29 de noviembre de 2011

MIENTEN LOS QUE AFIRMAN QUE LA CRISIS ERA IMPREVISIBLE...

Mienten los que afirman que nadie avisó de la crisis. Mienten los que dicen que no hay alternativas. Mientes los que defienden al capitalismo, despreciando las propuestas socialistas, incluso los que se llaman a ellos mismos socialistas. Hemos rescatado este documento del año 2006, un año antes del estallido de la crisis en el verano de 2007 en EEUU, donde se demuestra que la Coordinadora de Málaga de nuestra corriente planteaba el debate de la posible crisis que se avecinaba y no se tuvo en cuenta por la dirección del PSOE, e incluso se nos tachó de alarmistas, de utópicos y miles de epítetos despectivos. La persona interesada en conocer a fondo estos análisis podrá comprobar por sí mismo de qué parte estaba la razón socialista y de qué parte han emanado los errores que nos han llevado a la situación actual.

He aquí el texto completo del citado DOCUMENTO.

""PROPUESTA DE RESOLUCION POLITICA DE LA ASAMBLEA GENERAL DE IZQUIERDA SOCIALISTA DE MALAGA - P. S. O. E. DE ANDALUCIA.
CAMPANILLAS DIA 18 DE MARZO DE 2006.

INDICE:
1) Situación política Internacional.
2) Situación política en el Estado Español.
3) Propuesta para el programa socialista.

1) INTERNACIONAL:

Los acontecimientos que observamos a escala mundial indican la volatibilidad y polarización en líneas de clase en todos los continentes. El péndulo de la historia está girando a la izquierda con fuerza en América Latina, como hemos visto recientemente con el triunfo del Movimiento Al Socialismo de Evo Morales en Bolivia, que ha planteado en la campaña la nacionalización de los hidrocarburos, recursos que hacen a Bolivia un país rico, pero empobrecido por las multinacionales imperialistas.

Hemos visto las tribulaciones de la empresa Repsol, con caídas espectaculares en bolsa y rectificación a la baja de los depósitos declarados que estaban sobre valorados en más de un 25 %. El triunfo del Partido Socialista en Chile, cuya economía crece al 6 % del PIB en la media de los cuatro últimos años, aunque la polarización de clases se refleja en un crecimiento de la pobreza y a la vez, las empresas que obtienen enormes beneficios.

Anteriormente vimos el triunfo de Lula en Brasil, que está teniendo problemas a causa de la corrupción que del sistema surge, y el país atraviesa momentos difíciles, pues el crecimiento del 3 %, con la enorme carga de los interés de la deuda, la corrupción y el saqueo de las multinacionales que continúa, hacen imposible cumplir el programa de erradicar el hambre y la pobreza, manteniendo el capitalismo explotador que le deja un estrecho margen para atenciones sociales, a la vez que impiden el desarrollo.

Es interesante analizar el proceso que se está dando con Chávez que ha ganado 9 elecciones en Venezuela; ha habido giros inesperados para la burguesía en Paraguay, en Palestina, donde el partido Hamas, ha ganado por mayoría absoluta descolocando a todos los estrategas del imperialismo. Las encuestas anuncian el fortalecimiento del Partido de la Revolución Democrática que se perfila como ganador en México, donde el Frente Zapatista de Liberación Nacional ha pasado a la acción política.
Todos estos movimientos tienen gran trascendencia para el futuro del socialismo.

También observamos el empantanamiento del imperialismo en la sangrienta guerra de Irak, la crisis de la energía en Ucrania, el miedo de los mercados a la invasión de productos de China, la situación de inestabilidad en la carrera nuclear, con las amenazas de Chirac desde Francia de hacer uso de la misma, y de Irán que crean asimismo controversias enormes entre las potencias.

Existen también elementos de inestabilidad política en el Estado Español que se dan precisamente en un escenario de bonanza económica debido al largo ciclo del auge, aunque existen desequilibrios serios, como la burbuja inmobiliaria, el proceso de inflación, la subida de los intereses y el agotamiento de los pactos sociales. .
Por otra parte, la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo) alerta sobre una crisis del desempleo que no es ya coyuntural, sino estructural, pues 2.800 millones de trabajadores cobran menos de 2 dólares al día; el desempleo mundial creció un 25 % en los últimos 10 años.

Los anuncios de bajadas importantes en los niveles de consumo en los Estados Unidos amenaza la economía, toda vez que la tasa de ahorro es ya negativa, lo que podría provocar la necesidad de un ajuste duro, pues los intereses bancarios están al alza y el petróleo bastante más caro de lo esperado.

Uno de los factores más preocupantes para la crisis mundial es el alto potencial de exportación de China, que podría provocar, una guerra comercial entre USA, la (des) Unión europea y Japón. La competencia está siendo muy fuerte, lo que provoca cada vez más inestabilidad en los mercados, lo que podría crear tendencias proteccionistas que podrían profundizar la crisis que se avecina.

Si rascamos un poco en la situación de Estados Unidos, vemos que el 55 % de la población está ya contra la guerra de Irak. Cierto sector de la burguesía está moviendo los hilos para intentar recambiar a Bush, porque su política está ya gastada y puede hacer irrecuperable al Partido Republicano. Además, un tercio de las tropas desplegadas en Irak tienen “fatiga de combate” y no pueden proceder a su reemplazo porque no tienen tropas de refresco suficiente.

La situación de la guerra es insostenible a medio y largo plazo, pues la media de ataques por la insurgencia a las tropas de ocupación es de 750 al día de media. Han llevado al pueblo iraquí al borde de la guerra civil, después de destruir el país y masacrar a cientos de miles de ciudadanos.

En cuanto a la destrucción de puestos de trabajo en la industria mundial, es muy preocupante, sobre todo, la crisis del sector del automóvil dónde varias grandes compañías anuncian despidos en masa, encabezada por la General Motor que cerrará varias plantas despidiendo a más de 25.000 obreros. El pueblo americano empieza a dar señales de cansancio, malestar social y ha empezado a luchar, como vimos recientemente su despertar en la famosa Huelga del Transporte de Nueva York. Y no es nada extraño que en el futuro veamos a la clase trabajadora americana en otras luchas, dado que el nivel de los salarios reales ha pasado de 25 dólares la hora a solamente 16 dólares.

En otras partes del planeta vemos igualmente procesos convulsivos y luchas sociales en aumento, como la huelga general de Grecia, despidos y deslocalización de la planta de Coca Cola de Atenas, movimiento huelguístico muy radicalizado en Bélgica, el levantamiento juvenil de Francia, que explica la falta de confianza en el futuro y en el sistema capitalista de parte de la juventud, lo que podríamos caracterizar como una distorsión de procesos revolucionarios subyacentes. Una reciente encuesta en Francia explica que el 51 % de los ciudadanos quiere el socialismo y no la socialdemocracia. El ejemplo lo dieron los votos del NO a la Constitución europea de los mercaderes.

En Alemania, el inestable triunfo de Ángela Merkel ha forzado una coalición contra natura, lo que representa más o menos un gobierno de concentración nacional, que la burguesía lo tiene previsto solo en caso de emergencia. Merkel ha querido imitar a Tacher proponiendo un programa furibundo de ataques a las condiciones de vida y trabajo del movimiento sindical y los trabajadores, pero el Partido Socialdemócrata (SPD) no lo ha podido admitir, porque sus bases se les están rebelando y pasándose al partido de Oskar Lafontaine, que se ha convertido en una verdadera oposición por la izquierda, lo que les tiene muy preocupado. Si el SPD cede demasiado ante las exigencias de Merkel y no suaviza el ataque social, el P.S. de Lafontaine les podría poner en un aprieto, pues está empezando a atacar desde la izquierda. Por otra parte, el plan de recortes, desde el punto de vista de la situación de crisis que vive Alemania, con crecimientos en torno al 0,50 %, podría debilitar aún más el consumo interno y profundizar la crisis, en vez de salir de ella.

En Portugal hemos visto el triunfo de Cavaco da Silva, o sea, que la derecha se frotaba las manos, pero si analizamos la realidad, el estrecho margen del 0,4 % en los votos explica también una situación muy frágil, porque la crisis de la burguesía portuguesa es muy profunda. La derecha se ha presentado muy unida y la izquierda dividida en cuatro fuerzas. En realidad, existe un empate técnico, con la situación muy inestable, que no solucionará nada. Al revés, podría profundizarse la crisis y la clase trabajadora portuguesa se prepara para luchar.

La lucha por el socialismo se sigue revelando claramente como la única más consecuente y racional, no sólo en lo que respecta a la mejora de las condiciones de vida y trabajo de la inmensa mayoría de los ciudadanos, sino para preservar los derechos democráticos conquistados en la lucha por la clase trabajadora. Nuestra tarea, como trabajadores, como socialistas, es continuar la lucha para avanzar en la construcción de una auténtica democracia basada en la toma real de las decisiones en todos los ámbitos, tanto en lo económico, social, cultural y político, por parte de la clase trabajadora, es decir, profundizar en la democracia, en una verdadera democracia socialista donde participemos todos. La democracia no sólo consiste en votar, hay que organizarse y luchar por el verdadero socialismo.


2) ESTADO ESPAÑOL:

En los dos años que Rodríguez Zapatero lleva presidiendo el Consejo de Ministros hemos asistido a una extrema polarización política. Las razones últimas de este fenómeno se explican por varios factores. En primer lugar, por el proceso de luchas y movilizaciones que millones de trabajadores y jóvenes llevaron a cabo contra el PP y el gobierno Aznar desde el año 2001, el más masivo y extenso desde los años setenta, que culminó en la derrota de la derecha el 14-M.

A ésta, sucedieron otros amargos varapalos electorales para el partido de Rajoy, empezando en Euskadi y concluyendo en la pérdida del feudo político de Galicia. Estos hechos han sido contestados desde la derecha con un permanente desafío. Y este segundo elemento ha supuesto una vuelta de tuerca que alimenta permanentemente la polarización y el enfrentamiento.

La derecha española tiene una tradición histórica que en sí misma es el reflejo del carácter atrasado y débil del capitalismo español. La clase dominante está acostumbrada a gobernar el país a través del puño cuartelero, la dictadura y la guerra civil. Y estas señas de identidad tan escasamente democráticas siguen pesando
La actitud de la cúpula del PP en estos dos años de gobierno del PSOE lo han puesto en evidencia: reacción, autoritarismo, nacionalismo españolista, fanatismo clerical... Lejos queda ya la demagogia sobre el supuesto “viaje al centro”.
En muchos de los discursos de los líderes del PP hemos escuchado el tono y los contenidos pronunciados hace setenta años por los dirigentes de la CEDA o de Unión Monárquica. Las mismas estruendosas diatribas reaccionarias de Gil Robles, de Calvo Sotelo, de Melquíades Álvarez resonaban en la boca de Rajoy, Zaplana o Ángel Acebes. Los dirigentes del PP confirman todos los días que son enemigos jurados de los trabajadores y de sus familias, y de la causa de la emancipación de los oprimidos


Esta actitud desafiante también se ha manifestado en un intento de ocupar la calle por parte de la derecha, sacando decenas de miles de manifestantes contra la “política antiterrorista del gobierno” o “la destrucción de la familia cristiana”. Ahora amenazan con movilizar a su base más fanática en defensa de la enseñanza privada y religiosa y, por supuesto, de la “sagrada unidad de España” amenazada por los intentos de considerar a Catalunya o Euskal Herria como naciones.

Los planes de la derecha son evidentes: quieren recuperar el gobierno lo más rápidamente posible. Como es lógico millones de trabajadores, de jóvenes, de desempleados no están dispuestos a que la pesadilla que supusieron los ocho años de gobierno Aznar se vuelva a repetir. Pero no sólo depende de la voluntad de la clase obrera.

El gobierno de Rodríguez Zapatero tiene una enorme responsabilidad en que esto no suceda. Pero para evitarlo, algo perfectamente posible, es necesario que el PSOE lleve a cabo una genuina política socialista, que se enfrente decididamente a la reacción y gobierne a favor de los trabajadores y de sus familias. Este es el aspecto decisivo de la situación y, sin embargo, la orientación que toman las medias efectivas del gobierno van en una dirección opuesta.

En el primer año de legislatura, el gobierno de Zapatero ha intentado ganar credibilidad y afianzar su base social de apoyo. Para ello ha adoptado toda una serie de medidas que han favorecido esta estrategia. En primer lugar han traído las tropas españolas que el PP desplegó en Iraq en el marco de la guerra imperialista en este país. No hacerlo hubiera supuesto un enfrentamiento frontal contra millones de personas que han luchado en la calle contra esta carnicería imperialista. Fue, sin ninguna duda, un logro del movimiento antiguerra y la prueba más clara de que la lucha sirve.

Posteriormente han aprobado la ley de matrimonios del mismo sexo que reconocían derechos democráticos básicos y otras medidas que pretenden contener la violencia doméstica contra las mujeres. Se paralizó el Plan Hidrológico Nacional y la política de trasvases planeada por el PP. Se reestablecieron los puentes con el nacionalismo vasco y se abrió una nueva línea estratégica a favor de la negociación con ETA condicionada al fin de la actividad armada.

Se puso en marcha la negociación para la reforma de los estatutos de autonomía, al mismo tiempo que se abría la negociación de una nueva reforma laboral con la patronal y los sindicatos. No obstante, los aspectos fundamentales de la política económica del gobierno de Zapatero, pilotada por el vicepresidente Solbes, no sólo no rompían con la mantenida por el PP sino que confirmaba los planes fundamentales que la burguesía ha venido manteniendo en Europa en los últimos años: recorte de los gastos sociales, recortes salariales, incremento de la jornada laboral y renuncia a las 35 horas, pérdida de derechos de las plantillas, mantenimiento de la precariedad, tasas brutales de siniestralidad, y por supuesto grandes ganancias empresariales.

En el segundo año de legislatura, el gobierno Zapatero se ha visto forzado a explicitar mucho más su labor de gobierno. Y los resultados, cuando menos, reflejan un giro a la derecha manifiesto. Repasemos algunas de estas iniciativas legislativas:


a) Aprobación de la ley de Defensa Nacional. La ley fue aprobada en el parlamento el 15 de septiembre, con el apoyo de IU, ERC y CiU, la oposición del PP y la abstención de PNV, BNG, EA. La ley rechaza tajantemente la introducción de derechos democráticos en el seno de las fuerzas armadas, niega derechos políticos y de sindicación a los soldados y sanciona la intervención de tropas españolas en nuevas intervenciones imperialistas. En el artículo 19 se señala: “Para que las Fuerzas Armadas puedan realizar misiones en el exterior que no estén relacionadas con la defensa de España, se deberán cumplir, entre otras, las siguientes condiciones: que se realicen por petición expresa del gobierno en cuyo territorio se desarrollen o estén autorizadas en resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o acordadas, en su caso, por organizaciones internacionales de las que España forma parte, particularmente de la Unión Europea o la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”. Se puede decir más alto pero, no más claro. Las tropas españolas estarán presentes en nuevas intervenciones imperialistas.

b) Aplazamiento de la ley sobre la memoria histórica. Con esta ley el gobierno de Zapatero se había comprometido a reparar a las víctimas republicanas de la guerra civil y de la dictadura franquista. Ahora dan marcha atrás asegurando, como lo hizo la vicepresidenta Maria Teresa Fernández de la Vega, que es necesario “contentar a los dos bandos”. Parece que las presiones de la derecha han hecho mella en el gobierno que pretende con esta ley “no reabrir viejas heridas”. De confirmarse esta línea de actuación, los cientos de miles de asesinados, encarcelados y exiliados por una feroz dictadura que se prolongó durante cuarenta años, quedan equiparados a sus verdugos. Una vez más la ley de punto y final que dejó impune a la dictadura franquista se intenta renovar para escarnio de la memoria de los masacrados

c) Ley Orgánica de Educación (LOE). Actualmente la educación en el Estado español se sitúa a la cabeza de la OCDE en fracaso escolar y el gasto escolar anual por alumno es un 18% más bajo que la media de los países desarrollados. La herencia del PP en el terreno de la enseñanza pública es nefasta. En ocho años han desviado miles de millones de euros de los fondos públicos a privilegiar la enseñanza privada concertada. Sin embargo, la LOE presentada por el gobierno Zapatero mantiene las líneas maestras contenidas en la mal llamada Ley de Calidad de la Enseñanza del gobierno Aznar: Un tercio de los 6.000 millones de euros anunciados para financiar la ley irán a la enseñanza concertada, cuando en los últimos doce años las subvenciones a la privada han aumentado un 80%. Se endurece las normas de acceso a la universidad pública. Se profundiza la privatización masiva de la enseñanza infantil: el sector público tan sólo escolariza a un 6,2% de los niños de 0 a 3 años. Se permite que los centros concertados puedan discriminar a sus alumnos en clases separadas por sexos. No se reconocen los derechos democráticos de los estudiantes.

d) Ley de Financiación sanitaria. En la pasada cumbre de presidentes autonómicos y finalmente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera se llegó a un acuerdo para refinanciar el déficit de la sanidad pública. Este déficit que alcanza los 7.000 millones de euros ha sido provocado fundamentalmente por la política de privatización de la sanidad pública a través de la “externalización” y contratación de recursos privados con dinero público. La carga para financiar el déficit se realizará incrementando los impuestos indirectos, alcohol, tabaco, gasolinas, que gravan por igual a todas las familias independientemente de sus ingresos. De esta manera se elude tomar cualquier medida fiscal que pueda afectar a las rentas de los que más tienen, sancionando una política de impuestos regresiva y que beneficia a las rentas del capital.

e) Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT). El pasado 11 de julio el gobierno presentó en La Moncloa el PEIT que pretende invertir 248.892 millones de euros en los próximos 15 años en grandes infraestructuras. En el acto estuvieron presentes los más destacados capitanes de las constructoras: Florentino Pérez (ACS), Ignacio Entrecanales (Acciona), Luis de Rivero (Sacyr), Joaquín Ayuso (Ferrovial), entre otros. La presencia de tales individuos no tenía otro objetivo que el de respaldar los planes del gobierno, pues las grandes constructoras se llevarán la parte del león de estas inversiones. Muchas de estas nuevas infraestructuras, como autopistas y líneas férreas de alta velocidad, serán posteriormente gestionadas y controladas por las propias empresas de construcción, siguiendo el modelo de gestión privada de Blair en Gran Bretaña.

f) Planes de privatización de empresas públicas. El gobierno Zapatero ha mantenido los planes de privatización emprendidos por los anteriores gobiernos del PP. Empezaron la legislatura con la privatización de los astilleros de Izar lo que provocó una dura respuesta de los trabajadores. El plan se saldó con la destrucción de 3.000 puestos de trabajo directos y el doble en las empresas auxiliares. Esta estrategia ha continuado con los planes de “apertura a la competencia” de Renfe, lo que puede suponer la destrucción de más de 10.000 empleos, o la privatización de Correos. También se ha presentado un plan de reconversión para RTVE en el que se señala un excedente de entre 3.000 y 5.000 puestos de trabajo.

g) Reforma Laboral. El gobierno ha hecho propuestas que pasan por el abaratamiento del despido, la pérdida de capacidad de la negociación colectiva, la ampliación de la causalidad de los despidos especialmente en lo referido a las empresas subcontratadas, un mayor protagonismo de las ETTs y la moderación salarial. Todas estas medidas no sólo no rompen con la política económica de los anteriores gobiernos de la derecha, sino que la profundizan. En estos momentos según el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) los salarios medios de los trabajadores se sitúan sólo un 0,9% por encima de los de 1997. En el Estado español tenemos más trabajadores eventuales que Italia, Gran Bretaña, Bélgica y Suecia juntos. En el caso de los menores de 26 años el índice de temporalidad supera el 60%.

h) Presupuestos Generales del Estado. El supuesto carácter social de los presupuestos brilla muy poco. El salario de los funcionarios aumenta un 3,1%, por debajo del índice de inflación. Las pensiones contributivas y no contributivas suben un 2%, exceptuando las mínimas, que oscilan entre 150 y 450 euros, que lo hacen en un 6,5%, es decir una insignificancia para el coste actual de la vida. Se mantiene el volumen de dinero destinado a incentivar el empleo a través de bonificaciones empresariales de todo tipo, y en los presupuestos educativos o sanitarios el dinero público que engordará los bolsillos de los empresarios privados de ambos sectores crecerá con respecto al presupuesto anterior.


La burguesía está emplazando al gobierno del PSOE a tomar medidas efectivas. Las vacilaciones que afloran entre sectores de la dirección del PP más favorables a rebajar la tensión y llegar a acuerdos reflejan muy bien las necesidades de la clase dominante de crear el clima adecuado para llevar a cabo estas medidas. Obviamente esto no quiere decir en absoluto que la campaña histérica del PP vaya a mitigarse. Los intereses del aparato del PP, en consonancia con un sector de la burguesía y del aparato estatal, pasan por subrayar la oposición para mantener prietas las filas de su base social y desgastar a Zapatero.

Una cosa sin embargo está clara. La política económica y social del gobierno, que se va escorando cada día más a la derecha, provocará frustración y defraudará las expectativas que millones de trabajadores habían depositado en él. Zapatero todavía tiene un margen, pero este crédito no es inagotable y si la orientación se mantiene en esta dirección la única beneficiaria será la derecha.

No hay posibilidades de resolver los acuciantes problemas de la mayoría de la población en el marco de una política económica que defiende los intereses de los grandes capitalistas a costa de los salarios, las condiciones de trabajo y el empleo. En esto se tiene que diferenciar la política de la izquierda frente a la derecha.

Hoy el gobierno contaría con el apoyo suficiente para emprender medidas de hondo calado en beneficio de los trabajadores. Medidas que pasarán por asegurar el trabajo digno y estable, obligando a través de la legislación laboral a terminar de una vez por todas con la precariedad. Para colaborar en la redacción del programa auténticamente socialista que el partido tiene que elaborar democráticamente, hacemos la aportación programática que proponemos a continuación:


3) PROPUESTA PARA EL PROGRAMA SOCIALISTA.

1) Es urgente introducir la escala móvil de precios-salarios. Subida automática de los salarios igual a la subida del IPC, ajustados cada tres meses. Los trabajadores, que somos el único sector de la población que crea la riqueza no podemos tolerar que continúen degradándose nuestras condiciones de vida ni la de nuestras familias. Teniendo en cuenta la pérdida constante de nuestro poder adquisitivo, debemos exigir un aumento inmediato de los salarios de 100 euros para todas las categorías de trabajadores.

2) Es prioritario también, la legalización inmediata de todos los trabajadores que son explotados en economía sumergida, con el único requisito de denuncia ante la Inspección por parte del afectado, bajo la amenaza de expropiación de las empresas contratantes por parte del Estado. Los trabajadores no somos ilegales, la corrupción e ilegalidad viene de la parte del patrón que no nos declara, para obtener más beneficios.


3) Al objeto de acabar con la desocupación que trae tantos padecimientos, miseria y sufrimientos a nuestras familias y barrios, lucharemos por la instauración de la escala móvil de las horas de trabajo, con jornada laboral que no sobrepase nunca las 35 horas semanales. Es decir, repartir el trabajo existente entre todos los trabajadores, ocupados y desocupados de cada localidad y sector de producción, sin reducción salarial, percibiendo el salario íntegro fijado por convenio.

4). Exigir que se abran los Libros de Contabilidad de las empresas que amenacen con cierres o suspensiones de pagos. Para llevar un control e impulsar las medidas antes enunciadas, hay que elegir de inmediato comités de trabajadores en cada empresa que entre en crisis, mediante votación libre y secreta entre los propios trabajadores, y cuyo cometido debe ser impulsar la lucha por la defensa de los salarios, de los puestos de trabajo y el acortamiento de la jornada de trabajo, para repartir el trabajo existente entre toda la plantilla de las empresas en crisis actuando como mecanismos de control a través de estos comités para impedir el vaciamiento de recursos de las mismas y fiscalizar las cuentas de aquéllas que justifiquen despidos o impago de salarios.

5)Un gobierno de los trabajadores debería fijar un salario mínimo de 900 euros, sea cual sea el sector de producción, y un seguro de desempleo para cada desocupado de 720 euros, ajustados cada tres meses con la subida de precios, hasta que se le garantice un puesto de trabajo.

6) Para luchar claramente contra el paro forzoso, una de las medidas más eficaces es la confiscación y expropiación, sin indemnización, por parte del Estado de todas las fábricas y empresas cerradas por sus dueños o que presenten expedientes de despido de trabajadores, para ser reabiertas bajo el control de sus propias plantillas. El Estado debe garantizarles el salario fijado por convenio y prestarle ayuda financiera.

7) El Estado debe entregar gratuitamente a toda familia trabajadora en paro forzoso que lo necesite ayudas de los alimentos, ropas y bonos de transporte indispensables para vivir de una manera digna. Esta labor debe estar bajo el control de las asambleas, en colaboración con las fuerzas vecinales, a través de los Ayuntamientos junto con las organizaciones sindicales y de parados que deben hacer un censo en cada barrio para saber exactamente las familias que necesitan dichos subsidios y ayudas, que deberán ser reconocida en votación popular de cada Asamblea de zona, para erradicar de inmediato la mendicidad.

8) Deberá procederse a la expropiación por el estado de todos los inmuebles y viviendas no ocupados, abandonados y fuera de uso para que puedan alojarse las familias sin vivienda y sin recursos, y/o para ser usados como centros culturales y de ocio. La entrega y el uso de cada inmueble deben estar controlados por las asambleas populares de cada barrio, con representación de la Asociaciones Vecinales, Sindicatos de clase y los Ayuntamientos.

9) Es menester, necesario y urgente fijar por ley que los alquileres e hipotecas para vivienda no superen en ningún caso el 10% de los ingresos familiares. Paralización inmediata de los embargos de viviendas y bienes de las familias trabajadoras, jubilados o que carezcan de recursos suficientes para abonar dichas hipotecas.

10) Para poner freno a la inflación, que se come materialmente los salarios, hay que decir No a las subidas de tarifas de precios sin que sean autorizadas por el Estado. Si las empresas privatizadas dicen que no pueden asegurar la calidad de los servicios, que el Estado las renacionalice sin indemnización y bajo el control de los trabajadores, para garantizar o incrementar el nivel medio de producción.

11) Con el objetivo prioritario de poner fin a la miseria y solucionar las necesidades alimenticias de las familias trabajadoras, jornaleras y campesinas, el Estado expropiará sin indemnización los grandes latifundios agrícolas y ganaderos de más de 300 Hectáreas, comenzando por aquellas que estén insuficientemente cultivadas o se mantengan en estado improductivo, para ponerlas en explotación en régimen de cooperativas.

12) Para evitar la huelga de capitales y el boicoteo financiero, se procederá a la nacionalización, con indemnización en caso de necesidad comprobada y bajo control democrático de los trabajadores, de los grandes monopolios y multinacionales para que con esas palancas económicas fundamentales en poder del Estado, pueda llevarse a cabo un auténtico Plan de Producción que saque al país de la actual situación de crisis económica capitalista.

13) Para garantizar los recursos necesarios que hagan efectivo dicho Plan y el resto de las medidas antes enunciadas, se planificará la nacionalización del sector financiero en un solo banco público, con indemnización en caso de necesidad comprobada y bajo control democrático de los trabajadores. Esto no solamente garantizaría controlar los recursos económicos del país en beneficio de la mayoría sino que permitiría conceder créditos baratos a las familias trabajadoras, pequeños productores y pequeñas empresas y cooperativizar autogestionariamente amplios sectores del consumo y la producción, que actualmente son víctimas de los banqueros parásitos. Se garantizarán los depósitos de los pequeños ahorristas individuales, empresas familiares, PYMES y todos los sectores de economía social de carácter cooperativo, así como el Estado daría apoyo a todos los emprendedores que garanticen los puestos de trabajo de sus empresas.

14) Este sí es un verdadero programa a favor del pueblo y de las familias trabajadoras. Pero es evidente que este programa no lo van a aplicar los empresarios y el gobierno por las buenas. Solamente con la lucha y la movilización de masas podemos arrancar una gran parte de estas demandas. Para que todas sean efectivas y llevadas a la práctica completamente es necesario un gobierno de los trabajadores, un gobierno PSOE-IU y otros partidos de izquierdas, que responda de verdad a su base social. Mientras que el gobierno del Estado esté sometido a los intereses del capitalista, que son defensores de la patronal y la burguesía ellos se resistirán y harán todo lo posible por frustrarlas y boicotearlas. Un gobierno de los trabajadores solamente será posible cuando la mayoría de las clases laboriosas de nuestro país acepte, acuerde y defienda este programa. Solamente entonces tendremos la fuerza suficiente para echar abajo los gobiernos corruptos capitalistas y comenzar la transformación socialista que anhelamos.

15) Para ello es preciso una coalición de toda la izquierda amplia, que movilice a los ciudadanos, que reorganice las asambleas de barrios, el sindicalismo de clase, a la juventud, a la mujer, al ecologismo y otras fuerzas de progreso a las que les pedimos que participen, apoyen y autogestionen este plan de acción. Esta gran coalición sería absolutamente democrática, con la táctica de marchar y luchar por separado votar y actuar todos juntos contra la derecha.

16)Para ganar a la mayoría de la clase obrera para este programa, un auténtico programa socialista, las organizaciones en su conjunto, tanto sindicales y la izquierda en general deberían unificar sus luchas y reivindicaciones, como insistentemente están demandando miles de activistas obreros, juveniles, de consumidores y vecinales. En concreto, no está justificada la dispersión y división del movimiento de la izquierda, cuando la Derecha lleva años unida como una piña en torno al PP. Habría que agitar por la unidad del movimiento de los trabajadores en una única organización común con plena libertad de organización de corrientes y tendencias en su interior para que todos podamos defender con absoluta libertad nuestros planteamientos y propuestas, y que las decisiones se tomen democráticamente en asambleas generales de cada pueblo, distrito o comarca.

17) En segundo lugar, los activistas de izquierda deberían desarrollar un trabajo sistemático en la base de los sindicatos, no solamente en CCOO, UGT, CGT, etc. organizando un ala de izquierda en la misma para oponer una alternativa organizada a los dirigentes burocráticos y patronales, interviniendo audazmente en toda lucha o movilización parcial de los trabajadores por sus derechos y reivindicaciones. En concreto, habría que exigir que todo dirigente deba ser elegido y revocado en cualquier momento por la base y que ninguno de ellos cobre un salario superior al salario medio de un obrero cualificado para luchar claramente contra el peligro de la burocratización y corrupción en las filas de la izquierda.

18) En tercer lugar, habría que formar una Coordinadora Sindical Única de las organizaciones de izquierdas con la idea de conectar con los activistas y los elementos más concientes y avanzados dentro de los sindicatos mayoritarios, UGT, CCOO, CGT, etc., en la perspectiva de formar una verdadera organización sindical unitaria de masas, con representación democrática, que sea capaz de ganar para el programa del socialismo a la mayoría de la clase obrera. La formación de Coordinadoras que engloben a las organizaciones de izquierdas, asambleas populares, sindicatos clasistas, secciones sindicales, Comités de Empresa, delegados de personal y comisiones internas, coordinadas local, provincial y nacionalmente, ayudarían en esta tarea.

19) Mientras que tengamos el derecho de opinar y quejarnos pero que sean otros (los grandes empresarios y banqueros nacionales y extranjeros) los que decidan, jamás habrá auténtica democracia, ni podremos avanzar hacia la superación del capitalismo, sino una “fachada” de democracia que no es otra cosa que “la dictadura del gran capital”. Necesitamos una democracia auténtica, una “democracia obrera”, “una democracia socialista”, basada no en funcionarios y burócratas corruptos sino en el control y la gestión directa de la población de todos los aspectos de la economía, la cultura y la sociedad. Una “democracia de los trabajadores” basada en la participación y el control de la población por medio de Comités y asambleas en los centros de trabajo y en los barrios, coordinados en el ámbito local, provincial y nacional, donde cualquier representante o funcionario sea elegido y revocado en cualquier momento por la población y que, en ningún caso, perciban un salario superior al salario medio de un obrero cualificado; Donde las tareas de administración y gestión no estén confiadas exclusivamente a “especialistas” separados del pueblo sino que sean ejercidas por el conjunto de la población. Incluso así, solamente sería el primer paso.

20) El Socialismo es internacional o no es nada. Habría que compartir y extender estos métodos de lucha, en un primer momento, a los países hermanos de Europa, y también de Latinoamérica y resto del mundo, para hacer frente con más garantías a cualquier intento del imperialismo por sofocar las legítimas aspiraciones de los pueblos a la transformación social y para avanzar conjunta y decididamente al Socialismo, planificando en común los enormes recursos productivos del planeta en beneficio de la mayoría democrática que es la clase trabajadora.

21) Por la Unión socialista de los pueblos de Europa, como primer paso para la Confederación Socialista Mundial, que en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo entre todos los pueblos del planeta, se inicie la andadura con el objetivo de eliminar las Guerras y los enfrentamientos que están abocando al exterminio de la humanidad. Por el reparto equitativo de las riquezas para que la economía esté al servicio del genero humano y no de unos cientos de familias dueñas de las multinacionales dirigidas por unos cuantos elementos que están destruyendo el mundo y que en el fondo no han sido elegidos democráticamente, sino, que defienden los intereses de sus amos, los poderosos, banqueros y parásitos bajo el sistema de la Dictadura del Gran Capital.

22) Con la participación activa y democrática de la mayoría de la población que es la clase trabajadora en lucha por estos objetivos, estaríamos en condiciones de avanzar hacia una sociedad verdaderamente democrática, donde, liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia y con los medios de producción bajo control de la mayoría de la sociedad, los trabajadores y nuestras familias podríamos participar conscientemente en todas las decisiones políticas, económicas, sociales y culturales de una sociedad basada en la ética, poniendo al ser humano en el fundamento de la economía, y ésta al servicio de la humanidad.

Se nos dirá que esto son medidas socialistas. ¡En efecto! Los millones de personas que votaron al PSOE el 14-M, los miles que coreaban “Zapatero no nos falles” durante la celebración de la victoria, aspiraban a estas medidas pues son las únicas que pueden satisfacer las necesidades de la población. Una vez más la disyuntiva es clara: o con los trabajadores y su capacidad de lucha para acometer la transformación socialista de la sociedad, o con los capitalistas poniendo en práctica su política y preparando el terreno para el ascenso de la derecha"".


MÁLAGA, Marzo de 2006.-

Correo: is-psoe.malaga@terra.es


NOTA ACLARATORIA:
Como siempre, todos los acuerdos, resoluciones y documentos que aprobueban los órganismos de nuestra corriente son puestos a disposiciòn de la dirección de nuestro Partido, pero por no tener la mayoría de votos suficientes en el Comité Provincial, no son tomados en consideración, ni analizados consecuentemente por sus miembros.

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