo caso sirve para vencer la resistencia de los obreros ocupados normalmente y para mantener bajos sus salarios. “Cuanto mayor es la riqueza social... tanto mayor es la superpoblación relativa, es decir, el ejército industrial de reserva. Y cuanto mayor es este ejército de reserva, en relación con el ejército obrero activo (o sea, con los obreros ocupados normalmente), tanto mayor es la masa de superpoblación consolidada (permanente), es decir, las capas obreras cuya miseria está en razón inversa a sus tormentos de trabajo. Finalmente, cuanto más extenso es en la clase obrera el sector de la pobreza y el ejército industrial de reserva, tanto mayor es también el pauperismo oficial. Tal es la ley absoluta, general, de la acumulación capitalista”.

He ahí, puestas de manifiesto con todo rigor científico —los economistas oficiales se guardan mucho de intentar siquiera refutarlas— algunas de las leyes fundamentales del moderno sistema social capitalista. Pero, ¿queda dicho todo, con esto? No, ni mucho menos. Con la misma nitidez con que destaca los lados negativos de la producción capitalista, Marx pone de relieve que esta forma social era necesaria para desarrollar las fuerzas productivas sociales hasta un nivel que haga posible un desarrollo igual y digno del ser humano para todos los miembros de la sociedad. Todas las formas sociales anteriores eran demasiado pobres para esto. Sólo la producción capitalista crea las riquezas y las fuerzas productivas necesarias para ello, pero crea también, al mismo tiempo, con las masas de obreros oprimidos, una clase social obligada más y más a tomar en sus manos estas riquezas y fuerzas productivas, para conseguir que sean aprovechadas en beneficio de toda la sociedad y no, como hoy, en el de una clase monopolista

NOTA:
Los epígrafes no están en el texto original.

18 de febrero de 2012

“La jornada de trabajo”. (Parte 3 de 4)

TEORÍA: “EL CAPITAL” de Marx. (Escrito por Federico Engels. )

“La jornada de trabajo”.

(...) Al capitalista le interesa que la jornada de trabajo sea lo más larga posible. Cuanto más larga sea, mayor plusvalía rendirá. Al obrero le dice su certero instinto que cada hora más que trabaja, después de reponer el salario, es una hora que se le sustrae ilegítimamente, y sufre en su propia pelleja las consecuencias del exceso de trabajo. El capitalista lucha por su ganancia, el obrero por su salud, por un par de horas de descanso al día, para poder hacer algo más que trabajar, comer y dormir, para poder actuar también en otros aspectos como hombre. Diremos de pasada que no depende de la buena voluntad de cada capitalista en particular luchar o no por sus intereses, pues la competencia obliga hasta a los más filantrópicos a seguir las huellas de los demás, haciendo a sus obreros trabajar el mismo tiempo que trabajan los otros.

La lucha por conseguir que se fije la jornada de trabajo dura desde que aparecen en la escena de la historia los obreros libres hasta nuestros días. En distintas industrias rigen distintas jornadas tradicionales de trabajo, pero, en la práctica, son muy contados los casos en que se respeta la tradición. Sólo puede decirse que existe verdadera jornada normal de trabajo allí donde la ley fija esta jornada y se encarga de velar por su aplicación. Hasta hoy, puede afirmarse que esto sólo acontece en los distritos fabriles de Inglaterra. En las fábricas inglesas rige la jornada de diez horas (o sea, diez horas y media durante cinco días y siete horas y media los sábados) para todas las mujeres y los chicos de trece a dieciocho años; y como los hombres no pueden trabajar sin la cooperación de aquellos elementos, de hecho también ellos disfrutan la jornada de diez horas. Los obreros fabriles de Inglaterra arrancaron esta ley a fuerza de años y años de perseverancia en la más tenaz y obstinada lucha contra los fabricantes, mediante la libertad de prensa y el derecho de reunión y asociación y explotando también hábilmente las disensiones en el seno de la propia clase gobernante.

Esta ley se ha convertido en el paladión de los obreros ingleses, ha ido aplicándose poco a poco a todas las grandes ramas industriales, y el año pasado se hizo extensiva a casi todas las industrias, por lo menos a todas aquellas en que trabajan mujeres y niños. Acerca de la historia de esta reglamentación legal de la jornada de trabajo en Inglaterra, se contienen datos abundantísimos en la obra que estamos comentando. En el próximo Reichstag del Norte de Alemania se deliberará también acerca de una ordenanza industrial, y, por tanto, se pondrá a debate la reglamentación del trabajo fabril. Esperamos que ninguno de los diputados elegidos por los obreros alemanes intervendrá en la discusión de esta ley sin antes familiarizarse bien con el libro de Marx. Aquí se podrá lograr mucho.

Las disensiones que existen en el seno de las clases dominantes son más propicias para los obreros que lo han sido nunca en Inglaterra, porque el sufragio universal obliga a las clases dominantes a captarse las simpatías de los obreros. En estas condiciones, cuatro o cinco representantes del proletariado, si saben aprovecharse de su situación, y sobre todo si saben de qué se trata, cosa que no saben los burgueses, pueden constituir una fuerza. El libro de Marx pone en sus manos, perfectamente dispuestos, todos los datos necesarios.

(El próximo día publicaremos la parte final):
“La acumulación de capital”.(Parte 4 de 4)

17 de febrero de 2012

“La fuerza del trabajo”. (Parte 2 de 4)

TEORÍA: “EL CAPITAL” de Marx. (Escrito por Federico Engels. )

“La fuerza del trabajo”.

(...) ¿Cuál es el valor de la fuerza de trabajo? El valor de toda mercancía se mide por el trabajo necesario para producirla. La fuerza de trabajo existe bajo la forma del obrero vivo, quien para vivir y mantener además a su familia que garantice la persistencia de la fuerza de trabajo aun después de su muerte,
necesita una determinada cantidad de medios de vida. El tiempo de trabajo necesario para producir estos medios de vida representa, por tanto, el valor de la fuerza de trabajo. El capitalista se lo paga semanalmente al obrero y le compra con ello el uso de su trabajo durante una semana. Hasta aquí, esperamos que los señores economistas estarán, sobre poco más o menos, de acuerdo con nosotros, en lo que al valor de la fuerza de trabajo se refiere.

El capitalista pone a su obrero a trabajar. El obrero le suministra al cabo de determinado tiempo la cantidad de trabajo representada por su salario semanal. Supongamos que el salario semanal de un obrero equivale a tres días de trabajo; si el obrero comienza a trabajar el lunes, el miércoles por la noche habrá reintegrado al capitalista el valor íntegro de su salario. Pero, ¿es que deja de trabajar una vez conseguido esto? Nada de eso. El capitalista le ha comprado el trabajo de una semana; por tanto, el obrero tiene que seguir trabajando los tres días que faltan para ésta. Este plustrabajo del obrero, después de cubrir el tiempo necesario para reembolsar al patrono su salario, es la fuente de la plusvalía, de la ganancia, del incremento progresivo del capital.

Y no se diga que eso de que el obrero rescata en tres días, trabajando, el salario que percibe, y que durante los tres días restantes trabaja para el capitalista, es una suposición arbitraria. Por el momento, nos tiene absolutamente sin cuidado, y es cosa que depende de las circunstancias, el que para reponer el salario necesite realmente tres días, o dos, o cuatro; lo importante es que, además del trabajo pagado, el capitalista le saca al obrero trabajo que no le retribuye. Y esto no es ninguna suposición arbitraria, ya que el día en que el capitalista, a la larga, sólo sacase del obrero el trabajo que le remunera mediante el salario, cerraría la fábrica, pues toda su ganancia se iría a pique.

He aquí la solución de todas aquellas contradicciones. El nacimiento de la plusvalía (de la que una parte importante constituye la ganancia del capitalista) es, ahora, completamente claro y natural. Al obrero se le paga, ciertamente, el valor de la fuerza de trabajo. Lo que ocurre es que este valor es bastante inferior al que el capitalista logra sacar de ella, y la diferencia, o sea el trabajo no retribuido, es lo que constituye precisamente la parte del capitalista, o mejor dicho, de la clase capitalista. Pues, hasta la ganancia que en nuestro ejemplo de más arriba obtenía el comerciante algodonero al vender el algodón, tiene que provenir necesariamente, si la mercancía no sube de precio, del trabajo no retribuido. El comerciante tiene que vender su mercancía a un fabricante de tejidos de algodón, quien puede sacar del artículo que fabrica, además de aquellos 100 táleros, un beneficio para sí, compartiendo, por tanto, con el comerciante el trabajo no retribuido que se embolsa. De este trabajo no retribuido viven en general todos los miembros ociosos de la sociedad. De él salen los impuestos que cobran el Estado y el municipio, en la parte que grava a la clase capitalista, la renta del suelo abonada a los terratenientes, etc. Sobre él descansa todo el orden social existente.

Sería necio, sin embargo, creer que el trabajo no retribuido solo ha surgido bajo las condiciones actuales, en que la producción corre a cargo de capitalistas de una parte y de obreros asalariados de otra parte. Nada más lejos de la verdad. La clase oprimida se ha visto forzada a rendir trabajo no retribuido en todas las épocas de la historia. Durante los largos siglos en que la esclavitud era la forma dominante de organización del trabajo, los esclavos se veían obligados a trabajar mucho más de lo que se les pagaba en forma de medios de vida. Bajo la dominación de la servidumbre de la gleba y hasta la abolición de la prestación personal campesina, ocurría lo mismo; aquí, incluso adquiría forma tangible la diferencia entre el tiempo durante el cual el campesino trabajaba para su propio sustento y el plustrabajo que rendía para el señor feudal, precisamente porque éste lo ejecutaba en otro sitio que aquel. Hoy, la forma ha cambiado, pero el fondo sigue siendo el mismo, y mientras “una parte de la sociedad posea el monopolio de los medios de producción, el obrero, sea libre o no libre, no tendrá más remedio que añadir al tiempo durante el cual trabaja para su propio sustento un tiempo de trabajo adicional para producir los medios de vida destinados a los poseedores de los instrumentos de producción”.

II

Veíamos en nuestro articulo anterior que todo obrero enrolado por el capitalista ejecuta un doble trabajo: durante una parte del tiempo que trabaja, repone el salario que el capitalista le adelanta, y esta parte del trabajo es lo que Marx llama trabajo necesario. Pero luego, tiene que seguir trabajando y producir la plusvalía para el capitalista, una parte importante de la cual representa la ganancia. Esta parte de trabajo recibe el nombre de plustrabajo.

Supongamos que el obrero trabaja durante tres días de la semana para reponer su salario y tres días para crearle plusvalía al capitalista. Expresado en otros términos, esto vale tanto como decir que, si la jornada es de doce horas, trabaja seis horas por su salario y otras seis para la producción de plusvalía. De una semana sólo pueden sacarse seis días o siete, a lo sumo, incluyendo el domingo; en cambio, a cada día se le pueden arrancar seis, ocho, diez, doce, quince horas de trabajo, y aún más. El obrero vende al capitalista, por el jornal, una jornada de trabajo. Pero ¿qué es una jornada de trabajo? ¿Ocho horas, o dieciocho? (...)

(El próximo día publicaremos el siguiente apartado):
“La jornada de trabajo”. (Parte 3 de 4)

16 de febrero de 2012

TEORÍA: “EL CAPITAL” de Marx. (Parte 1 de 4)

(Escrito por Federico Engels. )

El texto de Engels que reproducimos a continuación es una reseña escrita en 1867 al primer tomo de El Capital de Marx y publicada en Demokratisches Wochenblatt, un periódico obrero alemán que jugó un importante papel en la formación del Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania. De forma muy didáctica, y a la vez profunda y rigurosa, Engels esboza los fundamentos teóricos de la explotación capitalista. Consideramos muy oportuna su lectura, dada la profunda crisis en la que está inmerso el capitalismo y la brutal ofensiva que la burguesía está lanzando contra la clase obrera. Además, este material es un incentivo para que todos los trabajadores y jóvenes más concientes y comprometidos con la lucha por transformar la sociedad profundicen en la teoría marxista y, en particular, se animen a abordar esta obra maestra del pensamiento humano que es El Capital.

Desde que hay en el mundo, capitalistas y obreros, no se ha publicado un solo libro que tenga para los obreros la importancia de éste. En él se estudia científicamente, por vez primera, la relación entre el capital y el trabajo, eje en torno del cual gira todo el sistema de la moderna sociedad, y se hace con una profundidad y un rigor sólo posibles en un alemán. Por más valiosas que son y serán siempre las obras de un Owen, de un Saint-Simon, de un Fourier, tenía que ser un alemán quien escalase la cumbre desde la que se domina, claro y nítido —como se domina desde la cima de las montañas el paisaje de las colinas situadas más abajo—, todo el campo de las modernas relaciones sociales.

La contradicción que la teoría económica burguesa no resolvió.

La economía política al uso nos enseña que el trabajo es la fuente de toda la riqueza y la medida de todos los valores, de tal modo, que dos objetos cuya producción haya costado el mismo tiempo de trabajo encierran idéntico valor; y como, por término medio, sólo pueden cambiarse entre sí valores iguales, esos objetos deben poder ser cambiados el uno por el otro.

Pero, al mismo tiempo, nos enseña que existe una especie de trabajo acumulado, al que esa Economía da el nombre de capital, y que este capital, gracias a los recursos auxiliares que encierra, eleva cien y mil veces la capacidad productiva del trabajo vivo, en gracia a lo cual exige una cierta remuneración, que se conoce con el nombre de beneficio o ganancia. Todos sabemos que lo que sucede en realidad es que, mientras las ganancias del trabajo muerto, acumulado, crecen en proporciones cada vez más asombrosas y los capitales de los capitalistas se hacen cada día más gigantescos, el salario del trabajo vivo se reduce cada vez más, y la masa de los obreros, que viven exclusivamente de un salario, se hace cada vez más numerosa y más pobre.

¿Cómo se resuelve esta contradicción? ¿Cómo es posible que el capitalista obtenga una ganancia, si al obrero se le retribuye el valor íntegro del trabajo que incorpora a su producto? Como el cambio supone siempre valores iguales, parece que tiene necesariamente que suceder así. Más, por otra parte, ¿cómo pueden cambiarse valores iguales, y cómo puede retribuírsele al obrero el valor íntegro de su producto, si, como muchos economistas reconocen, este producto se distribuye entre él y el capitalista? Ante esta contradicción, la Economía al uso se queda perpleja y no sabe más que escribir o balbucir unas cuantas frases confusas, que no dicen nada. Tampoco los críticos socialistas de la Economía política, anteriores a nuestra época, pasaron de poner de manifiesto la contradicción; ninguno logró resolverla, hasta que Marx, por fin, analizó el proceso de formación de la ganancia, remontándose a su verdadera fuente y poniendo en claro, con ello, todo el problema.

¿De dónde nace la plusvalía?

En su investigación del capital, Marx parte del hecho sencillo y notorio de que los capitalistas valorizan su capital por medio del cambio, comprando mercancías con su dinero para venderlas después por más de lo que les han costado. Por ejemplo, un capitalista compra algodón por valor de 1.000 táleros y lo revende por 1.100, “ganando” por tanto 100 táleros. Este superávit de 100 táleros, que viene a incrementar el capital primitivo, es lo que Marx llama plusvalía. ¿De dónde nace esta plusvalía?

Los economistas parten del supuesto de que sólo se cambian valores iguales, y esto, en el campo de la teoría abstracta, es exacto. Por tanto, la operación consistente en comprar algodón y en volverlo a vender, no puede engendrar una plusvalía, como no puede engendrarla el hecho de cambiar un tálero por treinta silbergroschen o el de volver a cambiar las monedas fraccionarias por el tálero de plata. Después de realizar esta operación, el poseedor del tálero no es más rico ni más pobre que antes.

Mas la plusvalía no puede brotar tampoco del hecho de que los vendedores coloquen sus mercancías por más de lo que valen o de que los compradores las obtengan por debajo de su valor, porque los que ahora son compradores son luego vendedores, y, por tanto, lo que ganan en un caso lo pierden en el otro. Ni puede provenir tampoco de que los compradores y vendedores se engañen los unos a los otros, pues eso no crearía ningún valor nuevo o plusvalía, sino que haría cambiar únicamente la distribución del capital existente entre los capitalistas. Y no obstante, a pesar de comprar y vender las mercancías por lo que valen, el capitalista saca de ellas más valor del que ha invertido. ¿Cómo se explica esto?

Bajo el régimen social vigente, el capitalista encuentra en el mercado una mercancía que posee la peregrina cualidad de que, al consumirse, engendra nuevo valor, crea un nuevo valor: esta mercancía es la fuerza de trabajo. (...)

(El próximo día publicaremos el siguiente apartado:
“La fuerza del trabajo”. (Parte 2 de 4)