28 de febrero de 2011

ANDALUCÍA Y EL 28-F.

Hoy 28 de Febrero se celebra el DIA DE ANDALUCÍA, una de las efemérides más señaladas para los andaluces, aunque también celebramos otras, como el DIA DE LA PEPA, incluso existen reivindicaciones de trasladar el 28-F para conmemorarlo el
día 4 de diciembre, cuando aquella riada humana de andaluces cumpliendo una vez más con la letra del himno queriendo llevarla a la práctica mediante una movilización impresionante, cantaba lo de:
¡ Andaluces, levantaos¡ ¡Pedid tierra y libertad¡,
¡Sean por Andalucía libre, los pueblos y la humanidad¡, y todos a una, nos levantamos como pueblo exigiendo un cambio político que nos ofreciera una vida mejor.

El pueblo andaluz se mueve entre el sentimiento y la razón, se siente andaluz y universal, se siente solidario y socialista, fuerza a la que viene votando sin que exista ninguna contradicción aparente entre la letra de la Internacional que dice: ¡Arriba los pobres del mundo, en pié los esclavos sin pan, alcémonos todos al grito de viva la Internacional¡ cuya similitud con el párrafo del andalucismo es notorio, pues expresa el ansia de liberación de los pueblos oprimidos.

Tras décadas de ilusión y de algunas mejoras sociales cosméticas, en la actualidad, la tendencia a la decadencia orgánica del capitalismo, agudizada por la profunda recesión en la que ha entrado el modelo liberal burgués, se refleja en un empeoramiento de las condiciones de vida de las masas que exacerban asimismo la cuestión nacional, por lo que de nuevo se alzan los símbolos cantando lo de:
¡La Bandera blanca y verde vuelve tras siglos de guerra, a decir Paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra¡, gritos que se asemejan a estos otros de la Internacional cuando dicen:
¡Derrotemos todas las trabas que oprimen al proletario, cambiemos al mundo de base hundiendo al imperio burgués¡

La realidad tozuda de los hechos nos hacen ver repetido en el tiempo y reflejados en los procesos que desatan las crisis económicas, cómo se alimentan esas tendencias centrífugas entre las diferentes naciones, e incluso nacionalidades y regiones, que abocan a la ruptura de los equilibrios exteriores y también resquebraja la unidad interna del estado nacional burgués, lo que demuestra que la cuestión nacional no tiene solución bajo el capitalismo.

La característica de esta época se expresa en las divisiones en la clase dominante, sobre todo, entre las fuerzas más reaccionarias representadas por el PP y el partido mayoritario de la clase trabajadora como es el PSOE, pero por desgracia, también en la atomización y división en el campo de la izquierda, tanto en el aspecto sindical como político.

Por otra parte, en este periodo de decadencia senil del sistema capitalista, la reacción utiliza la cuestión nacional como arma arrojadiza cuando ésta emerge con mucha más crueldad y virulencia en el debate, si se trata de Euskadi o Cataluña aunque en menor medida en Galicia y en Andalucía, donde los señoritos del PP se hacen más andalucistas que nadie utilizando la búsqueda del voto de las y los andaluces de forma demagógica e hipócrita, cuando fue esa misma derecha la que negaba el Derecho a la Autonomía.

Cuando se celebra en Euskadi el “El Aberri Eguna”, (en lengua euskera Día de la Patria) o en Cataluña la “Diada”,(Día de su fiesta nacional), los conservadores y tardofranquistas refugiados en el PP, amenazan que “España se rompe” y actúan hipercríticamente como si en realidad se fuese a hundir la civilización humana en la ciénaga de la barbarie, por causa de esas celebraciones y sus consecuencias, pero en realidad, cuando si existe un peligro de retroceder a la barbarie es, precisamente, por el colapso y la descomposición del modelo capitalista que ellos defienden.

Es cierto que en todo conflicto nacional existe encubierto un contenido de clase, por lo que existen nacionalismos de derechas y de izquierdas, pero la lucha en sí de los derechistas es por los privilegios de las pequeñas burguesías periféricas en lucha por sus intereses contradictorios en el mercado interno y externo.

Los socialistas entendemos que la demanda del derecho a la autodeterminación y la resolución de la cuestión nacional están vinculadas inexorablemente a la lucha de clases. Y lógicamente a las perspectivas de la transformación socialista de la sociedad que quedan supeditadas aunque algo encubiertas.

El colectivo de andaluces que defienden la independencia es muy minoritario, pero en la medida que crezcan los antagonismos y otros pueblos del Estado exijan la “independencia”, también rebrotarán las exigencias de defender el derecho de autodeterminación en otros territorios, lo cual es un peligro porque, aunque como socialistas, debemos defender el “derecho inalienable que tienen los pueblos a su autodeterminación”, defenderíamos ese derecho pero diciendo NO a la Independencia, tanto aquí como en el resto de territorios, regiones, nacionalidades y naciones del Estado español, porque nuestro modelo No es nacionalista, sino Internacionalista y Federal.

Bien es cierto que como socialistas tenemos que denunciar constantemente, como lo venimos haciendo, a la vez que combatimos con todas nuestras fuerzas, la opresión que ejerce la clase burguesa dominante al reprimir la lengua, los derechos democráticos y la cultura de cada pueblo, a la vez que rechazamos la imposición que ejercen los poderes fácticos sojuzgando la voluntad de los pueblos dentro de fronteras no deseadas ni fijadas por métodos que no sean democráticos, tanto en Europa como en el resto del mundo.

Desde el punto de vista de la democracia y el socialismo, tenemos que entender que solamente es posible acabar con la opresión l “nacional” de los pueblos si erradicamos el capitalismo ejerciendo democráticamente el derecho a avanzar hacia una Federación, mediante la acción unificada y democrática de la lucha de masas, enlazándose esa lucha con un programa auténticamente socialista que ofrezca una salida digna para los trabajadores y nos abra el camino para la construcción de una nueva sociedad que nosotros queremos que sea el socialismo, con libertad, democracia y justicia para la clase mayoritaria que es la clase trabajadora.

Ese sería el primer paso para iniciar el camino de la superación de las fronteras y divisiones que fomenta la clase burguesa dominante con el modelo egoísta, individualista y opresor que se basa en el lucro privado de una minoría, para sojuzgar y explotar a la mayoría que es la clase trabajadora, lo que representa una lógica que no se sostiene éticamente, si a renglón seguido se quiere defender un “Estado Social y Democrático de Derecho”, que es puesto en cuestión por el capitalismo.

Mantener un debate sobre estas cuestiones, compaginando “regionalismo”, “andalucismo”, “nacionalismo”, “socialismo” “comunismo” o “anarquismo” es bastante contradictorio, pero no rehusamos el debate, al contrario, lo saludamos como muy positivo y necesario, porque en el fondo, en el Estado español, es una de las cuestiones más acuciantes a resolver, como vemos con el enquistado problema de la violencia de ETA, que a la inmensa mayoría de la ciudadanía les gustaría ver resuelta.

En Andalucía existe un cierto “nacionalismo de izquierda” que ha desarrollado algunos ejemplos locales en el plano municipal que han dado ciertos frutos sociales bastante dignos de estudiar, con luchas heróicas por la reforma agraria con toma de tierras y experimentos cooperativos admirables, principalmente en algunos pueblos de la provincia de Sevilla, pero precisamente por el corsé en el que se han instalado, de un “nacionalismo” que en el fondo es un localismo, les incapacita para extrapolar esos modelos, lo que demuestra que todo “nacionalismo” llevado a su extremo significa en el fondo un freno que desembocan en conflictos o en guerras.

También es cierto, como explican algunas escuelas de analistas políticos que las dos camisas de fuerzas que impiden el desarrollo de los medios de producción en la actualidad, sobre todo en la fase recesiva imperialista multinacional en la que hemos entrado, son la propiedad privada de las palancas fundamentales de la economía y las fronteras nacionales, que dialécticamente han pasado de ser un freno relativo a convertirse en un freno absoluto para el desarrollo armonioso de la sociedad.

Los métodos clásicos empleados por la clase trabajadora históricamente, es decir, las políticas y consignas concretas en cada uno de los momentos para conseguir “eliminar las trabas que oprimen al proletario”, con el fin de conseguir sus legítimos objetivos de emancipación, dependen de la correlación de fuerzas en litigio en la lucha entre las clases.

Para los defensores del socialismo científico nunca ha sido un fin absoluto apoyar todos los movimientos nacionalistas que exijan la autodeterminación, la autonomía o incluso la independencia. Depende de las circunstancias concretas en cada momento histórico, para conseguir los mejores avances de la clase trabajadora a la que nos debemos y que nos produzca el menor coste social posible, porque entendemos que la cuestión nacional es un arma de doble filo.

Lo que ha quedado meridianamente claro por la propia historia, es que éste es un problema que la clase capitalista dominante no puede resolver definitivamente. Pero, por el contrario, con una dirección firme de la clase trabajadora que comprenda esta cuestión y lo plantee correctamente, a la vez que vincula la enorme energía que genera la lucha de masas que rechaza la opresión de las nacionalidades y pueblos oprimidos, mediante una lucha firme, democrática y de masas, entonces, sería el mejor camino para solucionar las dos ecuaciones que plantea el problema, superando el capitalismo como modelo obsoleto e inviable para la clase trabajadora, utilizando la organización y la unidad como un potente motor en la lucha por la transformación socialista de la sociedad, planteando un programa auténticamente socialista que plantee como modelo democrático una Federación Socialista de los pueblos y nacionalidades de la Península Ibérica que formarían parte de la Federación Socialista Europea dentro de una gran Confederación Socialista Mundial.

Nuestra lucha tiene que continuar principalmente en estos momentos en el plano ideológico, para quitarle la careta de los argumentos hipócritas, xenófobos y racistas que utiliza la derecha, tanto las burguesías internas como los imperialistas, que utilizan los conflictos nacionales en su propio beneficio, azuzando rivalidades entre pueblos y naciones, fomentando divisiones religiosas o étnicas, para preparar guerras infames, de donde extraen suculentos beneficios de la sangre del pueblo derramada. Esa política nacionalista les permite dividir a las masas, descarrilar procesos democráticos de lucha por el socialismo, extender sus dominios y zonas de influencias, para proteger sus sacrosantos beneficios y seguir explotando a los trabajadores.

Hemos visto cómo de forma hipócrita, en momentos que les beneficia, son capaces de ondear la bandera de la Independencia y permitir que se ejerza el derecho a la Autodeterminación, como han hecho por ejemplo en Sudán, o como hicieron en Chequia y Eslovaquia, o en muchos otros sitios, si con ello se benefician como clase dominante.

Las ansias de dominio “colonial” o “neocolonialista” por medio de las finanzas o las armas por parte del imperialismo, se ha consumado muchas veces fomentando la balcanización y la destrucción de los pueblos, atomizando y trazando fronteras a su capricho por imposiciones bélicas, tanto en Europa, África, América y demás continentes.

Para concluir, y recordando esas bellas frases que dicen: ”los andaluces queremos volver a ser los que fuimos hombres de luz que a los hombres almas de hombres les dimos”, nosotros, como socialistas, sin que veamos contradicción en ese sentimiento que quiere reforzar los momentos de florecimiento cultural de Al-Andalus, cuna de las tres culturas, apelamos a la razón y reivindicamos el método de lucha de masas de la clase obrera, de forma democrática y pacífica, recordando la estrofa final del himno de la clase trabajadora en todo el mundo cantando: “ ¡Agrupémonos todos en la lucha final y se alcen los pueblos con valor, por la Internacional¡".

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A.
Is-psoe.malaga@terra.es

25 de febrero de 2011

LIBIA: GADAFI MASACRA AL PUEBLO Y AFRICA ESTÁ QUE ARDE

“Unas 10.000 personas han muerto y 50.000 han resultado heridas desde el inicio de las revueltas opositoras en Libia, según un nuevo balance transmitido a la cadena Al Arabiya por fuentes del Tribunal Penal Internacional (TPI). (Europa Press: 23-2-11).
Desde Izquierda Socialista de Málaga-PSOE-A, condenamos firmemente la violencia y las matanzas ordenada por Gadafi contra su pueblo, así como los asesinatos de los otros tiranos que esclavizan a sus pueblos. Consideramos que el impacto de la revolución en el mundo árabe sobre la toma de conciencia de la clase obrera en todo el mundo está siendo impresionante. El júbilo, la alegría y la expectación de las masas por la caída de los tiranos como Ben Alí, Mubarak y esperando que pronto caiga Gadafi, está siendo desbordante. La maravilla de la dialéctica de la historia se está manifestando en el Norte de África de manera espléndida, aunque la postura de los dictadores bañen en sangre los legítimos deseos de las masas que luchan por un mundo mejor, con libertad, democracia, derechos civiles y donde se abra la posibilidad de avanzar al socialismo.

Los levantamientos de protesta que se iniciaron en Túnez pronto se propagaron a Egipto donde la huelga general fue la puntilla para la renuncia del dictador. Tanto Egipto, como Túnez y ahora Libia, expresan la necesidad y la posibilidad de revoluciones pacíficas, que son bañadas en sangre por la represión de esos tiranos que han sido mantenidos por las potencias occidentales para saquear a los pueblos. Hubo asambleas masivas en Suez, Alejandría y otras ciudades y los ciudadanos perdieron el miedo a la opresión a la que los tenían sometidos los tiranos. La lucha en Egipto se extendió a sectores claves como el turismo, el transporte, textil y otros, paralizando todo el país. Más de diez millones de trabajadores se movilizaron y lucharon para derrocar al Mubarak.

Como explicó Engels, " lo que no pasa en años, puede ocurrir en meses o en semanas". Siglos de explotación sin esperanza, se han visto transformados en pocas semanas, en un levantamiento popular que está marcando el camino a millones de trabajadores de todo el mundo. Al igual que ocurre en la historia de las transformaciones sociales, los más atrasados y oprimidos se colocan, a veces, a la vanguardia de la lucha social por un mundo mejor, por el socialismo, donde no exista el Imperialismo ni los banqueros, especuladores, empresarios, ni burócratas de dictaduras corruptas y degeneradas.

La burguesía y los más preclaros analistas del imperialismo se quedaron en principio paralizados no sabiendo cómo reaccionar. Incluso la CIA reconoce que no habían previsto nada de estos acontecimientos. La actuación de las potencias capitalistas occidentales ha sido escandalosa e hipócrita y de nuevo empiezan movimientos amenazantes de la V Flota hacia el canal de Suez y ofertas de utilizar la OTAN, con la intención de volver a controlar la economía.

El terremoto de la lucha se ve reflejado en una enorme simpatía en la conciencia de las masas que se extiende a todos los países, como Líbano, Egipto, Túnez, Jordania, Yemen, Baréin, Argelia, Marruecos, que por el efecto dominó están cayendo como un castillo de naipes, pero la solidaridad se contagia a las masas de Europa y América Latina también.

En estos acontecimientos ha quedado demostrado que la maquinaria represiva de cualquier dictadura, con todas las policías y ejércitos aliados, no sirven para nada en cuanto que las masas se levantan unitariamente y luchan. Esos tiranos tuvieron un primer intento de reprimir con la fuerza de su Estado, representada por los hombres armados, Policia y Ejército, en defensa de los sátrapas corruptos, pero no pudieron utilizarlos como ellos querían aunque ha habido demasiados muertos, pero las masas habían perdido el miedo y entre seguir muriendo por el hambre y la escasez o morir luchando por sus derechos, han optado por lo segundo. Esto representa un cambio brusco en la psicología de las masas a escala mundial.

Existe una crisis estructural y agónica del sistema capitalista que ha derivado en una profunda recesión a escala mundial castigando a los trabajadores, sobre todo de los países más empobrecidos, Casi todos los gobiernos están entrando en crisis porque no saben dar una salida a la recesión, que aumenta el paro, la carestía de la vída, la inflación y la destrucción de las fuerzas productivas, habiendo sido un estrepitoso fracaso cualquier receta que han querido aplicar; si aplican el keynesianismo les va mal, si aplican el monetarismo les va igualmente mal. Se han quedado sin paradigma.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha autocriticado reconociendo que no supieron prever la crisis y cargan el muerto sobre la mente de Rato, como si eso fuese cuestión de una persona y no del modelo imperialista, del capitalismo liberal que no puede superar sus contradicciones fundamentales. Como explicó Marx: “Las relaciones burguesas de producción y de cambio, las relaciones burguesas de propiedad, toda esta sociedad burguesa moderna, que ha hecho surgir como por encanto tan potentes medios de producción y cambio, se asemeja al mago que ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus conjuros. (…) Durante la crisis, no solamente se destruye sistemáticamente una parte considerable de los productos elaborados, sino incluso las fuerzas productivas ya creadas. (…) La sociedad se encuentra súbitamente retrotraída a un estadio de repentina barbarie…”

La recesión y la lucha especulativa de los grandes tiburones financieros que atacaron al euro pusieron a muchos países de Europa al borde de la bancarrota, como vimos el caso de Grecia que tuvieron que acudir al rescate ante el inminente desastre que se avecinaba, contagiándose a otros países y poniendo en la cuerda floja a Portugal e incluso a la economía del Estado español. Portugal ha estado de nuevo al borde de la quiebra, en Grecia han empezado las movilizaciones de las masas de nuevo y en nuestro país, los problemas de las Cajas de Ahorros continúan sin ser resueltos pues se pronostica por algunos analistas que el agujero creado superaría los 50.000 millones de euros que el Gobierno anuncia quiere sanear con dinero público para entregarlas limpias a la Banca Privada.

Las contradicciones de la economía son insalvables y las bolsas continúan con una arritmia crónica ante cualquier incidente que la desestabiliza, reflejándose ello en la bajada estrepitosa reciente, ante la inestabilidad y la subida del petróleo ante los levantamientos recientes del norte de África. Los capitalistas buscan a la desesperada una salida y hacen reuniones en la cumbre una vez tras otra poniéndose de acuerdo en una cosa, en atacar los intereses de la clase trabajadora para intentar restaurar la tasa de ganancias.

Por otra parte, el reciente pacto social firmado por el Gobierno, la Patronal y los sindicatos UGT y CCOO está siendo mal visto por los trabajadores, los pensionistas, la juventud y autónomos, así como por algunos reaccionarios, entre los que se incluyen los dirigentes del PP, que lo utilizan con motivos electorales para desprestigiar al PSOE y sacar tajada, cuando sus planteamientos serían mucho peor para la clase obrera. Algunos analistas empezaron a comparar esos pactos con los históricos Pactos de la Moncloa pero ni la situación política es la misma ni las masas trabajadoras tienen tanta confianza en las direcciones de los partidos y sindicatos de izquierdas.

La enorme autoridad con la gozaban, tanto los dirigentes del PSOE como los del PCE ante la clase obrera en los años de la transición, es diametralmente distinta a la que tienen ahora, por lo que quedan cuestionados y se le augura una vida corta. Por el contrario, si llegase al poder el PP podrían saltar hecho añicos en un año más o menos, porque el PP viene dispuesto a atacar una y otra vez a la clase trabajadora, profundizando en recortes sociales y ayudando claramente a la burguesía, como ha prometido Rajoy asegurando que su modelo es el de Cameron en Gran Bretaña que ha entrado a saco en recortes y ataques a la educación, sanidad y derechos sociales, lo que ha sido visto como una provocación por la juventud estudiantil que ha saltado a la lucha rechazando de plano el ataque.

Al igual que en todo el mundo, en el Estado español la situación se va a ver agravada por la subida del petróleo, pues cada 10 euros que aumenta el barril, representan 6.000 euros de pérdidas para las arcas del Estado, lo que en términos concreto quiere decir que en unas cuantas semanas ya se han perdido mucho más de lo que representaba las previsiones de ahorros del plan de ajuste, la reforma laboral y los pactos juntos, por lo que la situación se vuelve dramática. Si el PP llega al Gobierno y quiere seguir dando vueltas de tuerca atacando a la clase trabajadora, podría darse el caso que no lo admitan ni la clase obrera ni sus direcciones sindicales, lo que indicaría que la política de pactos está agotada porque no queda margen bajo el capitalismo y la confrontación en líneas de clase saltará a la orden del día produciéndose una lucha firme de poder a poder.

Las condiciones objetivas para avanzar al socialismo están maduras, el problema radica en la falta del programa socialista correcto y la firmeza en las direcciones de los sindicatos y partidos de izquierdas para convencer a las masas y marcarles el camino para luchar por cambiar el modelo social. Esto viene confirmado por el desprestigio de las direcciones de los partidos que señalan las encuestas donde aparecen los políticos en tercer lugar, como uno de los problemas visto por los ciudadanos, lo que expresa el descontento ante la falta de alternativas y la corrupción generalizada.

Todas estas cuestiones están abriendo una profunda brecha que se hará insalvable si se continúa con la deriva al centro y a la derecha de los dirigentes de CCOO y UGT que han acompañado al Gobierno a asumir posiciones defendidas con firmeza por la Patronal, desechando y rechazando las exigencias de las bases, que esperaban y tenían aspiraciones legítimas anhelando un giro a la izquierda que mejorase sensiblemente la situación del paro y aumentara la capacidad de compra que viene cayendo desmesuradamente .

Estas contradicciones en el seno de las organizaciones de la izquierda expresan que se está dando una diferenciación en líneas de clase en el seno del movimiento obrero. La clase está cada día más descontenta y crítica con las direcciones, que se expresa en la desafiliación y cambio de posiciones de los afiliados y militantes con rupturas de carnet y amenaza de abstención en las próximas municipales de mayo. Consideramos que eso es un error pues cuando se compruebe en la práctica que las posturas de fuga hacia la abstención del movimiento obrero favorecerá a la derecha, ayudando al triunfo del PP, más temprano o más tarde habrá un cambio en la psicología de las masas que se verán en la necesitad de buscar una rectificación de ese error y sacarán la conclusión que es preciso optar por otro camino, como es entrar de nuevo a las organizaciones sindicales y políticas de masas, recuperándolas para la lucha, a la vez que presionarán para hacer cambiar la línea política del sindicalismo de despacho, de pacto y pasteleo, para transformalos en herramientas de lucha, dando una respuesta organizada y exigiendo un sindicalismo combativo, de clase, participativo y democrático, por el que algunas corrientes ya vienen apostando.

Las condiciones para el avance al socialismo están actualmente presentes. Las condiciones y disposición de las masas de la clase trabajadora para luchar están igualmente presentes. Pero existe un freno por parte de las direcciones clásicas del movimiento obrero, también en los Partidos de la Izquierda. Los derechos de la clase obrera se han conquistado a través de luchas, de sacrificios enormes, pero hace falta una voluntad clara y decidida por parte de las direcciones que nos den confianza, unidad, fortaleza y organización.

Estamos observando que las fuerzas del imperialismo ya no pueden intervenir como antes lo hacían, con invasiones y golpes de estados sangrientos. El rápido aprendizaje de las masas cuando se mueven con determinación y valentía, se expresa en situaciones de doble poder que se crean en las rebeliones, levantamientos y revoluciones como las que están ocurriendo en el norte del continente vecino, donde hemos visto la espontaneidad de los trabajadores organizando comités ciudadanos para limpiar la plaza Tahrir, atender la alimentación, la sanidad con instalación de hospitales volantes, comités de seguridad pública y otros elementos del nuevo estado social que se quiere construir.

El papel jugado por las masas en Túnez es ejemplar, pues de forma pacífica y ante el vacío organizativo, se expresaron a través de la UGT tunecina que había sido hasta ese momento el sindicato único del régimen. Las masas en su lucha presionaron y se enfrentaron a la cúpula de la dirección, colapsándola y tomando el control desde las provincias, quedando la burocracia suspendida en el aire. Toda la campaña venenosa de la burguesía en los últimos años, fomentando el racismo, la xenofobia y el miedo al Islam, ha saltado por los aires y ahora estamos viendo la expectación de solidaridad que están alcanzando estos movimientos sociales en todo el planeta.

El contagio con enorme simpatía hacia una lucha laica de esos pueblos, despreciando las dictaduras burocráticas de las tiranías en Túnez, Egipto, Libia y demás países que sienten las convulsiones sociales como movimientos sísmicos potentes, ha puesto en entredicho la hipocresía de la clase dominante y la utilización que de esos gobiernos corruptos han venido haciendo para provecho de las multinacionales y los capitalistas internos y externos.

Ha quedado tocada asimismo la imagen de progreso con la que nos presentaban a la Socialdemocracia de derechas, porque hay que reconocer que tanto Ben Alí, como Mubarak han formado parte de la internacional socialista y apoyados como respetables hombres de Estado, tanto por gobiernos de derechas como socialdemócratas, lo que requiere una autocrítica de estos últimos y una depuración de esos elementos más señalados en su potenciación y apoyo cuando se ha visto claramente el papel contra-revolucionario que han jugado en esta tragedia, al haber servido como verdugo de sus propios pueblos.

Los trabajadores, sobre todo los que estamos organizados en partidos de izquierdas, principalmente en el PSOE, en IU, pero también en todos los demás, tenemos que exigir a nuestras direcciones, y así lo hacemos desde estas líneas que hagan autocrítica y CONDENEN ese tipo de terrorismo de Estado, al igual que venimos criticando con firmeza todo tipo de terrorismo individual, principalmente el de ETA que tanto nos afecta, reconociendo que en realidad, al sucumbir ante las presiones del capitalismo, al actuar como hombres de Estado, la socialdemocracia ha caído en el error de apoyar dictaduras sangrientas dirigidas por camarillas de CLEPTÓCRATAS, que les han venido haciendo el juego a explotadores y especuladores del imperialismo y su política de saqueo, sometimiento, opresión y explotación de las masas, basada en el neocolonialismo económico, que de nuevo, algunos intentan restablecer.

El efecto que toda esta lucha y estos acontecimientos está teniendo sobre la juventud y la clase trabajadora en Europa, donde sufrimos niveles de paro tremendos, es muy significativo y está haciendo a los ciudadanos comprender ya qué es lo que no quieren, pero muchos todavía no saben lo que quieren. Algunos jóvenes y parados de larga duración ven con mucha simpatía esas luchas. Existe una corriente subterránea que se está acrecentando y necesitará buscar una expresión de lucha por sus intereses y por un mundo mejor, más temprano que tarde.

Los planes de ajustes, reformas laborales y pactos sin contenidos que empeoran la cuestión social caminan en el sentido de frustrar y agitar a las masas preparándose el camino para convulsiones sociales, que de nuevo recorrerán todo el continente europeo, aunque el ambiente actual es contradictorio, pero existe un proceso de polarización creciente, que está iniciando la radicalización y que desembocará en politización, aunque no sabemos cuando se expresará, pero será inevitable por las contradicciones del sistema.

Aunque bien es cierto que, por una parte, existe un miedo cada vez más grande en el seno de las empresas, a perder el puesto de trabajo, a la represión sindical, a la aplicación de la nueva legislación desfavorable al trabajador, vemos que en la calle, la clase obrera se expresa cada vez con más crítica y rechazo ante la corrupción, la explotación, la crisis, el paro y demás lacras del capitalismo que empeoran las condiciones de vida de la población en su conjunto.

La situación financiera sigue siendo crítica y es asumida por la inmensa mayoría pero se cuestiona claramente que los corruptos, los especuladores, los banqueros y todos los que se han forrado durante las vacas gordas, ahora que llegó la época de vacas flacas sigan abusando y disfrutando de enormes beneficios. El desplome del consumo, del sector del automóvil, la ralentización del turismo, la depresión del sector agrario, el desmantelamiento de los autónomos y de miles de pequeñas empresas, arrastra al sistema hacia el agujero negro de la miseria, la desolación y la ruina. Con un crecimiento en torno al 1 % del PIB este modelo no se sostiene.

La continuación de las privatizaciones de lo poco que queda de las empresas Públicas, significa que se está desmantelando la casa, se han vendido ya los muebles y ahora se quieren vender los útiles de cocina e incluso la cama. La filosofía del capitalismo, del liberalismo burgués, es desmantelar y sacar a subasta todo el estado para adquirirlo a precio de saldo, entregándose ingentes patrimonios a manos de los banqueros y las multinacionales que son los responsables de la crisis y los que se siguen beneficiando impunemente de ella.

La caída brutal de los salarios está siendo un drama, junto con el paro forzoso, para millones de familias de la clase trabajadora, pero lo más lamentable es que esos dramas se están convirtiendo para muchas familias en auténticos funerales. Los efectos depresivos de esta situación están viéndose agravados con un incremento importante de las enfermedades mentales, estres, violencia y malestar creciente. El descontento y la apatía se nota cada vez más cuando hablas con las gentes en el barrio. La corrupción y los chanchullos que salpican a los partidos, como el caso Gürtel y otros saqueos, cuyos dineros de robos y desfalcos nunca se devuelven a la sociedad que se encuentra estafada permanentemente, fomenta el desprecio de las masas.

Nosotros negamos la afirmación que algunos están fomentando de que la responsabilidad es de la clase trabajadora porque no se mueve como en el norte de África. La responsabilidad recae en primer lugar en el injusto sistema capitalista que tenemos que seguir combatiendo para cambiarlo. Y en segundo lugar, sería de la burguesía, la patronal, el gobierno y los sindicatos, por ese orden, nos están imponiendo unas medidas que consideramos regresivas que no nos gustan, pero, en lugar de apartarnos de las organizaciones y partidos de izquierdas, que son patrimonio de nuestra clase, tendríamos que luchar por entrar en ellos y recuperarlos para defender nuestros intereses, practicando la democracia obrera sana, para poder derribar a la democracia burguesa corrupta y decadente que nos estafa. Si algunos dirigentes han aceptado la lógica del capitalismo y han claudicado ante el chantaje de los capitalistas y la patronal, nosotros tenemos que organizarnos mejor, fomentar o potenciar las corrientes de izquierdas, en CCOO, en UGT, en el PSOE, en IU y llamar a la movilización democrática de forma masiva y contundente exigiendo rectificación y cambios favorables a nuestros intereses.

Por todo ello, como conclusión, hacemos un llamamiento a las trabajadoras, los trabajadores conscientes y críticos, a las y los sindicalistas y principalmente a la juventud, para organizar en los partidos y sindicatos corrientes de oposición, impulsando la lucha en los barrios, fábricas, empresas y colaborando con las campañas unitarias que están haciendo otros colectivos, para fortalecer la democracia obrera. Si organizamos un fuerte movimiento que defienda un auténtico programa socialista, lo explicamos y lo asumimos democráticamente, contando con las masas dentro y fuera de nuestras organizaciones, desde abajo, y buscamos la confluencia hacia una potente fuerza unitaria y bien organizada, practicando la democracia participativa desde las bases y defendiendo ese programa de clase, auténticamente socialista, que nos unifique en la lucha contra el capitalismo, estaremos poniendo las bases para encauzar el camino hacia la transformación de la sociedad, incluyendo en ese programa una Banca Pública Estatal para lo que hay que contemplar la nacionalización de la banca, las grandes empresas claves de la economía y los latifundios ociosos, para poner toda la economía al servicio de la humanidad, bajo control obrero, y así sería posible empezar a construir el socialismo, porque bajo el capitalismo no hay salida.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A.
Is-psoe.malaga@terra.es

23 de febrero de 2011

El golpe de Estado del 23-F

Hoy hace 30 años que un grupo de franquistas intentaron hacer retroceder la rueda de la historia hacia la guerra civil. Reproducimos el trabajo histórico publicado hace once años, para que nos sirva de reflexión, dado que como dijo el clásico” los pueblos que no aprenden de su historia están condenados a repetirla”.
“Se han cumplido ahora veinte años del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Al igual que el 3 de marzo de 1976, cuando la policía asesinó a cinco obreros en Vitoria, o la "Semana de Enero" de 1977, que culminó con el asesinato de cinco abogados laboralistas de CCOO y del PCE a manos de la ultraderecha

el 23-F ha quedado gravado en la memoria popular como uno de los acontecimientos más destacados de la llamada "Transición democrática". Pero mientras que los dos primeros, reflejando el pulso ascendente de la lucha de la clase obrera en los primeros meses y años a la muerte del dictador, estuvieron a punto de desencadenar un proceso revolucionario abierto en el Estado español –sólo evitado por el papel de freno ejercido por las direcciones del PCE y del PSOE–, el 23-F, en cambio, dejó asomar el peligro de la contrarrevolución, una amenaza mortal para las libertades democráticas recién conquistadas por la clase trabajadora de nuestro país.

Hoy, veinte años después, gran parte de la trama golpista continúa sin salir a la luz. Los medios de comunicación de la burguesía, los militares y guardias civiles implicados, los políticos burgueses y, lo que es peor aún, los dirigentes obreros del PSOE y del PCE de entonces, se han puesto de acuerdo para tejer una tupida y oscura cortina en torno a este asunto que, como mínimo, pone en cuestión el papel del Estado burgués y, muy particularmente, el que jugaron en aquellos momentos los cuerpos represivos (ejército, Guardia Civil, policía y servicios secretos), así como el papel de la monarquía como salvadora de la democracia.

El ambiente social en vísperas del golpe.-

Cinco años después de la muerte de Franco, el ambiente social había experimentado un cambio profundo respecto al que se vivía sólo unos años antes. En los años 76 y 77 se respiraba un ambiente prerrevolucionario en todos los rincones de la sociedad. Por eso, todas las energías de la burguesía, desde la caída de la dictadura, habían estado encaminadas hacia la utilización de los dirigentes obreros para salvar al capitalismo español y restaurar poco a poco su control sobre la sociedad. Los efectos de esta política por parte de las direcciones obreras tuvieron efectos dramáticos, frustrando las aspiraciones de la clase obrera que buscaba un cambio profundo de la sociedad. Desde la caída de la dictadura, los trabajadores, las mujeres y la juventud habían confiado completamente en sus dirigentes. A regañadientes, dieron por buena toda la política de "consensos, de apretarse el cinturón, de hacer sacrificios para salvar la democracia", en la esperanza de que todos estos esfuerzos sirvieran para algo, para garantizar una vida digna para sus familias y una esperanza en un futuro mejor.

La crisis económica que se cernió sobre los países capitalistas en aquellos años, empeoró aún más la situación. El fenómeno del paro masivo (un 20% entonces), desconocido apenas unos años antes, cogió desprevenidos a los trabajadores y actuó como un látigo sobre su conciencia. La inflación (un 16%) se comía los salarios, y cada lucha, la mayoría de las veces, era derrotada.

Todas estas experiencias tuvieron un efecto dramático. Al igual que entraron, centenares de miles de obreros, mujeres y jóvenes se fueron apartando de la lucha política y sindical, cansados y desorientados. La afiliación política y sindical cayó en picado. Aquéllos fueron años de un profundo reflujo en la actividad política y sindical de las masas, una época de "semirreacción" a todos los niveles de la sociedad.

La debilidad del gobierno de UCD.-

El gobierno de UCD (Unión de Centro Democrático), una amalgama de grupúsculos burgueses, carecía de mayoría absoluta en el Parlamento. La dramática situación económica exigía medidas drásticas para salvaguardar los intereses de los capitalistas, pero Suárez (presidente del Gobierno) comprendía que un intento de lanzarse a un ataque frontal contra las condiciones de vida de las masas podría tener consecuencias imprevisibles. Por esta razón tenía que estar recurriendo constantemente a una política de parches que no satisfacía a nadie, ni a la clase obrera ni, por supuesto, a la burguesía.

La impotencia del Gobierno de Suárez en el terreno económico provocó un creciente malestar en el seno de la clase dominante.

A la crisis económica, que engendraba todo tipo de tensiones sociales, había que añadir la úlcera permanente de la cuestión nacional, sobre todo en Euskadi. Los militares hacían llegar su descontento al gobierno por la amenaza de una descomposición del Estado español. El aumento de los atentados de ETA, cuyas acciones se cebaban en los militares, policías y guardias civiles ayudaban objetivamente a dar argumentos a la reacción sobre la necesidad de un gobierno fuerte para acabar con el terrorismo.

Al mismo tiempo que la actividad etarra, aquellos años vieron la venenosa irrupción del terrorismo de las bandas fascistas, alimentadas por sectores del aparato del Estado y del sector más abyecto y desesperado de la burguesía. Al menos varias decenas de trabajadores, jóvenes y miembros de la izquierda abertzale cayeron a manos de estas hienas del gran capital. El preso de ETA Arregui murió después de las salvajes torturas a que fue sometido por la policía. También fueron numerosas las palizas y agresiones recibidas por decenas de jóvenes y trabajadores a manos de estos matones, compuestos en su mayoría por hijos de militares y fascistas, policías, guardias civiles y lúmpenes. Decenas de locales obreros fueron atacados e incendiados.

La represión policial aumentaba en todas partes. Varios trabajadores y jóvenes fueron también asesinados a manos de la policía y la Guardia Civil en manifestaciones o en plena calle.

Los dirigentes obreros, lejos de llamar a la movilización de masas para aplastar a las bandas fascistas, tarea que hubiera sido relativamente fácil, hacían "llamamientos a la tranquilidad, a "no dejarse provocar", etc., lo que envalentonaba aún más a estos grupos y a la represión policial.

Toda esta situación fue la auténtica causa de la crisis permanente de UCD y del gobierno Suárez durante esos años.

Las conspiraciones golpistas y la dimisión de Suárez.-

Esta situación de callejón sin salida en la que, por un lado, la lucha de los trabajadores no desembocaba en ningún desenlace definitivo o estaba semiparalizada y, por otro lado, la burguesía era incapaz de asegurar el orden en la sociedad y mostraba constantemente su debilidad, creaba una situación de desgobierno e inestabilidad, situación que se profundizó, sobre todo, a comienzos de 1981.
Quien mejor expresaba esta situación era la casta de oficiales del Ejército y la Guardia Civil, así como los mandos de la policía. Estos estaban compuestos, en su gran mayoría, por elementos claramente reaccionarios y fascistas, que odiaban a muerte a la clase obrera y a sus organizaciones. El ejército, y por medio de él la casta de oficiales, representa el brazo armado de la burguesía. Pero cuando ésta da síntomas de incapacidad para asegurar la estabilidad del sistema, los oficiales se sienten llamados "a poner orden y salvar a la patria, ante la incapacidad de los políticos".

En España, a diferencia de los países de nuestro entorno, el aparato del Estado había adquirido una cierta independencia en su actuación durante el franquismo con respecto a la burguesía, lo que demostraba la debilidad de esta última. Y no siempre los intereses de aquél respondían a los que convenían a la burguesía en cada momento. El problema es que la burguesía no podía prescindir de este aparato porque lo necesitaba intacto para mantener a raya a la clase obrera ante cualquier eventualidad.

La casta de oficiales del ejército, la policía y la Guardia Civil, así como los altos representantes de la judicatura eran los mismos que estaban durante la dictadura. El aparato del Estado jamás fue purgado de elementos fascistas y reaccionarios y, lo que es más vergonzoso, en ningún momento los dirigentes del PSOE y del PCE exigieron su depuración.

Por eso toda la Transición fue un hervidero de conspiraciones y rumores golpistas. Ya en el 78, dos altos mandos de la Guerdia Civil y del Ejército, Tejero (posteriormente, uno de los cabecillas del golpe del 23-F) y Sáenz de Ynestrillas, fueron descubiertos cuando planificaban un golpe de Estado, al que llamaron Operación Galaxia. El aspecto más importante de esta operación fue la gran cantidad de oficiales que sabían todo con respecto a la conspiración y que, sin embargo, no dijeron nada a las autoridades. La escandalosa puesta en libertad de estos dos conspiradores meses más tarde no hizo sino animarles a seguir en esta misma línea.
Realmente, la burguesía era la menos interesada en aquellos primeros años, después de caída la dictadura, en un golpe de Estado, pues sabía muy bien que, tarde o temprano, podría desembocar en una explosión revolucionaria de las masas.

Paradójicamente, los dirigentes de los partidos obreros no hacían otra cosa que intentar asustar continuamente a las masas con "el peligro de la involución y del golpismo" si los trabajadores iban demasiado lejos en sus luchas. Todo ello, para justificar su nefasta política de colaboración de clases con la burguesía.

Sin embargo, la situación se hacía cada vez más tensa a principios de 1981. El agotamiento y la impopularidad del centro se acrecentaba cada día más. El aislamiento de Suárez en el seno de la UCD y el desprecio que suscitaba en los sectores decisivos de la burguesía y del aparato del Estado es lo que le llevó a dimitir a principios de febrero. En una encuesta realizada por la revista Cambio 16 en aquellos días, un 59% de los encuestados estaba de acuerdo con la dimisión y un 26% pensaba que tenía que haber dimitido antes ¡Nada menos que un 85% de la población estaba en contra del dirigente de UCD en el momento de su dimisión! Resulta por tanto, esperpéntico y bochornoso que en estos momentos se intente reescribir la historia alabando a Suárez y a la UCD, cuando ambos abandonaron la escena de la historia odiados y despreciados por millones de trabajadores y jóvenes.
Es en este contexto cuando se produce el intento de golpe de Estado más serio de todos las proyectados durante la Transición, el golpe del 23 de febrero de 1981.

El golpe del 23-F y las causas de su fracaso.-

Mientras se estaba votando la elección de Calvo Sotelo como nuevo presidente del Gobierno de la UCD, en sustitución de Suárez, unos doscientos guardias civiles, dirigidos por Tejero, ocuparon el Congreso de los Diputados a punta de metralleta. Al mismo tiempo, el general Milans del Bosch sacaba los tanques a la calle en Valencia, asumiendo el control de la ciudad, y prohibiendo los partidos y sindicatos obreros.

No cabe ninguna duda de que los principales jefes militares y los servicios secretos del CESID estaban al tanto de los preparativos del golpe, incluyendo al círculo íntimo del Rey, en la persona del general Armada, uno de los estrategas del golpe, acérrimo monárquico y tutor de Juan Carlos en su juventud, y candidato en aquellos días a presidir la Junta de Jefes del Estado Mayor del ejército. Recientemente, el ministro de Defensa de la época, Oliart, reconocía en una entrevista en El País, que al menos 4.000 militares, policías y guardias civiles participaron directa o indirectamente en el golpe. ¿Cómo se puede explicar que una conspiración de tal magnitud pasara desapercibida para el Gobierno y sus servicios secretos?

De hecho, la actitud ambigua del Rey en las primeras horas del golpe alimentó la idea del apoyo real a los golpistas entre un sector del ejército que no sabía si sumarse o no. No deja de ser sorprendente que, mientras que Tejero entró en el Congreso a las 6,20 de la tarde, Juan Carlos no saliera públicamente en televisión pronunciándose contra el golpe ¡hasta pasadas las 12 de la noche! Ahora muchos intentan justificar la actitud del Rey afirmando que la Televisión permaneció ocupada por los militares hasta última horas de aquella tarde-noche, pero se olvidan de añadir convenientemente que el Palacio de la Zarzuela (residencia del monarca) dispone de su propia infraestructura autónoma de emisión por televisión, precisamente ideada para este tipo de situaciones excepcionales.

La chispa que aceleró el golpe, probablemente, fue la repentina dimisión de Suárez (los golpistas pensaban utilizar como justificación la incapacidad de Suárez y la necesidad de deponerlo de sus funciones), aunque tambien influyeron las investigaciones del caso Arregui, que implicaban el peligro de una depuración de la policía. En base al fermento en las dependencias de la policía y la crisis del gobierno, los golpistas adelantaron sus planes para el día 23 de febrero.

La intención de Armada y Milans del Bosch era la de presentar al rey un hecho consumado. Los elementos vacilantes del ejército se unirían al golpe una vez que el rey declarase su apoyo. La participación clave de Bosch y Armada, ambos conocidos monárquicos y amigos de Juan Carlos, garantizarían al apoyo del rey.

El grado de conocimiento que el rey habría tenido del golpe es difícil de saber. Pero es impensable que no sabía nada del asunto. Como mínimo, está claro que ya había habido discusiones en la camarilla del rey sobre la posibilidad de una intervención del monarca y del ejército para "salvar a la patria" en un momento decisivo.

Probablemente Armada y Bosch estaban engañados por el comportamiento ambiguo del rey, que compartiría todas sus opiniones sobre la situación de desorden del país. Según un artículo del periódico inglés The Times publicado el 12 de febrero de 1981, es decir, once días antes del golpe, el rey había mandado a los miembros de su camarilla preparar hacía meses un estudio de precedentes constitucionales europeos, con el fin de ver cómo se podía desempeñar el papel de árbitro estipulado en el artículo 62 de la Constitución.

La idea de un gobierno fuerte como alternativa a la situación que vivía el país, había sido estudiada durante meses. Es posible que Juan Carlos, inicialmente, expresase su interés en esta idea. Lo cierto es que, tanto Milans del Bosch como Armada, estaban convencidos de que el rey iba a apoyar la formación de un gobierno militar. La total confianza de los golpistas, en cada momento de su operación, indicaba que Tejero también estaba convencido del apoyo real.

Hubo claros indicios de que Armada estaba en contacto con Juan Carlos en la tarde del día 23. Noticias de una entrevista misteriosa entre el rey y Armada, alrededor de las cuatro de la tarde, aparecieron en la prensa burguesa. Aunque el contenido preciso de la reunión nunca ha sido aclarado, parece ser que fue en este punto cuando el rey decidió no sumarse a la conspiración. Así, en el momento de la verdad, Juan Carlos vaciló y se opuso al golpe. Privados de la necesaria cobertura legal, en la forma de apoyo del rey, los golpistas entraron en crisis. Las Capitanías generales de Sevilla, Zaragoza y Valladolid no se sumaron al golpe, como se había previsto. Armada intentó echarse para atrás, pero ya era tarde y el golpe se abortó en pocas horas.

Estos acontecimientos de-muestran que la monarquía, independientemente de las características individuales de Juan Carlos, no es una broma, sino un poder.
No cabe duda de que Juan Carlos actuó de una forma bastante inteligente. Si se hubiese sumado al golpe, o simplemente mantenido en silencio, esto hubiera significado el fin de la monarquía, después de la inevitable reacción de las masas de la clase trabajadora contra el mismo. Paradójicamente, la monarquía salió fortalecida del fracaso del mismo.

Así pues, si el golpe fracasó, no fue debido a las convicciones democráticas de Juan Carlos, sino porque los sectores decisivos de la burguesía comprendieron que era prematuro, y se corría el riesgo de provocar un enfrentamiento con la clase trabajadora que resultaría muy peligroso para la burguesía y, por esa razón, movilizaron todos sus resortes durante las 6 horas que mediaron desde el asalto al Parlamento hasta la aparición del rey por televisión para poner fin a la aventura.

Frente a las figuras esperpénticas, como Tejero y otros, entre los organizadores del golpe existía un consenso para organizar un gobierno de carácter bonapartista, similar a la dictadura de Primo de Rivera de 1923, con la inclusión en el mismo de militares y civiles. Uno de los hechos más escandalosos del asunto fue la filtración posterior de una entrevista, celebrada días antes del golpe, entre Armada, Enrique Múgica y Raventós (dirigentes del PSOE entonces) donde, al parecer, se valoró la necesidad de un Gobierno fuerte, con la participación militar y la inclusión de miembros de UCD y el PSOE en el mismo, para "salvar el país". Esto demostraba lo lejos que había llegado la degeneración de determinados miembros de la dirección del partido, su pérdida de horizonte político y su identificación con el Estado burgués, al prestarse a este tipo de enjuagues que podrían haber tenido dramáticas consecuencias para la clase obrera y sus organizaciones. Posiblemente estos socialdemócratas miopes imaginaban seriamente que la mejor forma de evitar un golpe de estado era metiendo a los militares en el gobierno.

Aunque la clase obrera fue cogida por sorpresa por el golpe, algunos núcleos de la misma, guiados por un certero instinto de clase, llegaron a la conclusión, ese mismo día, de la necesidad de las armas para defenderse de los golpistas. Esto sucedió en algunos pueblos jornaleros de Andalucía, como Badolatosa, Lebrija, Maracena, Chauchina y otros, donde se organizaron partidas de vigilancia en los accesos del pueblo, mientras que los vecinos se intercambiaban escopetas de caza y cartuchos, y entre sectores de los mineros asturianos. A pesar de la confusión y de que las máximos dirigentes sindicales no dieron ni una sola consigna, durante esa tarde-noche, hubo paros y asambleas en decenas de empresas (en Gijón, Avilés, Santander, Álava, Sevilla, Navarra, Barcelona y Madrid) y en Cataluña CCOO tenía previsto convocar la huelga general al día siguiente del golpe.

Las manifestaciones que recorrieron todo el país el día 26 de febrero, convocadas formalmente por todos las partidos para protestar contra el intento de golpe, pero cuyo contingente fundamental estaba formada por trabajadores y sus familias, fueron las más multitudinarias de toda la historia. Más de tres millones de personas participaron en las mismas. Madrid, con un millón y medio, y Barcelona, con medio millón, fueron las más numerosas.

El juicio del 23-F.-

El juicio del 23-F, que duró varios meses, dejó claro que la justicia militar, con la complicidad del gobierno, no pretendió jamás ir hasta el fondo del asunto. Sólo fueron condenados a penas significativas los cabecillas: Armada, Milans y Tejero, los cuales diez años más tarde ya estaban en libertad o yendo sólo a dormir a la cárcel. Las decenas de implicados, militares y civiles, fueron condenados a penas simbólicas o absueltos.

La actitud tranquilizadora de los dirigentes, negándose a movilizar a la clase trabajadora y a la juventud con cada asesinato y tortura de los cuerpos represivos y de los fascistas, no hacía más que envalentonar a estos últimos y a los elementos claramente reaccionarios de la casta militar.

Así, varios meses después, cien oficiales del ejército y la Guardia Civil publicaron un manifiesto donde manifestaban su "comprensión" a los golpistas y se pronunciaban contra la democratización del ejército y a favor de la "autonomía con respecto al poder político". La única respuesta de Calvo Sotelo fue catorce días de arresto domiciliario para unos pocos.

Como una muestra más de las continuas provocaciones de la ultraderecha y de la casta militar, el 23 de mayo un grupo de fascistas, compuesto por guardias civiles y lúmpenes, asaltaron la sede del Banco Central en Barcelona tomando más de un centenar de rehenes y exigiendo la libertad de los detenidos en relación al 23-F. Nunca se quiso aclarar la auténtica identidad de los asaltantes, que quedaron en libertad en su mayoría después de ser detenidos por los GEO.

Las conspiraciones golpistas no acabaron el 23-F. En plena campaña electoral, poco antes de octubre de 1982, fue descubierta otra conspiración para dar un golpe de Estado el día antes de las elecciones del 28 de octubre. Obviamente, todas estas conspiraciones fueron abortadas por la burguesía por las mismas razones por la que abortaron el 23-F: el miedo a una respuesta revolucionaria de la clase obrera que, a pesar del reflujo aparente en el movimiento obrero, no olvidaba los cuarenta años de dictadura franquista.

La experiencia del 23-F destila numerosas enseñanzas para la clase obrera y sus organizaciones. El hecho de que una sola persona, el rey Juan Carlos, tenga consagrado por la Constitución la jefatura y la obediencia personal de los mandos del ejército, es algo que debe de llenar de preocupación a todos los activistas del movimiento obrero. El que la burguesía abortara aquel golpe de Estado, porque no era el momento, no significa que no intente recurrir a él en otras circunstancias donde vea amenazada su existencia y sus privilegios. Mientras que un puñado de cien familias ricas siga controlando el poder y la riqueza de este país, como ocurre ahora, nunca estaremos a salvo de conspiraciones golpistas. Sólo un gobierno compuesto por los partidos de la clase obrera sería capaz de llevar a cabo una depuración de los órganos del Estado, nacionalizando la Banca y las industrias claves del país, sin indemnización y bajo el control democrático de los trabajadores, para impedir que los grandes capitalistas puedan utilizar sus recursos fabulosos contra la mayoría del pueblo que somos la clase trabajadora.(...)

Revista Marxismo Hoy Nº 9. “La Transición”. ¿Qué ocurrió realmente”. (Fragmento).

Editada por la Fundación Federico Engels.
(Si estás interesado en su adquisición consulta en: http://www.fundacionfedericoengels.org/

21 de febrero de 2011

Informe de la intervención de IS-PSOE en el Comité Provincial.

El pasado sábado 19-2-11 se celebró el Comité Provincial del PSOE de Málaga al que asistieron 273 miembros de pleno derecho más los invitados acreditados. Con un orden del día muy apretado que constaba de 7 puntos, comenzó el acto con la elección de la mesa. El punto 2) trataba de la lectura del acta anterior y votación. En el tercero y después de unas palabras de presentación de la mesa cuya presidencia recayó sobre la compañera Fuensanta Lima, candidata a la alcaldía de Mijas, tomó la palabra el Secretario General Miguel Angel Heredia que dió un amplio informe de la gestión. Se abrió seguidamente un turno de palabras en el que intervienen 14 personas, con la respuesta final de este punto.

Nos corresponde dar este informe, aunque breve, principalmente poniendo énfasis en la participación de nuestra corriente Izquierda Socialista en dicho acto, en el que
pudimos intervenir dos veces, la primera para hacer la crítica a la gestión y la segunda para defender en el punto 6) una Moción de urgencia de la que daremos cuenta más abajo.

En el punto de crítica a la gestión intervino nuestro portavoz Pepe Martin, presentando y comentando brevemente, porque el tiempo adjudicado por la mesa era de 3 minutos, el díptico que habíamos repartido a la entrada a los asistentes, titulado "FALTA DEBATE, AUTOCRÍTICA Y RECTIFICACIÓN", recomendando su lectura y, entre otras cosas mencionó la necesidad de comentar la situación, diciendo que:

"Primeramente tenemos que subrayar el periodo de recesión en el que se encuentra la economía capitalista, cuya responsabilidad es fundamentalmente de los banqueros y especuladores junto con los defensores del sistema, partiendo de los orígenes que hay que buscarlos en la crisis cíclica de sobreproducción de onda larga, clásica del capitalismo",

Asimismo dijo: "los efectos de la crisis capitalista se están reflejando en las agitaciones que hemos visto en el último año que han afectado a casi toda Europa. Ahora, actualmente el despertar del movimiento obrero se está produciendo de forma vertiginosa en los países árabes. El éxito de las protestas de Túnez y Egipto está provocando un efecto dominó que está llegando a Yemen, Argelia, Irán, Sudán, Libia y otros países, donde grupos de jóvenes activistas descontentos por la situación política y económica de su país, salen a las calles para derribar a los dictadores y defender su propio futuro pues luchan por la democracia y el socialismo. Más temprano que tarde llegarán las llamaradas de nuevo hasta la vieja Europa y otras zonas del planeta",

Añadió en su discurso que "nuestro deber como socialistas es criticar en primer lugar al sistema capitalista, sus contradicciones, sus crisis, su explotación y su corrupción, porque como decía Pablo Iglesias, "es la causa de todos los males que padece la clase obrera". "La política que está aplicando el Gobierno que encabeza el compañero José Luis Rodriguez Zapatero, está generando un descontento cada vez mayor dentro y fuera de nuestro Partido".

Más adelante dijo " nuestro Partido necesita que no se rompa la conexión con las bases, pero las acciones politicas de nuestra dirección actual empujan en sentido contrario, con lo que la derecha del PP se frota las manos. Las medidas tomadas por el Gobierno, desde el mes de mayo pasado, están apoyadas por un discurso que representa una deriva al centro, empujando al PP hacia la derecha cada vez más extrema lo cual es peligroso".

Por otra parte comentó que "las ponencias que se debatieron en el 37 Congreso han sido puestas en cuestión como inviables por el curso de los acontecimientos", y pidió una rectificación de la politica del Gobierno, porque según dijo, "después de años en el que los grandes beneficios fueron patrimonio de unos pocos y repercutieron escasamente en las condiciones de vida de la inmensa mayoría, cuando ha llegado la época de las vacas flacas, inesperadas u ocultadas por los estrategas y especialista de la economía, los defensores del sistema nos dicen que no existe margen para las reformas sociales beneficiosa para el pueblo, porque faltan recursos presupuestarios, demostrándose con ello la bancarrota de teorías como la Tercera Via o incluso la socialdemócrata clásica".

Luego habló de que "los intereses de los grandes empresarios, representados claramente en la derecha politica y económica del PP y la Patronal, son totalmente contradictorios con los intereses de la clase trabajadora. Sabemos que al cadáver del capitalismo le están haciendo un nuevo traje pero es una mortaja con traje nuevo. Los trajes de Camps y demás jerifaltes del PP están tocados por el caso Gurtel. Si nuestro partido, contando con toda la militancia, explica bien lo que es el socialismo y lo que se nos viene encima si llegara el PP, podríamos ganar las elecciones municipales, las autonómicas y las generales, pero hay que ganarse de nuevo a la clase trabajadora con un giro a la izquierda".

Argumentó nuestro portavoz que "el socialismo no puede conformarse, como algunos piensan, en plantear solamente pequeñas medidas reformadoras de las reglas del sistema económico capitalista, sino que de lo que se trata es de adoptar medidas serias, para superar la dominación capitalista y marchar hacia la superación del mismo, es decir, avanzar al socialismo".

Para cocluir, y apremiado por el tiempo por parte de la mesa, dijo que "hace falta más democracia y más socialismo, así se permitirá a la mayoría de la población poder participar de manera real y democrática en la vida social, autogestionando la politica, la economía y la cultura, que dejarían de ser el monopolio de la clase dominante burguesa para convertirse en democracia participativa. Estamos convencidos que existe una alternativa para conseguir utilizar toda la maravillosa creatividad de la que es capaz el ser humano y esa alternativa se llama Socialismo. Para ello hay que llevar siempre el verdadero socialismo por delante".

Terminados los turnos de intervenciones, respondió el Secretario General, explicando la Convención de la semana pasada en Sevilla, hablando de que "haremos políticas sociales y crearemos empleo, si todos trabajamos más, porque ofrezco y pido a todos trabajo, trabajo y trabajo". Mencionó a nuestra corriente Izquierda Socialista, que aunque reconociendo profundas discrepancias, admitió la firmeza de nuestro trabajo que aporta al partido con seriedad los análisis y propuestas que emanan de la militancia.

En el punto 4) tomó la palabra el compañero Conejo, para exponer y explicar el dictamen de la Comisión Provincial de Listas, referente a los candidatos y candidatas, así como las candidaturas a las próximas Elecciones Municipales, de las que quedaron aprobadas las 80 listas hasta ahora presentadas, quedando pendientes de concretar 23 que se aprobarán en breve.

Asimismo en el punto 5) se presentaron los presupuestos del PSOE de Málaga para el ejercicio 2011, que constan en la parte final del documento presentado donde se detallan los ingresos y gastos, con un recorte global del -7,6 %, que fueron aprobados por unanimidad.

A continuación se pasó al punto 6) Resoluciones, donde nuestra corriente tenía presentada una Moción, siendo la única a debatir. La mesa nos concedió UN MINUTO para defenderla, dando solamente tiempo a presentarla y leerla. Para conocimiento general, damos información de todo el texto de la Resolución Política que dice así:

"La Coordinadora Provincial de Málaga de la corriente de opinión IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE-A, propone someter a la consideración democrática del Comité Provincial del PSOE que se celebra el 19-2-11, la presente moción con propuesta de votación:

RESOLUCIÓN POLÍTICA:

1) Consideramos que tanto el Plan de Ajusta, como la Reforma Laboral y el Pacto Social firmado con los sindicatos y la Patronal, perjudican gravemente los intereses económicos y laborales de la clase trabajadora.
2) Consideramos que ello representa una ruptura con la política que el Partido venía manteniendo de apoyo social a los más desfavorecidos a la vez que incumple la línea de las resoluciones del último Congreso.

3) Consideramos que se ha marcado un giro hacia posiciones más liberales, que privilegia a los grandes capitales y a la patronal, abaratando el despido y haciendo recaer el peso de la crisis sobre los trabajadores, a la vez que lastra la salida de la recesión.
4) Consideramos un error que el Partido haya votado a favor de alargar la vida de las centrales nucleares, porque va en la línea opuesta a lo defendido ante los electores en las elecciones generales pasadas.

5) Consideramos que existen otras medidas más favorables para salir del atasco y fomentar con más vigor la economía a favor de los ciudadanos, como puede ser una política socialista que ataque a la corrupción, los fraudes, la especulación y desarrolle una reforma fiscal que haga pagar más a los que más tienen.
6) Consideramos que la política financiera anunciada, de sanear las Cajas de Ahorros con dinero público para transformarlas en bancos y devolverlas al sector privado es un error al igual que las medidas privatizadoras que se están llevando a cabo.
7) Consideramos necesario mandatar a los representantes de este Comité Provincial para que planteen ante los órganos pertinentes la necesidad de apostar por la transformación de las Cajas de Ahorros en una Banca Pública Estatal.
8) Consideramos que una Banca Pública puede establecer condiciones más favorables para otorgar apoyos a los trabajadores, autónomos, empresarios medianos y pequeños, agricultores, pensionistas, fomentando y potencindo a la economía social, a la vez que permitiría el abaratamiento de las inversiones para fomentar los gastos sociales, sanidad, educación, viviendas, infraestructuras públicas, tan necesarias para la creación de empleo creando cientos de miles de puestos de trabajo.

Málaga, Febrero de 2011".
A renglón seguido, sin permitir siquiera que el ponente llegase a la mesa, fue sometida a votación la anterior Moción que fue derrotada por abrumadora mayoría por la corriente oficialista; con el punto siguiente número 7) Ruegos y preguntas, se dió por terminado el Comité Provincial, cantándose la Internacional.

Asimismo, para información genera de lo contenido en el díptico mencionado, lo reproducimos en su totalidad, porque ya hemos recibido algunos correos de compañeros de otras provincias que están interesados en examinar su contenido, El citado documento, junto con las revistas editadas por nuestra corriente sobre "Cambio Climático" y "Alternativa socialista para la clase trabajadora", fueron puestas a disposición de toda la militancia durante el transcurso del acto. He aquí el contenido íntegro del documento:

""PSOE: FALTA DEBATE, AUTOCRÍTICA Y RECTIFICACIÓN.
"Como decía Largo Caballero, "a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque le duela". Vamos a continuar diciendo nuestras verdades como sector crítico, como corriente de opinión interna en el seno del PSOE. La Izquierda Socialista, en la misma línea que hemos venido manteniendo, de crítica constructiva y responsable, ha continuado ofreciendo nuestros puntos de vista y nuestras propuestas alternativas como quedan reflejadas en la documentación que siempre hemos puesto a disposición de la Dirección de nuestro partido y publicada en nuestros escasos medios de comunicación propios, emanadas de los debates internos, sobre todo en la I y la II Conferencia de Andalucía celebradas durante los últimos tres años, ejerciendo nuestro legítimo derecho a la libertad de expresión democrática.

Primeramente tenemos que subrayar el periodo de recesión en el que se encuentra la economía capitalista, cuya responsabilidad, es fundamentalmente de los banqueros y especuladores junto con los defensores del sistema, llámense éstos la Banca Mundial, el Fondo Monetario Internacional y demás organismos financieros, pero cuyo origen hay que buscarlos en la crisis cíclica de sobreproducción de onda larga, clásica del capitalismo, que son inevitables si se sigue la lógica del libre mercado y que ha sido agravada por la especulación, la rapiña y los pelotazos urbanísticos que hicieron estallar la burbuja inmobiliaria, sumiendo a la clase trabajadora en el paro, en la miseria y en la desolación.

Los efectos de la crisis capitalista se están reflejando en las agitaciones que hemos visto en el último año que han afectado a casi toda Europa. Ahora; actualmente el despertar del movimiento obrero se está produciendo de forma vertiginosa en los países árabes. Más temprano que tarde llegarán las llamaradas de nuevo hasta la vieja Europa y otras zonas del planeta.

Nuestro deber como socialistas es criticar en primer lugar al sistema capitalista, sus contradicciones, sus crisis, su explotación y su corrupción, porque como decía Pablo Iglesias, "es la causa de todos los males que padece la clase obrera", pero debemos ser honestos y criticar asimismo de forma constructiva, como venimos haciendo, los erroes que nuestro Partido pueda estar cometiendo, desde el punto de vista del ala izquierda a la que representamos. El colapso del “libre mercado” ha demostrado que el funcionamiento progresista de la llamada “democracia burguesa” es inviable, porque detrás de esa pantalla de democracia se oculta la más cruel dictadura de los capitales teledirigida por los poderes imperialistas del gobierno mundial.

Algunos analistas dicen que se ha producido un "golpe de estado financiero", sometiendo a los gobiernos y parlamentos elegidos democráticamente a los dictados marcados por la hoja de ruta desde organismos capitalistas exteriores. Esa dictadura de intereses antisociales está formada por potentes sectores financieros privados y las multinacionales que actúan en régimen de semi-monopolio, compuesta por individuos con enormes privilegios, especuladores, y potentes lobbies de presión que están en plena conspiración para que los costes de esta brutal bancarrota la paguemos las familias de las clases trabajadoras y los pobres de todo el mundo.

Ningún gobierno que esté sometido a los dictados del capital privado se puede considerar verdaderamente democrático, pues, en última instancia, cualquier gobierno, por muy de izquierdas que se precie, si se somete al funcionamiento de las leyes del capitalismo, se convierte en un simple administrador de los intereses de los capitalistas y las multinacionales imperialistas, y no puede actuar al margen del capital, si no controla las palancas fundamentales de la economía, es decir, los grandes medios de producción y las finanzas a través de una Banca Pública que le permita planificar la economía científicamente al servicio de la sociedad en su conjunto a la vez que se someta a un control democrático, limpio y transparente por todos los ciudadanos.

La política que esta aplicando el Gobierno que encabeza el compañero José Luis Rodriguez Zapatero, está generando un descontento cada vez mayor dentro de nuestro Partido.

Se están ofreciendo avales por cientos de miles de millones para salvar de la bancarrota los descompuestos sectores bancarios y las cajas de ahorros, con el proyecto de sanearlos y devolverlos limpios a los mismos que han sido los causantes del colapso del sistema. Con la falsa excusa de que no hay otro camino porque eso es lo que "exigen los mercados", se defienden desde la dirección del Partido y el Gobierno las posiciones que benefician a la clase capitalista dominante. Pese a que esto es totalmente contradictorio con la filosofía y fines con la que nuestro Partido se fundó, se niega la posibilidad de abrir un debate de controversia donde los sectores críticos, podamos explicar nuestras posiciones en igualdad de condiciones democráticas.

El Gobierno, ignorando los intereses de su base social y electoral, y el descontento que se está generando entre los propios militantes ha tomado el camino de los ataques a la clase trabajadora, con durísimos planes de ajuste en el gasto social, la reforma laboral, el ataque a las pensiones, a la sanidad y a la educación, intentando taparlo todo bajo la hoja de parra del llamado gran Pacto Social. Muchos miembros del Partido nos vimos en la obligación de apoyar la Huelga General del 29 de septiembre convocada por UGT y CCOO, que intentaba hacer cambiar de rumbo al Gobierno. La firma de las direcciones sindicales del Pacto Social ahora, deja el camino libre para profundizar en la política derechista que aleja al Partido cada vez más de los intereses de los trabajadores.

Nuestro Partido necesita que no se rompa la conexión con las bases, pero las acciones políticas de nuestra dirección actual empujan en sentido contrario, con lo que la derecha se frota las manos mientras juega descaradamente a la demagogia, renunciando hipócritamente a la defensa del liberalismo a ultranza, mientras realmente preparan su política de privatizaciones del sector público y de ataques y recortes a los derechos de los trabajadores.
Las medidas tomadas por el Gobierno, desde el mes de mayo pasado, están apoyadas por un discurso que representa una deriva a la derecha, con profundas simpatías por la Patronal y otras fuerzas de derechas, al identificarse con las posiciones marcadas en la Hoja de Ruta del FMI y la Banca mundial, lo que es un atentado a la democracia con un peligroso precedente de cesión de la soberanía, que ante esta situación ya no pueden defender que reside en el Pueblo, como nos quieren hacer creer, sino que reside en los lujosos despachos de los consejos de administración de las grandes empresas.

Las Ponencias que se debatieron en el 37 Congreso han sido puestas en cuestión como inviables por el curso de los acontecimientos. Si la dirección del Partido no rectifica inmediatamente, abriendo un debate democrático que corrija el rumbo, nuestra organización podría entrar en una profunda crisis, porque las condiciones han cambiado y no se puede insistir en el desarrollo de una política que estaba basada en un crecimiento del sistema capitalista, cuando ahora estamos en la fase descendente del ciclo que puede ser mucho más virulenta y profunda de lo calculado por los estrategas del propio capitalismo y sobre todo, diametralmente opuesta a los análisis aprobados como resoluciones por el último congreso que han quedado completamente obsoletos y desfasados.

Después de años en el que los grandes beneficios fueron patrimonio de unos pocos y repercutieron escasamente en las condiciones de vida de la inmensa mayoría, cuando ha llegado la época de las vacas flacas, inesperadas u ocultadas por los estrategas y especialistas de la economía, los defensores del sistema nos dicen que no existe margen para reformas sociales beneficiosas para el pueblo, porque faltan recursos presupuestarios, demostrándose con ello la bancarrota de teorías como la Tercera Via o incluso Socialdemócrata clásica.

Los intereses de los grandes empresarios, representados claramente en la derecha política y económica, son totalmente contradictorios con los de la clase trabajadora. La mejora de las condiciones de vida de las masas están enfrentadas con los beneficios económicos de los que más tienen. Las mejoras en nuestras condiciones laborales y de vida han tenido que ser firmemente mediante una lucha a fondo. En el contexto actual el Partido, como instrumento político de los trabajadores, tendría que haber girado a la izquierda buscando el apoyo de las masas defendiendo las conquistas frente al voraz apetito del beneficio empresarial. Actuando de forma contraria, con recortes y medidas antisociales, se ha creado una gran brecha entre los intereses de nuestra base social y electoral y la política aplicada por la dirección. Esto va a ir a más, en tanto Las luchas entre los intereses de la clase trabajadora contra los del capital cuyas posiciones serán cada vez más reaccionarias, se van a seguir agudizando rápidamente en el próximo futuro.

O se modifican los programas, o podemos encontrarnos con dificultades que podrán ilustrarse claramente como entreguismos por parte de un sector de los dirigentes demasiado comprometidos con los intereses del capital, que podrían verse sometidos de forma descarada a rebelarse incluso contra las decisiones del Partido, abandonando las filas de la socialdemocracia, desertando incluso del partido y pasándose con armas y bagaje a defender posiciones claramente “liberales”, como ya vivimos en ese ejemplo similar cuando el escandaloso proceso del “tamayazo” ocurrido en Madrid. También existe un goteo de deserciones por la izquierda que demuestra un cierto cansancio y rechazo de la militancia hacia la falta de vida y participación democrática en el seno del Partido, cuyo error es preciso que la dirección tome nota y corrija si no quiere llevarnos a enfrentamientos destructivos.

Se han dado ya demasiados casos de dirigentes del partido, que tenían cargos institucionales importantes, que se habían dedicado sistemáticamente a mercadear parcelas de poder, en el partido y en las instituciones, para escalar puestos o con promesas de hacerlo, a la vez que han amasado fortunas descaradas para llamarse como ellos mismos se llaman “socialistas”, lo que es éticamente reprobable desde el punto de vista de la militancia de base, cuando millones de ciudadanos cobran sueldos miserables estancados en el “mileurismo”.

Algunas Coordinadoras de la corriente hemos presentado desde hace tiempo alternativas para corregir ese peligroso funcionamiento y adoptar normas éticas firmes que el partido debe defender para prevenir esos incidentes, que siempre han sido desoídas por las Direcciones, a la vez que no han puesto las oportunas trabas para que los oportunistas, carreristas y otros infiltrados ajenos a los valores del socialismo queden apartados del seno del partido a base del control que tiene que ser ejercido por la propia militancia activa y democrática.

Cuando se hacen políticas oportunistas, a la corta o a la larga, los actores se encuentran incapacitados para defender una política de principios claros de izquierdas, a la vez que se comete el error de rehusar enfrentarse a la Burguesía, para defender claramente los intereses de los trabajadores, como debe ser la razón de ser de todo partido de la izquierda que es la misión fundamental del Partido Socialista Obrero Español.

La Izquierda socialista del PSOE tiene que seguir defendiendo una línea más consistente cada vez, porque es la mejor manera de ganar posiciones que en un futuro no muy lejano nos permitan acumular fuerzas para poder influir con nuestras propuestas e incluso poder optar en igualdad de oportunidades a dirigir el partido, cuando nuestras posiciones ganen democráticamente la mayoría que se requiere, cuestión que cada vez está siendo más necesaria dado el debate que está pidiendo la clase trabajadora en momentos tan complejos.

Para intentar clarificar posiciones, debemos comentar, con el peligro incluso de poder levantar sobre este punto algún que otro interés contradictorio en el debate, que la bancarrota del “reformismo de derechas" ha quedado patente, habiendo sido arrastrado por el colapso del capitalismo en esta grave recesión. Pero el debate no se acaba aquí, más bien acaba de empezar, lo que saludamos como muy positivo y se agradece a los compañeros el esfuerzo por plantear seriamente posiciones que consideran pueden servir para ayudar al partido a reflexionar y buscar soluciones eficaces, como están surgiendo de las propias bases.

El Socialismo no puede conformarse, como algunos piensan, en planteando solamente pequeñas medidas reformadoras de las reglas del sistema económico capitalista, sino que de lo que se trata es de adoptar medidas serias, para superar la dominación capitalista y marchar hacia una superación del mismo, es decir, avanzar al socialismo. La bancarrota del “reformismo de derechas" ha quedado patente, habiendo sido arrastrado por el colapso del capitalismo en esta grave recesión. Toda medida que se mantenga dentro de los márgenes del capitalismo, como “refundar el capitalismo”, “reformar las instituciones financieras”, “reforzar el proteccionismo”, “plantear ideas de control de la banca” y demás, cuando van mas allá de aparentes buenas ideas sobre el papel y se enfrentan a la realidad terminan siendo inviables y realmente utópicas.

Es más, hay que ser claros, esas ideas no son solamente utópicas, sino que dialécticamente se convierten más bien en reaccionarias, pues no pretender cambiar el sistema, sino resucitar un cadáver que es en lo que se ha convertido en la actualidad el sistema de los capitales puede ser un error muy grave. El capitalismo, sea español, europeo, o de cualquier país, combinan el proteccionismo y el libre mercado en función de las circunstancias económicas de sus intereses. Son dos facetas de la guerra económica en las que están inmersas las grandes potencias mundiales.

En ambos casos, la clase trabajadora sale siempre perdiendo; para los intereses de las clases más desfavorecidas, no sería la solución definitiva el defender cualquiera de las dos posiciones, como pudiesen ser el keynesianismo-socialdemócrata o la vuelta al modelo monetarista practicado por los Chicago's boys, que tan nefastos resultados han producido, que es el planteamiento del PP, pues ambas descansan sobre el control de la economía por un puñado de parásitos capitalistas, que dominan las multinacionales del planeta y es precisamente a esa situación a la que el socialismo tiene que dar una respuesta.

La dirección del PSOE y la mayoría del gobierno, tanto en la Junta de Andalucía como en el Gobierno Central, defienden en estos momentos políticas más bien social-liberales que están en posiciones divergentes de las tesis de un verdadero programa socialista como el que necesita la clase trabajadora que se ve sumida en una brutal crisis como la actual. Es decir, hablando claramente, sin tapujos, aunque con todos nuestros respetos a las tesis defendidas por la corriente mayoritaria que dirige actualmente el Partido, a nuestro entender siguen una línea similar de declinación hacia el reformismo sin reformas de un "liberalismo" que exigirá contra-reformas cada vez más agresivas contra los intereses de la clase trabajadora que si no se cambia, producirá la derrota del PSOE y la entrega del poder a la derecha, si la clase trabajadora no reacciona y lo evita, frenando esos propósitos con la lucha.

Ante la política reaccionaria, anti obrera, xenófoba y belicista que viene ofreciendo el PP, los trabajadores no tenemos ningún interés en apoyar a la derecha. Pero si en las próximas elecciones no presentamos un programa atractivo que exprese claramente un giro a la izquierda, será difícil poder conseguir que los trabajadores se interesen por la política, entrando a luchar democráticamente por la defensa de un programa de clase.

Si el Partido no les ofrece ningún programa que marque una salida a la crisis mediante la lucha que nos permita superar este sistema injusto que es el capitalismo, que se podría conseguir mediante la unidad y la organización de la mayoría de los partidos y sindicatos de la izquierda, con un programa auténticamente socialista y en una acción común contra las políticas de derechas del PP y sus aliados, la situación electoral se nos puede poner muy cuesta arriba y bajo un gobierno de derechas las condiciones de vida y de trabajo podrían retroceder varios lustros.

Si el Partido plantease un programa claramente socialista y realizase una campaña firme pidiendo a los votantes que se afilien y se encuadren en nuestras filas para luchar por un programa auténticamente socialista, con un nuevo proyecto y una nueva dirección más a la izquierda emanada de un Congreso, pronto podrían acompañarnos cientos de miles de militantes, de los millones de asalariados que componemos la fuerza laboral en el Estado.

Si los trabajadores vieran un programa serio, atractivo, que ofrezca claramente soluciones a la problemática social, en la línea de los que ha aprobado nuestra corriente en la I y II Conferencia de Izquierda Socialista de Andalucía(1), serían capaces de dar un paso al frente e incluso dar la batalla y luchar, como están haciendo en otros países incluso contra dictaduras declaradas. Nuestra labor también consiste en explicar claramente la necesidad de fortalecer la izquierda del partido, pero solamente nuestra corriente, con nuestras débiles fuerzas estamos haciendo este trabajo explicando claramente el ideal del socialismo, al cual, la corriente oficial parece querer renunciar.

En Andalucía, tenemos que prepararnos para el agotamiento que representa los más de veintitantos años de gobiernos socialdemócratas, por lo que es urgente preparar un giro a la izquierda que profundice en el avance hacia el verdadero socialismo o les estaremos allanando el camino a la derecha del PP. Tenemos un grave dilema: O presentamos un programa de izquierdas que ilusione a la clase trabajadora, para que entren a luchar junto al partido, por un verdadero programa socialista, haciendo un llamado conjunto a las fuerzas de izquierdas y a los sindicatos, para preparar un Gobierno de coalición PSOE con Izquierda Unida, que cuente con un verdadero apoyo social, o podríamos sufrir una amarga derrota a manos del PP.

El desarrollo de un ala izquierda fuerte consiste en presentar un análisis correcto y alternativas claras a los problemas sociales que el movimiento obrero está demandando, lo que requiere una revisión a fondo de las ideas que se han venido defendiendo por el ala social-liberal con apoyos socialdemócratas en el seno del partido para cambiarlo por un programa más de izquierdas, que marque la línea necesaria que nos permita en el medio plazo, vislumbrar el camino que nos sirva para superar la hecatombe económico-social en la que nos ha metido la obsoleta economía capitalista de “libre mercado”. La forma correcta de conseguirlo es preparándonos desde ya para los próximos procesos congresuales que se organicen en el partido.

Los militantes socialistas que quieran poner fin a la deriva derechista del partido tienen que dar un paso al frente, no quejarse tanto desde fuera, arrimar el hombro y ayudarnos entre todos a conseguir democráticamente lo que en tantas mentes está latente: El socialismo tiene que prepararse para una lucha implacable contra la derecha del PP, pero también contra el reformismo de derechas, social-liberal, que domina en el partido. En otras palabras, es necesario re-descubrir las ideas y el programa del auténtico socialismo, que defendieron los clásicos del marxismo, encabezados por Pablo Iglesias, porque las situaciones históricas de las crisis cíclicas del capitalismo se repiten, pero cada vez a un nivel superior y tenemos que estar a la altura de las circunstancias que la situación de crisis actual requiere.
Bajo el capitalismo no hay salida para los pobres del mundo. El futuro de la humanidad está en las manos de los asalariados en lucha por el verdadero socialismo. Nos gustaría que estas palabras contribuyeran a templar las fuerzas de los sectores más avanzados de la clase trabajadora y la juventud, auténticas puntas de lanza para poder avanzar resueltamente en el proceso de la transformación socialista de la sociedad y poder enviar al capitalismo al basurero de la historia que es el lugar que le corresponde en la actualidad. 
Con la aplicación de una planificación científica de las fuerzas productivas, en base socialista y democrática, sería absolutamente viable garantizar el pleno empleo, el derecho a una vivienda, a una sanidad pública general y gratuita, a una educación pública de calidad, todo ello con una participación democrática, es decir, que podríamos avanzar resueltamente hacia una democracia social plena, que abran la via al socialismo participativo de todos los ciudadanos ampliando el control y la gestión a todos los campos, tanto en lo político, lo económico, lo social, lo sindical y lo cultural, declarando una lucha implacable contra la corrupción y el despilfarro. El objetivo debe ser trabajar todos, producir más y repartir el fruto del trabajo con la máxima justicia.
Al socializar democráticamente, bajo control democrático, las palancas fundamentales de la economía, concentrando el sector financiero en una Banca Pública Estatal Única, al servicio de la producción y puesta ésta, mediante una planificación científica, en base a la democracia económica, en manos de la clase trabajadora en dirección al socialismo, la pesadilla de trabajar durante interminables jornadas laborales, mientras que existen 4,700.000 parados sería eliminada de un plumazo, repartiendo el trabajo entre todos, como un bien escaso, dándole al mismo la función social que requiere.
La reducción de la jornada, sin atacar el nivel salarial, nos permitirá a la mayoría de la población poder participar de manera real y democrática en la vida social, auto gestionando la política, la economía y la cultura, que dejarían de ser el monopolio de la clase dominante burguesa para convertirse en democracia participativa. Estamos convencidos que existe una alternativa para conseguir utilizar toda la maravillosa creatividad de la que es capaz el ser humano y esa alternativa se llama socialismo.
¡¡Únete a la corriente Izquierda Socialista¡¡.
¡¡Lucha con nosotros para avanzar en la transformación de la sociedad¡¡
¡¡Otro mundo es posible, pero con el SOCIALISMO¡¡

COORDINADORA PROVINCIAL.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A

(1) Si quieres conocer los textos mencionados, te lo remitiremos gratuitamente solicitándolo, poniendo en asunto "Revistas", al correo:
is-psoe.malaga@terra.es
Visita nuestro blog: http://izquierdasocialistamalaga.blogspot.com

18 de febrero de 2011

ANÁLISIS DEL RECORTE DE LAS PENSIONES.

Conociendo ya el texto del pacto, puede hacerse una comparación concreta entre la
situación actual y como quedarán las pensiones cuando acabe la aplicación de esta
reforma.

CASO: 65 AÑOS DE EDAD CON 35 AÑOS COTIZADOS.

Antes de la reforma:
Puede acogerse a la jubilación ordinaria y cobraría el 100% de la pensión teórica (base reguladora) por tener cotizados los años exigidos (35).




Con la reforma:
No tendrá derecho a la jubilación ordinaria por no tener 38’5 años cotizados, con lo cual tendría que trabajar hasta los 67 años. Podría jubilarse anticipadamente, pero con las siguientes reducciones en su pensión:



* Reducción por no tener cotizados los 37 años que dan derecho al 100% de la
pensión: 2’27% anual x 2 años = 4’54%.

* Reducción por anticipar la jubilación antes de la nueva edad legal (67 años):
7’50% anual x 2 años = 15%.

* Reducción total: 4’54 + 15 = 19’54%.

Pensión antes del pacto Pensión con el pacto 100% 80'46%
Pero también empeoran las condiciones para todo aquel que no llegue a los parámetros
exigidos.

JUBILACIÓN ANTICIPADA:
Antes de la reforma, el coeficiente medio de reducción de la pensión era del 7% por cada año de anticipación (un mínimo del 6% y un máximo del 8%,dependiendo de los años cotizados). Con la reforma habrá un coeficiente único del 7’5%.

FALTA DE COTIZACIONES PARA TENER DERECHO AL 100% DE LA PENSIÓN:
Antes de la reforma se exigían 35 años cotizados y la pensión se reducía un 2% por cada año que faltaba. Con la reforma, la reducción de la pensión será del 2’27% por cada año que falte; además, como los años exigidos suben a 37, esto significa que las personas con 35 y 36 años cotizados, que ahora cobran el 100%, verán recortada su pensión inevitablemente.

Pero lo más importante es comprender que este recorte de las pensiones no hacía falta. Se justifica con dos argumentos principales: el aumento de la esperanza de vida y que, en el futuro, el aumento del gasto en pensiones será insostenible. Los dos son falsos.

ESPERANZA DE VIDA:
La mentira radica en identificar esperanza de vida con longevidad.
Pero el aumento de la esperanza de vida no significa automáticamente que la gente
prolongue su vida el mismo tiempo. La esperanza de vida es una media estadística
calculada a partir de las edades de defunción de los ciudadanos de un país. Por tanto, en ella no sólo influye la edad a la que mueren los viejos, sino la de toda la población. El factor fundamental que explica el aumento de la esperanza de vida en el Estado español es el brutal desplome (de más del 80%) de la tasa de mortalidad infantil en las últimas tres décadas, que pasó de 18’88 niños muertos por cada mil nacidos en 1975 a solo 3’54 en 2008. Pero esto no es todo. Un sociólogo progresista tan reconocido como Viçens Navarro denuncia que la diferencia de longevidad entre la capa más pobre de la población española y la más rica es de ¡10 años! Incluso la duración de la vida es también una cuestión de clase.

GASTO EN PENSIONES:
Aparentemente, el argumento es irrefutable: si los jubilados crecen más que los trabajadores ocupados, el único resultado posible será la quiebra del sistema. Pero hay un problema: llevan muchos años utilizando este argumento y la realidad ya demostró repetidamente que es falso. Veamos los datos: 1976 2009

Ocupados 12.770.00 18.646.000

Pensionistas 2.380.000 7.948.000

% de las pensiones en el PIB 3% 9%

Es decir, entre 1976 y 2009 los porcentajes aumentaron como sigue:

* Número de ocupados: Aumento del 47%.
* Número de pensionistas: Aumento del 230%.
* Peso de las pensiones en el PIB: Aumento del 200%.

Y a pesar de estos datos, la Seguridad Social no sólo no está quebrada, sino que disfruta de una salud excelente, con un superávit de 8.500 millones en 2009 y de casi 2.400 en 2010 y un fondo de reserva de 62.500 millones, el mayor entre todos los países del mundo que tienen un sistema de pensiones como el nuestro. ¡Y con un aumento de la esperanza de vida de casi 4 años en sólo década y media (1991-2007)! Y todo esto a pesar de que en el primer trimestre de 2010 las empresas debían más de 9.000 millones sólo en cotizaciones aplazadas con el beneplácito de la Seguridad Social. ¿Como es posible esta milagro?

Porque el aumento de la productividad del trabajo, causado por las nuevas
tecnologías, provocó un gran incremento del PIB, es decir, ahora hay mucha más
riqueza que en 1976 y por eso, aunque el gasto en pensiones se triplicó, no pasó
absolutamente nada.

Pues lo mismo pasará en el futuro. Es mentira que las pensiones estarán en peligro cuando en 2050 el gasto alcance el 15% del PIB. La media europea del gasto en pensiones ya está en el 12%, Francia gasta el 13’3%, Italia gasta el 14’4%... Lamentablemente, hay dirigentes sindicales que, en vez de darle credibilidad a los economistas de izquierdas, dan por buenas las falsedades de los “expertos” pagados por el capital, los mismos que hace 15 años ya nos decían que la Seguridad Social estaría quebrada a estas alturas.
Durante los años de boom económico, los grandes superávits de la Seguridad Social fueron entregados a los empresarios vía subvenciones o exenciones. No puede ser que, ahora que los ingresos disminuyen, la única opción sea el recorte de las pensiones.

Hay alternativas:

* Fin de todas las bonificaciones o exenciones de las cuotas empresariales a la
Seguridad Social.

* Cobro de los miles de millones de euros de cuotas empresariales pendientes.
* Subida del Salario Mínimo Interprofesional y plena equiparación salarial entre
hombres y mujeres, medidas que significarían más cotización y, por tanto,
aumentarían los ingresos de la Seguridad Social.

* Aplicación de la separación de fuentes acordada en 2006 (es decir, que las
pensiones no contributivas y los gastos de administración de la Seguridad Social,
que suman más de 3.000 millones de euros anuales, se paguen a cargo de los
Presupuestos Generales del Estado).

Hay dinero, pero todo lo están llevando los capitalistas.
Basta de darle dinero a los que causaron esta crisis.
¡Expropiación de la banca ya!

Sector Crítico de CCOO.