13 de enero de 2011

AUSTRALIA: MÁS VÍCTIMAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO POR INUNDACIONES.

Existe un número importante de científicos que aseguran que el Cambio Climático (*) está ya produciendo cada vez más victimas. Esa puede ser la causa de haberse intensificado las lluvias en Australia, como ocurrió en China, en Brasil y en otras zonas del planete Tierra. No se sabe cuantos muertos han provocado las mayores riadas que Australia sufre en un siglo. Las aguas alcanzaran su máximo nivel en Brisbane, de 2 millones de habitantes, antes del amanecer. Así se pronostica por los servicios meteorológicos que se mantendría durante días. La primera ministra declaró: “Estamos al borde de un desastre natural muy grave”, vaticinando que unas 20.000 casas serían anegadas en el punto más alto del río.


Los desastres llamados "naturales" dejaron cerca de 500.000 muertos en 2010. Tanto los terremotos de Haití cuyo último balance eleva el número de muertos a 316.000, como el de Chile, las inundaciones de Pakistán y China hieron un daño terrible el año pasado y este año empieza peor, con un costo enorme en vidas humanas comparable a las guerra. Los daños materiales se calculan en 130.000 millones de dólares, según afirma la compañía de Seguros alemana Munich Re. ¿Son realmente desastres naturales o están contribuyendo a ello las multinacionales capitalistas por su depredación del Medio Ambiente, por ahorrarse los costos de la contaminación?

La verdad es que no se está cumpliendo eso de que "El que contamina paga". La situación que nos muestran los medios de comunicación sobre Haití, cuando se cumple el año de la catástrofe, es una verdadera vergüenza para toda la comunidad mundial. El cólera agrava la situación dramática. Solamente el 5 % de los escombros han sido retirados. El 80 % de los habitantes no disponen de agua potable suficiente. No hay infraestructuras sanitarias y el paro está en un 80 %. El dinero prometido no ha llegado más que un pequeño porcentaje. La ONU, que es el brazo armado del imperialismo, sigue mirando para otro lado...

"Viene existiendo una lucha implacable de intereses que son defendidos por las grandes empresas multinacionales, para evadir los gastos de contaminación y de ayuda a la pobreza. Las grandes potencias tienen planes de exterminio de parte de la humanidad que ya no les es rentable. No sólo la miseria y el hambre, producto de la incapacidad de la burguesía para seguir desarrollando las fuerzas productivas, atenazan a un número creciente de seres humanos. Ahora, una nueva amenaza, aún más terrible, surge de la decadencia del sistema capitalista: la destrucción de las frágiles condiciones que hacen del planeta Tierra un lugar habitable. Los ataques al Medio Ambiente son brutales. La depredación del planeta escandalosa. El comportamiento de la dictadura del capital, del gobierno mundial en la sombra es criminal.


El empeoramiento de las condiciones de vida de la población mundial es patente, sobre todo, en las poblaciones más empobrecidas por la rapiña del capitalismo, profundizadas por la actual recesión que lanza a la pobreza y al hambre a millones de seres humanos, con una situación de degradación del medio natural, con la contaminación de los mares y ríos que afectan a los recursos hidrográficos, la amenaza nuclear, las emisiones descontroladas de CO2, la deforestación y destrucción consciente de bosques, unido a la utilización constante de pesticidas y contaminantes en la producción agrícola, están llevando a la humanidad al borde de su desaparición como especie y al padecimiento de hambrunas terribles.



Toda esta problemática tiene como causa fundamental el control de la economía mundial por parte de un puñado de grandes monopolios, que bajo el prisma del lucro privado del sistema capitalista, anteponen los intereses de una minoría de archimillonarios a las vidas de los trabajadores y de la especie humana en general. La lógica capitalista del lucro privado anteponen sus beneficios al bienestar de la humanidad, importándole nada que se destroce el Medio Ambiente y que mueran cada vez más gentes. Esto demuestra que existen dos contradicciones insalvables bajo este agónico sistema imperialista, como son, la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales que impiden el desarrollo armonioso de las fuerzas productivas.


El motor de la actividad económica capitalista, que es la lucha por el máximo beneficio para unos pocos en detrimento de la mayoría de la población, se ha convertido ya en una amenaza muy peligrosa contra la salud de la humanidad y contra la propia naturaleza. Accidentes nucleares y otras catástrofes ecológicas, como esas lluvias torrenciales, la lluvia ácida, y demás accidentes atmosférico, ponen de manifiesto que la naturaleza del capitalismo es cada vez más un peligro para los habitantes del planeta Tierra. Por tanto, para los partidos obreros y demás fuerzas de izquierdas, la integración de las problemáticas medioambientales, así como a las que conciernen a la planificación de la producción agraria con el objetivo de atender las necesidades alimenticias de los habitantes del planeta, resulta una prioridad cada vez más urgente e imprescindible, vistas las tendencias que el Capitalismo está desarrollando en esta recesión en la que ha quedado anclado. Las recientes subidas de los alimentos amenazan con matar de hambre a millones de personas en el mundo.


En un informe presentado ante la ONU sobre el cambio climático en el año 2007, que fue elaborado por un amplio equipo de 2.500 científicos de 130 países del planeta, llegaban a la conclusión contundente que para el año 2030 la temperatura media aumentará entre 1,8º y 4º. Eso provocará la desaparición de los glaciares árticos y disminuirá gravemente los antárticos con los efectos, entre otros de elevar el nivel de los mares entre 28 y 43 centímetros. Se producirán muchas más inundaciones y zonas amplias de la Tierra se volverán inhabitables. Habrá olas de calor mayores que las del 2003, que dejó miles de muertos, y proliferarán las catástrofes promovidas por tormentas tropicales. El agua se evaporará mucho más rápido, con lo que bajará el caudal de los ríos provocando que la energía producida sea bastante menor, problema que intensificará la crisis energética.


Es motivo de gran preocupación el calentamiento global del planeta debido a los efectos perniciosos sobre la salud humana y la economía. Para el 83 % de los ciudadanos españoles el cambio climático es un problema “muy serio” y sólo el 2 % considera que se ha exagerado. Los informes indican que muchas especies se verán forzadas a emigrar de su hábitat natural o se extinguirán debido a las condiciones cambiantes. Conforme el clima se haga más cálido, la evaporación se incrementará, lo que causará un aumento de las precipitaciones lluviosas y se acelerará la erosión.


Muchos de los ecosistemas más preciosos de la Tierra están sufriendo daños que amenazan de forma importante su integridad. La selva tropical disminuye constantemente su extensión al ser talada y quemada, sin la aplicación de planes de repoblación forestal. Los bosques templados se encuentran enfermos en grandes áreas de todo el mundo. Muchos suelos están en peligro de desertización por la excesiva erosión y su mal uso. Estas y otras realidades de nuestro planeta son fenómenos lo suficientemente serios y graves como para alertar a la sociedad humana a que nos organicemos y luchemos para exigir que se pongan los medios necesarios para frenar el deterioro.


Contrariamente a lo que se nos quiso hacer creer, cuando nos decían que los avances de la ciencia y de las nuevas tecnologías iban a servir para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, verborrea y propaganda capitalista que solamente los analistas marxistas cuestionaban, vemos en estos momentos actuales que no ha sido tal como la burguesía anunciaba, sino que ha servido, como siempre bajo el capitalismo, para aumentar y concentrar escandalosamente el lucro privado y los beneficios de unos cientos de grandes monopolios que se consideran los amos del capitalismo mundial.


La banca privada y unos cientos de multinacionales concentran en sus manos la dirección de la economía, y las vidas de la mayoría de la humanidad. En un polo nos encontramos con que el 2% de la población del planeta posee una riqueza equivalente al 50% de toda la riqueza mundial. En el otro polo nos encontramos un océano de pobreza con cerca de 1.500 millones de parados y alrededor de otros 3.000 millones de seres humanos que malviven con rentas en torno a los dos dólares diarios.


Albert Einstein dijo una vez: “No podremos resolver los problemas que tenemos hoy pensando de la misma manera que pensábamos cuando los provocamos”. Por tanto, la solución a estos graves problemas ecológicos provocados por la aplicación del “pensamiento capitalista” del lucro privado, no podrán venir nunca aplicando el mismo modelo anárquico de la “libre empresa”.


La humanidad necesita y depende del desarrollo tecnológico. La emancipación del ser humano significa pasar del reino de la necesidad al reino de la libertad, como dijo Marx y esto se logra inventando nuevos recursos técnicos que reemplacen cada vez más tiempo de trabajo humano. Pero el desarrollo técnico debe ser planificado y conducido de manera armónica y amigable con la naturaleza.

La mejor forma, sino la única de empezar a resolver el drama del calentamiento global, es cambiando la forma de organización social y económica. La solución a los acuciantes problemas del mundo sólo se puede lograr con un sistema socioeconómico que esté bajo el control consciente de la gente. El problema no es que haya un límite inherente al desarrollo, sino un sistema de producción caduco y anárquico que despilfarra vidas y recursos, que destruye el medio ambiente y que impide el pleno desarrollo del potencial que existe en la ciencia y la tecnología.


La lucha por el socialismo es también una lucha por el respeto al medio ambiente. Nosotros defendemos que el movimiento obrero organizado en sus sindicatos de clase y partidos de izquierdas tenemos que agarrar con nuestras propias manos la lucha para poner fin a la destrucción del medio ambiente a la que nos arrastra el sistema capitalista, corrupto, degenerado y decadente.


Consideramos que la mejor alternativa es la lucha por una sociedad libre de toda opresión, donde la producción esté planificada democráticamente por los propios trabajadores, para resolver la cuestión social y los problemas de la humanidad, pero para ello la economía debe estar dedicada no para aumentar los beneficios de una minoría que son los capitalistas, sino para satisfacer las necesidades de la mayoría que representamos la clase trabajadora y los pobres.


Con una planificación científica podríamos utilizar de una manera racional y apropiada los recursos de la naturaleza en beneficio de la humanidad en su conjunto. Entonces sería cuando la ciencia y la tecnología encontrarían su mayor campo de desarrollo aplicando todos los enormes avances conseguidos en los últimos decenios".


ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALITA DE MÁLAGA-PSOE.A.
(*) Este artículo está basado en un extracto de la Revista "Cambio Climático: Ecología y Medio Ambiente", que ha sido editada por nuestra corriente para la II Conferencia de Izquierda Socialista de Andalucía celebrada en Torremolinos. Si estás interesado en recibir los textos de forma gratuita, solicítalo ponien las palabras "Medio Ambiente" al correo:

is-psoe.malaga@terra.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario