6 de julio de 2010

¡¡NO AL GOLPE DE ESTADO FINANCIERO¡¡



La característica fundamental del período histórico en el que hemos entrado son los cambios bruscos y repentinos que se están produciendo en la situación mundial, tanto en el plano económico, político y social, que afectan a la lucha de clases y a las relaciones internacionales. Se ha roto el equilibrio inestable en que vivía el sistema capitalista que nos conduce a un proceso de decadencia orgánica que puede ser largo y nos muestra asimismo la crisis del reformismo.


La recesión mundial está adquiriendo un carácter profundo, que es el resultado directo de las contradicciones y abusos del auge anterior, cuya crisis cíclica de sobreproducción capitalista se expresó con el derrumbe financiera que tuvo su expresión en la llamada “crisis de las subprime” en el verano de 2007 en EEUU.


En el ambiente de la clase dominante, existe una cierta preocupación, incertidumbre e incluso pánico, ante el futuro que se avecina. Porque la decadencia del capitalismo, muestra a su vez la decadencia del modelo “reformista socialdemócrata”, en el que el propio capitalismo se basaba para amortiguar las acometidas de la clase trabajadora.


En los momentos actuales tenemos el privilegio de afrontar esta etapa de lucha de clases profundizando en los análisis de estos procesos con el conocimiento de que nuestras perspectivas vienen siendo más correctas que las de la corriente oficial del partido. La contestación y la crítica hacia la política de “contra-reformas”, que el imperialismo ha impuesto a todos los gobiernos, sean liberales o socialdemócratas, que habían asumido la lógica del capitalismo, se van a profundizar en el próximo periodo


En Europa vamos a tener un otoño caliente porque el proceso molecular de toma de conciencia avanza de una manera dialéctica y estamos en la fase de saltos, tanto cualitativo como cuantitativo, que están producidos por los efectos de los ataques que la burguesía está infringiendo a los intereses de la clase trabajadora y el estrecho margen que ofrece el capitalismo, que está atrapado entre la camisa de fuerzas de la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales de los estados burgueses que son los dos frenos para el desarrollo de las fuerzas productivas.


Las esperanzas que empezaron a surgir al inicio de la crisis cuando se comenzó a hablar de la necesidad de “reformar el capitalismo”, de “buscar un capitalismo de rostro humano”, han sido hechas añicos por estos casi tres años de recesión; la burguesía se ha quitado la careta y muestra bajo su amable rostro de “democracia burguesa”, la más cruel “dictadura de los capitales” que someten a los pueblos a sus necesidades del lucro privado y marcan a los gobiernos la hoja de ruta. Los ciudadanos hemos sido víctimas de un “golpe de estado financiero”, que antepone los intereses de la minoría capitalista a la mayoría de la humanidad, violando los más elementales principios de cualquier tipo de democracia.


La propia burguesía se da cuenta de la profundidad de esta recesión y están bastante preocupados porque comprenden que la salida va a ser muy difícil y traumática. Nuestra corriente supo analizar la naturaleza de la crisis, con antelación a los asesores y analistas del propio gobierno, comprendiendo desde el inicio, como así queda demostrado por la documentación que hemos venido ofreciendo al Partido, que el calado de esta crisis podría ser más grave o similar a la de 1929, siendo estos análisis corroborados y confirmados, por economistas de prestigio, entre los que se encuentran algunos que han obtenido el premio Nóbel.


Todavía no ha desaparecido el peligro de la recesión. Estamos asistiendo a una fase general del capitalismo donde se pueden dar pequeños repuntes, pero no podemos descartar que habrá también preocupantes recaídas, porque el ajuste durísimo que se está llevando a cabo en toda Europa, obligado por los estrategas financieros del imperialismo, está siendo un lastre para la recuperación del consumo.


En el momento en que estamos, haga lo que haga la burguesía les puede salir mal. La crisis de sobreproducción va a llevar a un enfrentamiento comercial feroz por los mercados que se han costreñido, que podrían desembocar en guerras comerciales abiertas entre distintos países, porque todos intentan a la vez descargar parte del problema del paro en el vecino, aumentando las exportaciones.


No pueden seguir inyectando dinero a la economía, utilizando los aparatos estatales porque las deudas que asumen los Estados se pueden convertir en impagables, producen convulsiones sociales, al comprender los trabajadores que se les está pasando la factura del colapso económico producido por los capitalistas, sin que la clase trabajadora haya sido la culpable de nada.


El mecanismo keynesiano de inyectar dinero para inversiones públicas está igualmente cortado porque produce inflación y retrae recursos del sector privado, que es lo que la burguesía necesita que se recupere para restaurar la tasa de ganancias de los inversores capitalistas. Los bonos estatales que se están emitiendo valen cada vez menos, tienen menos salida y la carga de intereses de esas deudas aumenta.


Los capitalistas comprenden que el problema se va a ver agravado cuando los estados tengan que devolver los préstamos adquiridos. La economía privada está estancada, como vamos a demostrar más adelante, cuando expongamos los raquíticos índices de crecimiento que son casi todos negativos, no solamente en el Estado español, sino internacionalmente. Por ejemplo, ha habido un desplome del 33 % en los precios de las viviendas en EEUU. El sector del automóvil está en grave peligro de un desplome aún mayor, en cuanto desaparezcan las subvenciones que el Estado ha estado aportando para intentar recuperar artificialmente la demanda. No saben qué sector va a ser la locomotora que tire del tren de la economía.


La burguesía está intentando “reequilibrar la economía mundial” pero no saben cómo hacerlo, porque se han quedado sin paradigma; ahora no cuentan con un modelo a aplicar, pues probaron con el neoliberalismo y les estalló en las manos, pero cuando quieren probar con el neokeynesianismo, los mecanismos no funcionan, porque la maquinaria trabaja en vacío, no pasan las inversiones al sector industrial de la economía, sino que se mantiene por arriba, en el sector financiero, provocando el mismo mecanismo de burbuja financiera especulativa del proceso anterior, lo que impide el despegue, pero si insisten cebando la bomba de la especulación, la burbuja futura tendrá unos efectos incluso peores que la actual.


Las reuniones de los organismos como el G-20 y otros, indican que no existe margen para acuerdos globales posible, que es lo que andaban buscando por lo que sólo ha servido para “acordar” que no están de acuerdo y que cada burguesía se las arregle como pueda, lo que demuestra la enorme crisis entre la cúpula de los imperialistas, reflejadas en el enfrentamiento que hemos visto recientemente entre el Gobierno Obama, el Pentágono y la Cia, cuando el general que comandaba las acciones bélicas en Afganistán, empezó a criticar a los gobernantes norteamericanos y fue cesado fulminantemente.


La guerra de Afganistán está siendo ya demasiado larga para los EEUU. Han perdido la guerra pero no lo pueden reconocer, porque su prestigio, como potencia hegemónica se vería gravemente afectado, sobre todo en el mundo árabe. No pueden ni abandonar ni quedarse. Han gastado ya 450.000 millones de dólares en los últimos cuatro años. No encuentran ninguna salida que les satisfaga.


La situación está empantanada en la ciénaga de la corrupción, pues hay acusaciones de colaboración financiera con un cierto sector de los talibanes, que suministran drogas a los cárteles afines a las finanzas de Wall Street. Esto está agravando la crisis del complejo militar industrial del que dependen, según distintas fuentes, entre 50 y 100 millones de personas que prestan sus servicios a la maquinaria bélica que produce muertes.


Los presupuestos de guerra aprobados a final del año pasado para el ejercicio 2010 en los EEUU fueron de 636.000 millones de dólares. En ese presupuesto se autoriza al gobierno Obama a gastar 128.000 millones de dólares para operaciones de guerra en Afganistán e Iraq, que van a servir para seguir matando a seres humanos y destrozando ecológicamente el mundo.


El ejército de la coalición mundial imperialista, está sufriendo las mayores bajas que se recuerdan, pero no en muertes, sino en el porcentaje de “desertores”. La moral de la tropa es muy baja. Los sectores insurgentes tienen totalmente infiltrado el incipiente aparato estatal que el imperialismo lleva construyendo desde hace años. Todas esas cuestiones han venido provocando enormes tensiones internas que ha precipitado el enfrentamiento entre Obama y la cúpula Militar.


Han estado debatiendo una retirada, pero sería una vergonzosa derrota, pero si continúan, los costos humanos y materiales se hacen insostenibles. Ningún país está ya dispuesto en continuar dando dinero para continuar la guerra; por ahora se han sacado de la manga que existen importantes yacimientos de materias primas, pero incluso si fuesen explotables, sería muy a largo plazo y con un costo de inversiones tan abultados, dado la orografía difícil de ese país, que tardarían varias decenas de años en que fuesen rentables.


Los capitalistas quieren inversiones rentables a corto plazo y la recesión no puede esperar, por lo que tienen que tomar medidas a la desesperada, con lo que la confrontación entre los dos mercados más potentes, como con los EEUU y China se agudiza. China se puede ver forzada a devaluar su moneda para intentar exportar más, porque la ralentización de la economía, el proceso de inflación provocado y la incipiente conflictividad laboral, con huelgas ilegales durísimas en el último período, con indisciplinas sindicales, principalmente contra las grandes multinacionales que operan eh China, pueden provocar choques entre los núcleos principales de la economía mundial, como son los EEUU, Unión Europea y Japón a los que China les disputa los mercados.


En cuanto a la locomotora que se esperaba que fuese Alemania, también ha visto frenado en seco sus perspectivas de una recuperación pujante, dado que los banqueros alemanes quieren ver claro que los países endeudados con sus banqueros propios van a poder pagar, cuestión que ha quedado aplazada con el salvamento provisional de la quiebra estatal de Grecia, lo que sigue siendo una cuestión bastante complicada cuando se produzcan los vencimientos de los compromisos adquiridos, porque las condiciones crediticias han empeorado y la recuperación no aparece por ninguna parte, más bien se han agravado debido al empeoramiento de la conflictividad social producida por el tremendo ataque a los intereses de la clase trabajadora, cuya respuesta les está cogiendo por sorpresa.


Según informe de la prensa especializada, Obama ha declarado “no vamos a permitir que algunos países, con sus exportaciones perjudiquen los intereses de los Estados Unidos”. Ninguna burguesía ve con agrado que se publiquen ni se informe de los problemas de la previsible guerra comercial y de las deudas públicas soberanas, muchas de las cuales serán impagables, pero estas cuestiones les tienen bastante preocupados por las consecuencias que pueden tener.


Toda la maquinaria de propaganda del imperialismo lleva meses insistiendo en que EEUU está saliendo de la crisis, pero al parecer, la situación se les complica, tanto en el aspecto financiero como en el bélico, que es uno y el mismo, si se profundiza. Cada crisis tiene un carácter único. Las cifras que se manejan son colosales. Por ejemplo, el mercado de derivados de EEUU es ahora de unos 615 Billones de dólares. Ese enorme volumen indica el carácter parasitario del capitalismo imperialista en la actualidad.


También en el Estado español el sector financiero está adquiriendo un carácter parasitario y la acumulación de riquezas en cada vez menos manos es ya de información general. El número de ricos en este país ha pasado de 16.000 a 143.000 personas en los últimos años. Esos agentes especuladores que manejan inmensas fortunas, actúan con el método de “capital golondrina” en esta corrupta “economía de casino” en la que han convertido el sistema de libre mercado capitalista, donde los banqueros juegan con ventaja, favoreciendo a esos especuladores que les reportan grandes beneficios por facilitar esas transacciones financieras, sacando suculentos beneficios de los Empréstitos Estatales. Piden créditos al Banco Central Europeo al 1 % y los colocan al 8 y 10 % a los estados en dificultades.


Para ilustrar el argumento anterior, pongamos sobre la mesa el dato de que existen invertidos valores por más de 2.500 millones de euros, en bonos de futuro, en los que se apuesta por esos tiburones que la economía del Estado español será empujada a la baja. Esto se está produciendo y los efectos están siendo devastadores. La forma criminal de actuar que tienen esos mafiosos se ha hecho pública en un libro, titulado “Confesiones de un asesino económico a sueldo” que ha escrito un general retirado de EEUU, John Perkins, cuando relata que primero les mandan los “Sicarios económicos” y si no les hacen caso, les envían a los “chacales”, llegando hasta el asesinato de Presidentes de Gobierno, como existen casos denunciados en Panamá, Chile, Ecuador, etc…


Existe un ocultamiento de esas maniobras criminales y especulativas, que conoce casi toda la clase política y los grandes medios de información, pero, ante la situación precaria y el temor a una desestabilización, se sigue produciendo un gran cerco mediático, que nosotros hemos denunciado varias veces, pues es en realidad un mecanismo sibilino de “censura”, que impiden una libertad de información libre y sincera. Nosotros venimos combatiendo esos métodos mafiosos, pero con escasos resultados debido a nuestros más que escasos recursos económicos como corriente y al cerco mediático al que seguimos sometidos por los “mass medias” que están en manos y al servicio de la clase dominante.


La información viene sistemáticamente sesgada, para favorecer de una u otra forma los intereses de la clase que domina los capitales. Cuando nosotros hacíamos nuestros análisis sobre la situación explicando que el proceso de unificación de Europa está al borde de saltar por los aires, algunos nos acusan de “alarmistas” y “demagogos”.

Por ejemplo, si analizamos los datos de la prensa económica especializada, los barajamos y nos apoyamos en los índices económicos negativos, algunos compañeros se pueden molestar y les puede caer mal, pero eso no es nuestro problema, es un problema del capitalismo, que va mal. Nosotros nos basamos en principios, como decían nuestros clásicos cuando explicaban aquello de que “a la clase trabajadora hay que decirles siempre la verdad, aunque les duela”.


Veamos algunos ejemplos: Comparando los datos de 2009, con los últimos facilitados vemos que el PIB cayó hasta un - 3,6 %. El penúltimo dato de este año es de una caída del -3,1 %. La demanda nacional cayó un
-6,4 % y ahora está en el -5.3 %. El consumo de los hogares bajó hasta un
-4,9 % y este año va con una caída del-3,4 %. La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se derrumbó hasta un -15,3 % y sigue negativa, con un -12,9 % según el INE. Pero lo más alarmante es el derrumbe del índice de FBCF que se refiere a equipos y otros productos, que es la inversión que se tendría que estar produciendo para crear los puestos de trabajo de futuro, que cayó el año pasado hasta un estrepitoso -20,7 % y este año sigue con un -16,6 %. ¿Nos pueden informar, señores estrategas del capital, dónde piensan que pueden crearse los puestos de trabajo para la recuperación, ante tamaño desastre de la caída de la inversión privada?


Nuestra corriente viene insistiendo que hay dos formas de crear puestos de trabajo: con inversión privada o con inversión pública. Si el sistema capitalista demuestra su incapacidad para invertir, debe ser el Estado, quien tome las riendas de la inversión, planificando la economía. Pero no se puede planificar lo que no se posee, de ahí la necesidad de controlar el sistema financiero, mediante la creación de una Banca Pública Estatal, mediante la nacionalización del sector financiero, para colocarlo al servicio de la mayoría democráticamente, que es la clase trabajadora. Algunas otras fuerzas están llegando a esta misma conclusión, que es necesario contemplar una banca pública, como plantea ATTAC, mediante la nacionalización de las cajas de ahorros y la creación con sus fondos de una gran Banca Pública, que nosotros apoyaríamos como un primer paso.


Existen otros índices que indican asimismo la grave coyuntura por la que atraviese la economía española, como por ejemplo, la brutal caída en 2009 del consumo de cemento que se desplomó hasta un -32,4 %, manteniéndose en un -16,7 % en los datos que tenemos en 2010. El estrepitoso derrumbe de la construcción lo podemos comprobar por la brutal disminución de la actividad pues en 2009, cayeron los visados de las superficies a construir hasta un -51,4 %, y en lo que va de año sigue la atonía con una caída de -24,6 %. ¿Nos pueden explicar dónde van a trabajar los albañiles que, muchos de ellos, están agotando el cobro del paro?


La confianza de los consumidores también está colapsada, porque frente al indicador del año 2009, que bajó hasta un -28,2 %, el dato último, en pleno verano, con el repunte que se ha detectado, todavía está en el -24,8 % como último dato que nos da el INE. El índice de paro registrado que da el INEM a finales de 2009 era de 3.648.200 parados y el último dato que hemos recogido es de 4.118.700 personas sin empleo.


Estos datos avalan que la crisis general del capitalismo puede tener consecuencias políticas, sociales y económicas de gran alcance, porque se están creando las condiciones para sacudidas sociales de gran envergadura en las filas del movimiento de la clase trabajadora, non solamente en el Estado español, sino en todo el continente, como vemos ya los primeros compases.


En Europa, existe un peligro de ruptura que está siendo admitido por diferentes sectores. Cuando nuestra corriente criticábamos en el debate de los referéndum de unificación, que rechazábamos la construcción de la “Europa de los Mercaderes” porque debíamos apostar por la “Europa de los pueblos”, incluso algunos “compañeros” del partido nos llamaban de todo. Esos mismos no quieren reconocer que su modelo ha fracasado estrepitosamente y ni dentro ni fuera de Europa, en bases capitalistas, no existe una salida digna para la clase trabajadora, si se rechaza la construcción del socialismo y se asume que la única salida es el capitalismo, como es lo que se plantea con el giro a la derecha en la política gubernamental asumida por el partido, sin haber sometido el cambio al debate y al conocimiento de las bases, como es norma en cualquier partido que practique la democracia, cuando se abandona el programa aprobado en el último congreso y se quiere cambiar de carril.


Volviendo a la macroeconomía mundial, como hemos dicho antes, el rescate de Grecia es provisional, al igual que otros rescates encubiertos que se están practicando. Esas artimañas de conceder créditos para tapar las deudas, cargando los costes sobre los sectores más desfavorecidos para salvar los desfalcos de los bancos y a los políticos colaboracionistas con la corrupción, no va a ser asumido tan fácilmente por los ciudadanos que ven, cómo en el nombre de la “democracia burguesa” se les aplica la más cruel “dictadura de los capitales”, produciéndose levantamientos y protestas de los trabajadores que exigen que la crisis la paguen los que las han producido, o sea, los capitalistas.


En el Estado español, no solamente existen dificultades económicas, agravadas por una cierta huida de capitales, como el caso de fuga a Suiza detectado recientemente, que está bajo investigación, o la bolsa de fraude que esconde la economía sumergida, que está descontrolada, sino la huida de cerebros, de los que se calcula que se han ido más de 110.000 técnicos contratados por otras potencias. Esto provoca una agudización de la crisis, junto con la situación explosiva del sector financiero, sobre todo la precariedad de las cajas de ahorros y de algunos bancos, que tienen en sus balances unas capitalizaciones inmobiliarias muy abultadas, que pueden esconder unos “activos tóxicos” incobrables que nadie se atreve a calcular.


En los informes internos de algunas de esas entidades financieras, como bancos, cajas, seguros y entidades bursátiles, desde donde algunos sindicatos consiguen una cierta información, algunos datos son estremecedores, pero están bajo las normas secretas de “sigilo profesional”, que si son violadas son causa automática de despido procedente, se sabe que existen claras maniobras de maquillaje e incluso falsificaciones de contabilidades, que agrava las causas de la falta de liquidez interbancaria.


Los bancos no se prestan como antes, porque los ladrones desconfían de sus colegas, porque saben que el 32 % de los préstamos pueden ser morosos. Un dato que avala las dificultades financieras de la banca es que está produciéndose una pérdida más que alarmante de los depósitos a plazo fijo, sobre todo, de los muy voluminosos, que están cogiendo derroteros hacia paraísos fiscales.


En el aspecto social, se ha producido un cambio total en la situación, provocada por las medidas antisociales aplicadas por el Gobierno, sobre el Plan de Ajuste y la Reforma Laboral, que afecta a los sectores sociales más desfavorecidos de la clase trabajadora. La convocatoria de la Huelga General para el 29-9-2010 es ya un hecho habiendo empezado el proceso de movilización, con asambleas provinciales y locales por parte de UGT y CCOO. Otros sindicatos se suman también a la lucha. Las contradicciones se están agudizando entre el mundo del trabajo y la Patronal. Esas contradicciones están agravando la polarización y es proclive a la radicalización, conforme el proceso avance.


El cambio molecular de la toma de conciencia está siendo tan acelerado que es incomprensible por muchas personas, sobre todo de la pequeña burguesía, que quisieran volver a períodos anteriores de calma social, pero eso es totalmente imposible a corto y medio plazo, ante la necesidad de la gran burguesía capitalista de exigir a cualquier gobierno planes de recortes y austeridad cada vez más profundos.


Esto llevará a una prolongación de la agudización de la lucha entre las clases y es la consecuencia lógica, con sus alzas y sus bajas, del ataque furibundo que la Patronal está ejerciendo, que se ha visto forzada a lanzarse de cabeza a la confrontación, primero, porque no le quedaba otro camino y segundo, porque pensaban que era el momento adecuado, ante la debilidad manifiesta aparente de los sindicatos, confundiendo a la clase obrera con sus direcciones, cuando son dos cosas diferentes, como las luchas están demostrando.


Los imperialitas, empujados por la gravedad de la recesión, han obligado a todos los gobiernos, incluido el dirigido por el compañero Rodríguez Zapatero, a entrar por el aro, pero nosotros sabemos que los ataques no han hecho más que empezar. El déficit es de 150.000 millones de euros y el plan de ajusta de 15.000 millones, lo que representa menos de un 10 %, por lo que a través de reformas laborales y otros recortes, exigirán una y otra vez más sacrificios a los trabajadores, única clase que produce plusvalías que es la base concreta de los beneficios empresariales, que es lo que realmente hay en juego.


Las direcciones de los sindicatos mayoritarios, que se habían confundido al creerse como una “parte importante del Estado” y estaban muy orgullosos de su contribución al desarrollo considerándose uno de sus artífices, se han visto sorprendidos, traicionados y despreciados por esas posiciones radicales de la Patronal, pero sobre todo, del Gobierno de Rodríguez Zapatero que les había estado afirmando por activa y por pasiva, que nunca tomaría medidas contra los trabajadores con la oposición de los sindicatos y estaban convencidos hasta última hora de que sería así.


Ahora están alarmados cuando se han dado cuenta que la Patronal está yendo a degüello contra los sindicatos y la clase obrera en general, aplicando restrictiva y virulentamente la legislación laboral. Las espadas siguen en alto, como estamos viendo en el reto que mutuamente se han lanzado en la Huelga de Metro de Madrid, concediéndose una tregua de una semana para ver si consiguen alguna salida digna, donde la lucha está siendo durísima, con rupturas de servicios mínimos, amenazas de sanciones y demás medidas que llevan a enfrentamientos más radicalizados.


Estamos en los inicios de los inicios del recrudecimiento de la lucha de clases, donde veremos el resurgir del movimiento obrero, con luchas heroicas, que con sus derrotas y triunfos parciales, educarán en la práctica a las masas para fortalecer los nuevos cuadros, forjados en la batalla de la lucha, sacando las conclusiones pertinentes, tanto en los aspectos económicos, sindicales y políticos, para fortalecer la izquierda, porque como decía Pablo Iglesias, la verdadera escuela de socialismo es la lucha de clases y en la batalla, los trabajadores comprenderán que en el plano sindical, lo que te dan con una mano te lo quitan con la otra. A partir de estas nuevas experiencias de lucha, se iniciará un proceso de politización, más temprano o más tarde y las masas apostarán con firmeza por la defensa de un programa auténticamente socialista que ponga las bases para la transformación de la sociedad, porque otro mundo es posible, pero con el socialismo.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MALAGA-PSOE.A

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