19 de diciembre de 2010

¿FLEXIBILIDAD EN LA EDAD DE JUBILACIÓN? ¿DE QUÉ SE HABLA?

Sentenciado y bien sentenciado está el asunto desde que Zapatero sufrió la ducha fría que le dieron en Davos en el ya lejano mes de enero. Parece que desde entonces está escrito el guión del pensionazo, por más que estemos dando vueltas y vueltas, mas para quedar siempre en el mismo sitio. Hoy de nuevo se ha escenificado en Bruselas el consabido guión, aprovechando la asistencia del presidente al Consejo europeo. ¡Vaya empeño con lo de los 67 años! ¡Menos mal que el anuncio se repite diciendo que se abordará con "flexibilidad"!


¿De qué flexibilidad se trata? ¿Cómo hay que entender ese cimbreo en lo que se refiere a la edad legal de jubilación si como con martillo pilón se machaca siempre en el mismo clavo: jubilación universal y obligatoria, como norma general, a los 67 años. Luego se harán excepciones. ¿Cuántas? ¿Para quiénes? ¿Habrá que hacer tantas que la norma general quedará inutilizada como tal norma? ¿Para qué entonces esas alforjas, si ese es el destino del viaje? Y si el susodicho destino no es neutralizar la norma, entonces es injusto.



Lo dijo Zapatero en distintos momentos: esto no tiene que ver con la salida de la crisis. Si es así, ¿por qué de esta forma en estos momentos cuando hay otros medios de ir actualizando el sistema de pensiones para asegurar sus sostenibilidad? ¿O es que es irrelevante elevar el periodo de cotización a 20 años (con lo que ya supone de flexibilidad que los trabajadores tienen que aplicarse)? ¿O es que no es serio el compromiso de aproximar la edad real de jubilación a la legal hasta hacerlas coincidir? ¿O es que no hay garantía de acabar con prejubilaciones y jubilaciones anticipadas (por cierto, siguen haciéndose ahora mismito en los procesos de fusión de cajas de ahorros)?
También oímos en el Comité Federal del PSOE que el asunto se abordaría buscando el consenso (¿sólo con PNV y CiU?) y en el marco del Pacto de Toledo. Y supusimos que el Pacto no iba a quedar aguado en punto tan fundamental. ¿Dónde está la credibilidad?¿Es que sólo hay que ser creíbles ante quienes llevan la batuta del capital?


Hay muchas y cualificadas voces que indican que ahora no tiene por qué pasar por ahí la reforma del sistema de pensiones. Y no hemos oído argumentos más fuertes para convencer del incremento de edad de jubilación de 65 a 67 como medida legal universal. Cosa distinta es incentivar a que voluntariamente se prosiga la vida laboral en determinadas condiciones sin que implique agravio para quienes no puedan hacerlo.


Una amplia mayoría de la sociedad española no suscribe esa medida y no porque no se explique bien, sino sencilla y llanamente por haber entendido claramente de qué se trata: gesto (inútil) ante los mercados, cabeza de pensionistas en bandeja herodiana, botín apetecible para inducir planes privados de pensiones, campo libre para especuladores financieros, y a todo ello sumándole ruptura del diálogo social y piedra de molino al cuello para hundirnos en el abismo. Algunos entonces aplaudirán piruetas con cara de pánico que terminan en salto mortal. No habrá red, no quedarán alianzas sociales, y una terrible soledad será el consuelo de quienes quizá se vean como futuros héroes incomprendidos. ¡No se convence cuando se pide convicción con cara de víctima!


Pero todo esto no debe ser así y todavía puede no ser así. Hay tiempo para pensar, hablar, pactar y tejer alianzas incluso para resistir inteligentemente y no sucumbir servilmente. El dios mercado no parará hasta que le destronemos (y su sacerdotisa Merkel estará dirigiendo los sacrificios hasta que la UE se vea en el fondo del precipicio, si no hacemios algo más serio para impedirlo que lo hecho estos días en Bruselas).

JOSE ANTONIO PÉREZ TAPIAS.
Coordinador Federal de
IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE ANDALUCÍA.
Parlamentario del PSOE por GRANADA.

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