8 de junio de 2011

ANTE LA DERROTA ELECTORAL, LA DIRECCIÓN DEL PSOE…

… tiene que abrir el debate desde las bases devolviendo la soberanía democrática a los afiliados para que decidan qué programa necesitamos y qué dirección elegimos para llevarlo a cabo.

Nuestros representantes han asistido a la reunión de la Coordinadora de Andalucía celebrada en Málaga y a la de la Coordinadora Federal celebrada en Madrid este fin de semana y se ha debatido a fondo buscando las causas de la derrota.
Los documentos que están siendo publicados en el blog de Izquierda Socialista de Málaga-PSOE, que recogen el punto de vista de diversas coordinadoras provinciales nos indican que el debate está siendo de gran controversia con la corriente oficialista y las causas que se analizan son diversas.

Pero las fundamentales que han sido las más graves y causas directas de la derrota son el giro a la derecha llevado a cabo por el Gobierno,(apoyados por el Comité Federal de Partido, sin refrendo de las bases socialistas) , así como los salvajes planes de ajustes y la reforma laboral, que representa el ataque a los pensionistas y a los empleados públicos más grave de los últimos tiempos, que ha desmotivado y ha acabado de indignar a muchos votantes del PSOE que se han visto defraudados al entender que esa no era la respuesta que tiene que dar el partido que representa a la izquierda.

La corriente socialdemócrata del Partido accedió al Gobierno mediante un pacto con los liberales de extracción burguesa que existen como “corriente no declarada en el seno del partido”, que siempre han venido presionando para llevar el caballo al agua, pero, como dice el refrán, “puedes llevar el caballo al agua pero no puedes forzarlo a beber”.

El castigo llevado a cabo por los votantes es un aviso que debe acusarlo principalmente la dirección del PSOE, por lo que es preciso hacer una autocrítica donde se reconozcan los errores que se hayan venido cometiendo, que vienen representados por el ataque antisocial que represente los recortes a los intereses de la clase trabajadora y los sectores más desfavorecidos, dejando intacto los intereses de la burguesía, sobre todo de la banca y el gran capital que salen fortalecidos con esas medidas. Pero detectar los errores, reconocerlos y hacer la autocrítica pertinente no basta, es preciso tomar medidas para corregirlos.

La política de pactos contra natura, sobre todo los pactos con el PP, también fueron muy criticados en las reuniones antes citadas por algunos compañeros que exigieron una rectificación urgente de esa dinámica que en algunas zonas y municipios ha desconcertado a los votantes naturales de la izquierda, siendo posiblemente un aliciente para el trasvase de los 500.000 votos que han ido a parar al PP del más del millón y medio que pierde nuestro Partido, porque como sale en casi todos los debates, los trabajadores pueden pensar con cierta lógica, que para hacer una política de derechas prefieren al “original del PP” que a una “copia del PSOE”.

La dirección del Partido achaca esta derrota a que no han sabido explicar bien la política social que han realizado, pero en realidad, algunas de esas políticas sociales que fueron bien recibidas al principio por la ciudadanía, las han visto como avances democráticos necesarios, catalogándolas como las clásicas que pueden y deben ser llevadas a cabo por cualquier “democracia liberal avanzada”, como ocurrió en Europa históricamente, cuya referencia era hacer la confluencia con los ciudadanos europeos, pero ahora se comprueba que no hemos hecho más que alejarnos de la media del Estado de Bienestar que se nos prometió.

La dirección oficialista no se ha preocupado en absoluto de la “ideología socialista” y mucho menos de convencer a la clase trabajadora que son nuestros legítimos votantes, de que era preciso prepararse para una fase posterior, y habían renunciando a los postulados ideológicos de los fundadores del PSOE, pero sin tener la valentía de plantear su abandono en un Congreso, para que las bases votaran la renuncia a la Declaración de Principios Socialistas, quizás por el miedo al rechazo que ello habría representado entre las bases y entre los propios votantes.

Ese abandono de la ideología socialista ha llevado a la defensa de un discurso interclasista amorfo que ha provocado un debilitamiento en el discurso de los nuevos cuadros que han ido tomando posiciones, elevados a los puestos de responsabilidad por la afinidad (y a veces sometimiento) a la cúpula y no por los votos de las bases. Ese método es erróneo pues ahora se comprueba que esa burocracia denota una insuficiente preparación, que han impedido con un proceso de burocratización creciente, que se lleven a cabo debates claros de “controversia ideológica y programática”, para preparar el relevo del giro a la izquierda que la clase trabajadora necesita, culminando la dirección oficial del partido la fase de derechización, siguiendo la lógica del capitalismo, de salvar a la banca y al capital, antes de plantear una política de izquierdas nítida.

Ese giro a la derecha, que se percibió claramente por toda la ciudadanía, a partir del mes de mayo pasado, cuando ello vino a representar un doloroso ataque a las condiciones de vida y laborales de los ciudadanos, con congelación de pensiones, recortes en algunos presupuestos sociales, atacando los derechos adquiridos de la clase trabajadora en general, a la vez que se dejan intactos los intereses de los grandes empresarios corruptos y los especuladores que son los responsables de la crisis y encima, han saqueado las arcas del Estado, de las Comunidades Autónomas y de los Municipios, creando abultados e impagables déficits.

Las masas se han decepcionado vertiginosamente, espoleada por la información y la propaganda del PP, que controla la inmensa mayoría de los medios de comunicación, alentando con su demagogia, al ocultar su programa conservador, a que la clase trabajadora refleje su malestar expresando el rechazo que ha llevado a la tremenda derrota de las tesis socialdemócratas que han fracasado rotundamente, como ha quedado patente por el varapalo recibido por el PSOE en las elecciones del 22 de Mayo pasado.

Esta frustración en líneas de clase se ha profundizado con mucha más celeridad y virulencia de lo previsto por los analistas del Gobierno y del propio aparato del Estado y los partidos y sindicatos mayoritarios, que estaban embebidos en la política de Pactos que ya estaba totalmente amortizada y obsoleta.

Esa posición de desmovilización general es la que ha permitido que no se haya formado una vanguardia de la izquierda que haya estado a la altura de las circunstancias, como demuestran los hechos de que Izquierda Unida (I.U.) haya conquistado solamente una pequeña parte, en torno al 20 %, de ese Millón de votos (A parte de los 500.000 que han ido al PP) de los votantes descontentos con el PSOE, yendo el resto a partidos minoritarios y a grupúsculos “independientes” que le hacen el juego a la derecha.

La dirección de nuestro Partido ha efectuado un análisis erróneo al no comprender bien el calado y las consecuencias de esta derrota. Piensan que es posible concluir los ataques que representa la “hoja de ruta impuesta por los “mercados” ( Mercados=Dictadura Imperialista del Gran Capital), y que se disponen a cumplimentar lo que se les ha quedado a medias, e intentan actuar de nuevo con más decisión sobre la cuestión de la “Negociación Colectiva” que ha resultado un fracaso entre Patronal y Sindicatos que demuestra el margen imposible que queda para hacer políticas que beneficien a los trabajadores, lo que representará si se sigue por ese camino, allanarle el camino todavía más al PP en su marcha triunfal hacia el Gobierno en las próximas elecciones generales.

Si la dirección del PSOE continúa con esa tendencia a realizar nuevos recortes sociales que afecten a las clases menos favorecidas, negándose a preparar un programa distinto, un programa auténticamente socialista que represente un giro a la izquierda, sin sacar las oportunas reflexiones sobre las posibles consecuencias que ello puede representar para la sociedad, para los trabajadores en concreto y también para el Partido, la catástrofe que nos espera estará cantada porque la única salida a la crisis tiene que ser por la izquierda, en bases socialistas, ya que la derecha podría hundir al país en la edad de piedra, con su política ultra-conservadora que podría desatar convulsiones sociales enormes.

La burguesía dirigida por su más reaccionaria expresión política que representa el PP, que hunde sus raíces y sus programas en el antiguo régimen, alimentado por el grupo de la FAE, laboratorio ideológico dirigido por Aznar y su camarilla, puede conquistar de nuevo el poder, lo que arrojará indiscutiblemente a las masas a la calle en legítima defensa, más temprano que tarde, para intentar contrarrestar los furibundos ataques que la cúpula del PP trae bajo el brazo.

De esa forma, aquellos que aseguran que da lo mismo cualquier gobierno de cualquier signo político, comprenderán el enorme error, pero entonces el pueblo tendrá que sufrir de nuevo las consecuencias terribles de un posibles “bienios negros” duplicado y aumentado, en caso de que el PP esté en condiciones de aguantar las acometidas de la clase trabajadora los cuatro años, porque las masas han empezado ya su ciclo ascendente y los pondrá en enormes aprietos al rechazar sus ataques.

La situación de los próximos años puede ser de fuertes convulsiones sociales, lo que hará que aumente la base social y psicológica de un proceso nuevo pre-revolucionario, que puede caminar en breve tiempo hacia una verdadera revolución, (“The spanish revolution” como los jóvenes del Movimiento 15M y Democracia Real ya, la han bautizado), como es el proceso inevitable que ha ocurrido siempre en la historia, cuando las clases dirigentes son incapaces de resolver la cuestión social y las masas se encuentran en la encrucijada de buscar una salida a las terribles condiciones laborales a las que el capitalismo, con sus crisis cíclicas y sus recesiones les empuja.

Las condiciones objetivas para una transformación social incluso pacífica están dadas y super-maduras, aunque el drama es que el factor subjetivo está algo retrasado, pero en la vorágine de la lucha, como dijo Engels, lo que no ocurre en 20 años puede ocurrir en 20 meses o incluso en 20 semanas, por lo que es bien notorio que el proceso molecular de toma de conciencia de las masas ha comenzado con vertiginosa fuerza, contagiados de las revoluciones del Norte de África, que se empiezan a sincronizar con los levantamientos de Europa, como vemos en Grecia y en la Toma de Plazas en distintos países del mundo incluido América Latina y movilizaciones que alcanzan hasta bastas zonas de Oriente.

Es preciso prestar atención a las exigencias de más democracia y participación que plantean los ciudadanos, que expresan con libertad, civismo y No Violencia, una severa crítica y un correctivo fuerte a la política que han venido aplicando los partidos clásicos que han tenido parcelas de poder en las instituciones.

El pueblo está reclamando más democracia e incluso necesita redefinir lo que significa ser de derechas o ser de izquierdas en los momentos actuales, cuando se nos quiso decir que no hay diferencias, como si ya no hubiese ricos y pobres.

Existen millones de definiciones sobre ello, pero para introducir el debate, podríamos proponer la que ha planteado en algunos escritos nuestra corriente que dice: “LA IZQUIERDA ES LA POSICIÒN Y LA ACCIÓN POLÍTICA QUE DEFIENDE LOS INTERESES DE LA CLASE TRABAJADORA Y LOS MÁS POBRES, FRENTE A LA DERECHA, QUE DEFIENDE POSICIONES Y ACCIONES POLITICAS QUE BENEFICIAN A LA CLASE BURGUESA Y LOS MÁS RICOS".

Ante la bancarrota ideológica de los partidos tradicionales y la falta de ofertas concretas para resolver las cuestiones sociales, como el derecho al trabajo para todos, a la educación, a la sanidad, a la vivienda y a los servicios sociales públicos y gratuitos, después de más de 30 años de “democracia burguesa”, las masas están desesperadas, agitadas, indignadas y, a su vez, mejor formadas y organizadas, no debiendo extrañar a nadie que se exija que se gobierne a favor de la mayoría, que somos los trabajadores y los pobres y no a favor de una minoría de banqueros parásitos, especuladores y corruptos a los que nadie ha elegido democráticamente.

El verdadero socialismo y los que hemos venido defendiendo un programa de transición que nos permita construir una sociedad que permita a todo ciudadano una vida digna como seres humanos, tenemos que aportar nuestra experiencia y nuestros ideales para ofrecerlos al pueblo que ha tomado las Plazas, que llevan toda la razón al exigir “democracia real”, y están dispuestos a luchar por mandar al capitalismo al basurero de la historia.

Una de nuestras tareas principales debe consistir en unificar las filas de la izquierda en un Frente Amplio que atraiga a los cientos de miles de socialistas y trabajadores honrados sobre la base de una discusión abierta y sincera. Es preciso preparar las fuerzas para dar la batalla en el próximo Congreso. La situación es muy complicada porque la burocracia creada por la corriente oficialista es fuerte, pero está desmoralizada por la derrota y no tiene alternativa clara, al estar desprovistos de un programa de acción que pueda ser visto como válido por las bases, a la vez que están impregnados de los errores cometidos durante años.

El peligro y las dificultades son graves, pero no nos queda otro camino que dar la batalla, con “honradez y firmeza”, como gustaba decir a Pablo Iglesias, para rehacer la Unidad de las filas de los millones de socialistas que votan PSOE y atraerlos para la defensa de un verdadero programa socialista, pero ello exige combatir la corrupción, tanto ideológica como económica y presentar un candidato alternativo en el Congreso que defienda el programa correcto que nos lleve a la victoria.

Como conclusión, todo el problema se resume a la falta de una dirección correcta y firme que defienda un programa socialista adecuado para que la clase trabajadora lo tome en sus manos, lo defienda de forma unitaria y lo lleve hasta el final; de esta forma, la clase trabajadora movilizada y en lucha, junto con los sindicatos y partidos de izquierdas, que debemos empezar por asumir y defender las propuestas que la “Comisión Movimiento Obrero” del M-15-M ha acordado democráticamente, añadiéndoles las reivindicaciones de Plataformas como “Democracia Real ya” y otras, que luchan por un mundo mejor, podamos elaborar entre todos el programa de una Izquierda Unitaria y Amplia. Así SI seríamos todos juntos capaces de “tomar el cielo por asalto” abriendo las anchas alamedas que conduzcan a la humanidad hacia la sociedad socialista porque bajo el capitalismo no hay salida para los pobres del mundo, por lo que se hace imprescindible convertir en realidad ese bonito lema Internacionalista de ¡¡OTRO MUNDO ES POSIBLE Y NECESARIO POR EL BIEN DE LA HUMANIDAD¡¡

ÁREA DE COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.PSOE.A
Is-psoe.malaga@terra.es

1 comentario:

  1. Ojalá gane el PP las próximas elecciones, tengan más de un 60% de diputados en el Congreso y similar porcentaje en el Senado...
    A ver si con el rodillo fascista se decide la gente de una vez por todas a votar en masa a IU y otros partidos de izquierdas hoy sin oportunidades por la Ley Electoral y, así, tendríais servido en bandeja un "golpe de Estado" dentro del PSOE...
    Porque el PSOE, por donde va, veo su fusión con el PP de aquí a no más de 15 años... O su desaparición por transfuguismo en masa a dicho partido y otros de derecha y ultraderecha o algo muy parecido.

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