11 de agosto de 2010

DEBATE: RESPUESTA AL ARTÍCULO: "LA CLASE OBRERA EUROPEA BAJO ATAQUE".


Hemos recibido un amplio trabajo en respuesta a un artículo firmado por Alicia Cuesta que publicamos hace unos meses. Está firmado por el compañero Jorge de Alicante y por considerarlo de interes, aunque un poco amplio, lo reproducimos, toda vez que en esta etapa de vacaciones, para algunos y de paro forzoso para otros, seguramente tendremos tiempo de leerlo haciéndonos participar en el debase social, aunque no todas las tesis desarrolladas concuerdan totalmente con las que venimos defendiendo en nuestra corriente desde Izquierda Socialista de Málaga-PSOE, pero sí en muchas de las tesis en líneas generales.

Comienza el análisis de esta forma:

"Europa y la Unión Europea. La crisis y el déficit"

"Europa no es el problema. El problema es ésta Unión Europea (UE). No es una unión de los pueblos de Europa. Tampoco la de sus Estados. Es la unión de los mercaderes de Europa, de los políticos y economistas neoliberales sometidos al verdadero poder que es el DINERO: a los bancos, a las multinacionales, a los fondos de inversión y a los especuladores.

España necesitaba entrar en la Unión Europea, y su entrada ha sido muy beneficiosa. Ahora bien, la Unión Europea que se ha ido forjando, no es evidentemente la Europa que favorezca a sus pueblos. Es la Europa que responde a los intereses del gran capital. Todas sus instituciones están a su servicio. No es que el modelo económico capitalista sufra otra crisis: la crisis es su estado normal con sus propias contradicciones.

El mundo capitalista, (llamado desarrollado), supone una cuarta parte de la humanidad. El resto es muerte prematura, miseria, hambrunas, enfermedades crónicas no curadas, analfabetismo, permanente explotación por multinacionales de ese mundo capitalista hasta la extenuación de los pueblos. ¿Puede hablarse allí de crisis?
Cuando se agudiza la crisis en esa cuarta parte del mundo capitalista, se realiza un ajuste durísimo que solo afecta a nueve décimas partes; a la otra novena parte no le afecta la crisis. Esta novena parte es la que gobierna el mundo y la que provoca la crisis. Así ha sido siempre. Las crisis de finales del siglo IXX y principios del XX no se resolvieron con medidas neoliberales. Se resolvieron con la guerra franco-prusiana y la primera guerra mundial; la crisis de los años 30 solo se resuelve con la segunda guerra mundial y la crisis de los años 60 con la guerra fría, el rearme mundial y con la destrucción de gran parte del mundo con guerras aquí y allá. ¿Cómo se saldrá de esta crisis? ¡Echémonos a temblar, pues la próxima guerra quizá sería el fin de todo! Además, después de esta crisis vendrá la siguiente, y luego la siguiente. Siempre con la misma solución: la guerra y la destrucción. Esta es la razón por la que muchos capitalistas dicen con orgullo que “el capitalismo es una destrucción creadora”. Ahora, repito, el peligro es mayor, no solo por los arsenales atómicos, sino por el aumento desbordado de la población mundial, la globalización, el consumismo, que pone en peligro la existencia de la vida en la tierra.

Si en la evolución de la humanidad hubo dos momentos clave, la revolución del neolítico y la revolución industrial, ahora, debe realizarse una revolución no menos importante que es la revolución que haga desaparecer el capitalismo.

La gravísima crisis provocada en 2008 por la especulación descontrolada de los grandes bancos mundiales y de todo el sistema financiero, ha puesto palmariamente en evidencia que esta Unión Europea se ha enfrentado a esa crisis para defender esos intereses de los grandes bancos. Las instituciones europeas, el Banco Central Europeo (BCE), la OCDE, el Consejo Europeo y la Comisión Europea, y detrás de ellas el Fondo Monetario Internacional (FMI), desprestigiado por haber arruinado los pueblos latinoamericanos y haber promocionado toda clase de dictaduras, recrecido ahora como panacea para resolver en Europa esta crisis, sigue actuando pensando en el interés de los grandes bancos."

2ª parte. El BCE, a pesar de su nombre, no es el Banco Central de Europa como lo son en Estados Unidos la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra. Estos Bancos Centrales tienen por misión defender a sus Estados contra los especuladores y promocionar sus políticas económicas y fiscales. Nada de esto lo ha hecho el mal llamado Banco Central Europeo, que ha seguido una política absurda, negativa, obsesionado con controlar la inflación. A veces cierta inflación controlada es conveniente para las economías; nunca lo es para los bancos, esa es la razón de la actuación del BCE. Este banco solo ha servido lealmente a los intereses de la gran banca alemana, nunca a los intereses de los pueblos de Europa.

Con la crisis, el BCE decidió moverse. Eso sí, para abrir una barra libre a los bancos prestándoles al 1%, que éstos, en gran parte, invertían en la compra de deuda pública al tipo de interés del 3% al 8%. Deuda pública que él se negaba a comprar, no haciéndolo hasta que se lo exigió Sarkozy

El BCE y los gobiernos de Europa se volcaron en las enormes ayudas para salvar ese sistema financiero, provocando un aumento de la deuda pública de todos los países europeos. Salvados los bancos, inmediatamente se olvidó las voces de alarma del gravísimo peligro que habían provocado los bancos -recordemos a Sarkozy pidiendo la “refundación del capitalismo”- poniéndose inmediatamente el acento de la crisis, no en la necesidad de crear puestos de trabajo para hacer frente al desorbitado paro producido por la crisis, para lo cual es imprescindible reactivar la economía, sino que se puso el acento en lo que consideraban más peligroso para los grandes intereses bancarios, que era el déficit público de los Estados, también el déficit de las empresas y las familias. Se quería ahora salvaguardar los intereses bancarios, pues corrían el peligro de que no recuperasen el dinero prestado a unos y a otros.

Volvamos al principio. Insistimos: el problema es el capitalismo. En Europa su problema no es ni Grecia, ni España ni Portugal. El problema es la Alemania capitalista que domina Europa. Una Alemania que lleva años imponiendo con medidas antisociales, de bajos salarios e inversiones escasas, que ha provocado el grave problema de la falta de demanda, basando así su crecimiento económico solo en el aumento de las exportaciones, provocando una acumulación de Euros, que permitió a sus bancos prestar sin tino a quien lo demandase, produciendo esto el aumento de la burbuja inmobiliaria, que luego, como sabemos, en España ha representado un grave problema añadido a la crisis, siendo el causante del espantoso paro actual.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) la OCDE y el Banco Central Europa (BCE) son los instrumentos de los neoliberales que gobiernan Europa para imponerse sobre los pueblos y someterles a sus decisiones y a sus intereses, absolutamente contrarios a los de sus pueblos. Éste es el verdadero problema. Esta UE es la que no funciona y mantiene atenazado a Europa, la que hay que hacer desaparecer, si de verdad se quiere una UE que sea beneficiosa para los pueblos que la integran.

3ª parte.Si bien hubiese sido posible pensar en una Unión Política Europea con los seis primeros países; con la ampliación a quince, muy difícil; con los actuales veinticinco, tan distintos en todo, absolutamente imposible. La realidad es que el Tratado Constitutivo todo lo supeditó a la libertad de mercado, sin tener en cuenta, como hacen las Constituciones europeas y la española, que también hay que supeditar la economía y la propiedad privada al bien general y a la utilidad pública. Éste es el problema: éste capitalismo. ¿Quizá sería admisible otro capitalismo? Lo importante no es la denominación, sino el contenido, su funcionamiento, las Instituciones que lo rijan. Partiendo de una necesidad insoslayable si de verdad se quiere resolver el problema, que en este aspecto, no es otro, que el de la nacionalización del sistema financiero. Doscientos años de capitalismo han demostrado con sus crisis que éstas son consecuencia de ese capitalismo, llámese como se le llame; de sus contradicciones, que una tras otra provocan las crisis.

¿Dónde está una Constitución europea que defina y defienda los intereses de todos los ciudadanos tratados como seres libres e iguales imponiendo la solidaridad entre ellos?

Recordemos lo que pasó con esa pretendida Constitución, no solo rechazada por los pueblos o demostrada su indiferencia con la abstención, que obligó a que se solo necesitase la aprobación de los Parlamentos. ¿Dónde están entonces los valores verdaderamente democráticos en la UE? ¿La gobiernan la voluntad de los pueblos o políticos y burócratas al servicio del gran capital? Es imprescindible dar a Europa una Constitución verdaderamente democrática que regule su funcionamiento y sus Instituciones al servicio de todos los pueblos de Europa.

Se creó el Euro como moneda única en numerosos países y Estados europeos. ¿Fue prematura y conveniente su creación? Se creó precipitadamente cuando no funcionaba la Unión Europea de los puebles y, lógicamente un Euro al servicio de los intereses de los que manejaban y manejan la UE.

Aseguran los buenos y honrados economistas (no los economistas al servicio y sueldo de los intereses capitalistas) que el Euro no puede funcionar si no es en una Europa políticamente unida, cohesionada, con una integración fiscal solidaria que represente y defienda los pueblos de los países que la integren.

Para el buen funcionamiento del Euro hubiese sido necesario que hubiese una Europa federada, con lo que hubiese representado esa Federación. Evidentemente crear esa Federación es muy difícil dada la idiosincrasia y el particularismo de cada uno de los pueblos y Estados de Europa que se ha forjado durante cientos de años en guerras y enfrentamientos atroces y que, siendo cada uno de esos Estados celoso de esas particularidades e idiosincrasias, (hablando de esas guerras, religiosas o no, que ocasión para meditar lo que significaron para España. Repásese nuestra historia ahora que los historiadores cuentan la verdad).

Es, repito, muy difícil la creación de una Federación Europea que esté integrada por unos pueblos y Estados unidos, por un Gobierno que les represente, y con esa cohesión fiscal y económica verdadera y solidaria. Sin esta premisa el Euro es un fracaso. No lo ha sido evidentemente para Alemania, que es la que se ha favorecido con el Euro. No lo acepta Reino Unido. Lo han aceptado, con más o menos fervor, los demás miembros de la unión monetaria. ¿Qué le pasa ahora al Euro? Las consecuencias de ser la moneda de esta UE falsa, en la que cada uno tira por su lado, y, lo que es peor, todos tiran a perpetuar el capitalismo, duro y descarnado en sus respectivos Estados y en definitiva en la UE. Este es el Euro del capitalismo de los bancos y banqueros, de los ejecutivos de las multinacionales y de los fondos de inversión, que lanzados a la carrera desbocada de enriquecerse más y más a costa del sacrificio de los pueblos, y, ya ha conseguido la total desregularización de su funcionamiento, de su actitud desenfrenada, -eso que llaman los mercados- .

4ªparte. Lógicamente las mismas causas y razones que arrastraron al crack al capitalismo americano con la bancarrota de sus grandes bancos, son los que han llevaban a la ruina al sistema bancario europeo. Se asustaron y ante la hecatombe que se les venía encima, ahora sí, llamaron al Estado y los Estados se endeudaron para volcar en ellos cifras multimillonarias de dinero y salvarles así de la ruina. Inmediatamente después, cuando ya se creen salvados, vuelta a empezar: toman el poder porque son el DINERO, y saben que Europa está dirigida -es un decir- y manejada por políticos y economistas neoliberales que siguen creyendo -o fingen creer- que este capitalismo no tiene alternativa y que lo mejor es volver a una normalidad presupuestaria exigiendo a todos los Estados que hagan todo lo necesario para disminuir ese endeudamiento o déficit, sin tener en cuenta, ni cuál ha sido la causa fundamental por la que se ha creado, ni tampoco, que la crisis, como no podía ser por menos, ha repercutido en la economía real de los pueblos, disminuyendo la demanda, creando cifras gravísimas de paro, una desconfianza generalizada, la exigencia a los Estados a dedicar cifras enormes para paliar mínimamente los sufrimientos de los pueblos con ese paro escalofriante, y, lógicamente, con una disminución de los ingresos del Estado que agrava su endeudamiento.

Pero esa Europa nefasta de bancos y banqueros, especuladores de toda laya y sus cómplices políticos y economistas vendidos a los intereses de esos propios bancos que son los causantes de la crisis, le exigen ahora a los pueblos que tomen las medidas del orden que sea, o por duras que sea, para disminuir su déficit. Se han sacado de la manga una cifra: el 3%. Como dice el economista Juan Torres López, ¿por qué el 3% y no el 7% o el 10% o cualquier otro porcentaje? ¿Por qué la urgencia de amortizar ahora esos déficits, si esas medidas van a provocar una disminución del crecimiento económico, de la reactivación económica, de la creación de puestos de trabajo, del consumo, y a su vez ello va a provocar más paro, menos ingresos del Estado y quizá incluso más dificultad de que se amortice rápidamente el déficit.

Este déficit y su reducción no es el problema de los pueblos ni a los trabajadores en paro a los que lo que verdaderamente preocupa es la recesión económica y su salida de ella. ¿Por qué entonces someterse a esas imposiciones contrarias a sus verdaderos intereses?

El Premio Nóbel, Paul Keugman llama a esta UE masoquista, por imponer a sus pueblos medidas fiscales durísimas que no son necesarias sino perjudiciales para salir de la crisis, llegando a considerar que estas absurdas medidas de la UE pueden perjudicar incluso a salir de la crisis a los EEUU.
Había una solución: que los pueblos de Europa que se veían obligados y chantajeados, a aceptar esas medidas tan contrarias a sus intereses, hubiesen dicho NO, rotundamente. ¡Rotundamente NO, ni a esas medidas, ni a esa UE de los capitalistas!

¿Qué está pasando? ¿A qué juega el BCE, el Banco Mundial y el FMI y los medios de información, entre ellos el Financial Times? Quizá su interés es aprovechar cínicamente la crisis para terminar con el Estado de bienestar en Europa y para ello, maquiavélicamente, estrangulan concientemente el inicio de la salida de la crisis. Son inquietantes los artículos de fondo de los grandes rotativo de Europa, que como sabemos, son un instrumento de ese gran capital.

5ªparte. Los “mercados” ¿equivalen hoy a lo que en 1936 representaba el fascismo? En todo caso, se le ha entregado Madrid sin resistencia en la ciudad universitaria. Caído Madrid, ese fascismo de hoy se ha enseñoreado en toda Europa que ha tomado sin resistencia. Rendida sin condiciones la socialdemocracia, la izquierda sola nada puede hacer. ¡O sí! Esto está por ver. Lo decidirán los pueblos.

Cuando precisamente en Grecia, España y Portugal había gobiernos socialistas, lo lógico era que hubiesen hecho frente a esa UE, no doblegarse a sus exigencias chantajistas, que, repetimos, ni eran necesarias ni convenientes para salir de la crisis, y obligar a que todos los gobiernos de Europa se hubiesen sentado ante el tapete de la mesa de negociación en la que se plantease la necesidad de crear una nueva UE que hubiese dejado de ser la defensa de los intereses duros del capitalismo y hubiese defendido los intereses de los pueblos de Europa. Previamente debían haber movilizado a los Sindicatos y trabajadores de toda Europa para que les hubiesen apoyado en las calles exigiendo esos imprescindibles cambios de orientación y funcionamiento de la UE para defender y sostener el Estado de bienestar conquistado durante muchos años de lucha e impedir que ahora, no solo no avance en mejoras este Estado de bienestar, sino que se desmonte, conquista a conquista, para dejar inermes a todos los trabajadores de Europa en manos del gran capital.

Por desgracia, no ha sido así: ha cedido Grecia y ha cedido España y uno por uno, todos los gobiernos de Europa al servicio del capitalismo se aprestan a someter a sus pueblos a duros sacrificios para satisfacer las ansias especuladoras de ese gran capital, de esos bancos que son los que gobiernan Europa, que son, sencillamente lo que se llama “mercados”.

Puestos en esa actitud de sumisión y de pagar a chantajistas, éste va a seguir exigiendo más y más. En España ya lo ha hecho el FMI y la OECD y el BCE y su monaguillo el impresentable Banco de España y su no menos impresentable y desvergonzado Gobernador, que ahora exige lo que llama una reforma laboral, que no es, sino suprimir también lo que era una conquista del Estado de bienestar socialdemócrata, como son los derechos de los trabajadores a no ser despedidos al antojo del empresario.

¿Qué queda de desmontar del Estado de bienestar socialdemócrata? Casi nada, y lo poco que queda no tenemos la menor duda de que será desmontado: seguridad social, vacaciones, pensiones, enseñanza y salud pública, etc.

¡Qué ocasión ha perdido Zapatero -y con él todas las izquierdas Europeas- de pasar a ser un personaje público con categoría de gran político! Evidentemente, hoy no hay políticos de talla mundial, como los hubo en los años 40. No hay un Roosvelt, ni un Churchill ni un Degaulle. Ya no hay un Mao, ni a su medida, un Tito. ¿Quiénes ha gobernado ahora el mundo? Un engendro descerebrado como Bush, un actor mediocre como Reagan, una Margaret Teacher, o más recientemente, un Sarkozy con calzas, o una Ángela Merckel, esto es la Teacher del país de los nazis, o un bufón como Berlussconi.

6ªparte. Obama, ya tengo dicho que hasta hoy, solo es una larva de político, dominado por los poderes fácticos de la cada vez menos democrática Norteamérica, que con su flamante Premio Nóbel, se encoge de hombros ante el bestial nuevo crimen del Estado Judío asaltando y asesinando barcos pacifistas en aguas internacionales y que sigue defendiendo el derecho de EEUU a emplear la guerra si es necesario a sus intereses.

Pues sí, aunque parezca disparatado, Zapatero ha tenido una ocasión histórica. Cuando viéndose acorralado por los lobos del neocapitalismo europeo que le exigía tomar ésta y ésta medida disparatada para los intereses de España, debió dar un puñetazo en la mesa y decir: o jugamos todos y no hacemos trampas, o rompemos la baraja. ¿Cómo podía Zapatero romper la baraja? Sencillamente amenazando lo mismo que hizo Sarkozy a Ángela Merckel, cuando ésta jugueteaba con el retraso en las medidas de ayuda a Grecia por motivos electoralistas, a pesar de que sabía que esas medidas eran imprescindibles, entre otras razones, porque no tomarlas hubiese sido provocar la ruina de los bancos alemanes que eran los mayores acreedores de Grecia. Esto es, amenazar con que España se saliese del Euro. Eso sí, habiendo contado antes con el acuerdo con el presidente socialista de Grecia y el de Portugal que le apoyasen en esa medida, diciendo que ellos también se saldrían del Euro. ¿No había jugado Sarkozy de farol con su amenaza a Ángela Merckel? ¿Por qué no podía hacerlo Zapatero? No debió dejarse chantajear por los que habían provocado la crisis exigiendo lo que era de sentido común, que los que la habían provocado la pagasen; exigiendo que se reformase la UE todo lo que tuviese que reformase para que fuese la UE de los pueblos y pagasen las crisis sus causantes, o rompía la baraja. ¿Y si además, como he dicho, se hubiese contado con los sindicatos de toda Europa y los trabajadores de Alemania, Francia, Italia, Grecia, Portugal, España, se hubiesen echado a la calle exigiendo algo tan justo como lo que exigía el presidente Zapatero, que era, en resumidas cuentas, no someterse a un chantaje y defender el estado de bienestar de los pueblos de Europa?.

¿Qué hubiese pasado? Todos sabemos que hoy por hoy, salirse del Euro provocaría perjuicios importantísimos a España -también beneficios- Pero nada le impedía a Zapatero hacer frente al chantaje de los mercados que mandan Europa. Haber sido consecuente con sus ideas y con sus promesas, y no volver a España humillado y sin dignidad a imponer un plan de estabilización que no tiene la finalidad de promover el crecimiento económico, ni la creación de puestos de trabajo, y el evitar que éstos se destruyan, cuando su finalidad es únicamente defender el dinero manteniendo estable su valor y su precio. Medidas todas ellas contrarias a los intereses de España porque a ello le obligaban los mercados que son, además, todo lo contrario de lo que se necesita para salir de la crisis.

Estoy convencido que esta UE hubiese negociado ante lo que se le venía encima si tres países le hacían frente y los trabajadores de Europa estaban en las calles y con ellos la izquierda europea renacida como un ave fénix.

Nos hemos sometido al chantajista y estamos en la senda de aceptar todo lo que se nos exija. Las izquierdas de Europa han perdido la ocasión de haber aprovechado la caída del muro de Berlín del capitalismo que ha sido el crack financiero, para levantar la cabeza y exigir el fin de este capitalismo duro y descarnado y dar paso a una organización más justa y racional de la economía y la vida de los pueblos.

7ª parte y ultima. Saludos de Jorge "el Suizo"

Las medidas presentadas al Parlamento por Zapatero, y aprobadas, son todo lo contrario a las medidas que son necesarias. Estas medidas provocarán más paro, frenarán la reactivación de la economía productiva e incluso disminuirán los ingresos del Estado alargando así incluso la disminución del déficit.

¿Cómo es posible que ni siquiera cuando Zapatero anunció esas medidas, ni mentase que también los ricos contribuirían en mayor medida? ¿Cómo es posible que después de haber dejado disparatadamente en suspenso el impuesto del Patrimonio, no anunciase su reactivación?
¿Cómo es posible que no se refiriese a una disminución de gastos militares o de subvenciones a la Iglesia?

¿Cómo es posible que no se refiriese a la creación de impuestos a los bancos, -que incluso Ángela Merckel ha impuesto en Alemania-, ni tampoco a la lucha contra el fraude fiscal y la supresión de los paraísos fiscales?
¿Es que quizá, esa Europa de los “mercados” también le exigía silencio sobre estos temas y él obedecía? Toda una vergüenza y un suma y sigue: ahora la aprobación por Decreto de lo que todo sabemos lo que será la reforma laboral. Me temo que después vendrá lo de las Cajas de Ahorro, que no será sino que el nefasto Gobernador del Banco de España termine también privatizándolas, previa transformación en Bancos.

Nuevamente se va a perder una ocasión de oro para restaurar la sangrante herida que supuso la privatización de la gran banca Estatal que tenía España: Banco Exterior de España, Banco Hipotecario de España, Banco de Crédito Agrícola, Banco de Crédito Industrial y las entidades bancarias que representaban todas las sucursales de Correos. Cometido este crimen nacional, al que se añadió la privatización de Telefónica y empresas eléctricas y de gas, que enriquecieron a los compañeros de pupitre y amigos de Aznar, ahora me temo que un presidente socialista, pierda esta ocasión de crear una gran banca nacional con unas Cajas de Ahorro que, previo su saneamiento con astronómicas cifras de dinero público, en vez de nacionalizarse se terminen privatizando. Llevados por esa locura de pretender construir un sistema económico basado en la libertad absoluta, sin medida, que durante esos doscientos años han llevado al mundo al caos, al desbarajuste, a las guerras y a las crisis.

Toda la izquierda, todos los intelectuales, todos los trabajadores y estos sindicatos, deben alzar su voz y tomar las medidas para oponerse a tanto disparate, lo que no quiere decir que este actuar debe suponer entregar el poder a Rajoy y a su cuadrilla de corruptos que, evidentemente, harían las cosas aún mucho peor con medidas más graves, más neoliberales aún.

JORGE
(Alicante)

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